Jul/15 Is. 25-27

1. Tus consejos antiguos: El plan de salvación desde antes de la fundación del mundo.

2. La ciudad: Babilonia, centro simbólico de las fuerzas del mal. Destruyó Jerusalén, y por su medio, Satanás hizo grandes esfuerzos para dominar al mundo; pero la ciudad quedó reducida a un montón de ruinas. La destrucción de Babilonia simboliza la destrucción del poderío de Satanás.

3. Te dará gloria el pueblo fuerte: Cuando Jehová destruyera la ciudad de Babilonia, otras naciones reconocerían su poder.

7. Destruira la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos: Este puede ser un velo de tristeza o luto, o de ignorancia (Isa. 29: 10; 2 Cor. 3: 12-18). Un velo tal cubre ahora a todo el mundo, aunque es quitado de quienes aceptan a Cristo. Pero no habrá velo en aquel día feliz.

9. Este es nuestro DIOS, le hemos esperado: los santos reconocerán con júbilo a Aquel a quien han esperado pacientemente por tanto tiempo. Los impíos han aclamado a Satanás como si fuera Cristo y el salvador del mundo; pero los santos le han negado su lealtad, la cual han reservado para Jesús.

10. Moab: representa a todos los enemigos del pueblo de Dios. Durante siglos los moabitas fueron una espina en la carne para Israel; pero ahora ellos y todos los otros enemigos han de ser subyugados para siempre.

10. La paja en el muladar: Esta es mezclada con el estiércol por las patas del ganado.

1. Fuerte ciudad tenemos: Jerusalén y el monte de Sión. Senaquerib marchó al frente de los ejércitos asirios para tomar a Jerusalén, pero no lo logró (ver com. cap. 36; 37). Lo que el poder del hombre no pudo hacer en favor de la ciudad, lo hizo el poder de Dios.

2. Entrará la gente justa: Sólo los que sean leales a Dios y le sirvan con fidelidad pueden esperar "entrar por las puertas en la ciudad" (Apoc. 22: 14)

3. Tú guardará en completa paz: La perfecta sumisión a la voluntad de Dios trae consigo la bendición de la perfecta serenidad. El cristiano maduro está en paz con Dios, consigo mismo y con el mundo que lo rodea. Las dificultades y la agitación pueden rodearnos, pero a pesar de ello podemos gozar de una calma y una paz que el mundo desconoce por completo. Esta paz interna se refleja en un rostro alegre, un genio tranquilo y una vida ferviente y vigorosa que estimula a todos aquellos con quienes tratamos. La paz del cristiano no depende de la situación pacífica del mundo que lo rodea, sino de que el Espíritu de Dios more en su corazón.

5. Ciudad exaltada: Babilonia

6. La hollará los pies del afligido: representa la victoria del pueblo de DIOS. El fiel pueblo de Dios soportó por largo tiempo la cruel opresión de Babilonia, pero ahora la situación se invierte.

7. Pesas el camino del justo: los guía por sendas de justicia, y los dirige siempre hacia adelante y hacia arriba, hacia las puertas de la ciudad eterna.

8. Tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma: Los justos anhelan ser semejantes a Dios y estar con él. El "nombre" de Dios revela su carácter y su voluntad. El ferviente deseo del pueblo de Dios es recibir una manifestación más completa de la voluntad divina a fin de poder andar en los caminos y cumplir con los propósitos del Señor.

9. Luego que hay juicios tuyos en la tierra…: Por causa de los juicios muchos se apartan de los caminos del mal para andar en las sendas de la justicia.

10. Se mostrará piedad al malvado: La prosperidad no logra lo que puede la adversidad. Algunas personas no aprecian la bondad ni aprenden nada de ella. Aunque estén rodeadas de una atmósfera de bondad y de justicia no pueden retribuirlas.

11. Tu mano está alzada: para proteger y guiar a su pueblo.

13.  Otros señores fuera de ti, se han enseñoreado: Egipto, Asiria.

13. Nos acordaremos de tu nombre: alabarle, honrarle y serle fiel.

18. Dimos a luz viento: A pesar de los esfuerzos hechos durante siglos, no se vieron resultados de valor. Israel creía haber servido a Dios en vano. Las gloriosas promesas no se habían cumplido.

20. Escóndete un poquito: Dios invita a su pueblo a que se esconda en él.

20. En tanto que pasa la indignación: las 7 plagas postreras.

21. La tierra descubrirá la sangre derramada: La tierra ha sido contaminada por muchos crímenes y mucha sangre inocente que clama por venganza como la de Abel.

1. Leviatán serpiente veloz: En la mitología antigua cananea el "leviatán" era la serpiente de siete cabezas que luchaba contra los dioses y las fuerzas del bien, y era considerada la personificación de las fuerzas del mal. Representa a Satanás.

2. Viña del vino rojo: Viña productiva, el pueblo de DIOS.

4. Espinas y cardos: la obra del enemigo.

5. Forzará alguien mi fortaleza: En el tiempo del conflicto, cuando el enemigo dirige sus ataques contra el pueblo de Dios, se amonesta a la iglesia que busque protección en Dios. Si la iglesia obedece, los esfuerzos del enemigo no tendrán éxito.

7. ¿Ha sido herido como quien lo hirió?: Isaías hace notar el contraste entre el trato de Dios con su propio pueblo y su trato con los enemigos de su pueblo. El pueblo de Dios puede sufrir pruebas y tribulaciones, pero no será totalmente destruido. Dios "hiere" a su pueblo para su propio bien (Heb. 12: 5-11; Apoc. 3: 19), para remediar los defectos de su carácter, no para destruirlos.

8. Los remueve con su recio viento en el día del aire solano: viento quemante del desierto, símbolo apropiado de la muerte y la destrucción (Gén. 41: 6; Ose. 13: 15). En forma figurada, el aliento de Dios es como ese viento y trae consigo el castigo merecido por los pecados de Judá. Este versículo pareciera referirse al futuro cautiverio babilónico, que sería un castigo disciplinario para el pueblo de Dios.

9. El fruto, la remoción de su pecado: la eliminación de todo vestigio de idolatría. El cautiverio babilónico curó de idolatría a los judíos.

11. Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas…: Un árbol cuyas ramas son deshojadas,  se seca y muere. La madera se seca. Luego se cortan las ramas y se las usa para hacer fuego. Destrucción por parte de Asiria.

12. Trillará JEHOVA: el día del juicio.

12. Desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto: La tierra que se le prometió a Israel se extendía desde el Eufrates hasta el torrente de Egipto ( 1 Rey. 4: 21; 8: 65). Estas tierras representan a los impíos.