3. Cualquier varón. . .que
degollare. . .: Antes de que se
estableciese el santuario, el padre de familia era el sacerdote de la misma, y
como tal, ofrecía sacrificios. Cuando se erigió el tabernáculo y los sacerdotes
se hicieron cargo de los sacrificios, ocurrió un gran cambio en la vida de Israel.
Todos los animales, de ahí en adelante, debían ser sacrificados en el
santuario, y las fiestas que normalmente acompañaban tales sacrificios debían
también realizarse allí. Esta orden haría que terminaran automáticamente todas
las fiestas de camaradería de los extranjeros, que habían sido entusiastamente
adoptadas por muchos israelitas. Ningún israelita debía participar de una
Fiesta a menos que fuese celebrada dentro del campamento. Era de esperarse que
esas fiestas se llevarían a cabo en armonía con las normas religiosas y
sociales implícitas en la ley de Dios.
Dios quiere que su pueblo se separe de la multitud de extranjeros. Tanto
jóvenes como ancianos corren peligro al asociarse con el mundo. Las amistades
se forman con facilidad, y los resultados son a menudo fatales para la fe del
creyente.
10. Comiere alguna
sangre. . .: La sangre lleva
alimento, fuerza y calor a todas las partes del cuerpo, y se lleva todo lo que
daña y destruye. Es el factor indispensable sin el cual la vida sería
imposible. El organismo entero es alimentado por ella. Si se produce una herida
en cualquier parte, la sangre lleva hasta allí los elementos necesarios para su
curación. Esta ordenanza también tenía el propósito de inculcarles una elevada
estima por lo que la sangre representa, la vida. Toda vida procede de Dios y le
pertenece. No debe ser maltratada ni destruida.
13. Derramará su sangre
y la cubrirá con tierra: Tenía el objeto de
enseñarle al hombre el valor y la importancia de la vida.
15. Cualquier persona. . .que comiere animal mortecino
o despedazado: Aunque no se prohibía
comer la carne de animal mortecino o despedazado, la persona que la comiese
quedaría contaminada, Se entiende que la razón de esto estaba en que la sangre
no había sido debidamente drenada.
18. El respeto del
cuerpo y sus funciones es el tema central de este capítulo: respeto por nuestro
propio cuerpo, y por el cuerpo ajeno.
6. Para descubrir su
desnudez: se refiere a tener relaciones íntimas.
a.- No debía tener relaciones íntimas con padre, madre, hermana, nietos,
hijastros, tía, nuera, cuñado o parienta alguna.
b.- No debía casarse con hermanas.
c.- Debían abstenerse de relaciones intima durante la menstruación.
Moloc: dios de los amonitas, es probablemente el mismo "Milcom". La
palabra Moloc tiene en hebreo las mismas consonantes que la palabra mélek,
"rey". La antigua tradición
judía sostiene que Moloc no era el nombre de una deidad específica sino la
designación de cualquier dios, que podría llamarse "rey". Según la
tradición judía, el título mélek, "rey", se reservaba para el Dios
verdadero, y únicamente se pronunciaba el conjunto de consonantes, mlk, y al
referirse a los dioses cananeos, hablaban de molek, usando las mismas
consonantes, pero con las vocales "o" y "e" de la palabra
bósheth, "vergüenza". De esta manera, el título molek significaría
"rey de vergüenza", en contraste con mélek, el verdadero rey del
cielo y de la tierra. Puede afirmarse que Moloc era un dios pagano, al cual se
le ofrecían niños en holocausto. Sin embargo, más tarde el nombre de este dios
se usó como término técnico para referirse a ciertos sacrificios de animales y
de seres humanos.
No debían acostarse con varón
(homosexualismo) ni con animales.
28. No sea que la tierra
os vomite: Israel podría permanecer en la tierra
prometida solamente si respetaba el pacto. Si lo violaba, perdía el derecho de
permanecer en Canaán.
19.4 No os volveréis a los ídolos: Cualquier cosa que se honre en el lugar de Dios, o que sea preferida
antes que él, constituye un ídolo, aunque sea sólo un asunto de la imaginación.
5. Cuando ofreciereis sacrificio de paz: De todos los sacrificios, los que más fácilmente se prestaban para el
abuso eran los sacrificios de paz. En general, los otros sacrificios en que se
derramaba sangre eran entregados al sacerdote o quemados después de haberse
rociado la sangre y quitado la grasa. Pero en el caso de las ofrendas de paz,
el Señor recibía la sangre y la grosura; el sacerdote, el pecho y la espaldilla
derecha; y el resto del animal era para el oferente y para sus invitados. Una
ofrenda de paz, presentada espontáneamente, no necesitaba ser perfecta. Podía
usarse un animal que tuviera "de más o de menos" (cap. 22: 23). Si
alguien deseaba hacer una Fiesta, podía escoger un animal deforme pero no
enfermo.
9. No segarás hasta el
último rincón: A menudo la pobreza
viene como resultado de la falta de economía, previsión, diligencia o
capacidad. En otros casos, es accidental e inevitable. Cualquiera sea la causa,
Dios se compadece de todos los necesitados y ha comisionado a su pueblo para
que los socorra según sus necesidades. Suele ser mejor proporcionar trabajo a
los necesitados que hacerles obsequios. Excepto en los casos de genuina
necesidad, el recibir algo sin dar nada perjudica la dignidad.
11. No hurtareis y no
engañareis: El hurto y la falsificación están
emparentados. Este último pecado es a menudo necesario para ocultar el primero.
Todo lo que tenga un dejo de astucia o hipocresía es abominación para Dios.
12. No jurareis falsamente: esto permite el juramento judicial.
13. No oprimirás a tu
prójimo: Aquí se prohíbe hacerlo con violencia o
usando de una autoridad superior.
15. Con justicia juzgarás: El hacer "acepción de personas" es cometer pecado.
16. No andarás
chismeando: Es decir, propagar rumores dañinos, ya sea
porque no son ciertos, o porque perjudican a la persona implicada. La calumnia
mata a tres personas a la vez: al calumniador, al calumniado y al oyente.
16. No atentarás contra
la vida de tu prójimo: Ya fuera directamente,
o por dar falso testimonio. Los judíos interpretan que este pasaje significa
que la persona que viera a otro en peligro, ya fuera de ahogarse, de ser
robada, o debido a fieras, tenía la obligación de prestarle ayuda. Si una
persona es testigo de un crimen o de una injusticia, está obligada a ayudar al
damnificado, ya sea personalmente, o por medio de testimonio ante el juez.
17. No aborrecerás a tu
hno. en tu corazón: Es posible odiar y
despreciar a una persona sin dar de ello evidencias externas. Sin embargo, el
odio es pecado. El que odia se daña a sí mismo en primer lugar.
17. Razonarás con él: "Corrige a tu prójimo" (BJ). Es tan malo albergar odio en el
corazón como retener la corrección. Los rabinos enseñaban que aquel que no
reprendía a un ofensor compartía su pecado.
18. Ni guardarás rencor: Es inútil albergar rencor. A nadie le hace bien, y puede causarle
mucho daño al que lo alberga. Avinagra el carácter y desfigura la perspectiva
de la vida.
19. No harás ayuntar tu
ganado con animales de otra especie. . .mezcla de semillas: En el principio Dios creó diferentes especies de animales y plantas.
Nunca tuvo la intención de que hubiese amalgamación de las diferentes clases en
la que quedaran todas confundidas. La idea de mantener intactos los diversos "géneros" como Dios
los creó, es para el bien de todos.
19. No te pondrás mezcla de hilos: Posiblemente haya tenido por propósito impresionar en la mente el
principio aplicable a las cosas vivas.
20. Sierva desposada: Comprometida.
20. Ambos serán azotados: Literalmente, "habrá una investigación". El vocablo hebreo
biqqóreth, que aparece aquí, tiene la idea de una investigación realizada con
el propósito de determinar cuál sería el castigo adecuado para el crimen. Con
el castigo pagaba su deuda a la sociedad.
23. Considerareis como
incircunciso lo primero de su fruto: Se consideraba
que un árbol frutal no alcanzaba la madurez hasta los cuatro años.
26. No seréis agoreros: No practicaréis encantamientos" (BJ). Es probable que aquí se
haga referencia a los hechizos y amuletos, que aunque no eran de por sí
inmorales ni licenciosos, tendían a la superstición y la idolatría. Hoy son
muchos los métodos: amuletos, el horóscopo, las cartas. . .
27. Ni dañareis la punta de vuestra barba: "Ni cortes los bordes de tu barba" (BJ). Los judíos se
enorgullecían de sus barbas, considerándolas como una señal de virilidad y
dignidad. Se ha sugerido que una barba "dañada" indicaba que el que
la llevaba era devoto de algún dios pagano. Posiblemente la parte de la barba
que se recortaba era ofrecida a los dioses.
28. No haréis rasguños
en vuestro cuerpo por un muerto: "No
haréis incisiones en vuestra carne por los muertos" (BJ). Diversos pueblos
de la antigüedad se cortaban las carnes en relación con los ritos ceremoniales celebrados
en honor de los muertos. Aún hoy algunos pueblos paganos siguen tales
costumbres. Los miembros de ciertas tribus de Nueva Guinea se cortan una
falange del dedo en ocasión de la muerte de un familiar.
28. Ni imprimiréis en
vosotros señal alguna: Quizá se refiera a los
tatuajes, costumbre que en sí no es inmoral, pero ciertamente indigna del
pueblo de Dios pues tiende a dañar la imagen del Creador.
29. No contaminarás a tu
hija haciéndola fornicar: Era costumbre entre
las naciones de la antigüedad, sobre todo entre los pobres, vender a sus hijas,
o algunas veces a sus esposas, como esclavas y prostitutas.
30. Mis días de reposo
guardaréis: Tiene que ver con la reverencia o respeto.
31. No os volváis a los encantadores: De 'oboth, literalmente "odres"; esto por el timbre de voz
que éstos usaban: una voz sonora, no natural, ni clara, como la que podía
producirse al hablar dentro de un "odre" o de algún otro receptáculo.
La LXX generalmente traduce la palabra 'oboth por eggastrimuthoí,
"ventrílocuos", con lo que indica que la voz se proyectaba desde el
vientre en tonos graves y sepulcrales. La ventriloquia se presta fácilmente
para los fines de la magia, practicada en tiempos antiguos por sacerdotes corruptos
a fin de engañar al pueblo. Se usa la palabra 'ob para designar al espíritu que
hablaba a través del médium. Según la enseñanza bíblica, el médium no era
poseído del espíritu, sino que lo poseía.
33. El extranjero. . .no
le oprimiréis: En la antigüedad los
desconocidos solían ser considerados como sospechosos. ¿Por qué motivo se
habría alejado esa persona de su hogar? ¿Sería un fugitivo de la justicia?
¿Sería acaso un esclavo que huía de su amo?
34. Como a un natural de
vosotros tendréis al extranjero: No bastaba que
no se molestase al extranjero. Debía ser tratado con la misma consideración con
que ellos se trataban mutuamente.
36. Medidas justas
tendréis: Dios ordena que seamos estrictamente
honrados en las medidas de longitud, peso y volumen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario