jueves, 27 de marzo de 2014

Feb/14 Lv. 17-19


3. Cualquier varón. . .que degollare. . .: Antes de que se estableciese el santuario, el padre de familia era el sacerdote de la misma, y como tal, ofrecía sacrificios. Cuando se erigió el tabernáculo y los sacerdotes se hicieron cargo de los sacrificios, ocurrió un gran cambio en la vida de Israel. Todos los animales, de ahí en adelante, debían ser sacrificados en el santuario, y las fiestas que normalmente acompañaban tales sacrificios debían también realizarse allí. Esta orden haría que terminaran automáticamente todas las fiestas de camaradería de los extranjeros, que habían sido entusiastamente adoptadas por muchos israelitas. Ningún israelita debía participar de una Fiesta a menos que fuese celebrada dentro del campamento. Era de esperarse que esas fiestas se llevarían a cabo en armonía con las normas religiosas y sociales implícitas en la ley de Dios.

Dios quiere que su pueblo se separe de la multitud de extranjeros. Tanto jóvenes como ancianos corren peligro al asociarse con el mundo. Las amistades se forman con facilidad, y los resultados son a menudo fatales para la fe del creyente.

10. Comiere alguna sangre. . .: La sangre lleva alimento, fuerza y calor a todas las partes del cuerpo, y se lleva todo lo que daña y destruye. Es el factor indispensable sin el cual la vida sería imposible. El organismo entero es alimentado por ella. Si se produce una herida en cualquier parte, la sangre lleva hasta allí los elementos necesarios para su curación. Esta ordenanza también tenía el propósito de inculcarles una elevada estima por lo que la sangre representa, la vida. Toda vida procede de Dios y le pertenece. No debe ser maltratada ni destruida.

13. Derramará su sangre y la cubrirá con tierra: Tenía el objeto de enseñarle al hombre el valor y la importancia de la vida.

15. Cualquier persona. . .que comiere animal mortecino o despedazado: Aunque no se prohibía comer la carne de animal mortecino o despedazado, la persona que la comiese quedaría contaminada, Se entiende que la razón de esto estaba en que la sangre no había sido debidamente drenada.

18. El respeto del cuerpo y sus funciones es el tema central de este capítulo: respeto por nuestro propio cuerpo, y por el cuerpo ajeno.

6. Para descubrir su desnudez: se refiere a tener relaciones íntimas.

a.- No debía tener relaciones íntimas con padre, madre, hermana, nietos, hijastros, tía, nuera, cuñado o parienta alguna.

b.- No debía casarse con hermanas.

c.- Debían abstenerse de relaciones intima durante la menstruación.

Moloc: dios de los amonitas, es probablemente el mismo "Milcom". La palabra Moloc tiene en hebreo las mismas consonantes que la palabra mélek, "rey".  La antigua tradición judía sostiene que Moloc no era el nombre de una deidad específica sino la designación de cualquier dios, que podría llamarse "rey". Según la tradición judía, el título mélek, "rey", se reservaba para el Dios verdadero, y únicamente se pronunciaba el conjunto de consonantes, mlk, y al referirse a los dioses cananeos, hablaban de molek, usando las mismas consonantes, pero con las vocales "o" y "e" de la palabra bósheth, "vergüenza". De esta manera, el título molek significaría "rey de vergüenza", en contraste con mélek, el verdadero rey del cielo y de la tierra. Puede afirmarse que Moloc era un dios pagano, al cual se le ofrecían niños en holocausto. Sin embargo, más tarde el nombre de este dios se usó como término técnico para referirse a ciertos sacrificios de animales y de seres humanos.

 No debían acostarse con varón (homosexualismo) ni con animales.

28. No sea que la tierra os vomite: Israel podría permanecer en la tierra prometida solamente si respetaba el pacto. Si lo violaba, perdía el derecho de permanecer en Canaán.

19.4 No os volveréis a los ídolos: Cualquier cosa que se honre en el lugar de Dios, o que sea preferida antes que él, constituye un ídolo, aunque sea sólo un asunto de la imaginación.

5. Cuando ofreciereis sacrificio de paz: De todos los sacrificios, los que más fácilmente se prestaban para el abuso eran los sacrificios de paz. En general, los otros sacrificios en que se derramaba sangre eran entregados al sacerdote o quemados después de haberse rociado la sangre y quitado la grasa. Pero en el caso de las ofrendas de paz, el Señor recibía la sangre y la grosura; el sacerdote, el pecho y la espaldilla derecha; y el resto del animal era para el oferente y para sus invitados. Una ofrenda de paz, presentada espontáneamente, no necesitaba ser perfecta. Podía usarse un animal que tuviera "de más o de menos" (cap. 22: 23). Si alguien deseaba hacer una Fiesta, podía escoger un animal deforme pero no enfermo.

9. No segarás hasta el último rincón: A menudo la pobreza viene como resultado de la falta de economía, previsión, diligencia o capacidad. En otros casos, es accidental e inevitable. Cualquiera sea la causa, Dios se compadece de todos los necesitados y ha comisionado a su pueblo para que los socorra según sus necesidades. Suele ser mejor proporcionar trabajo a los necesitados que hacerles obsequios. Excepto en los casos de genuina necesidad, el recibir algo sin dar nada perjudica la dignidad.

11. No hurtareis y no engañareis: El hurto y la falsificación están emparentados. Este último pecado es a menudo necesario para ocultar el primero. Todo lo que tenga un dejo de astucia o hipocresía es abominación para Dios.

12. No jurareis falsamente: esto permite el juramento judicial.

13. No oprimirás a tu prójimo: Aquí se prohíbe hacerlo con violencia o usando de una autoridad superior.

15. Con justicia juzgarás: El hacer "acepción de personas" es cometer pecado.

16. No andarás chismeando: Es decir, propagar rumores dañinos, ya sea porque no son ciertos, o porque perjudican a la persona implicada. La calumnia mata a tres personas a la vez: al calumniador, al calumniado y al oyente.

16. No atentarás contra la vida de tu prójimo: Ya fuera directamente, o por dar falso testimonio. Los judíos interpretan que este pasaje significa que la persona que viera a otro en peligro, ya fuera de ahogarse, de ser robada, o debido a fieras, tenía la obligación de prestarle ayuda. Si una persona es testigo de un crimen o de una injusticia, está obligada a ayudar al damnificado, ya sea personalmente, o por medio de testimonio ante el juez.

17. No aborrecerás a tu hno. en tu corazón: Es posible odiar y despreciar a una persona sin dar de ello evidencias externas. Sin embargo, el odio es pecado. El que odia se daña a sí mismo en primer lugar.

17. Razonarás con él: "Corrige a tu prójimo" (BJ). Es tan malo albergar odio en el corazón como retener la corrección. Los rabinos enseñaban que aquel que no reprendía a un ofensor compartía su pecado.

18. Ni guardarás rencor: Es inútil albergar rencor. A nadie le hace bien, y puede causarle mucho daño al que lo alberga. Avinagra el carácter y desfigura la perspectiva de la vida.

19. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie. . .mezcla de semillas: En el principio Dios creó diferentes especies de animales y plantas. Nunca tuvo la intención de que hubiese amalgamación de las diferentes clases en la que quedaran todas confundidas. La idea de mantener intactos los diversos "géneros" como Dios los creó, es para el bien de todos.

19. No te pondrás mezcla de hilos: Posiblemente haya tenido por propósito impresionar en la mente el principio aplicable a las cosas vivas.

20. Sierva desposada: Comprometida.

20. Ambos serán azotados: Literalmente, "habrá una investigación". El vocablo hebreo biqqóreth, que aparece aquí, tiene la idea de una investigación realizada con el propósito de determinar cuál sería el castigo adecuado para el crimen. Con el castigo pagaba su deuda a la sociedad.

23. Considerareis como incircunciso lo primero de su fruto: Se consideraba que un árbol frutal no alcanzaba la madurez hasta los cuatro años.

26. No seréis agoreros: No practicaréis encantamientos" (BJ). Es probable que aquí se haga referencia a los hechizos y amuletos, que aunque no eran de por sí inmorales ni licenciosos, tendían a la superstición y la idolatría. Hoy son muchos los métodos: amuletos, el horóscopo, las cartas. . .

27. Ni dañareis la punta de vuestra barba: "Ni cortes los bordes de tu barba" (BJ). Los judíos se enorgullecían de sus barbas, considerándolas como una señal de virilidad y dignidad. Se ha sugerido que una barba "dañada" indicaba que el que la llevaba era devoto de algún dios pagano. Posiblemente la parte de la barba que se recortaba era ofrecida a los dioses.

28. No haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto: "No haréis incisiones en vuestra carne por los muertos" (BJ). Diversos pueblos de la antigüedad se cortaban las carnes en relación con los ritos ceremoniales celebrados en honor de los muertos. Aún hoy algunos pueblos paganos siguen tales costumbres. Los miembros de ciertas tribus de Nueva Guinea se cortan una falange del dedo en ocasión de la muerte de un familiar.

28. Ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Quizá se refiera a los tatuajes, costumbre que en sí no es inmoral, pero ciertamente indigna del pueblo de Dios pues tiende a dañar la imagen del Creador.

29. No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar: Era costumbre entre las naciones de la antigüedad, sobre todo entre los pobres, vender a sus hijas, o algunas veces a sus esposas, como esclavas y prostitutas.

30. Mis días de reposo guardaréis: Tiene que ver con la reverencia o respeto.

31. No os volváis a los encantadores: De 'oboth, literalmente "odres"; esto por el timbre de voz que éstos usaban: una voz sonora, no natural, ni clara, como la que podía producirse al hablar dentro de un "odre" o de algún otro receptáculo. La LXX generalmente traduce la palabra 'oboth por eggastrimuthoí, "ventrílocuos", con lo que indica que la voz se proyectaba desde el vientre en tonos graves y sepulcrales. La ventriloquia se presta fácilmente para los fines de la magia, practicada en tiempos antiguos por sacerdotes corruptos a fin de engañar al pueblo. Se usa la palabra 'ob para designar al espíritu que hablaba a través del médium. Según la enseñanza bíblica, el médium no era poseído del espíritu, sino que lo poseía.

33. El extranjero. . .no le oprimiréis: En la antigüedad los desconocidos solían ser considerados como sospechosos. ¿Por qué motivo se habría alejado esa persona de su hogar? ¿Sería un fugitivo de la justicia? ¿Sería acaso un esclavo que huía de su amo?

34. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero: No bastaba que no se molestase al extranjero. Debía ser tratado con la misma consideración con que ellos se trataban mutuamente.

36. Medidas justas tendréis: Dios ordena que seamos estrictamente honrados en las medidas de longitud, peso y volumen.

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