miércoles, 26 de marzo de 2014

Feb/11 Lv. 8-10 Nadab y Abiu


Los siete capítulos intermedios contienen instrucciones que Aarón y sus hijos debían recibir antes de comenzar su ministerio en el santuario. El primer requisito para el sacerdocio era el ser descendiente de Aarón. El segundo requisito era no tener ninguna deformidad física. Además el sacerdote debía estar libre de toda contaminación ceremonial y debía abstenerse de tomar vino y bebidas Fuertes. La función especial de los sacerdotes era la de acercarse a Dios en representación del pueblo. Debían mediar entre un Dios santo y un pueblo pecador. Por lo tanto, ellos mismos debían ser santos. Los sacerdotes debían consagrarse por 7 días y al octavo comenzaron su ministerio.

6. Moisés. . .los lavó con agua: era más que un baño común; era una limpieza espiritual, era un símbolo de regeneración (Tito 3: 5). No debían lavarse a sí mismos, porque la pureza que Dios exigía de ellos no era algo que ellos mismos pudiesen proporcionar.

7. Puso sobre él la túnica: Aarón debía llegar a sentir su propia insuficiencia. Debía aprender que nada de lo que él pudiese hacer sería aceptable ante Dios. Debía aprender la lección de una completa dependencia. Era Dios quien lo estaba adecuando y preparando para el servicio. Era Dios quien lo estaba vistiendo con la justicia divina.

12. Derramó del aceite. . .sobre la cabeza de Aarón: La unción era tan copiosa que el aceite corrió por la barba de Aarón y sobre sus vestimentas (Sal. 133: 2).

14. Hizo traer el becerro de la expiación: Esta ofrenda por el pecado no era solamente por Aarón y sus hijos sino también por el altar. Durante todo el ritual de la consagración, Moisés actuó como sumo sacerdote.

23. Tomó de la sangre, y la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha: Desde ese momento en adelante, Aarón debía atender diligentemente las órdenes de Dios y debía cerrar los oídos al mal.

23. Sobre el pulgar de la mano derecha: En adelante todos sus actos debían ser justos. La mano representa la obra de la vida, los diversos actos visibles, el obrar justicia.

23. Sobre el dedo pulgar de su pie derecho: Implica caminar en la luz, hacer los mandados de Dios, ponerse de parte de la verdad y de la justicia. Todas las facultades del ser deben estar dedicadas a Dios.

31. Comedla. . .: El comer de la carne del carnero de las consagraciones era lo opuesto de comer la carne de la ofrenda por el pecado. Al comer de la carne del carnero, los sacerdotes eran consagrados para que pudiesen comer de la carne de la ofrenda por el pecado y llevar así el pecado del pueblo.

35. A la puerta, pues, del tabernáculo. . .estaréis día y noche por siete días: Este tiempo era para estudio, para oración, para meditación, para repetir vez tras vez el ritual, para que no se equivocaran cuando les llegara el momento de oficiar.

9.1 En el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos: Había llegado el momento cuando Aarón debía ofrecer su primer sacrificio. Mientras tanto, todo el pueblo se acercó y se puso delante de Jehová.  

15. Ofreció también la ofrenda del pueblo: El procedimiento era algo diferente del que se había de seguir posteriormente, pues ésta era la primera vez en que Aarón oficiaba en favor del pueblo. Regularmente, la ofrenda por el pecado del pueblo consistía en un becerro (cap. 4: 14), y su sangre debía ser llevada al primer compartimento del santuario (cap. 4: 17, 18); pero en este caso la ofrenda por el pecado fue un macho cabrío.

Todo se había hecho conforme a las instrucciones de Dios, y el Señor aceptó el sacrificio y reveló su gloria de una manera extraordinaria: descendió fuego de Dios y consumió la víctima que estaba sobre el altar. El pueblo observó las ceremonias con sumo interés y las tuvo por señal de la gloria y el favor de DIOS y todos a una elevaron sus voces en alabanza y adoración y se postraron como si estuvieran en la inmediata presencia de JEHOVA.

10.1 Nadab y Abiú: Después de Moisés y Aarón ocupaban los puestos más elevados en Israel y tenían muchas ventajas y privilegios, eran del grupo de los 70, pero no le dieron la debida importancia. Nadab y Abiú no fueron educados para que desarrollaran hábitos de dominio propio.

1. Ofrecieron fuego extraño: A la hora del culto vespertino cuando las oraciones y alabanza ascendían a DIOS, Nadab y Abiú tomaron su incensario y quemaron incienso, pero usaron fuego común. No había sido tomado del altar de los holocaustos, fuego que Dios mismo había encendido y que era por lo tanto sagrado. En el atrio de la congregación había fogones donde los sacerdotes se preparaban la comida, y quizá lo tomaron de allí.

El Señor no acepta una obediencia parcial es una obediencia total o nada. La gran luz y los privilegios otorgados demandan reciprocidad, no crean los favorecidos que DIOS no será  estrictos con ellos. La amonestación de este terrible juicio evitaría que algunos abusaran de la tolerancia de DIOS hasta el extremo de sellar su propio destino.

El gozo se tornó en pesar y perplejidad.

3. Es esto lo que habló JEHOVA. . .: La declaración a la cual quizá se refería Moisés es la de Exo. 19: 22. Es evidente que los hijos de Aarón no se habían santificado. La consagración al sacerdocio no había efectuado un cambio en su corazón; ellos mismos eran "profanos" aún. El carácter dócil e indulgente de Aarón constituía la raíz del problema, los resultados de su debilidad no habían sido evitados por el arrepentimiento.

6. No rasguéis vuestros vestidos: Era la costumbre rasgarse la ropa cuando se sentía gran tristeza. Esto se hacía rasgando la parte superior delantera de las vestimentas, para exponer, por así decirlo, la tristeza del corazón. No debía hacerse ninguna manifestación de dolor que demostrara compasión por el pecado, o desagrado por los juicios de Dios. No debía actuar en forma que pudiera inducir a la congregación a murmurar contra DIOS.

7. No beberéis vino ni sidra: No hubieran cometido su fatal pecado si no hubieran estado intoxicados parcialmente de vino. Su mente se confundió y se embotaron sus percepciones morales. No podían entender la diferencia entre lo santo y lo profano.

10. Para poder discernir. . .: El vino y las bebidas fuertes pueden entorpecer de tal manera las facultades, que el hombre no logra distinguir claramente entre lo bueno y lo malo. Cualquier forma de intemperancia hace menos nítida la diferencia entre lo santo y lo profano. El bebedor moderado es un riesgo para la sociedad. El bebedor empedernido causa repulsión por su suciedad, y sirve de advertencia. El bebedor moderado tienta a otros a seguir su ejemplo porque da la apariencia de ser "respetable". A la larga, de los dos, es el bebedor moderado el que hace más daño. No sólo son afectadas por la bebida las facultades físicas sino también las morales; éste es posiblemente el peor de los dos males. El asalto, el homicidio, la violación, la deslealtad, no significan lo mismo para el bebedor. Bajo la influencia del vino, los hombres hacen lo que nunca pensarían hacer estando sobrios.

11. Para enseñar. . .los estatutos: Los sacerdotes eran maestros. Por lo tanto debían instruir al pueblo en los estatutos y caminos de Dios. Es imposible enseñar a otros, o guiarlos por el camino que debieran tomar, si se tiene la mente embotada.

13. . . .Comedla sin levadura: Dentro de la confusión que había seguido a la muerte de sus dos hijos, Aarón había dejado de comer la porción de la ofrenda que le correspondía. Con el correr de los años, la idea de que nada debía impedir la obra de Dios, de que las circunstancias no debían interrumpir el ritual del santuario, se arraigó profundamente en la conciencia de los sacerdotes.

14. Comeréis. . .tus hijas contigo: Aquí se refiere a la ofrenda de paz.

16. El macho cabrío de la expiación. . .había sido quemado: El simbolismo del ritual se había desvirtuado completamente. Al no comer de la carne, Aarón no había cargado con los pecados del pueblo. No podía hacer expiación por los pecados que no llevaba sobre sí.
19. ¿Sería esto grato a JEHOVA?: Después de lo ocurrido, y sintiéndose parcialmente responsable por ello, no se había sentido capaz de llevar los pecados de otros. Con los suyos ya tenía suficiente. No podía menos que sentirse apenado por la muerte de sus hijos; quizá sintiera también algún remordimiento. Evidentemente pensó que en el estado de ánimo en que se encontraba, su servicio como portador simbólico de pecados no sería grato a Jehova

No hay comentarios:

Publicar un comentario