1.
El Altar de bronce o del Holocausto: De madera de acacia, tenía unos 2.22 m
de lado por 1.33 m de alto (7.4 x 4.5 pies). Aquí se consumían todos los sacrificios
que se ofrecían por fuego al Señor. Representa el gran sacrificio de Jesús en
la cruz para salvarnos del pecado. La posición de este altar, junto a la puerta
del atrio, indica que la primera necesidad del pecador es que sus pecados sean
lavados por la sangre de Cristo y que hasta que se haya hecho eso, no debe ni
siquiera adorar a Dios, ni aun entrar en su presencia.
2. Hizo sus cuernos: Estos sobresalían
de las cuatro esquinas superiores del altar. Sobre ellos se rociaba la sangre expiatoria. Algunas veces se
ataban a estos cuernos los animales que iban a ser sacrificados (Sal. 118: 27).
El criminal en busca de refugio podía asirse de ellos (1 Rey. 1: 50, 51; 2:
28). Simbolizaban la gloria y el poder de la salvación.
2. Bronce: Una aleación de
cobre y estaño. No se conocía el bronce hecho de cobre y zinc.
3. Sus paletas: servían para
sacar las cenizas del altar y para ponerlas en los "calderos".
3. Sus tazones: Vasos que recibían
la sangre de los sacrificios y desde los cuales se la vertía sobre el altar.
3. Los garfios: eran una
especie de tridente (1 Sam. 2: 13), usados para acomodar los pedazos cortados
del sacrificio sobre el altar.
4. Enrejado: Dentro de la
armazón del altar, calzaba un enrejado o parrilla de bronce, a la mitad de la
altura del altar.
8. La fuente o el
Lavacro: Hecha del bronce de
los espejos donados por las mujeres. La fuente estaba colocada sobre una "base de bronce" en el
atrio del tabernáculo, entre la entrada del tabernáculo y el altar de los
holocaustos. Las abluciones de los sacerdotes, la muerte de
las víctimas de los sacrificios y el asperjar, rociar y verter la sangre en
relación con diversas funciones del servicio del santuario, muestran como
evidente la necesidad de agua.
8. Los espejos: solían hacerse de bronce prolijamente
lustrado, y tenían forma redonda u ovalada. Tales espejos eran usados por las mujeres
egipcias, como también por las mujeres de los otros países orientales, desde
épocas muy remotas. Estas piadosas mujeres estimaban más el adorno del espíritu
que el adorno de la apariencia externa.
9. El Atrio: El tabernáculo estaba colocado en un espacio abierto
llamado atrio, también rectangular. Tenía
unos 44.45 m de largo (146 pies). Rodeado
por cortinas de lino fino que colgaban de columnas de metal. En total se
usaron 60 columnas para sostener las "cortinas" que encerraban al
atrio.
18. Su altura de
5 codos: Las cortinas eran de la mitad de la altura
de las paredes del Tabernáculo para que pudiera verse desde afuera.
20. Las estacas: servían para
mantener tirantes las cubiertas del tabernáculo y para mantener las
"columnas" en su lugar.
24. Todo el oro empleado en el
Santuario 29 talentos y 730 siclos: 1,000 kg. (2,204 libras). Esto formaría un cubo de unos 37.25 cm (14 2/3
pulgadas) de lado. El oro era abundante en Egipto. Se lo importaba de Etiopía.
También llegaba mucho oro al país de los faraones como tributo de las naciones
sometidas.
25. La plata de los empadronados. .
.fue 100 talentos y 1775 siclos: Sería 3,440 kg. (7,582 libras). La plata fue recaudada por el censo (se
usó para las basas cada una 1 talento) y 1,775 siclos (se usó en los capiteles).
29. El bronce ofrendado fue 70
talentos y 2400 siclos: 2.421 kg. (5.337
libras).
39.1 El efod: era considerado
como la parte más sagrada de las vestimentas sacerdotales, y se transformó en
emblema del sacerdocio. El principal propósito
del efod era sostener el pectoral. Era una especie de chaleco, hecho en dos
partes: una que cubría la espalda, la otra el pecho. Estas partes estaban
unidas en los hombros mediante "hombreras" y en la cintura por una
banda llamada " "cinto de obra primorosa”. Rodeada
por una faja de los mismos colores hermosamente elaborada. No tenía mangas, y en sus hombreras bordadas con oro,
tenía engarzadas dos piedras de ónice, que llevaban los nombres de las doce
tribus de Israel. Los colores azul, púrpura, carmesí; el lino
fino, el oro y las gemas del efod, le daban una variedad y una hermosura que
hacían de él la más gloriosa de todas las vestiduras sacerdotales.
3. Batieron láminas de
oro y cortaron hilos: Para preparar los
hilos de oro para el bordado.
8. El pectoral del juicio: significa
"ornamento”. La más sagrada de las vestiduras sacerdotales. Se lo llamaba "pectoral del juicio [decisión]", porque servía
para sostener "el Urim y el Tumim. El pectoral era en relación con las
vestimentas del sumo sacerdote lo que era el propiciatorio en relación con el
santuario. En los dos, Dios revelaba su gloria y hacía conocer su voluntad.
9. Doble: El grosor doble le daría al pectoral la consistencia necesaria para
llevar 12 pesadas gemas.
9. Un palmo: era aproximadamente medio codo, o sea unos 25 cm.
16. Dos anillos de oro: Para prender el pectoral al efod. El cordón de alambre de oro
retorcido pasaba por cada uno de los dos anillos superiores y estaba tomado de
los "dos engastes", o engarces de filigrana, de las piedras que iban
en los hombros.
19. Otros Dos anillos: Colocados en
la parte inferior del pectoral, pasaba la cinta azul
21. Cordón de azul: Pasaba por cada uno de los dos anillos inferiores.
22. El manto del efod: túnica azul, tejida de una sola pieza. El borde del manto estaba
adornado con campanas de oro y granadas de color azul, púrpura y escarlata,
colocadas alternadamente.
25. Campanillas de oro: El sonido de las campanillas unía al sacerdote
y a la congregación en el culto, y los instaba a seguirle con sus pensamientos
y sus oraciones, mientras él llevaba a cabo las diferentes partes del ritual
sacerdotal.
28. La mitra: Turbante de lino
blanco, que tenía una plaquita de oro sostenida por una cinta azul, con la inscripción:
"Santidad a Jehová". Según Josefo: “un gorro, no de forma cónica. . .y
su forma es tal que pareciera ser una corona, hecha de gruesas fajas de tela,
pero la textura es de tela de lino; tiene muchos dobleces, y está unida
mediante costuras”.
40.1 El primer día del mes primero: Mes de Abib o Nisán, lo que correspondería a fines de marzo o principios
de abril. Puesto que los israelitas no llegaron al monte
Sinaí hasta el tercer mes (cap. 19: 1), y Moisés pasó casi tres meses con Dios
(caps. 24: 18; 34: 28), la construcción del tabernáculo comenzó aproximadamente
en el sexto o séptimo mes y fue completada antes del fin del año. Se ocuparon,
pues, unos seis meses en esta construcción. La rapidez con que se acabó esta
obra indica la dedicada aplicación, la habilidosa artesanía y la cooperación
fraternal de todos los que participaron en la empresa, como también la
bendición divina que acompañó sus esfuerzos.
3. Pondrás en él el arca
del testimonio: el mueble más
importante del tabernáculo, el corazón mismo del santuario, la base del pacto,
el lugar de la presencia de Dios entre su pueblo; por tanto fue el primer
mueble ubicado dentro del tabernáculo.
5. Pondrás el altar de
oro. . .delante del arca: No en el lugar
santísimo, sino "delante del velo", frente al arca, pero en el lugar
santo.
15. Y los ungirás: Parecería haber una diferencia entre el ungimiento del sumo sacerdote
y el ungimiento de los sacerdotes comunes. En primer lugar, se derramaba el
aceite sobre la cabeza de Aarón, luego se lo esparcía sobre su persona y sus
vestimentas. En el caso de los sacerdotes comunes, parece haberse asperjado el
aceite sobre ellos, y no habérselo derramado en sus cabezas (Lev. 8: 12, 30;
Sal. 133: 2). Por causa de este ungimiento especial, se llama al sumo sacerdote
como "sacerdote ungido" (Lev. 4: 5).
17. En el segundo año: si se contaba como primero el año en que salieron de Egipto.
19. Levantó la tienda: era la cubierta de pelo de cabra que cubría la armazón de madera que
la sostenía.
19. La sobrecubierta: las cubiertas de pieles de carnero y de tejones.
31. Aarón y sus hijos
lavaban. . .y sus pies: No debían entrar con calzado puesto,
lo dejaban en el atrio. Los que quieran acercarse a la presencia del
Señor deben apartarse de toda impureza.
35. Y la gloria de JEHOVA llenó el tabernáculo: De esta manera Dios demostró su aprobación de
todo lo que se había hecho. El Señor aceptó la casa que le había sido preparada
y entró en ella. Mientras contemplaban la escena con reverente
satisfacción. Una solemne reverencia se apoderó de todos. La alegría de sus
corazones se manifestó en lágrimas de felicidad.
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