jueves, 25 de junio de 2015

Abr/19 Sal. 25-27



Salmo 25

Es el segundo de los salmos acrósticos o alfabéticos. Es una oración que comprende algunos aspectos de la vida devocional, como la súplica, la confesión de fe y el arrepentimiento. Al igual que los otros salmos acrósticos, éste no presenta ningún desarrollo lógico de los pensamientos; es más bien una colección de expresiones devocionales independientes que han sido organizadas en orden alfabético. El tema central es que Dios guía y enseña a los que son de espíritu humilde y dócil. Este salmo tiene tantos versículos como letras el alfabeto hebreo (22). El acróstico consiste en comenzar el primer versículo con la primera letra, el segundo versículo con la segunda letra, y así sucesivamente; pero hay algunas desviaciones del modelo perfecto.
Salmo: Heb. mizmor. Canto que debía entonarse con acompañamiento de instrumentos de cuerda.
3. Ninguno de cuantos esperan en ti serán confundidos: indica que en Dios buscamos instrucción y la gracia para poder seguirla.
4. Muéstrame tus caminos: Como nos falta percepción espiritual, necesitamos que la luz de Dios se proyecte sobre nuestro camino. Cuando oramos para poder comprender los caminos de Dios, de hecho estamos pidiendo la comprensión de sus propósitos para poder gobernar con sabiduría nuestra conducta.
5. Tu verdad: La verdad de Dios es diferente de lo que los seres humanos, equivocadamente, consideran como verdad.
6. Acuérdate, oh JEHOVA, de tus piedades: Las bendiciones ya recibidas son la base de las esperanzas de David.
7. De los pecados de mi juventud… no te acuerdes: Al darse cuenta de que el pecado excluiría la misericordia de Dios por la cual ya había orado (vers. 6), pide ahora el perdón. Este versículo sugiere que el salmista escribió este poema cuando ya era anciano.
7. Rebeliones: implica pecados cometidos a sabiendas. Al darse cuenta de que el pecado excluiría la misericordia de Dios por la cual ya había orado (vers. 6), pide ahora el perdón.
9. Encaminará a los humildes: Los que están dispuestos a aprender.
9. El juicio: La correcta evaluación de la verdad, del deber y de la forma correcta de vivir.
11. Por amor de tu nombre: Por el honor del nombre de Dios. Se ve obligado a clamar pidiendo perdón, para que la gracia y la verdad puedan manifestarse en su propia alma (ver vers. 10). Teme haber quebrantado el pacto.
12. Le enseñará el camino que ha de escoger: El hombre no es un autómata: tiene libre albedrío; pero cuando teme a Dios, esa habilidad para escoger está bien encaminada y elige el camino de Dios.
13. Gozará él de bienestar: "pasa la noche seguro"; en una condición que contrasta con los aprietos del que vaga sin un guía.
14. A ellos hará conocer su pacto: Dios hace que sus hijos comprendan de su pacto con ellos todos los aspectos que puedan fomentar su felicidad y salvación.
15. El sacará mis pies de la red: Dios no nos impide caer en la red si conscientemente nos enredamos en ella; pero promete librarnos y salvarnos si somos atrapados en ella.
20. Guarda mi alma: O, "guárdame".
21. Integridad y rectitud me guarden: Espera alcanzar la perfección por la gracia de Dios.
22. Redime a Israel de todas sus angustias: Si bien este salmo es personal, en este versículo el salmista amplía su petición para incluir a todos los hijos de Dios que puedan encontrarse en circunstancias similares.

Salmo 26

El autor pide a Dios, quien escudriña el corazón humano, que sea testigo de su integridad y que lo libre de la suerte de los impíos. Concluye su oración afirmando su propósito de ser hallado entre los amigos de Dios. Comienza en un tono menor y termina en un acorde mayor de alabanza consagrada a Dios por la dirección divina que se ha recibido.
1. Júzgame: El salmista ruega a Dios que examine y defienda su caso.
1. Yo en mi integridad he andado: La protesta de inocencia ante una falsa acusación no excluye el debido reconocimiento de haber pecado.
2. Examina mis íntimos pensamientos: "riñones". Se usaba esta voz para designar el asiento de las emociones.
3. Tu misericordia está delante de mis ojos: Debido a que el salmista mantiene delante de sí, como su norte, la misericordia divina, Dios lo guarda del mal.
4. No me he sentado: Unirse en forma definitiva
4. Hipócritas: "hombres de vanidad", o sea, personas que corren tras metas sin valor, en vez de procurar los verdaderos ideales.
6. Lavaré en inocencia mis manos: Los hebreos a veces se lavaban las manos para simbolizar la pureza. El salmista promete conservar pura su alma para poder acercarse al altar de Dios.
7. Para exclamar con voz de acción de gracias: "para hacer oír". El hijo de Dios que es sincero anhela hablar a otros de la bondad de Dios. Las expresiones de alabanza son las evidencias más seguras de la conversión.
9. No arrebates con los pecadores mi alma: El salmista no desea figurar entre los pecadores ni estar con ellos en la destrucción final.
11. Redímeme y ten misericordia de mí: El hecho de que el salmista pida que se lo libre del pecado muestra que él no pretende ser perfecto en un sentido absoluto.
12. Mi pie ha estado en rectitud: Con los ojos de la fe ya se considera como erguido en un lugar llano. Después de andar por caminos ásperos y peligrosos, subiendo y bajando montes, sobre piedras y entre espinas, suspira con gran alivio por haber encontrado un lugar seguro "en suelo llano". Este es el precioso privilegio de cada hijo de Dios.

Salmo 27

Se lo ha llamado el "Salmo restaurador”. David escribió este salmo mientras huía y "tenía que buscar refugio en las rocas y las cuevas del desierto" (Ed. 159).  El poema se divide en tres partes. Los vers. 1-6 expresan la segura confianza del poeta en Dios, a pesar de las amenazas del enemigo. Los vers. 7-12 son un angustioso clamor en procura de ayuda. En la conclusión, vers. 13 y 14, se ve el seguro alivio proporcionado por la esperanza puesta en Dios. En el ritual judío moderno se recita el Sal. 27 todos los días del sexto mes, en preparación para el año nuevo y el día del perdón (día de la expiación).
1. JEHOVA es mi luz: Jehová es la luz que ilumina las tinieblas que lo rodean y alumbra su camino.
2. Para comer mis carnes: El salmista compara muchas veces a sus enemigos con bestias feroces.
2. Tropezaron y cayeron: Fracasaron en lo que se proponían.
4. Que esté yo en la casa de JEHOVA todos los días de mi vida: David expresa con hermosas palabras su anhelo de participar continuamente en el servicio de Dios.
4. Contemplar la hermosura de JEHOVA: Heb. no'am, "bondad", "gracia”.
4. Inquirir en su templo: En el templo cristiano se iluminan nuestras mentes, desaparecen nuestras dudas, se confortan nuestros corazones con la verdad divina.
5. Me esconderá en su tabernáculo: Heb. sok, "un refugio". No puede referirse a la casa de Dios en Jerusalén, porque ese edificio se construyó muchos años más tarde.
5. Me ocultará en lo reservado de su morada: En la parte más recóndita de la morada. La voz hebrea que se traduce "lo reservado", es el sustantivo del verbo "esconder": un "escondedero”.
6. Levantará mi cabeza: Símbolo de victoria sobre sus enemigos.
6. Sacrificios de júbilo: Heb. teru'ah, "aclamación de júbilo”.
7. Oye, oh JEHOVA, mi voz: a pesar de la confianza que el salmista tenía en Dios, la gravedad de las circunstancias lo obligaba a suplicar su ayuda en forma muy real. Aunque estemos seguros del favor de Dios, es necesario que constantemente reconozcamos nuestra necesidad de él y que solicitemos su ayuda.
8. Buscad mi rostro: En este versículo se presenta el diálogo de una hermosa relación entre David y Dios. "Buscad mi rostro", le había dicho Dios. Aquí se revela una relación íntima, similar a la amistad que existió entre Moisés y Dios.
9. No apartes con ira a tu siervo: David ora para que su relación con Dios continúe.
10. Con todo JEHOVA me recogerá: Este versículo es una especie de proverbio. El hebreo emplea el verbo 'asaf, "juntar", "recoger"; también se usa el para referirse a una recepción hospitalaria.
11. Guíame por senda de rectitud: O "un camino llano".
13. Hubiera yo desmayado. . .: Estas palabras no aparecen en el original. Se han añadido para completar el sentido evidente de las palabras del salmista: "¿Qué habría sido de mí si yo no hubiese creído en la bondad de Dios?"  
14. Aguarda a JEHOVA: el salmista se exhorta a sí mismo. Su naturaleza más fuerte anima a su naturaleza más débil para que ésta no desespere.
 
 
 
 
 
 
 

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