Salmo
25
Es el segundo de los salmos acrósticos o alfabéticos.
Es una oración que comprende algunos aspectos de la vida devocional, como la
súplica, la confesión de fe y el arrepentimiento. Al igual que los otros salmos
acrósticos, éste no presenta ningún desarrollo lógico de los pensamientos; es
más bien una colección de expresiones devocionales independientes que han sido
organizadas en orden alfabético. El tema central es que Dios guía y enseña a
los que son de espíritu humilde y dócil. Este salmo tiene tantos versículos
como letras el alfabeto hebreo (22). El acróstico consiste en comenzar el
primer versículo con la primera letra, el segundo versículo con la segunda
letra, y así sucesivamente; pero hay algunas desviaciones del modelo perfecto.
Salmo: Heb. mizmor. Canto que debía entonarse con acompañamiento de
instrumentos de cuerda.
3. Ninguno de cuantos
esperan en ti serán confundidos: indica que en Dios buscamos instrucción y la gracia para poder
seguirla.
4. Muéstrame tus caminos: Como nos falta
percepción espiritual, necesitamos que la luz de Dios se proyecte sobre nuestro
camino. Cuando oramos para poder comprender los caminos de Dios, de hecho
estamos pidiendo la comprensión de sus propósitos para poder gobernar con
sabiduría nuestra conducta.
5. Tu verdad: La verdad de Dios es diferente de lo que los seres
humanos, equivocadamente, consideran como verdad.
6. Acuérdate, oh
JEHOVA, de tus piedades: Las bendiciones ya recibidas son la base de las esperanzas de David.
7. De los
pecados de mi juventud… no te acuerdes: Al darse cuenta de que el pecado excluiría la misericordia de Dios por
la cual ya había orado (vers. 6), pide ahora el perdón. Este versículo sugiere
que el salmista escribió este poema cuando ya era anciano.
7. Rebeliones: implica pecados cometidos a sabiendas. Al darse cuenta de que el pecado excluiría la misericordia de Dios por
la cual ya había orado (vers. 6), pide ahora el perdón.
9. Encaminará a
los humildes: Los que están dispuestos
a aprender.
9. El juicio: La correcta evaluación de la verdad, del deber y de
la forma correcta de vivir.
11. Por amor de
tu nombre: Por el honor del
nombre de Dios. Se ve obligado a clamar pidiendo perdón, para que la gracia y
la verdad puedan manifestarse en su propia alma (ver vers. 10). Teme haber quebrantado
el pacto.
12. Le enseñará
el camino que ha de escoger: El hombre no
es un autómata: tiene libre albedrío; pero cuando teme a Dios, esa habilidad
para escoger está bien encaminada y elige el camino de Dios.
13. Gozará él de
bienestar: "pasa la noche
seguro"; en una condición que contrasta con los aprietos del que vaga sin
un guía.
14. A ellos hará
conocer su pacto: Dios hace que
sus hijos comprendan de su pacto con ellos todos los aspectos que puedan
fomentar su felicidad y salvación.
15. El sacará
mis pies de la red: Dios no nos
impide caer en la red si conscientemente nos enredamos en ella; pero promete
librarnos y salvarnos si somos atrapados en ella.
20. Guarda mi
alma: O, "guárdame".
21. Integridad y
rectitud me guarden: Espera
alcanzar la perfección por la gracia de Dios.
22. Redime a
Israel de todas sus angustias: Si bien este
salmo es personal, en este versículo el salmista amplía su petición para
incluir a todos los hijos de Dios que puedan encontrarse en circunstancias
similares.
Salmo
26
El autor pide a Dios, quien escudriña el corazón
humano, que sea testigo de su integridad y que lo libre de la suerte de los
impíos. Concluye su oración afirmando su propósito de ser hallado entre los
amigos de Dios. Comienza en un tono menor y termina en un acorde mayor de
alabanza consagrada a Dios por la dirección divina que se ha recibido.
1. Júzgame: El salmista ruega a Dios que examine y defienda su
caso.
1. Yo en mi integridad he andado: La protesta de
inocencia ante una falsa acusación no excluye el debido reconocimiento de haber
pecado.
2. Examina mis
íntimos pensamientos: "riñones". Se usaba esta voz para designar el asiento de las
emociones.
3. Tu misericordia está delante de mis ojos: Debido a que el salmista mantiene delante de sí, como su norte, la
misericordia divina, Dios lo guarda del mal.
4. No me he
sentado: Unirse en forma
definitiva
4. Hipócritas: "hombres de vanidad", o sea, personas que
corren tras metas sin valor, en vez de procurar los verdaderos ideales.
6. Lavaré en
inocencia mis manos: Los hebreos a
veces se lavaban las manos para simbolizar la pureza. El salmista promete conservar pura su alma para poder acercarse al altar
de Dios.
7. Para exclamar
con voz de acción de gracias: "para
hacer oír". El hijo de Dios que es sincero anhela hablar a otros de la
bondad de Dios. Las expresiones de alabanza son las evidencias más seguras de
la conversión.
9. No arrebates
con los pecadores mi alma: El salmista no
desea figurar entre los pecadores ni estar con ellos en la destrucción final.
11. Redímeme y
ten misericordia de mí: El hecho de
que el salmista pida que se lo libre del pecado muestra que él no pretende ser
perfecto en un sentido absoluto.
12. Mi pie ha
estado en rectitud: Con los ojos
de la fe ya se considera como erguido en un lugar llano. Después de andar por
caminos ásperos y peligrosos, subiendo y bajando montes, sobre piedras y entre
espinas, suspira con gran alivio por haber encontrado un lugar seguro "en
suelo llano". Este es el precioso privilegio de cada hijo de Dios.
Salmo
27
Se lo ha llamado el "Salmo restaurador”. David
escribió este salmo mientras huía y "tenía que buscar refugio en las rocas
y las cuevas del desierto" (Ed. 159). El poema se divide en tres partes. Los vers.
1-6 expresan la segura confianza del poeta en Dios, a pesar de las amenazas del
enemigo. Los vers. 7-12 son un angustioso clamor en procura de ayuda. En la
conclusión, vers. 13 y 14, se ve el seguro alivio proporcionado por la
esperanza puesta en Dios. En el ritual judío moderno se recita el Sal. 27 todos
los días del sexto mes, en preparación para el año nuevo y el día del perdón
(día de la expiación).
1. JEHOVA es mi
luz: Jehová es la luz que
ilumina las tinieblas que lo rodean y alumbra su camino.
2. Para comer
mis carnes: El salmista compara muchas
veces a sus enemigos con bestias feroces.
2. Tropezaron y
cayeron: Fracasaron en lo que se proponían.
4. Que esté yo
en la casa de JEHOVA todos los días de mi vida: David expresa con hermosas palabras su anhelo de participar
continuamente en el servicio de Dios.
4. Contemplar la
hermosura
de JEHOVA: Heb. no'am,
"bondad", "gracia”.
4. Inquirir en
su templo: En el templo cristiano
se iluminan nuestras mentes, desaparecen nuestras dudas, se confortan nuestros
corazones con la verdad divina.
5. Me esconderá
en su tabernáculo: Heb. sok, "un refugio". No puede referirse a la casa de Dios
en Jerusalén, porque ese edificio se construyó muchos años más tarde.
5. Me ocultará
en lo reservado de su morada: En la parte
más recóndita de la morada. La voz hebrea que se traduce "lo
reservado", es el sustantivo del verbo "esconder": un
"escondedero”.
6. Levantará mi
cabeza: Símbolo de victoria
sobre sus enemigos.
6. Sacrificios
de júbilo: Heb. teru'ah,
"aclamación de júbilo”.
7. Oye, oh
JEHOVA, mi voz: a pesar de la
confianza que el salmista tenía en Dios, la gravedad de las circunstancias lo
obligaba a suplicar su ayuda en forma muy real. Aunque estemos seguros del
favor de Dios, es necesario que constantemente reconozcamos nuestra necesidad
de él y que solicitemos su ayuda.
8. Buscad mi
rostro: En este versículo se
presenta el diálogo de una hermosa relación entre David y Dios. "Buscad mi
rostro", le había dicho Dios. Aquí se revela una relación íntima, similar
a la amistad que existió entre Moisés y Dios.
9. No apartes
con ira a tu siervo: David ora para que su relación con Dios continúe.
10. Con todo JEHOVA me recogerá: Este versículo es una especie de proverbio. El
hebreo emplea el verbo 'asaf, "juntar", "recoger"; también
se usa el para referirse a una recepción hospitalaria.
11. Guíame por
senda de rectitud: O "un camino llano".
13. Hubiera yo
desmayado. . .: Estas palabras no
aparecen en el original. Se han añadido para completar el sentido evidente de
las palabras del salmista: "¿Qué habría sido de mí si yo no hubiese creído
en la bondad de Dios?"
14. Aguarda a
JEHOVA: el salmista se exhorta
a sí mismo. Su naturaleza más fuerte anima a su naturaleza más débil para que
ésta no desespere.
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