1. Hijos de Benjamín: En la distribución original de los territorios
de las tribus, Jerusalén quedaba dentro de los límites de Benjamín. Anatot,
aldea natal de Jeremías, estaba situada en territorio de Benjamín, y algunos
han pensado que este mensaje fue pronunciado allí, cerca del comienzo del
ministerio de Jeremías. Esto podría explicar el motivo de que se dirigiera esta
exhortación específicamente a Benjamín, aunque se aplicaba a toda la población.
2. Huid. . .de en medio de Jerusalén: Se había
instado antes (cap. 4: 6) a los habitantes del campo a que buscaran refugio en
la ciudad. Aquí se los amonesta a huir de Jerusalén a los campos de pastoreo
situados al sur, la destrucción sería tan completa que aun las más poderosas
fortificaciones de la ciudad no podrían proporcionar tanta seguridad como la
soledad del campo.
Tecoa: Aldea a unos 16 km. al sur de Jerusalén,
situada sobre una elevación de 820 m, poco más o menos, sobre el nivel del mar,
y frente al desierto de Judea, Roboam la convirtió en una fortaleza. En el
hebreo se nota un juego de palabras en este versículo. El verbo traducido como
"tocar" y el nombre "Tecoa" derivan de la raíz taqa':
"impulsar”, "golpear", "soplar”.
Bet-haquerem: "casa de la viña”. Se la
identifica con Ramat Rajel, a unos 4,5 km. al suroeste de Jerusalén.
3. Vendrán pastores y sus rebaños: los
caudillos de los ejércitos invasores son comparados con pastores, cuyos rebaños
devoran toda la vegetación.
4. Levantaos y asaltémosla al mediodía: Los
invasores se incitan mutuamente para salir al ataque. Están impacientes porque
no se pierda ningún momento en derrotar a los enemigos y apoderarse del botín. Ni
siquiera a la hora del intenso calor del mediodía hay descanso. ¡Si tan sólo
los hombres de hoy estuvieran tan ansiosos para emprender la batalla espiritual
en favor del reino de Dios!
6. Cortad árboles: El profeta presenta una descripción
gráfica de un asedio de la antigüedad. Se limpiaba el área alrededor de la
ciudad; se cortaban los árboles y se usaba la madera para construir
terraplenes, montículos, torres y máquinas de guerra.
9. Rebuscarán como a vid el resto de Israel:
En esta comparación las uvas son los judíos, y los vendimiadores, los
babilonios invasores. El cautiverio sería inevitable y la destrucción sería
repetida y completa. Las diez tribus habían sido llevadas al cautiverio por los
asirios.
9. Vuelve tu mano: Los cautivos serían llevados a
Babilonia en repetidas ocasiones.
10. ¿A quién hablaré?: Jeremías parece estar pasmado por la
aparente inutilidad de su misión. La terquedad de la gente hacía parecer que
toda su predicación era en vano. El pueblo de Judá había cerrado su oído para
no oír los preceptos de Dios, y obstinadamente había seguido su conducta
profana. Eran porfiados y rebeldes.
10. La palabra de JEHOVA les es cosa vergonzosa:
El mensaje que Dios les había dirigido por medio de su profeta había sido
despreciado y tratado con desdén. Se convirtió en objeto de burla y escarnio.
11. Estoy lleno de la ira de JEHOVA: El celo
por la causa de Dios estaba consumiendo, figuradamente, al profeta.
11. Será preso tanto el marido como la mujer:
Es decir, alcanzados por el castigo.
14. Curan la herida de mi pueblo con liviandad:
En forma superficial.
14. Paz: Heb. shalom, palabra que con
frecuencia abarca todo lo bueno que la vida puede ofrecer. No sólo significa
"paz sino también salud", "prosperidad",
"bienestar", "amistad", etc. Los falsos profetas del tiempo
de Jeremías pasaban por alto los pecados de la nación y pintaban cuadros halagüeños
de las perspectivas futuras de Judá.
15. No se han avergonzado: La
desvergüenza es indicio de una conciencia cauterizada.
16. Paraos en los caminos: Se emplea
aquí la figura del viajero perdido que se detiene en la encrucijada de varios
caminos para preguntar cuál será el camino que lo llevará a su destino.
16. Las sendas antiguas: El camino
verdadero era aquel en el cual habían caminado los piadosos antepasados de Judá.
17. Escuchad al sonido de la trompeta: El sonido
de la trompeta era la señal de alarma que daban los centinelas apostados en los
muros de la ciudad.
19. El fruto de sus pensamientos: Los
habitantes de Judá cosechaban lo que habían sembrado. Su obstinación e
impenitencia estaban a punto de ocasionarles la ruina. Lo que los hombres hacen
es el resultado de lo que son. De los pensamientos surgen las acciones.
20. ¿Por qué a mí este incienso?: El mero
servicio externo no es aceptable ante Dios.
Sabá: se puede afirmar que corresponde a Yemen, país
situado en el sudoeste de la península arábiga. Los sabeos, mercaderes de raza
semítica, comerciaban principalmente con artículos de lujo como oro, incienso y
piedras preciosas.
20. Caña olorosa: el cálamo dulce, cuyas especies
preferidas se cultivaban en la India y el sur de Arabia. Al ser triturados las
raíces, los tallos y las hojas de esta planta, despedían una esencia fragante.
21. Yo pongo a este pueblo tropiezos: Los
caldeos.
21. El vecino y su compañero perecerán: Se indica
así una destrucción general y sin consideraciones de ningún tipo.
22. Una nación grande se levantará: Heb. 'ur "se
pondrá en movimiento”.
22. De los confines de la tierra: Expresión
que denota los lugares más lejanos de la tierra.
23. Arco: Los babilonios y asirios eran expertos
en el manejo de esta arma.
23. Jabalina: lanza liviana que podía arrojarse
contra un blanco.
23. Su estruendo brama como el mar: Los
invasores serían tan numerosos que el sonido de su llegada sería como el rugir
de las olas del mar.
23. Montarán a caballo como hombres dispuestos para la guerra:
Armados y equipados para una inmediata batalla.
26. Revuélcate en cenizas: expresión
máxima de desgracia o desdicha
26. Ponte de luto como por hijo único: En un
pueblo que daba suma importancia a la procreación, eliminar la posteridad era
causa de una angustia extrema.
27. Por fortaleza te he puesto en mi pueblo:
Jeremías debía ponerse firme de parte del Señor, como una fortificación contra
la cual la ira del hombre no podría prevalecer.
28. Son bronce y hierro: Estos
metales no carecen de valor, pero si los descubre un ensayador que espera
encontrar oro o plata, se chasqueará en gran manera. Dios estaba sumamente
chasqueado con su pueblo.
29. En vano fundió el fundidor: los
grandes esfuerzos de Dios en favor de su pueblo no dieron resultado.
7.2 Ponte a la puerta de la casa de JEHOVA:
en el atrio del templo.
2.
Oíd todo Judá: Es posible que este sermón presentara durante una fiesta
nacional, ocasión en la cual el templo estaba atestado de adoradores.
3. Mejorad vuestros caminos y vuestras obras:
los "caminos" se refieren a las inclinaciones personales, los hábitos
o la tendencia general de la vida, mientras que las "obras" son los
hechos que se derivan de estos hábitos y costumbres.
4. Templo de JEHOVA es este: los
falsos profetas afirmaban que Dios nunca permitiría que su morada, el templo,
cayera en manos de impíos, y que la presencia del templo en Jerusalén sería
algo así como un talismán para proteger a la ciudad y a sus habitantes. Esta
frase, repetida tres veces, expresa el orgullo que el pueblo sentía por la
grandeza de la institución religiosa representada por el templo.
6. Ni derramaréis sangre inocente: se
incluye tanto los "homicidios judiciales", por una sentencia injusta
de los jueces como los asesinatos sin causa alguna.
8. Confiáis en palabras de mentira: palabras
vanas y sin provecho de los falsos profetas, que enseñaban a la gente los aspectos
externos del servicio religioso y no la experiencia interior genuina.
9. Dioses extraños que no conocisteis: Jehová se
había revelado a ellos mediante el gran acto de redimirlos de la esclavitud,
preservándolos milagrosamente en el desierto, mediante la proclamación de su
santa ley y los actos providenciales subsiguientes. El pueblo sabía por
experiencia que Jehová era Dios.
11. Cuevas de ladrones: Los que
servían y adoraban en el templo eran unos impíos que cubrían su maldad con un
manto de piedad.
Silo: Aldea situada en el territorio de Efraín. Por
su situación geográfica central, era un lugar muy conveniente para el
santuario. Los filisteos tomaron el arca, y sin duda destruyeron en esa ocasión
la ciudad.
13. Os hablé desde temprano y sin cesar:
Ferviente y continuamente.
15. A toda la generación de Efraín: designa a
las tribus del norte. La tribu de Efraín había sido la más numerosa y la más
poderosa del norte.
18. Hacer tortas a la reina del cielo: eran una
especie de ofrenda de grano combinadas con una libación como parte del culto.
21. Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios:
Toda la ofrenda era consumida por el fuego del altar. La multiplicación de los
sacrificios no podría evitar el castigo inminente.
22. Ni nada les mandé acerca de holocaustos:
figura de retórica: la paradoja. Compara dos ideas, para destacar una negando
la otra. Habla de la preeminencia a la obediencia a la ley moral sobre la
obediencia al sistema ceremonial.
24. No oyeron: oir también significa "prestar
atención", "hacer caso", "obedecer”.
24. Fueron hacia atrás: Judá era
como un buey rebelde que se echa hacia atrás y se niega a que le pongan el
yugo. En la experiencia religiosa y moral no puede haber estancamiento: o se
avanza o se retrocede.
26. Endurecieron su cerviz: Figura
que expresa obstinación.
28. Pereció la verdad: la fidelidad, la lealtad.
29. Corta tu cabello: Señal de suma tristeza. Se compara a
la ciudad con una mujer que, por su profundo dolor al perder sus hijos, se
corta el cabello y se dirige a los montes para llorar su pena.
30. Pusieron sus abominaciones. . .: Manasés
había profanado la casa de Dios colocando en ella una imagen de Asera. El
pueblo no se conformaba con practicar ritos licenciosos en los antiguos
santuarios cananeos, sino que llegó a contaminar la casa de la morada de Dios.
31. Lugares altos: lugares establecidos para el culto
idólatra.
Tofet: Fue quizá un nombre satírico para expresar
oprobio hacia este centro de idolatría.
Hinom: Valle situado al suroeste de Jerusalén. Ahora
se lo llama Wadi er-Rababeh. Antiguamente quizá era una hondonada angosta y
rocosa por los lados, pero la erosión del tiempo la ha transformado en una
depresión menos pronunciada. Fue asociado con la adoración a Moloc. Salomón fue
el que primero introdujo este rito abominable.
31. Para quemar al fuego a sus hijos: El
sacrificio de niños era parte del culto idólatra de fenicios, moabitas,
amonitas y otros pueblos. Esta horrible costumbre fue adoptada por Acaz y Manasés. La estatua del dios tenía forma
humana con los brazos extendidos hacia abajo. Los niños que se sacrificaban eran
colocados en los brazos, desde donde rodaban hacia el foso ardiente. Plutarco,
al describir ritos tales, dice que a los niños se les cercenaba la garganta, y
que a las madres, que estaban cerca, se les prohibía que lloraran. Los lamentos
se ahogaban con sonidos de flautas y tambores.
33. No habrá quien las espante: La ciudad
quedaría tan despoblada, que no habría quien espantara a las aves o a los
animales para impedir que devoraran los cadáveres.
8.1 Sacarán los huesos: Los asirios tenían por costumbre profanar las tumbas
de los reyes de los países conquistados. Esta falta de respeto se cometería
contra los huesos de los que habían dirigido la apostasía de Judá.
2. Los esparcirán: Aventados o desparramados sin respeto
alguno.
2. Al sol y a la luna: Hay ironía en esta descripción: los
cuerpos celestes serían testigos mudos de la profanación de los huesos de sus
propios adoradores.
4. ¿El que cae no se levanta?: Este
contraste entre el proceder de Jerusalén y lo que normalmente hacen las
personas, pone de manifiesto lo absurdo de la terca persistencia de los
habitantes de Jerusalén para hacer el mal.
6. Como caballo arremete con ímpetu a la batalla:
el pueblo que se lanza a su destrucción con avidez y plena conciencia de lo que
hace.
7. La cigüeña en el cielo conoce su tiempo:
El profeta establece un nítido contraste entre la fidelidad de las aves a sus
instintos migratorios y la deslealtad del hombre a las leyes que gobiernan su
ser. Pocas aves tienen costumbres migratorias más exactas. Hoy el pueblo de
DIOS no quiere razonar de causa a efecto, y debido a su ignorancia sacrifica la
salud, la paz y la felicidad.
7. La tórtola: Su retorno era considerado como señal
de la llegada de la primavera.
8. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios. . .?:
Jeremías se dirige especialmente a los sacerdotes y a los falsos profetas, que
se jactaban de tener conocimiento y de comprender la ley, a pesar de que no
hacían caso de los requerimientos divinos.
8. La ha cambiado en mentira. . .: Los
sacerdotes también habían descarrriado al pueblo mediante la falsificación de
las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.
9. ¿Qué sabiduría tienen?:
Literalmente, "¿sabiduría de qué?". El temor de Jehová es el
principio de la sabiduría. La Palabra de Dios es el fundamento de todo
conocimiento.
13. No quedarán uvas en la vid: El pueblo
de Dios se había convertido en una vid degenerada y sin fruto, en una higuera
estéril, en una rama marchita.
14. ¿Por qué nos estamos sentados?: El profeta
dramatiza su discurso usando las palabras que emplearían los hombres
aterrorizados para dirigirse el uno al otro.
14. Nos ha dado a beber aguas de hiel: Planta
amarga y venenosa. Quizás sea cicuta, coloquíntida, amapola o belladona. (Deut.
29: 18)
15. He aquí turbación: terror, espanto.
Dan: Aldea situada en la frontera norte de
Palestina.
17. Áspides contra los cuales no hay encantamientos:
para representar la naturaleza implacable del invasor. La furia del enemigo no
podría ser apaciguada ni mitigada con ningún hechizo ni encantamiento.
20. Pasó la siega, terminó el verano. . .: En Palestina la cosecha de los cereales comienza
alrededor de abril. La cosecha de las frutas se da en agosto o septiembre. Si
se perdían las cosechas de granos, todavía quedaba la esperanza de que se
cosecharían uvas, higos, aceitunas, etc. Sin embargo, para Judá había pasado la
cosecha de las frutas -la última oportunidad- y no había liberación. Su condena
era inevitable.
21. Entenebrecido estoy: Es decir,
"estoy cubierto de luto”.
22. ¿No hay bálsamo en Galaad?: Una
resina o goma aromática de mucho valor por sus propiedades curativas, que se
extrae de un arbolito de hojas perennes que crecía en la zona montañosa al este
del Jordán. ¿Acaso no había bálsamo para las heridas espirituales de Israel ni
médico que lo aplicara? Se insinúa una respuesta afirmativa. El mensaje
presentado por los profetas, si se le hubiera prestado atención, hubiera
proporcionado curación. Quizá el pueblo se había vuelto insensible a su propia
necesidad. Quizá eran demasiado orgullosos para aceptar el remedio, y pensaban
que podían curarse a sí mismos. A lo mejor habían llegado a amar la enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario