viernes, 28 de marzo de 2014

Feb/16 Lv. 24-27 El Jubileo



2. Aceite puro de olivas machacadas: El aceite común era exprimido en una prensa, pero el aceite para las lámparas del santuario se hacía de aceitunas machacadas. Se lavaba la fruta y se quitaban todas las basuras, hojas o palitos, Entonces se las machacaba y se hacía que el aceite saliera solo. De esta manera se producía menos aceite que en la prensa, pero el resultado era un producto de superior calidad. Al principio Aarón atendía las lámparas personalmente (Exo. 30: 8), pero más tarde este trabajo pasó a ser de los sacerdotes.

La congregación proporcionaba el aceite, como también la harina para los panes de la proposición y los panes de la fiesta de las semanas.

5. Cada torta será de dos décimas de efa: Cada torta era hecha de 4.4 litros de flor de harina. En tiempos posteriores, se consideró que la preparación y el arreglo de las tortas era trabajo de los levitas (1 Cr. 9: 32).

El pan de la proposición: Este pan con frecuencia era llamado el "pan de la Presencia" (BJ) porque estaba siempre ante el rostro del Señor y simbolizaba a Cristo, el verdadero pan de vida (Juan 6: 51). El pan también daba testimonio de que Israel dependía constantemente de Dios para que él supliera todas sus necesidades, tanto espirituales como temporales

7. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro: Se colocaba el incienso en dos vasos de oro y, al quitarse el pan, el incienso era quemado sobre las brasas como ofrenda al Señor.

8. Cada día de reposo lo pondrá continuamente: Según el Talmud, el pan de la proposición era quitado una vez por semana, el día sábado, por cuatro sacerdotes. Dos sacaban el pan, y dos los vasos de incienso. Cuando estaban listos para sacar el pan y los vasos, entraban cuatro sacerdotes del nuevo turno que iniciaba su servicio, llevando el nuevo pan y dos vasos de incienso. Los que traían el nuevo pan se colocaban al lado norte, mirando hacia el sur; los que sacaban el pan, se ponían al lado sur, mirando hacia el norte. Cuando un sacerdote quitaba los panes, el que estaba en frente ponía los nuevos. Se tenía cuidado de no quitar lo viejo hasta que lo nuevo estuviese listo para ser colocado. De esta manera siempre había pan sobre la mesa. El pan viejo era entonces comido por los sacerdotes como la porción que les pertenecía. Lo hacían dentro del recinto sagrado del santuario. Fue de este pan del que Abimelec dio a David y a sus hombres.

10. Y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento: Este hombre entró en el área de los israelitas aseverando tener derecho a levantar su tienda allí. La ley divina se lo prohibía, pues los descendientes de un egipcio estaban excluidos de la congregación hasta la tercera generación.

11. Blasfemó el nombre: Enfurecido por el fallo de los jueces maldijo al juez, y en el ardor de su ira blasfemó contra el nombre de DIOS.

20. Ojo por ojo diente por diente: La ley civil tiene su lugar. Dios perdona el pecado, cualquiera que sea, pero los delitos civiles no pueden resolverse sobre esta base. Israel era tanto nación como iglesia, y Dios dio reglas para ambas. No importa el pecado que pueda cometer un hombre; por atroz que haya sido, puede recibir la abundante misericordia divina. Pero si el castigo fuese suspendido cada vez que un hombre se arrepiente, todos los criminales pretenderían haberse arrepentido a fin de escapar de la horca. Aunque Dios perdona, generalmente no elimina el castigo por la transgresión.

25. Año de reposo: Cada séptimo año había una provisión especial para los pobres. El año sabático, como se lo llamaba, comenzaba al fin de la cosecha. En el tiempo de la siembra que seguían al de la siega, el pueblo no debía sembrar; no debía podar ni arreglar viñedos en la primavera; y no debía contar con una cosecha ni del campo ni de la viña. De lo que la tierra produjera espontáneamente, podían comer cuando estaba fresco, pero no podían guardar ninguna porción de esos productos en sus graneros. La producción de ese año había de dejarse para el consumo gratuito del extranjero, el huérfano, la viuda, y hasta para los animales del campo. La observancia del año sabático había de beneficiar tanto a la tierra como al pueblo. Después de descansar una estación, sin ser cultivada, la tierra iba a producir más copiosamente. El pueblo se veía aliviado de las labores del campo, recuperaban fuerzas físicas y tenían más tiempo para la meditación y la oración, para familiarizarse con las enseñanzas y exigencias del Señor, y para instruir a sus familias. Debía ponerse en libertad a los esclavos hebreos, y no despedirlos con las manos vacías. Para los pobres era un año de remisión de las deudas

Año de jubileo: A los 49 años en el día de la expiación se tocaba la trompeta por toda la tierra para proclamar el año del perdón, año 50. Era santificado. Lo que distinguía especialmente el año del jubileo era la restitución de toda propiedad inmueble a la familia del poseedor original. Representa el milenio, donde la tierra descansara por 1000 años.

9. El día de la expiación haréis tocar la trompeta: Al terminar el día de la expiación en el mes de Tishri se tocaban las trompetas y se proclamaba la libertad. Qué momento feliz debe haber sido éste para los que habían estado en servidumbre, y que ese día habían recibido la expiación de sus pecados, y ahora quedaban en libertad. Podían volver a sus hogares para comenzar una nueva vida.

23. La tierra mía es: Aunque Dios le había dado la tierra de Palestina a su pueblo, Él todavía mantenía el título de propiedad. Los israelitas no eran dueños, sino mayordomos. Debía inculcársele al pueblo el hecho de que la tierra que se le permitía poseer por un tiempo pertenecía a Dios, que él era su dueño legítimo, su poseedor original, y que él quería que se le diera al pobre y al menesteroso una consideración especial. Debía hacerse comprender a todos que los pobres tienen tanto derecho como los más ricos a un sitio en el mundo de Dios.

24. Otorgaréis rescate a la tierra: En cualquier momento que el que vendía o alguno de sus parientes quisiera rescatarla, el comprador no debía negarse a venderla; y si no se redimía la tierra, debía volver a su primer poseedor o a sus herederos en el año de jubileo.

Dios procuraba impedir que algunos llegasen a ser muy ricos y los otros muy pobres. Si se hubiese seguido el plan original de Dios para la tierra y la servidumbre, no se hubieran conocido situaciones de extrema riqueza ni de extrema pobreza.

29. El varón que vendiere casa. . .: Tales propiedades podían "rescatarse” sólo durante el primer año después de haber sido vendidas. Si no había sido rescatada dentro de ese tiempo, el comprador la podía retener en forma permanente. Puesto que la casa no se había vendido teniendo en cuenta el año del jubileo, ésta constituía una venta lisa  y llana, y no había posibilidad de rescate.

31. Las casas de las aldeas. . .: Se las consideraba como pertenecientes a "los terrenos del campo", y por lo tanto podían redimirse en cualquier momento.

Los levitas estaban exceptuados de esta disposición. Sus propiedades podían ser rescatadas en cualquier momento y, en cualquier eventualidad, volvían a los propietarios en el año de liberación.

33. La tierra del ejido de sus ciudades no se venderá: Los campos (tierra de siembra) en los suburbios de las ciudades  de los levitas eran propiedad común y nunca podían venderse.

39. . . .Se vendiere a ti no le harás servir como esclavo: Un israelita vendido para servir a otro no debía ser tratado como esclavo sino como siervo asalariado. No debía tratárselo duramente y se lo debía liberar. La ley disponía que fuese soltado luego de cualesquiera seis años de servicio, si así lo deseaba (Exo. 21: 1-6).  

47. Y se vendiere al forastero. . .: Un israelita empobrecido que se había vendido para ser esclavo podía redimirse, él mismo, si le resultaba posible, o ser redimido por otro aunque el dueño no fuera israelita.

Los reglamentos que Dios estableció tenían por objeto fomentar la igualdad social. Las medidas del año sabático y del año de jubileo habían de corregir mayormente lo que en el intervalo se hubiera desquiciado en la economía social y política de la nación. Tenían por objeto beneficiar a los ricos tanto como a los pobres. Habían de refrenar la avaricia y la inclinación a exaltarse uno mismo, y habían de cultivar un noble espíritu de benevolencia; y al fomentar la buena voluntad y la confianza entre todas las clases, habían de favorecer el orden social y la estabilidad del gobierno. La diversidad de condición entre unos y otros es uno de los medios por los cuales Dios se propone probar y desarrollar el carácter. Sin embargo, quiere que quienes posean bienes de este mundo se consideren meramente administradores de sus posesiones, personas a quienes se confiaron los recursos que se han de emplear en pro de los necesitados y de los que sufren.

26.1 Si anduviereis en mis mandamientos: Este cap. contiene una profecía condicional que indica las bendiciones que se derramarían sobre Israel si obedecía, y los castigos que seguirían a la desobediencia. Muchas de estas profecías se cumplieron en forma notable.

Consecuencias de Obediencia

*      Lluvia en su tiempo: De un modo muy especial, la prosperidad y la abundancia en Palestina dependían de que las lluvias cayesen a su tiempo. En Egipto, los israelitas habían visto el desbordamiento regular del Nilo, por el cual la tierra era regada y se volvía fructífera. Palestina era "tierra de montes y de vegas" y por lo tanto no se adaptaba al riego. Los Israelitas no estaban acostumbrados a la lluvia, puesto que rara vez llueve en Egipto. Ahora habían de entrar en un país donde su misma existencia dependía de la lluvia del cielo. Para tranquilizarlos, Dios les prometió enviarles lluvia "a su tiempo”, la temprana y la tardía.

*      Paz: No habría guerra.

*      Perseguirían a sus enemigos

*      DIOS moraría en medio de ellos

Consecuencias de la desobediencia

*      Terror

*      Extenuación y calentura

*      Sembraría para que sus enemigos comieran

*      Sus enemigos se enseñorearían de ellos y huirían sin que hubiera quien los persiguiera

18. YO volveré a castigaros siete veces más: indica un castigo muy intensificado

*      El cielo seria como hierro y la tierra como bronce: No habría lluvia y la tierra no daría fruto.

*      Bestias fieras

*      Espada vengadora y pestilencia

*      Comerían sin saciarse

26. Cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno: El hambre sería tan intensa y el pan tan escaso que sólo se necesitaría un horno donde antes se habían usado diez.

*      Comerían la carne de sus hijos: Se cumplió en el sitio de Samaria y en el de Jerusalén.

*      Sus lugares altos e imágenes serían destruidos

*      Asolaría la tierra

*      Esparcidos entre las naciones: No sólo en cautividad, por los asirios, babilonios y romanos, sino también por dispersión en diferentes comarcas.

*      Los que quedaban asustados vivirían

DIOS presenta el castigo en 5 pasos los cuales irían en aumento 7 veces más en procura de obtener arrepentimiento del pueblo.

27. Voto a JEHOVA: es una promesa solemne hecha a Dios de realizar algún servicio para él, de ofrecer un presente o de efectuar algún sacrificio. En tiempos del AT los votos se hacían a menudo cuando los hombres estaban en angustia o peligro, o deseaban recibir un favor de parte de Dios. Hacían el voto a condición de que Dios les diera lo solicitado. El voto ideal nace del corazón rebosante de amor hacia Dios y poseído del sincero deseo de hacer algo por él, sin pensar en la recompensa. A veces los hombres, bajo la presión de las circunstancias, hacen votos que, al reflexionar bien, saben que no pueden cumplir. Antes de hacer el voto, la persona debería haber reflexionado en cuanto a la conveniencia de hacerlo. Dios sabía que los hombres harían votos que no serían capaces de realizar. Por lo tanto proporcionó una salida por la cual pudiesen anular la obligación. Un voto podía redimirse mediante el pago de dinero.

Un hombre podía consagrarse a sí mismo o a cualquier persona o cosa sobre la cual tuviera jurisdicción: esposa, hijos, siervos adquiridos, animales, casas, campos. Si el santuario no podía recibir el presente -lo que ocurría en muchos casos -, el hombre podía de todos modos cumplir su promesa pagando el precio de la redención.

Para redimir a un hombre                                                                                                                                   De   1 mes     5 años:   5 siclos de plata                                                                                                               De  5 años –  20 años: 20 siclos                                                                                                                              De 20 años – 60 años: 50 siclos                                                                                                                             De 60 años o      más:   15 siclos

Para redimir una mujer

De   1 mes     5 años:   3 siclos de plata                                                                                                               De  5 años –  20 años: 10 siclos                                                                                                                             De 20 años – 60 años: 30 siclos                                                                                                                             De 60 años o      más:  10 siclos

Si era pobre, el sacerdote fijaba la cantidad de acuerdo con la capacidad pecuniaria de la persona.

9. Si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a JEHOVA. . .: Cuando se prometía o dedicaba un animal limpio, éste se tornaba "santo". Debía ser sacrificado no. El que lo había prometido podría desear cambiarlo por un animal mejor, o acaso por uno peor. Ninguno de los dos trueques podía hacerse. Si se descubría esta permuta, los dos animales eran considerados "santos" y ambos debían ser sacrificados.

Si el animal era inmundo el sacerdote lo valoraba y si quería rescatarlo había que añadir la 5ta. parte a la valuación.

14. Cuando alguno dedicare su casa. . .: El sacerdote la avaluaba, y ese precio debía permanecer. No podía cambiarse, ni se admitía regateo. El hombre podía redimirla al precio fijado, más la quinta parte.

16. Si alguno dedicare la tierra de su posesión. . .: Debía ser avaluado de acuerdo con la cantidad de semilla necesaria para sembrarlo. En el precio así convenido debía tomarse en cuenta el año del jubileo porque entonces volvería al dueño.

28. Ni se rescatará ninguna cosa consagrada: Indica un voto mucho más solemne que lo que indica la frase castellana. Significa un voto que no puede quebrantarse ni redimirse y que debe ser observado bajo pena de severo castigo, aun de maldiciones e imprecaciones.
32. Todo lo que pasa bajo la vara: cuando una persona tenía que dar a Dios el diezmo de sus ovejas o de sus terneros, encerraba todo el rebaño en un corral en el cual había una salida angosta, sólo capaz de permitir salir a los animales uno por uno. El dueño que estaba por dar el diezmo al Señor se ubicaba junto a esa salida teniendo en la mano una vara mojada en bermellón u ocre rojo. Las madres de estos corderos o terneros estaban fuera del recinto. Cuando se abría la puerta, los animalitos corrían en busca de sus madres. Al pasar los animales por la puerta, el dueño dejaba pasar nueve y tocaba al décimo con su vara, dejándole una marca de color. No importaba que el animal fuese de calidad inferior o flaco, perfecto o defectuoso, era recibido como legítimo diezmo.

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