jueves, 8 de septiembre de 2016

May/26 Sal. 136-138


Salmo 136


Entre los judíos, se conoce como el Gran Hallel. El estribillo alternado o antifonal "Porque para siempre es su misericordia", sin duda era cantado o por los adoradores o por un coro del templo.

1. Porque para siempre es su misericordia: "Porque su amor es eterno". Heb. jésed voz hebrea muy difícil de traducir, "amor divino". En sentido general podría decirse que, en relación con Dios, jésed señala los atributos divinos, su relación y trato con el ser humano. No hay en español ningún término específico que pueda trasmitir precisamente lo que jésed significa en el hebreo. "Misericordia", "bondad", "clemencia" describe correctamente diferentes aspectos del sentido de este vocablo, pero ninguno abarca toda la amplitud de su significado, al menos cuando se lo emplea para señalar un atributo divino.

3. Señor: Heb. 'Adon. Es un título de jerarquía, honor y autoridad. Se usa para referirse al dueño de una propiedad, al jefe de familia, o al gobernador de una provincia. Hace resaltar su posición como señor y dueño, también el derecho que tiene de ser obedecido.

5. Al que hizo los cielos con entendimiento: Los descubrimientos científicos continuamente revelan más maravillas de la creación. En toda la naturaleza se ve un propósito.  

11. Al que sacó a Israel: Faraón y sus capataces de esclavos estaban decididos a no permitir que los hijos de Israel escaparan de la esclavitud egipcia. Sin embargo, cuando el Señor hace planes y promete librar a su pueblo, y su pueblo coopera, no hay poder alguno capaz de resistirlo.

15. Arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo: Cuando un orgulloso monarca desafía a Dios y se niega a cooperar con él, está sellando su propia destrucción.

16. Al que pastoreó a su pueblo por el desierto: En todas las peregrinaciones por el desierto, el Señor fue el sustentador y guía de su pueblo. Condujo a Israel mediante la columna de fuego en la noche, y la nube en el día. Le proporcionó agua y le envió alimento del cielo (Exo. 16, 17).

Sehón: rey de los amorreos (Num. 21: 21-25)

Og: rey de Basán (Num. 31-35)

Ambos intentaron impedir la entrada de los israelitas en la tierra de Palestina.

23. El que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros: Israel estaba abatido y esclavizado en Egipto, pero el Señor no lo olvidó en su angustia. ¡Qué gran consuelo es para nosotros hoy día!

Salmo 137


Es llamado, muy acertadamente, "El canto del cautivo", porque describe la suerte de los israelitas en su destierro. Sus trovadores guardan silencio, mientras sus amos se burlan de ellos pidiéndoles que afinen sus arpas y canten uno de los cánticos de Sion. Pero los cautivos están apesadumbrados. El tono quejumbroso de este salmo mueve siempre al lector a sentir compasión por los cautivos afligidos y desanimados.

1. Ríos de Babilonia: Se denominaba a Babilonia tierra de "muchas aguas" (Jer. 51: 13). Su río más importante era el Éufrates, que tiene muchos afluentes y en cuyas orillas se hallaban los cautivos.

1. Aún llorábamos acordándonos de Sion: El recuerdo de la santa ciudad, y sobre todo del templo que yacía en ruinas, los entristecía tanto que no podían contener sus lágrimas. Para ellos no había otra tierra como Canaán.

2. Colgábamos nuestras arpas: Heb. kinnor, "lira". El instrumento tenía ocho cuerdas extendidas por encima de la caja de resonancia. Las cuerdas atravesaban un espacio en blanco y se afirmaban en un travesaño. Con la mano derecha el ejecutante tocaba las cuerdas con una púa. Con la izquierda apagaba las cuerdas que no debían sonar. La música de la lira les había resultado dulce y deleitosa, pero ahora que les había sobrevenido la calamidad, sus arpas estaban mudas.

3. Cantadnos algunos de los cánticos de Sion: Sus captores se burlaban de ellos pidiéndoles que cantaran una de sus melodías sagradas.

5. ¿Cómo cantaremos. . .?: A los israelitas les habría parecido una deslealtad a su ciudad, a la cual amaban de todo corazón, el consentir en cantar un cántico del templo en esas circunstancias.

6. Mi lengua se pegue a mi paladar: Es decir, que pierda la facultad de hablar.

9. Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña: Práctica común en las guerras de la antigüedad En vista de que los babilonios habían recurrido a ese procedimiento tan cruel, el salmista sencillamente enuncia una de las leyes de la vida: "Como tú hiciste, así se hará contigo" (Abd. 15).

Salmo 138


Es un himno de acción de gracias. El salmista irradia ánimo, valor y fidelidad y promete reconocer a su Señor delante de todos los dioses de los paganos o ante reyes y gobernantes.

Salmo: Heb. mizmor. Canto que debía entonarse con acompañamiento de instrumentos de cuerda.

1. Delante de los dioses te cantaré: Heb. 'elohim, aquí posiblemente se haga referencia a los dioses paganos. El salmista no pensaba que estos dioses paganos realmente existían. Se refiere a ellos porque estaban en el pensamiento de sus adoradores. “En presencia de los ángeles tañeré en tu honor” (BJ).

2. Has engrandecido tu nombre, y tu palabra. . .: La LXX dice: "Porque has engrandecido tu santo nombre sobre todas las cosas". “nombre" representa a la persona. Algunas veces pone de relieve la naturaleza esencial o el carácter de la persona. No obstante, podría considerarse que en este pasaje representa la reputación. El nombre de Jehová, o su reputación, habían sido gravemente deshonrados por los pecados de Israel. El cumplimiento de la palabra, o sea de la promesa de Dios, tendería a restablecer la confianza en el buen nombre del Dios de Israel.

4. Te alabarán. . .todos los reyes de la tierra, porque han oído. . .: Cuando los reyes de la tierra oigan lo que Dios hace en favor de su pueblo, se unirán en la alabanza. El salmista se dedica a su misión de relatar a otros la bondad de Dios, con plena seguridad de alcanzar su meta.

6. Atiende al humilde: "La humildad de corazón es la fuerza que da victoria a los discípulos de Cristo; es la prenda de su relación con los atrios celestiales" (DTG 269).

6. Mira de lejos al altivo: La arrogancia es una barrera insuperable entre el hombre y Dios. El orgullo fue el pecado que hizo caer a Lucifer (Isa. 14: 13, 14).

8. No desampares la obra de tus manos: El salmista invoca a Dios como su creador.

 

 

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