Salmo 119
Expone la alegría y el gozo que
experimenta el que sigue la ley de Dios como su guía. Este es un salmo
acróstico compuesto de 22 partes, cada una de las cuales consta de 8
versículos. Las 22 partes corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo. En
hebreo todos los versículos de la primera sección comienzan con 'álef, primera
letra del alfabeto hebreo. Todos los versículos de la segunda sección con bet,
segunda letra de ese alfabeto, etc. En cuanto a que David sea el autor del Sal.
119 (DTG 364). El primer versículo presenta el tema en torno del cual gira todo
el salmo. Salvo el vers. 122, todos los demás contienen alguna referencia
inequívoca a la revelación de Dios a la humanidad. En la primera sección del
salmo, aparecen las siguientes palabras: "ley",
"testimonios", "caminos", "mandamientos",
"estatutos" y "juicios", las cuales indican los diferentes
aspectos de la revelación divina. El uso de estos diferentes vocablos embellece
el salmo y evita la monótona repetición de una misma palabra.
1. Los perfectos de camino: Heb. temimim, plural de tamim,
"completo", "sin culpa", "intachable".
1. Que andan en la ley de JEHOVÁ: equivale a vivir una vida santa.
1. Ley: Heb. torah,
"enseñanza" "instrucción", "conducción".
2. Sus testimonios: Con frecuencia designa el Decálogo. La
revelación de Dios es el testimonio de Dios porque es su propia afirmación respecto de su naturaleza, sus atributos y los
mandamientos que de ellos emanan.
2. Con todo el corazón le buscan: No se puede servir al Señor con el corazón
dividido.
4. Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos: Heb.
piqqudim, "órdenes", "preceptos", es decir, mandatos
específicos que expresan nuestro deber para con Dios. Los mandamientos de Dios
requieren cuidadosa obediencia y las personas o naciones no pueden
quebrantarlos sin que sufran resultados desastrosos.
5. Tus estatutos: Heb. joq, "lo prescrito",
del verbo jaqaq, "grabar" o "inscribir".
6. Tus mandamientos: Heb. mitswah, "orden",
"mandato", de tsawah, "mandar", "ordenar",
"señalar".
7. Justos juicios: Heb. mishpat, "decisión" o
"'juicio", reglas de justa administración. Mishpat también puede referirse a los
"actos judiciales de Dios".
9. Con guardar tu palabra: Los que emplean eficazmente la
"espada del Espíritu, que es la palabra de Dios", vencerán las
tentaciones. El Maestro hizo frente a las tentaciones más sutiles de Satanás
con un "escrito está" (Mat. 4: 4-10).
10. No me dejes desviarme: Somos muy propensos a desviarnos. Sólo
se puede resistir y vencer el pecado mediante la poderosa ayuda de la tercera
persona de la Divinidad (DTG 625); pero Dios no hace nada a favor de nosotros
sin nuestro consentimiento y cooperación (DTG 621).
11. En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti: Este
versículo encierra el secreto de la verdadera vida cristiana. El solo
conocimiento de la Palabra no nos preservará del pecado; pero cuando se atesora
la Palabra de Dios en el corazón, se tienen las armas para hacer frente y
derrotar al astuto enemigo.
12. Bendito Tú: Cuando alguien bendice a Dios, significa que
lo reconoce como quien otorga los dones.
13. . . .He contado todos los juicios de
tu boca: Todo discípulo fiel contará a otros el gran gozo que siente en la
Palabra de Dios.
14. Más que toda riqueza: Los tesoros de la Palabra de Dios son
de mucho más valor que el oro o las piedras preciosas. Las riquezas
desaparecen, pero los tesoros celestiales perduran eternamente.
15. En tus mandamientos meditaré: Cuando el alma medita en las verdades
de la Palabra de Dios, ellas llegan a ser parte de la vida. La lectura rápida,
sin reflexión, aprovecha poco. La meditación tranquila permite que el Espíritu
Santo aplique debidamente los principios
generales a la experiencia individual. La meditación es una ayuda contra la
tentación. La mente que está llena de los preceptos de Dios no tiene lugar para
pensamientos frívolos o degradantes. La persona cuya mente está saturada de
esos preceptos, andará por un camino puro.
16. Me regocijaré en tus estatutos: Es
natural que el regocijo siga a la meditación, pues es el fruto de ella. La ley
deja de ser una carga y se transforma en la fuente del mayor gozo y deleite.
17. Que viva y guarde tu palabra: La vida y la obediencia tienen una
estrecha relación.
18. Abre mis ojos y miraré: Heb. galah, "descubrir",
"revelar". Necesitamos que el Señor nos cure la ceguera del alma y
nos conceda el Espíritu Santo, pues sólo éste puede revelarnos las cosas de
Dios (1 Cor. 2: 10).
19. Forastero soy yo en la tierra: Heb. ger,
"transeúnte". Forastero que no tiene derechos cívicos completos.
Nuestra permanencia en la tierra sólo es temporal.
19. No encubras de mí tus mandamientos: Como el
salmista está en un país extraño, necesita un mapa para guiarse; y lo encuentra
en los mandamientos de Dios.
20. Quebrantada está mi alma: David estaba poseído de un intenso
anhelo de comprender mejor los juicios de Dios.
21. Reprendiste a los soberbios: Los orgullosos son autosuficientes y
se niegan a andar en el camino de los mandamientos de Dios.
23. Príncipes. . .hablaron contra mí: Las
personas que deberían haber simpatizado con David se encontraban entre sus más
acérrimos opositores. Se nombraba a esos dignatarios reales para vindicar a los
oprimidos y proteger a los desvalidos; pero, en vez de cumplir su misión, se
dedicaban a vejar a los justos.
25. Abatida hasta el polvo: Figura que representa una angustia
profunda.
25. Está mi alma: Este vocablo aparece 755 veces en el AT, de las cuales
144 pertenecen a los salmos. Néfesh deriva de la raíz nafash, verbo que aparece
sólo tres veces en el AT (Exo. 23: 12; 31: 17; 2 S. 16: 14), y en cada una de
estas ocasiones significa "revivir", "refrescarse". El
significado básico de este verbo es el de "respirar"; representa al individuo o a la persona.
Muchas veces se usa como sinónimo de "vida".
25. Vivifícame: Hazme vivir" (BJ) o, hazme revivir. Los que
están revestidos con la justicia de Cristo están aliados con el cielo.
Constantemente se les conferirá poder físico y mental (DTG 767).
27. Hazme entender el camino de tus mandamientos: David anhelaba
comprender más profundamente los preceptos de Dios para no obedecerlos a
ciegas. Quería captar inteligentemente el amplio alcance de sus requisitos.
28. Se deshace mi alma de ansiedad: La LXX y
la Vulgata traducen "adormecer". El Señor se deleita en sanar las
heridas del alma quebrantada. La oración es una bendición maravillosa en
momentos de tristeza.
31. Me he apegado a tus testimonios: Heb.
dabaq, "adherirse", "juntarse". David no era inconstante en
su elección; tenía la firme determinación de permanecer fiel.
32. . . .Cuando ensanches mi corazón: Quizá en
el sentido de quitar las restricciones impuestas por la preocupación y los
temores depresivos. Los que son víctimas de la duda y ansiedad no pueden gozar
plenamente de las bendiciones del cielo.
33. Enséñame: Heb.
yarah, "instruir", "enseñar". El sustantivo torah (ley)
deriva de este verbo. No hay otro maestro como Dios.
35. En ella
tengo mi voluntad: Mi
complacencia tengo en ella" (BJ). Cuando la ley está escrita en el
corazón, la obediencia se transforma en placer. En vez de considerarla como una
serie de reglamentos externos que deben cumplirse al pie de la letra, se la
concibe como la transcripción del carácter de Dios. Este conocimiento
inteligente del carácter divino despierta el deseo de imitarlo.
38. Confirma tu palabra: Esto es,
haz tu Palabra segura para mí y que yo confíe en ella. Cuanto más se estudia la
Palabra de Dios, tanto más se está seguro de su veracidad y permanencia.
38. Que te teme: Cuando la
Palabra de Dios se arraiga en el corazón, se manifiesta en la vida reverencia
hacia Dios. Los que tienen el temor de Dios se libran de otros temores.
39. Quita de mí el oprobio que he temido:
Posiblemente ésta sea una referencia al ridículo al cual el salmista, según
creía, sería sometido si no vivía a la altura de su profesión. También podría
referirse al desagrado de Dios por su descarrío.
41. Venga a mí tu misericordia: Heb.
jésed voz hebrea muy difícil de traducir, "amor divino". En sentido
general podría decirse que, en relación con Dios, jésed señala los atributos
divinos, su relación y trato con el ser humano. No hay en español ningún
término específico que pueda trasmitir precisamente lo que jésed significa en
el hebreo. "Misericordia", "bondad", "clemencia"
describe correctamente diferentes aspectos del sentido de este vocablo, pero ninguno
abarca toda la amplitud de su significado, al menos cuando se lo emplea para
señalar un atributo divino.
42. Daré por respuesta a mi avergonzador: Un
cristiano victorioso es el mejor argumento en favor de la verdadera piedad (OE
128).
43. No quites de mi boca en ningún tiempo la
palabra de verdad: Este versículo parece relacionarse con el
vers. 42. Si se entiende así, el salmista ruega que al hablar en defensa de su
fe pueda hacerlo con libertad y de una manera que concuerde con su elevada
profesión.
45. Andaré en libertad: "en
un lugar amplio". En la obediencia de la ley de Dios no hay restricción ni
estrechez. Con razón se ha dicho que la obediencia a la ley es libertad. No hay
esclavitud en la verdadera santidad.
48. Alzaré. . .mis manos a tus mandamientos: Posiblemente
una referencia a la acción de levantar las manos en oración.
49. En la cual me has hecho esperar: Las
palabras de Dios son un cimiento firme sobre el cual uno puede sobreedificar su
esperanza. El Señor no sólo nos ha dado su bendita Palabra; también ha
infundido fe en ella.
50. Tu dicho me ha vivificado: La
Palabra de Dios es motivo de consuelo en todo momento de prueba. En ella
hallarán recursos inagotables los que necesitan consolación; y aunque el
consuelo divino no quite la aflicción, el alma se remontará por encima de su
angustia.
51. Los soberbios se burlaron mucho de mí: Heb. zed,
"presuntuosos", "arrogantes". Esos incrédulos ridiculizaban
la fe del salmista. Los impíos se deleitan en burlarse de los justos; pero la
burla, lejos de desanimar a éstos, debería fortalecer su resolución de obedecer
los mandamientos de Dios.
52. Me consolé: El
recuerdo del trato de Dios con sus santos en tiempos pasados es fuente de
inagotable solaz y de constante consuelo. Es apropiado que de vez en cuando
repasemos la forma providencial en que el Señor nos ha guiado. Esto nos
infundirá ánimo para el presente y esperanza para el futuro.
53. Horror se apoderó de mí: Heb.
zal'afah, "indignación", "furor". No parecía causarle tanta
preocupación o alarma el hecho de que los impíos se burlaran de él, como que
abandonaran la ley de Dios, pues esto último acabaría por destruirlos.
55. Me acordé en la noche de tu nombre: Las horas
de insomnio pueden ser de provecho si se las dedica a la meditación de Dios y
en su ley.
56. Estas bendiciones tuve porque guardé tus
mandamientos: Heb. "esto fue para mí", o sea,
"esto me vino", "esto me aconteció". El salmista había
recibido consuelo, ánimo, poder para cantar y esperanza porque obedecía los
preceptos divinos. Todas estas bendiciones son fruto de la obediencia.
59. Consideré mis caminos: El
autoexamen es esencial para el crecimiento cristiano. La formación de un
carácter cristiano noble no es fácil. Debemos criticarnos detenidamente, sin
permitir que un solo rasgo desfavorable quede sin corregir.
60. Me apresuré y no me retardé. . .: Cuando la
convicción se apodera de nosotros, hacemos bien en obedecer prontamente. La
demora es peligrosa. La postergación nos roba no sólo el tiempo sino también la
eternidad.
66. Enséñame buen sentido: David
deseaba poseer discernimiento moral agudo y buen gusto en todas las cosas.
Estas cualidades son dones del Espíritu que se conceden a los que procuran
vivir en armonía con la voluntad revelada de Dios.
69. Contra mí forjaron mentira. . .: Heb.
"ensuciar", "difamar", "pintar".
70. Se engrosó el corazón de ellos: Quizá
sirva esta descripción para afirmar que los impíos son insensibles ante los
elevados aspectos de la vida espiritual.
71. Bueno me es haber sido humillado: Aunque
parezca difícil sobrellevar la tristeza y el sufrimiento, las lecciones que
tales experiencias nos enseñan son invalorables para el desarrollo del carácter
cristiano.
73. Tus manos. . .y me formaron: "Me
establecieron" (cf. Deut. 32: 6).
74. Los que te temen me verán y se alegrarán: Los
justos se regocijarían cuando vieran la maravillosa transformación que Dios
había realizado en el salmista.
81. Desfallece mi alma: Heb.
kalah, "acabarse". Cuando se emplea este verbo con el vocablo
"alma", la expresión significa "consumirse de deseo".
82. Estoy como el odre al humo: David se
compara con una vasija de cuero, reseca por el calor y ahumada.
85. Los soberbios han cavado hoyos: figura
que se refiere a los hoyos que cavaban los cazadores para atrapar su presa. El
enemigo trataba por todos los medios posibles de aprisionar a David.
86. Todos tus mandamientos son verdad:
"fidelidad". Los mandamientos de Dios son un reflejo de su carácter.
90. TÚ afirmaste la tierra y subsiste: La
constancia de la naturaleza puede ser considerada como una garantía de la
fidelidad de Dios en su trato con sus hijos. Dios es fiel a sus promesas en
todo tiempo y en todo lugar.
91. Por tu ordenación subsisten: Heb.
mishpat "juicio", "decisión" vers. 7. El cielo y la tierra
obedecen los decretos de su Creador.
92. Ya en mi aflicción hubiera perecido: Cuando
Dios se reveló a David éste recibió nueva esperanza y renovado ánimo que vivificaron
su espíritu desfalleciente. La misma palabra que preserva los cielos y la
tierra también conservará y sustentará al pueblo de Dios en el tiempo de su
mayor prueba y más profunda angustia.
95. Mas yo consideraré tus testimonios: El poder
de la Palabra capacitaba al salmista para salir victorioso de todas las trampas
de sus enemigos. Si Satanás no puede distraernos ni hacer que dejemos de pensar
y meditar en las Sagradas Escrituras, no tendrá éxito en su guerra contra
nosotros.
96. A toda perfección he visto fin: Heb.
tiklah. Deriva del verbo kalah, "acabar", "completar",
"terminar", por lo cual podría significar "límite". Sin
duda el salmista veía que todo lo humano tiene límites, y por contraste, la
revelación de Dios aparecía como insondable.
96. Amplio sobremanera es tu mandamiento: Los
tesoros que pueden encontrarse en la contemplación de las grandes verdades
contenidas en la ley de Dios son inagotables. Son como una fuente perenne.
97. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!: La ley y
el amor están íntimamente relacionados (Rom. 13: 10). La ley de Dios sólo puede
ser verdaderamente reverenciada y obedecida por un corazón donde mora el amor.
98. Me has hecho más sabio que mis enemigos: Es
verdaderamente sabio el que dirige su vida de acuerdo con los preceptos
divinos.
100. Más que los viejos he entendido: Los que
se dedican con diligencia al estudio de la Palabra de Dios tienen más verdadero
conocimiento que el anciano filósofo que no se ha inclinado para beber de la
fuente de la verdadera sabiduría.
103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!: El
salmista no sólo había escuchado las palabras de Dios; también se había
alimentado de ellas.
107. Afligido estoy: El servir
a Dios no garantiza ausencia de dificultades o sufrimiento (Fil. 1: 29). Las
pruebas ayudan a desarrollar caracteres nobles.
108. Los sacrificios voluntarios: Sin duda
se refiere a ofrendas de gratitud y a la oración.
109. Mi vida está de continuo en peligro: El hebreo
dice "Mi vida está continuamente en mis manos", figura que representa
peligro (1 Sam. 19: 5). El salmista expresa su resolución de no desviarse para
buscar seguridad en el pecado y así olvidar la ley. Arriesgaría su vida si
fuera necesario, por causa de la ley.
114. Mi escondedero. . .eres Tú: Cuando
nos acosa la tentación podemos hallar nuestro refugio en Dios. Cada vez que el
enemigo nos lance sus dardos, podremos detenerlos con el "escudo de la
fe" (Efe. 6: 16). Cuando nos aflijan la tristeza y el desánimo, siempre
podremos encontrar esperanza en la Palabra de Dios.
118. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos: O,
"rechazaste", "tiraste a un lado". Los impíos se
autodestruyen por su elección (Ose. 13: 9). No tienen ningún deseo de caminar
con Dios, y éste no tiene más alternativa que destruirlos.
120. De tus juicios tengo miedo: Heb.
yir'ah “reverencia", "santo temor”. El uso
técnico de yir'ah casi equivale a
"servicio", "adoración”; es la actitud reverente compuesta de
amor, temor reverente y gratitud.
121. Juicio y justicia he hecho: David
tenía la conciencia limpia respecto a las supuestas faltas de que se lo
acusaba. Se había esforzado por ser justo en su trato con sus prójimos.
123. Mis ojos desfallecieron. . .y por la
palabra de tu justicia: El salmista anhelaba escuchar el justo juicio
de Dios acerca de su caso. Sus enemigos lo habían calumniado y difamado, pero
sabía que Dios daría un justo fallo en cuanto a él.
126. Tiempo es de actuar, oh JEHOVÁ: Los
impíos se han sumido de tal modo en la desobediencia, que David piensa que el
Señor debe intervenir sin demora para castigarlos.
129. Maravillosos son tus testimonios: Heb.
pela'oth. Se emplea con frecuencia para describir la revelación del poder
divino en obras milagrosas (Exo. 15: 11; Sal. 77: 11, 14). Las palabras de Dios
están estrechamente ligadas con sus actos.
130. Hace
entender a los simples: Los que
necesitan instrucción y perciben su carencia de ella, reciben discernimiento
mediante el estudio de la Palabra. El espíritu
infantil es el primer requisito para adquirir sabiduría.
132. Ten misericordia
de mí como acostumbras. . .: Heb. "de acuerdo al [buen] juicio", posiblemente para
significar: "de acuerdo con el derecho de [los que aman tu nombre]".
Los que aman el nombre de Dios tienen derecho de hacerle pedidos. El Señor se
complace cuando le presentamos nuestras peticiones y nos aferramos a sus
promesas.
134. Líbrame de la violencia. . .: Pedía ser
liberado de todo lo que le impidiera observar los preceptos de Dios.
135. Haz que tu
rostro resplandezca sobre tu siervo: "iluminar, envolver con gloria". El que posea la bendición
de vislumbrar la gloria del rostro de Dios, será elevado por encima de la oscuridad
y tristeza terrenales (2 Cor. 3: 18).
136. Ríos de agua. . .porque no guardaban tu ley: Una
hipérbole para indicar abundante llanto. La indignación de David a causa de los
pecados de los impíos se trocó en lástima y conmiseración por ellos a causa de
la ceguera que les impedía ver su condición.
140. Sumamente pura es tu palabra: Literalmente,
"refinada en gran manera". No hay mezcla alguna de error en la
Palabra de Dios.
142. Tu ley la verdad: La ley de
Dios no sólo es verdadera: es la verdad misma; no sólo contiene la verdad, sino
que en esencia, es la verdad.
143. Tus mandamientos fueron mi delicia: El gozo
del salmista no dependía de las circunstancias externas, sino de la paz interior
que deriva del estudio de la Palabra de Dios.
144. Justicia eterna son tus mandamientos: la ley de
Dios es inmutable.
144. Dame entendimiento y viviré: Sólo
cuando una persona vive en armonía con la ley divina podrá comprender
verdaderamente el propósito de su propia existencia
148. Las vigilias de la noche: La noche
se dividía en tres vigilias. El salmista se comparaba con un centinela que
cumplía las vigilias.
153. Mira mi aflicción: Ningún
afligido que clame al Señor es defraudado. Posiblemente Dios no conceda la
liberación según se pide, porque tal vez no es lo más conveniente; pero
proporcionará ánimo y fe para soportar la prueba (2 Cor. 12: 7-9).
154. Defiende mi causa: El
salmista y sus enemigos, como litigantes, se representan frente a un tribunal.
David pide a Dios que sea su abogado.
155. Lejos está de los impíos la salvación: Cada paso
que el pecador da por el camino del mal lo aleja más de la gracia salvadora de
Dios. Si no cambia su curso, finalmente llega al punto en donde ya no lo
alcanza la misericordia.
156. Muchas son tus misericordias: O,
"compasiones".
158. Me disgustaba: Heb. qut,
"sentir repugnancia".
164. Siete veces al día te alabo: El número
siete es símbolo de perfección, plenitud. La alabanza ofrecida a Dios por el
salmista no dependía de sus sentimientos ni de las circunstancias. Tanto en la
prueba y la tristeza como en el gozo, su voz se elevaba en himnos de alabanza.
165. Mucha paz tienen los que aman tu ley: Aunque en
derredor haya lucha y tumulto, el que ama la ley de Dios tiene paz en el
corazón.
165. No hay para ellos tropiezo: Caminan
con paso firme y constante por el sendero recto de la ley de Dios, y no se
desvían por las sendas del pecado.
170. Llegue mi oración delante de
ti: Heb. tejinnah, "pedido de un favor".
172. Todos tus mandamientos son justicia: Los
mandamientos no sólo son justos, sino que son la esencia misma de la justicia.
La ley es una transcripción del carácter santo y justo de Dios.
175. Viva mi alma y te alabe: David
ruega a Dios que le dé una larga vida, no para satisfacer deseos egoístas, sino
para dar testimonio del amor de Dios.
176. Anduve errante como oveja extraviada: Cuando
una oveja se extravía del redil, rara vez puede regresar sin ayuda. Como todos
nosotros, el salmista había vagado por caminos prohibidos; pero el Señor lo
buscó y lo trajo de regreso.
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