martes, 3 de noviembre de 2015

Sept/21 Eze. 34-36

1. Profetiza contra los pastores: Se refiere a los dirigentes responsables o a los gobernantes.

3. Coméis la grosura: Los dirigentes se alimentaban bien, a expensas del pueblo. Cobraban elevadísimos impuestos.

5. Andan errantes por falta de pastor: Se culpa a los dirigentes por el desastre que ha sobrevenido a Israel. Su impío ejemplo había hecho que el pueblo se apartara de los caminos de justicia. Es claro que esto no significa que el pueblo estuviera libre de pecado.

14. En buenos pastos las apacentaré: Si se hubieran cumplido las condiciones del arrepentimiento y del reavivamiento espiritual, el Señor habría restaurado la fertilidad original de Palestina. A Israel se le ofreció un nuevo comienzo, si la nación estaba dispuesta a cumplir con su parte.

16. La engordada y a la fuerte destruiré: La gordura era símbolo de prosperidad. Muchas veces la prosperidad lleva a olvidar a Dios. Los pastores infieles habían engordado a expensas del rebaño. Se habían alimentado ellos mismos en vez de alimentar el rebaño.

16. Las apacentaré con justicia: Mejor “con juicios”, recibirán las consecuencias de sus actos.

18. Holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda: Se acusa a los falsos pastores de desenfreno y derroche. Lo que ellos mismos no han usado, han arruinado para que no puedan usarlo otros.

23. Levantaré sobre ellas un pastor: Jesús  en la carne y en su venida en gloria.

35. Monte de Seir: Este era el nombre del jefe de una familia horea, emparentado por matrimonio con Esaú. Aquí en forma poética es símbolo de Edom.

2. Profetiza contra él: ¿por qué aparece esta profecía en medio de las promesas de restauración? El profeta toma nota de los impedimentos para la reocupación de Palestina. Los edomitas habían penetrado en la parte sur de Palestina después de que Israel fuera llevado cautivo. Quizá Babilonia permitió esto porque Edom parece haberse aliado con Nabucodonosor contra Israel en ocasión del sitio de Jerusalén (ver com. vers. 5). El profeta predice la completa eliminación de este impedimento.

5. Enemistad perpetua: Esta enemistad venía del tiempo de Jacob y de Esaú. En ocasión del éxodo, Edom había rehusado el paso de los israelitas por su territorio. Después que se establecieron los israelitas en Canaán, los edomitas habían contemplado con manifiesta envidia el creciente poder de Israel. Edom se había unido a Amón y a Moab en contra de Judá en los días de Josafat. Pareciese que, en ocasión de la toma de Jerusalén, los edomitas habían ayudado a los babilonios, ocupando las puertas y ubicándose en los caminos que llevaban a la campiña para impedir que los fugitivos escaparan (Abd. 11-14). En el día de la calamidad de Jerusalén, los edomitas habían exclamado: "Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos" (Sal. 137: 7).

10. Las dos naciones y las dos tierras serán mías: El segundo pecado de Edom fue pretender heredar la tierra de Judá y de Israel.

11. Seré conocido en ellos, cuando te juzgue: Los castigos que sobrevendrían a Edom servirían para convencer a Israel que su Dios no los había abandonado por completo.

36.2 El enemigo dijo de vosotros: Las naciones vecinas: Amon, Moab, Tiro, Edom, etc.

2. Las alturas eternas nos han sido dadas: Sin duda esta expresión es sinónima con "montes de Israel".

5. En el fuego de mi celo: Dios se atribuye emociones humanas a fin de que los hombres puedan entender.

7. Las naciones. . .han de llevar su afrenta: Esto no sería a modo de desquite, sino como resultado de sus propios pecados.

10. Toda la casa de Israel: Dios tenía el propósito de que tanto Judá como Israel regresaran del cautiverio. De nuevo habría de existir un reino unido y próspero. Estas promesas eran sólo para un Israel regenerado.

14. No devorarás más hombres: Algunos han sugerido que los paganos que vivían en torno de Palestina, que habían visto desarraigar primeramente a los cananeos y después a los israelitas, atribuían supersticiosamente el fracaso de estas naciones a algo inherente a la tierra misma.

20. Las naciones donde fueron, profanaron mi santo nombre: La conducta de los israelitas y la desgracia que la acompañó deshonraron a Yahweh ante los paganos, quienes naturalmente entendieron que si el Dios de Israel no podía hacer nada más por sus seguidores, no era mejor que los ídolos. Los paganos consideraban a Yahweh meramente como el Dios nacional de los israelitas.

23. Cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos: sería necesario que Dios fuera santificado a la vista de su pueblo, mediante un arrepentimiento y una reforma, antes de que pudiera ser santificado a la vista de los paganos. La restauración de Israel vindicaría el nombre de Dios entre los paganos. En ese momento, se demostraría con toda claridad que Yahweh no era como los débiles dioses de los paganos, sino que es omnipotente.

26. Os daré un corazón nuevo: Las promesas de restauración dependían de la renovación espiritual y moral del pueblo. Los israelitas no comprendían que sin la gracia divina y sin la renovación del corazón no podían prestar la obediencia necesaria.

27. Pondré dentro de vosotros mi espíritu. La promesa de un poder que, por medio del Espíritu Santo, capacitaría al hombre para obedecer a Dios fue una parte esencial del pacto eterno de Dios con el hombre. Israel no había comprendido esto. Los hombres creían que la salvación se podía obtener mediante sus propios esfuerzos.

28. Me seréis por pueblo: Incluía el plan de convertir a Israel en el núcleo espiritual de un programa misionero mundial.

29. Os guardaré de todas vuestras inmundicias: Esta vivencia demanda la renovación diaria de la consagración, una recepción cotidiana de nuevas fuerzas espirituales, y el mantenimiento de una constante vigilancia contra el enemigo.

31. Os avergonzareis de vosotros mismos: Esta es la característica del verdadero penitente. El aborrecimiento de uno mismo por causa de los pecados se produce al contemplar la absoluta perfección de Cristo; este es el antídoto más eficaz para impedir que esos pecados vuelvan a repetirse. Cuando se abran los portales del cielo para que entren allí quienes han guardado la verdad, habrá otra vez un sentimiento de gran indignidad. Cuando los redimidos contemplen las glorias que sobrepasan a toda imaginación humana, echarán sus coronas al pie de su Redentor y le rendirán todo honor a él.


36. Y Las naciones que queden. . .sabrán que YO reedifiqué: Era el plan divino que por medio de la restauración de Israel pudiera darse al mundo una demostración de la bondad y de la benevolencia del verdadero Dios, a fin de que las naciones pudieran ser atraídas y tuvieran la oportunidad de formar parte de un nuevo sistema de gobierno espiritual.

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