sábado, 3 de septiembre de 2016

May/20 Sal. 119


Salmo 119


Expone la alegría y el gozo que experimenta el que sigue la ley de Dios como su guía. Este es un salmo acróstico compuesto de 22 partes, cada una de las cuales consta de 8 versículos. Las 22 partes corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo. En hebreo todos los versículos de la primera sección comienzan con 'álef, primera letra del alfabeto hebreo. Todos los versículos de la segunda sección con bet, segunda letra de ese alfabeto, etc. En cuanto a que David sea el autor del Sal. 119 (DTG 364). El primer versículo presenta el tema en torno del cual gira todo el salmo. Salvo el vers. 122, todos los demás contienen alguna referencia inequívoca a la revelación de Dios a la humanidad. En la primera sección del salmo, aparecen las siguientes palabras: "ley", "testimonios", "caminos", "mandamientos", "estatutos" y "juicios", las cuales indican los diferentes aspectos de la revelación divina. El uso de estos diferentes vocablos embellece el salmo y evita la monótona repetición de una misma palabra.

1. Los perfectos de camino: Heb. temimim, plural de tamim, "completo", "sin culpa", "intachable".

1. Que andan en la ley de JEHOVÁ: equivale a vivir una vida santa.

1. Ley: Heb. torah, "enseñanza" "instrucción", "conducción".

2. Sus testimonios: Con frecuencia designa el Decálogo. La revelación de Dios es el testimonio de Dios porque es su propia afirmación respecto de su naturaleza, sus atributos y los mandamientos que de ellos emanan.

2. Con todo el corazón le buscan: No se puede servir al Señor con el corazón dividido.

4. Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos: Heb. piqqudim, "órdenes", "preceptos", es decir, mandatos específicos que expresan nuestro deber para con Dios. Los mandamientos de Dios requieren cuidadosa obediencia y las personas o naciones no pueden quebrantarlos sin que sufran resultados desastrosos.

5. Tus estatutos: Heb. joq, "lo prescrito", del verbo jaqaq, "grabar" o "inscribir".

6. Tus mandamientos: Heb. mitswah, "orden", "mandato", de tsawah, "mandar", "ordenar", "señalar".

7. Justos juicios: Heb. mishpat, "decisión" o "'juicio", reglas de justa administración.  Mishpat también puede referirse a los "actos judiciales de Dios".

9. Con guardar tu palabra: Los que emplean eficazmente la "espada del Espíritu, que es la palabra de Dios", vencerán las tentaciones. El Maestro hizo frente a las tentaciones más sutiles de Satanás con un "escrito está" (Mat. 4: 4-10).

10. No me dejes desviarme: Somos muy propensos a desviarnos. Sólo se puede resistir y vencer el pecado mediante la poderosa ayuda de la tercera persona de la Divinidad (DTG 625); pero Dios no hace nada a favor de nosotros sin nuestro consentimiento y cooperación (DTG 621).

11. En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti: Este versículo encierra el secreto de la verdadera vida cristiana. El solo conocimiento de la Palabra no nos preservará del pecado; pero cuando se atesora la Palabra de Dios en el corazón, se tienen las armas para hacer frente y derrotar al astuto enemigo.

12. Bendito Tú: Cuando alguien bendice a Dios, significa que lo reconoce como quien otorga los dones.

13. . . .He contado todos los juicios de tu boca: Todo discípulo fiel contará a otros el gran gozo que siente en la Palabra de Dios.

14. Más que toda riqueza: Los tesoros de la Palabra de Dios son de mucho más valor que el oro o las piedras preciosas. Las riquezas desaparecen, pero los tesoros celestiales perduran eternamente.

15. En tus mandamientos meditaré: Cuando el alma medita en las verdades de la Palabra de Dios, ellas llegan a ser parte de la vida. La lectura rápida, sin reflexión, aprovecha poco. La meditación tranquila permite que el Espíritu Santo aplique debidamente los principios generales a la experiencia individual. La meditación es una ayuda contra la tentación. La mente que está llena de los preceptos de Dios no tiene lugar para pensamientos frívolos o degradantes. La persona cuya mente está saturada de esos preceptos, andará por un camino puro.

16. Me regocijaré en tus estatutos: Es natural que el regocijo siga a la meditación, pues es el fruto de ella. La ley deja de ser una carga y se transforma en la fuente del mayor gozo y deleite.

17. Que viva y guarde tu palabra: La vida y la obediencia tienen una estrecha relación.

18. Abre mis ojos y miraré: Heb. galah, "descubrir", "revelar". Necesitamos que el Señor nos cure la ceguera del alma y nos conceda el Espíritu Santo, pues sólo éste puede revelarnos las cosas de Dios (1 Cor. 2: 10).

19. Forastero soy yo en la tierra: Heb. ger, "transeúnte". Forastero que no tiene derechos cívicos completos. Nuestra permanencia en la tierra sólo es temporal.

19. No encubras de mí tus mandamientos: Como el salmista está en un país extraño, necesita un mapa para guiarse; y lo encuentra en los mandamientos de Dios.

20. Quebrantada está mi alma: David estaba poseído de un intenso anhelo de comprender mejor los juicios de Dios.

21. Reprendiste a los soberbios: Los orgullosos son autosuficientes y se niegan a andar en el camino de los mandamientos de Dios.

23. Príncipes. . .hablaron contra mí: Las personas que deberían haber simpatizado con David se encontraban entre sus más acérrimos opositores. Se nombraba a esos dignatarios reales para vindicar a los oprimidos y proteger a los desvalidos; pero, en vez de cumplir su misión, se dedicaban a vejar a los justos.

25. Abatida hasta el polvo: Figura que representa una angustia profunda.

25. Está mi alma: Este vocablo aparece 755 veces en el AT, de las cuales 144 pertenecen a los salmos. Néfesh deriva de la raíz nafash, verbo que aparece sólo tres veces en el AT (Exo. 23: 12; 31: 17; 2 S. 16: 14), y en cada una de estas ocasiones significa "revivir", "refrescarse". El significado básico de este verbo es el de "respirar"; representa al individuo o a la persona. Muchas veces se usa como sinónimo de  "vida".

25. Vivifícame: Hazme vivir" (BJ) o, hazme revivir. Los que están revestidos con la justicia de Cristo están aliados con el cielo. Constantemente se les conferirá poder físico y mental (DTG 767).

27. Hazme entender el camino de tus mandamientos: David anhelaba comprender más profundamente los preceptos de Dios para no obedecerlos a ciegas. Quería captar inteligentemente el amplio alcance de sus requisitos.

28. Se deshace mi alma de ansiedad: La LXX y la Vulgata traducen "adormecer". El Señor se deleita en sanar las heridas del alma quebrantada. La oración es una bendición maravillosa en momentos de tristeza.

31. Me he apegado a tus testimonios: Heb. dabaq, "adherirse", "juntarse". David no era inconstante en su elección; tenía la firme determinación de permanecer fiel.

32. . . .Cuando ensanches mi corazón: Quizá en el sentido de quitar las restricciones impuestas por la preocupación y los temores depresivos. Los que son víctimas de la duda y ansiedad no pueden gozar plenamente de las bendiciones del cielo.

33. Enséñame: Heb. yarah, "instruir", "enseñar". El sustantivo torah (ley) deriva de este verbo. No hay otro maestro como Dios.

35. En ella tengo mi voluntad: Mi complacencia tengo en ella" (BJ). Cuando la ley está escrita en el corazón, la obediencia se transforma en placer. En vez de considerarla como una serie de reglamentos externos que deben cumplirse al pie de la letra, se la concibe como la transcripción del carácter de Dios. Este conocimiento inteligente del carácter divino despierta el deseo de imitarlo.

38. Confirma tu palabra: Esto es, haz tu Palabra segura para mí y que yo confíe en ella. Cuanto más se estudia la Palabra de Dios, tanto más se está seguro de su veracidad y permanencia.

38. Que te teme: Cuando la Palabra de Dios se arraiga en el corazón, se manifiesta en la vida reverencia hacia Dios. Los que tienen el temor de Dios se libran de otros temores.

39. Quita de mí el oprobio que he temido: Posiblemente ésta sea una referencia al ridículo al cual el salmista, según creía, sería sometido si no vivía a la altura de su profesión. También podría referirse al desagrado de Dios por su descarrío.

41. Venga a mí tu misericordia: Heb. jésed voz hebrea muy difícil de traducir, "amor divino". En sentido general podría decirse que, en relación con Dios, jésed señala los atributos divinos, su relación y trato con el ser humano. No hay en español ningún término específico que pueda trasmitir precisamente lo que jésed significa en el hebreo. "Misericordia", "bondad", "clemencia" describe correctamente diferentes aspectos del sentido de este vocablo, pero ninguno abarca toda la amplitud de su significado, al menos cuando se lo emplea para señalar un atributo divino.

42. Daré por respuesta a mi avergonzador: Un cristiano victorioso es el mejor argumento en favor de la verdadera piedad (OE 128).

43. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad: Este versículo parece relacionarse con el vers. 42. Si se entiende así, el salmista ruega que al hablar en defensa de su fe pueda hacerlo con libertad y de una manera que concuerde con su elevada profesión.

45. Andaré en libertad: "en un lugar amplio". En la obediencia de la ley de Dios no hay restricción ni estrechez. Con razón se ha dicho que la obediencia a la ley es libertad. No hay esclavitud en la verdadera santidad.

48. Alzaré. . .mis manos a tus mandamientos: Posiblemente una referencia a la acción de levantar las manos en oración.

49. En la cual me has hecho esperar: Las palabras de Dios son un cimiento firme sobre el cual uno puede sobreedificar su esperanza. El Señor no sólo nos ha dado su bendita Palabra; también ha infundido fe en ella.

50. Tu dicho me ha vivificado: La Palabra de Dios es motivo de consuelo en todo momento de prueba. En ella hallarán recursos inagotables los que necesitan consolación; y aunque el consuelo divino no quite la aflicción, el alma se remontará por encima de su angustia.

51. Los soberbios se burlaron mucho de mí: Heb. zed, "presuntuosos", "arrogantes". Esos incrédulos ridiculizaban la fe del salmista. Los impíos se deleitan en burlarse de los justos; pero la burla, lejos de desanimar a éstos, debería fortalecer su resolución de obedecer los mandamientos de Dios.

52. Me consolé: El recuerdo del trato de Dios con sus santos en tiempos pasados es fuente de inagotable solaz y de constante consuelo. Es apropiado que de vez en cuando repasemos la forma providencial en que el Señor nos ha guiado. Esto nos infundirá ánimo para el presente y esperanza para el futuro.

53. Horror se apoderó de mí: Heb. zal'afah, "indignación", "furor". No parecía causarle tanta preocupación o alarma el hecho de que los impíos se burlaran de él, como que abandonaran la ley de Dios, pues esto último acabaría por destruirlos.

55. Me acordé en la noche de tu nombre: Las horas de insomnio pueden ser de provecho si se las dedica a la meditación de Dios y en su ley.

56. Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos: Heb. "esto fue para mí", o sea, "esto me vino", "esto me aconteció". El salmista había recibido consuelo, ánimo, poder para cantar y esperanza porque obedecía los preceptos divinos. Todas estas bendiciones son fruto de la obediencia.

59. Consideré mis caminos: El autoexamen es esencial para el crecimiento cristiano. La formación de un carácter cristiano noble no es fácil. Debemos criticarnos detenidamente, sin permitir que un solo rasgo desfavorable quede sin corregir.

60. Me apresuré y no me retardé. . .: Cuando la convicción se apodera de nosotros, hacemos bien en obedecer prontamente. La demora es peligrosa. La postergación nos roba no sólo el tiempo sino también la eternidad.

66. Enséñame buen sentido: David deseaba poseer discernimiento moral agudo y buen gusto en todas las cosas. Estas cualidades son dones del Espíritu que se conceden a los que procuran vivir en armonía con la voluntad revelada de Dios.

69. Contra mí forjaron mentira. . .: Heb. "ensuciar", "difamar", "pintar".

70. Se engrosó el corazón de ellos: Quizá sirva esta descripción para afirmar que los impíos son insensibles ante los elevados aspectos de la vida espiritual.

71. Bueno me es haber sido humillado: Aunque parezca difícil sobrellevar la tristeza y el sufrimiento, las lecciones que tales experiencias nos enseñan son invalorables para el desarrollo del carácter cristiano.

73. Tus manos. . .y me formaron: "Me establecieron" (cf. Deut. 32: 6).

74. Los que te temen me verán y se alegrarán: Los justos se regocijarían cuando vieran la maravillosa transformación que Dios había realizado en el salmista.

81. Desfallece mi alma: Heb. kalah, "acabarse". Cuando se emplea este verbo con el vocablo "alma", la expresión significa "consumirse de deseo".

82. Estoy como el odre al humo: David se compara con una vasija de cuero, reseca por el calor y ahumada.

85. Los soberbios han cavado hoyos: figura que se refiere a los hoyos que cavaban los cazadores para atrapar su presa. El enemigo trataba por todos los medios posibles de aprisionar a David.

86. Todos tus mandamientos son verdad: "fidelidad". Los mandamientos de Dios son un reflejo de su carácter.

90. TÚ afirmaste la tierra y subsiste: La constancia de la naturaleza puede ser considerada como una garantía de la fidelidad de Dios en su trato con sus hijos. Dios es fiel a sus promesas en todo tiempo y en todo lugar.

91. Por tu ordenación subsisten: Heb. mishpat "juicio", "decisión" vers. 7. El cielo y la tierra obedecen los decretos de su Creador.

92. Ya en mi aflicción hubiera perecido: Cuando Dios se reveló a David éste recibió nueva esperanza y renovado ánimo que vivificaron su espíritu desfalleciente. La misma palabra que preserva los cielos y la tierra también conservará y sustentará al pueblo de Dios en el tiempo de su mayor prueba y más profunda angustia.

95. Mas yo consideraré tus testimonios: El poder de la Palabra capacitaba al salmista para salir victorioso de todas las trampas de sus enemigos. Si Satanás no puede distraernos ni hacer que dejemos de pensar y meditar en las Sagradas Escrituras, no tendrá éxito en su guerra contra nosotros.

96. A toda perfección he visto fin: Heb. tiklah. Deriva del verbo kalah, "acabar", "completar", "terminar", por lo cual podría significar "límite". Sin duda el salmista veía que todo lo humano tiene límites, y por contraste, la revelación de Dios aparecía como insondable.

96. Amplio sobremanera es tu mandamiento: Los tesoros que pueden encontrarse en la contemplación de las grandes verdades contenidas en la ley de Dios son inagotables. Son como una fuente perenne.

97. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!: La ley y el amor están íntimamente relacionados (Rom. 13: 10). La ley de Dios sólo puede ser verdaderamente reverenciada y obedecida por un corazón donde mora el amor.

98. Me has hecho más sabio que mis enemigos: Es verdaderamente sabio el que dirige su vida de acuerdo con los preceptos divinos.

100. Más que los viejos he entendido: Los que se dedican con diligencia al estudio de la Palabra de Dios tienen más verdadero conocimiento que el anciano filósofo que no se ha inclinado para beber de la fuente de la verdadera sabiduría.

103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!: El salmista no sólo había escuchado las palabras de Dios; también se había alimentado de ellas.

107. Afligido estoy: El servir a Dios no garantiza ausencia de dificultades o sufrimiento (Fil. 1: 29). Las pruebas ayudan a desarrollar caracteres nobles.

108. Los sacrificios voluntarios: Sin duda se refiere a ofrendas de gratitud y a la oración.

109. Mi vida está de continuo en peligro: El hebreo dice "Mi vida está continuamente en mis manos", figura que representa peligro (1 Sam. 19: 5). El salmista expresa su resolución de no desviarse para buscar seguridad en el pecado y así olvidar la ley. Arriesgaría su vida si fuera necesario, por causa de la ley.

114. Mi escondedero. . .eres Tú: Cuando nos acosa la tentación podemos hallar nuestro refugio en Dios. Cada vez que el enemigo nos lance sus dardos, podremos detenerlos con el "escudo de la fe" (Efe. 6: 16). Cuando nos aflijan la tristeza y el desánimo, siempre podremos encontrar esperanza en la Palabra de Dios.

118. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos: O, "rechazaste", "tiraste a un lado". Los impíos se autodestruyen por su elección (Ose. 13: 9). No tienen ningún deseo de caminar con Dios, y éste no tiene más alternativa que destruirlos.

120. De tus juicios tengo miedo: Heb. yir'ah “reverencia", "santo temor”. El uso técnico de yir'ah casi equivale a "servicio", "adoración”; es la actitud reverente compuesta de amor, temor reverente y gratitud.

121. Juicio y justicia he hecho: David tenía la conciencia limpia respecto a las supuestas faltas de que se lo acusaba. Se había esforzado por ser justo en su trato con sus prójimos.

123. Mis ojos desfallecieron. . .y por la palabra de tu justicia: El salmista anhelaba escuchar el justo juicio de Dios acerca de su caso. Sus enemigos lo habían calumniado y difamado, pero sabía que Dios daría un justo fallo en cuanto a él.

126. Tiempo es de actuar, oh JEHOVÁ: Los impíos se han sumido de tal modo en la desobediencia, que David piensa que el Señor debe intervenir sin demora para castigarlos.

129. Maravillosos son tus testimonios: Heb. pela'oth. Se emplea con frecuencia para describir la revelación del poder divino en obras milagrosas (Exo. 15: 11; Sal. 77: 11, 14). Las palabras de Dios están estrechamente ligadas con sus actos.

130. Hace entender a los simples: Los que necesitan instrucción y perciben su carencia de ella, reciben discernimiento mediante el estudio de la Palabra. El espíritu infantil es el primer requisito para adquirir sabiduría.

132. Ten misericordia de mí como acostumbras. . .: Heb. "de acuerdo al [buen] juicio", posiblemente para significar: "de acuerdo con el derecho de [los que aman tu nombre]". Los que aman el nombre de Dios tienen derecho de hacerle pedidos. El Señor se complace cuando le presentamos nuestras peticiones y nos aferramos a sus promesas.

134. Líbrame de la violencia. . .: Pedía ser liberado de todo lo que le impidiera observar los preceptos de Dios.

135. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo: "iluminar, envolver con gloria". El que posea la bendición de vislumbrar la gloria del rostro de Dios, será elevado por encima de la oscuridad y tristeza terrenales (2 Cor. 3: 18).

136. Ríos de agua. . .porque no guardaban tu ley: Una hipérbole para indicar abundante llanto. La indignación de David a causa de los pecados de los impíos se trocó en lástima y conmiseración por ellos a causa de la ceguera que les impedía ver su condición.

140. Sumamente pura es tu palabra: Literalmente, "refinada en gran manera". No hay mezcla alguna de error en la Palabra de Dios.

142. Tu ley la verdad: La ley de Dios no sólo es verdadera: es la verdad misma; no sólo contiene la verdad, sino que en esencia, es la verdad.

143. Tus mandamientos fueron mi delicia: El gozo del salmista no dependía de las circunstancias externas, sino de la paz interior que deriva del estudio de la Palabra de Dios.

144. Justicia eterna son tus mandamientos: la ley de Dios es inmutable.

144. Dame entendimiento y viviré: Sólo cuando una persona vive en armonía con la ley divina podrá comprender verdaderamente el propósito de su propia existencia

148. Las vigilias de la noche: La noche se dividía en tres vigilias. El salmista se comparaba con un centinela que cumplía las vigilias.

153. Mira mi aflicción: Ningún afligido que clame al Señor es defraudado. Posiblemente Dios no conceda la liberación según se pide, porque tal vez no es lo más conveniente; pero proporcionará ánimo y fe para soportar la prueba (2 Cor. 12: 7-9).

154. Defiende mi causa: El salmista y sus enemigos, como litigantes, se representan frente a un tribunal. David pide a Dios que sea su abogado.

155. Lejos está de los impíos la salvación: Cada paso que el pecador da por el camino del mal lo aleja más de la gracia salvadora de Dios. Si no cambia su curso, finalmente llega al punto en donde ya no lo alcanza la misericordia.

156. Muchas son tus misericordias: O, "compasiones".

158. Me disgustaba: Heb. qut, "sentir repugnancia".

164. Siete veces al día te alabo: El número siete es símbolo de perfección, plenitud. La alabanza ofrecida a Dios por el salmista no dependía de sus sentimientos ni de las circunstancias. Tanto en la prueba y la tristeza como en el gozo, su voz se elevaba en himnos de alabanza.

165. Mucha paz tienen los que aman tu ley: Aunque en derredor haya lucha y tumulto, el que ama la ley de Dios tiene paz en el corazón.


165. No hay para ellos tropiezo: Caminan con paso firme y constante por el sendero recto de la ley de Dios, y no se desvían por las sendas del pecado.
170. Llegue mi oración delante de ti: Heb. tejinnah, "pedido de un favor".

172. Todos tus mandamientos son justicia: Los mandamientos no sólo son justos, sino que son la esencia misma de la justicia. La ley es una transcripción del carácter santo y justo de Dios.

175. Viva mi alma y te alabe: David ruega a Dios que le dé una larga vida, no para satisfacer deseos egoístas, sino para dar testimonio del amor de Dios.

176. Anduve errante como oveja extraviada: Cuando una oveja se extravía del redil, rara vez puede regresar sin ayuda. Como todos nosotros, el salmista había vagado por caminos prohibidos; pero el Señor lo buscó y lo trajo de regreso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario