1. Viendo el pueblo que Moisés
tardaba en el monte: El pueblo sabía
que él había subido al monte con Josué, y que había entrado en la densa y
obscura nube que se veía desde la llanura, sobre la cúspide del monte, y era
iluminada de tanto en tanto por los rayos de la divina presencia. A pesar de que veían la nube, a muchos les parecía que su dirigente los
había abandonado, o quizás había sido consumido por el fuego devorador.
Tuvieron tiempo para reflexionar acerca de la ley que habían oído y
preparar sus corazones para recibir las futuras revelaciones de Moisés. Pero no
dedicaron mucho tiempo a esta obra, hubieran sido escudados contra la
idolatría. Se volvieron descuidados, desatentos y licenciosos. La multitud
mixta fue la primera en entregarse a la murmuración, y la impaciencia; de su
seno salieron los cabecillas de la apostasía.
1. Haznos dioses: Estaban acostumbrados a representaciones materiales de los dioses, y
les era difícil confiar en un Ser invisible;
habían llegado a depender de Moisés para mantener su fe. Una enorme
multitud indicaron que fuera el buey o becerro representación del toro o buey
Apis, símbolo de Osiris, dios del Nilo, marido de Isis. A él dedicaban
oraciones y sacrificios. En lenguaje egipcio el toro lleva el mismo nombre que
el Nilo= Hapi, estaba relacionado con el sol. La nube dijeron se había posado
permanentemente sobre el monte y ya no dirigía más su peregrinación. Y si
decidían volver a Egipto hallarían el favor ante los egipcios.
1. Que vayan delante de nosotros: Especialmente la multitud mixta que estaba impaciente por seguir hacia
Canaán, que les había sido prometida con la condición de obedecer, pero habían
perdido de vista ese requisito. Algunos sugirieron volver a Egipto pero para
una cosa o para la otra decidieron que no esperarían más a Moisés.
Aarón no tenía la firmeza para hacer frente a la situación. Reprochó
débilmente al pueblo y su vacilación y timidez en el momento crítico no
sirvieron sino para hacerlos más decididos en su propósito. El tumulto creció.
Un frenesí ciego e irrazonable pareció posesionarse de la multitud. Algunos
permanecieron fieles pero la mayoría se unió a la apostasía. Unos pocos que
osaron denunciarlo como idolatría fueron atacados, maltratados; y en la
confusión y el alboroto perdieron la vida. Aarón temió por su seguridad.
2. Apartad los zarcillos de oro: esperaba que el orgullo haría que rehusaran al sacrificio. Pero en esto se equivocó. Una vez que hubo dado el primer paso, no pudo
dar marcha atrás.
4. Estos son tus dioses que te
sacaron de la tierra de Egipto: Presumiblemente
el becerro de oro era una representación material del verdadero Dios, no de
alguna deidad pagana.
5. Aarón edificó un
altar: Sintiendo la aprobación popular, Aarón se
identificó aún más con esta apostasía.
6. Madrugaron: Tal era el entusiasmo y el fervor del pueblo por esta nueva religión,
que se levantó muy temprano a fin de comenzar su culto.
6. Se sentó el pueblo a comer y a
beber y se levantó a regocijarse: Este
culto era en realidad la forma egipcia de adorar al sol, glotonería y orgía. Regocijarse Saltando, cantando y
bailando. Este baile practicado especialmente por los egipcios era indecente y
sensual. Sal. 106:19, 20
7. Tú pueblo que tú sacaste de
Egipto: Dios había desheredado a
Israel, dando a entender rechazo, anularon su pacto. El odio al pecado es inherente al carácter divino.
8. Pronto se han
apartado del camino: Hacía tan sólo unas
pocas semanas desde que el pueblo se había comprometido en un solemne pacto con
Dios y le había prometido obedecerle.
9. Dura cerviz: da la idea de caprichosa obstinación, como la de un caballo que
endurece el pescuezo cuando se tiran las riendas hacia la derecha o hacia la
izquierda, negándose a seguir en la dirección deseada.
10. Ahora pues déjame que se
encienda mi ira: Dios estaba
probando a Moisés y preparándolo para lo que vendría en el futuro. DIOS no necesitaba el permiso de Moisés. No estaba decidido aún. Moisés
lo entendió como una oportunidad para interceder. Entendió que nada podía
salvar a Israel sino sus oraciones y que si él lo pedía DIOS los perdonaría.
Haré de ti una nación grande: DIOS probó la fidelidad y amor de Moisés hacia aquel pueblo ingrato;
apreciaba aquel pueblo, más que el privilegio de llegar a ser padre de una
nación poderosa.
12. ¿Por qué han de hablar los
egipcios. . .?: La destrucción de Israel llenaría de oprobio Su
Nombre. Las acusaciones de los egipcios resultarían
verdaderas y se vería que en vez de llevar a su pueblo al desierto a sacrificar,
lo había llevado allí para ser sacrificado. El segundo ruego de Moisés fue que
se evitara que los paganos se regocijaran en triunfo sobre Israel.
14. JEHOVA se arrepintió: Dios no puede cambiar de propósito, porque conoce "lo por venir
desde el principio". Sin embargo, cuando los pecadores abandonan el pecado
y se vuelven a él, cuando sus hijos le suplican misericordia y perdón, entonces
Dios cambia de la ira a la misericordia, del castigo al generoso perdón.
15. En su mano: en ambas manos (Deut.9: 15).
17. Cuando oyó Josué el clamor del
pueblo que gritaba: El trecho final
del descenso del monte Sinaí no les permitía ver la llanura, de modo que los
sonidos se oían antes de verse qué los causaba. La multitud
excitada que se hallaba en un estado de alocada conmoción.
19. Vio al becerro y las danzas: Al acercarse más vieron al pueblo que gritaba y bailaba alrededor de
su ídolo. Era una escena de libertinaje pagano, una
imitación de las fiestas idólatras de Egipto. Entre los paganos, y
especialmente entre las naciones orientales, tales danzas tenían un carácter
relajado y lascivo. Los bailarines egipcios eran expertos del tipo más
degradado. Este era el tipo de baile al que se habían entregado los israelitas,
lo que explica la tremenda ira de Moisés. Era idolatría de la peor clase.
19. Ardió la ira de Moisés: No estaba preparado para aquella terrible muestra de degradación de
Israel.
19. Arrojó las tablas: para demostrar cuánto aborrecía ese crimen dando a entender que habían
roto su pacto con DIOS; así DIOS rompía su pacto con ellos.
20. Tomó el becerro. . .y lo quemó: Entró en el
campamento, atravesó la multitud enardecida y, asiendo el ídolo, lo arrojó al
fuego. Moisés le enseñó al pueblo la total inutilidad
y vanidad de un ídolo. Si el becerro no podía salvarse a sí mismo, ciertamente
no podría salvar a sus adoradores.
20. Lo molió hasta reducirlo a polvo
que esparció sobre las aguas: Arroyo que descendía del monte.
20. Y lo dio a beber al pueblo: al tomarla los israelitas se arriesgaban a
tragar partículas de oro. De este modo el instrumento de su pecado se
transformó en instrumento de su castigo. El pecado paga con su misma moneda.
21. Dijo Moisés a Aarón: Hizo comparecer ante él a su hermano. A causa de ser
Aarón el dirigente durante la ausencia de Moisés, su pecado era tanto más
condenable.
22. Tú conoces al pueblo: Aarón mostró un espíritu de justificación, trató de defenderse
explicando los clamores del pueblo y que si no hubiera accedido lo habrían
matado. Si hubiera tenido el valor para sostener lo recto habría podido evitar
la apostasía. Si le hubiera recordado su pacto con DIOS. . .
24. Salió este becerro: Trató de hacerle creer que se había obrado un milagro. Pero fue tratado
como el principal ofensor, hubiera sido destruido
por causa de su pecado, si no hubiese sido por la fervorosa intercesión de
Moisés en su favor Dt. 9:20 y Sal. 106:16
25. . . .Que el pueblo estaba
desenfrenado: Todo freno moral había
sido totalmente abandonado. La gente estaba prácticamente amotinada, había
llegado a un frenesí total. Se había transformado en una turba incontrolable. Si la licencia e insubordinación no se reprimían rápidamente concluirían
en una abierta impiedad y arrastrarían a la nación a una perdición irreparable.
El mal debe eliminarse con inflexible severidad.
26. ¿Quién está por JEHOVA?: No pudiendo detener este vil espectáculo, y
creyendo que debía recurrirse a una acción más enérgica convocó a los que no habían participado en la apostasía que debían colocarse a la
derecha, los que estaban arrepentidos en la izquierda. Un grupo formado en su
mayoría por la multitud mixta persistió en su rebelión.
27. Se juntaron con él toda la tribu
de Leví: la tribu de Leví no
había participado del culto idólatra, manifestó que
aborrecía la rebelión y la idolatría.
27. Matad cada uno a su. . .: Moisés ordenó a los que estaban a su derecha y
que se habían mantenido limpios de la idolatría, que empuñaran sus espadas y
dieran muerte a todos los que persistían en la rebelión. Para salvar a muchos había que castigar a los pocos. Hubieran sucumbido
ante ataques enemigos sin la protección de DIOS. Si se les hubiera perdonado la
vida, el mismo espíritu que los llevó a la rebelión se habría manifestado en
forma de odio y discordia y se habrían destruido mutuamente. Por amor al mundo,
por amor a Israel, y por los transgresores mismos fue que el crimen se castigó
con rápida y terrible severidad.
29. Os habéis consagrado a JEHOVA: "consagración"
tiene la idea de ser ordenado para un oficio sagrado, el
honor de ser escogidos para servir en el santuario.
Cuando el pueblo reaccionó, comprendió la enormidad de su pecado, el
terror se apoderó del campamento. Se temió que todos fueran exterminados.
Compadecido por la angustia del pueblo Moisés prometió suplicar por ellos.
31. . . .Este pueblo: Pensando en la gravedad del pecado los hacía
indignos de ser llamados pueblo de Dios.
32. Que perdones ahora
su pecado: Mejor: "Si te dignas perdonar su
pecado" (BJ). Tan conmovido estaba Moisés al dirigir su ruego a Dios, que
no completó la oración.
32. Ráeme ahora: Estaba dispuesto a entregar su propia vida, si eso podía servir para
hacer expiación por el pecado de ellos, pero solamente existe una expiación
vicaria aceptable, y ésa es la expiación de Jesucristo el cual al no tener
pecado, podía ser castigado por los pecados de otros.
32. Tu libro que has
escrito: se refiere al "libro de la vida",
en el cual están registrados los nombres de todos aquellos que han profesado
ser hijos de Dios.
35. Y JEHOVA hirió al pueblo: Una plaga invadió el campamento poco tiempo después.
33.4 Ninguno se puso sus atavíos: implica duelo y reforma.
Los hombres probablemente llevaban pulseras, brazaletes y ajorcas. Estas
últimas eran usadas por los egipcios. Compungidos
y humillados se despojaron de sus galas. El
arrepentimiento es condición indispensable para lograr la restauración al favor
divino.
6. Se despojaron de sus
atavíos desde el monte Horeb: Es decir de ese
momento en adelante, al menos por un tiempo, como señal del sincero propósito
que tenían de obedecer a Dios.
7. Moisés tomó el tabernáculo, y lo
levantó lejos, fuera del campamento: Había
una tienda que había servido como lugar temporario para el culto. Como prueba
de que DIOS había retirado su presencia de entre ellos. Las multitudes
afligidas por el remordimiento pensaron que presagiaba mayores calamidades.
7. Cualquiera que buscaba a JEHOVA
salía al tabernáculo: a todos los que estaban
verdaderamente arrepentidos y deseaban volver al Señor, se les indicó que
fueran a confesar sus pecados y a solicitar la misericordia de DIOS.
10. Viendo todo el pueblo la columna
de nube. . .se levantaba a la puerta de su tienda y adoraba: con ansioso interés el pueblo observó por ver alguna señal de que la mediación
de Moisés era aceptada. . .El pueblo lloró de alegría.
14. Te daré descanso: Es decir, la posesión de la tierra de Canaán.
Parecía restringir la bendición solamente para Moisés. Pero para Moisés esto no
bastaba; la promesa debía también abarcar a "tu pueblo".
16. Seamos apartados de todos los
pueblos: Diferentes de todas las
otras naciones.
18. Te ruego que me muestres tu
gloria: La solemne comprensión
de la tarea que le tocaba le hacía sentir la necesidad de una comunión aún más
íntima con Dios. Moisés creía que lo fortalecería para la realización de la
tarea que le había sido señalada. DIOS no la consideró presuntuosa. Se
le prometió que presenciaría toda la gloria divina que pudiera soportar.
10. Yo haré pasar todo mi bien: Literalmente, "mi hermosura" o
"mi excelencia". La LXX reza "mi gloria".
34.1 Alísate dos tablas de piedra: Dios no podía conceder su favor sin exigir obediencia a su ley. Los
dos son inseparables. Los hombres están más dispuestos a disfrutar de las
recompensas de la vida correcta, que a vivir con corrección. Pero Dios insiste
que sólo los obedientes pueden recibir las recompensas. No puede hacer pacto
sino con los que estén dispuestos a aceptar su ley como regla de vida. Esto lo
hace más por bien de ellos que por sí mismo.
5. Proclamando el nombre
de JEHOVA: El nombre del Señor representa su carácter,
que según esta descripción, consta de tres cualidades fundamentales:
misericordia, justicia y verdad. El primer lugar se le asigna a la misericordia
puesto que la relación de Dios con nosotros se basa en ella.
10. Cosa tremenda la que
yo hago contigo: “Cosas que causen
temor" (BJ). No para dañar a Israel, sino a sus enemigos.
13. Cortaréis sus imágenes
de Asera: “Bosques”. Parecen haber sido objetos de
adoración hechos de madera en forma de árboles truncados. Estas cepas de
árboles, que posiblemente conservaban restos de algunas ramas, eran objetos de
culto. Es probable que el bien conocido árbol sagrado de los asirios haya sido
una 'asherah.
15. No te harás dioses
de fundición: Expresamente dicho por
el reciente pecado del becerro de oro.
22. Fiesta de las
semanas, la de las primicias del trigo: son una misma
cosa.
22. La fiesta de la
cosecha: o fiesta de los tabernáculos.
24. Ensancharé tu
territorio: Al contemplar la incomparable superioridad
de Israel sobre todas las otras naciones, muchos se unirían voluntariamente con
ellos, hasta que finalmente "su reino abarcaría todo el mundo. Jerusalén
permanecería para siempre y se transformaría en la metrópoli de toda la tierra.
26. Las primicias de los
primeros frutos. . .: "lo más
escogido", así también Cristo se presentó a sí mismo ante el Padre como
los primeros frutos de la cosecha de la resurrección.
26. No guisarás el
cabrito en la leche de su madre: los cabritos
de los sacrificios hervidos en la leche de su madre, eran un rito practicado
por los cananeos.
28. No comió pan ni
bebió agua: La comunión de Moisés con el Señor le dio
fuerza física, tornándose innecesarios el alimento y la bebida. Las necesidades
del cuerpo no fueron sentidas porque los deseos del espíritu habían sido tan
plenamente satisfechos.
Esta experiencia y la promesa de que la divina presencia lo ayudaría,
fueron para Moisés una garantía de éxito para la obra que tenía delante.
29. No sabía Moisés. .
.: De los que viven cerca de Dios mana una
influencia que, aunque pase inadvertida para ellos tiene un marcado efecto
sobre otros.
29. La piel de su rostro
resplandecía: reflejaba la gloria de
la presencia divina, una luz deslumbrante. Al rehusar ser el único progenitor
de un pueblo a quien Dios se proponía adoptar en lugar del inicuo Israel, y al
ofrecerse a sí mismo en expiación por las transgresiones del pueblo, había manifestado un espíritu de suprema
abnegación. Desde esa ocasión persistió en la intercesión de todo corazón y
desinteresada en favor de sus compatriotas, por esto reflejó del carácter de
Dios mismo. La gloria reflejada en Moisés representa las
bendiciones que por medio de Cristo, ha de recibir el pueblo que obedece los
mandamientos de DIOS. Atestigua que cuanto más claro sea nuestro conocimiento
de sus requerimientos y más estrecha
nuestra comunión con DIOS, tanto más plenamente seremos transfigurados a
su imagen, y tanto más pronto llegaremos a ser participantes de la naturaleza
divina.
29. Después que hubo
hablado con Él: "porque habló con
él".
30. Tuvieron miedo de acercarse: Conscientes de su culpa, sintiéndose todavía objeto
del desagrado divino, no podían soportar la luz celestial, que si hubieran obedecido
los habría llenado de gozo.
31. Moisés los llamó: viendo su terror y confusión pero ignorando la causa, los instó que se
acercaran. Uno de ellos señaló el semblante de Moisés y luego hacia el cielo.
Mediante este resplandor, DIOS trató de hacer comprender a Israel el carácter
santo y exaltado de su ley, y la gloria del evangelio revelado mediante Cristo.
33. Moisés puso un velo sobre su
rostro: Este velo representa a
Jesucristo, quien veló su divinidad con humanidad a fin de que pudiera tener
comunión con nosotros.
34. Y saliendo decía. .
.: Cuando salía nuevamente para hablarle al
pueblo las palabras de Dios, dejaba su rostro descubierto hasta haber terminado
de dar el mensaje. Esa luz santa añadía autoridad divina a su mensaje y daba
evidencia permanente de que les hablaba en calidad de representante de Dios.
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