3. Los principales sacerdotes: Quizá el sumo sacerdote oficiante y todos los sacerdotes que ocuparon
ese puesto, los cuales habían sido nombrados por Herodes, pero luego depuestos
por él mismo. Otros han sugerido que los "principales sacerdotes"
eran los jefes de los 24 turnos.
3. Escribas: Muchas veces son designados como "intérpretes
de la ley" (Mat. 22: 35) o "doctores de la ley" (Luc. 5: 17), o sea
"maestros de la ley". Eran los sabios cuyo deber era estudiar,
conservar, copiar, interpretar y explicar la ley y los escritos sagrados.
3. En el patio: El patio de un príncipe o su
corte era el lugar donde celebraba audiencias; por lo tanto, es también
correcta la traducción de la BJ, "palacio". Quizá fue éste el mismo
lugar donde Jesús más tarde compareció ante Anás y Caifás, probablemente junto
al templo, o quizá dentro de la zona del templo.
Caifás: Yerno de Anás. Nombrado sumo sacerdote por Valerio Grato alrededor del
año 18 ó 19 d. C. Ocupó el puesto aproximadamente hasta el año 36 d. C. Era
saduceo, orgulloso y cruel, prepotente e intolerante; pero su carácter era
débil y vacilante.
4. Tuvieron consejo: Quizás este concilio fue el sábado por la noche. La primera consulta
seria acerca de Jesús se había realizado dos años antes (Jn 5: 16). Otra
reunión con ese mismo propósito había ocurrido más recientemente, en seguida
después de la resurrección de Lázaro (Juan 11: 47-53). Otra fue el martes por la
mañana.
4. Para prender con engaño a
Jesús: Las simpatías del pueblo estaban tan plenamente con
Cristo que sería peligroso apoderarse de él abiertamente. Determinaron
prenderle secretamente y llevarle al tribunal tan calladamente como fuera
posible.
5. No durante la fiesta: El sentimiento popular entre las multitudes reunidas en Jerusalén para
celebrar la pascua, acontecimiento que señalaba la primera liberación de Israel
como nación, se inclinaba decididamente por la proclamación de Jesús como
Mesías-Rey. Pero más tarde surgió un cambio de planes ante la propuesta de
Judas.
Simón: de Betania. Era uno de los pocos fariseos que se habían unido
abiertamente a los seguidores de Cristo. Reconocía a Jesús como maestro y
esperaba que fuese el Mesías, pero no le había aceptado como Salvador. Su
carácter no había sido transformado; sus principios no habían cambiado.
6. El leproso: había sido sanado de la lepra, y era esto lo que le había atraído a
Jesús
Para manifestar gratitud ofreció un festín al Salvador y a sus
discípulos. Este festín reunió a muchos de los judíos.
7. Vino a Él una mujer: María Magdalena.
A un lado del Salvador, estaba sentado a la mesa Simón, y al otro lado
Lázaro. Marta servía, pero María escuchaba fervientemente cada palabra que
salía de los labios de Jesús.
7. Perfume de gran precio: "ungüento". A costa de gran sacrificio personal, había
adquirido un vaso de alabastro de "nardo líquido".
7. Lo derramó sobre la cabeza
de Él: Jesús había perdonado sus pecados, resucitado a su
hno. y el corazón de María estaba lleno de gratitud. Ella había oído hablar a
Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado
honrarle. . .Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado
rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar a su
Señor. Quebrando el vaso derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de
Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los
secaba con su larga y flotante cabellera. Había procurado evitar ser observada
y sus movimientos podrían haber quedado inadvertidos, pero el ungüento llenó la
pieza con su fragancia y delató su acto a todos los presentes.
7. Estando sentado: "estando reclinado". En el tiempo de Jesús, por lo menos en
las casas de la gente más acomodada, los comensales, para comer, solían
acostarse sobre un diván, o lecho, que llegaba hasta la mesa. Descansaban sobre
cojines y se apoyaban sobre su brazo izquierdo y los pies en el extremo
inferior del diván, alejados de la mesa.
8. Los discípulos se enojaron: Judás comenzó a susurrar a sus compañeros más próximos críticas contra
Cristo porque toleraba tal desperdicio. Astutamente, hizo sugestiones
tendientes a provocar descontento.
8. ¿Para qué este desperdicio?: Judas era el tesorero de los discípulos, y de su pequeño depósito
había extraído secretamente para su propio uso. . . Estaba ansioso de poner en
su bolsa todo lo que pudiera obtener. El acto de María contrastaba tanto con su
egoísmo que él quedaba expuesto a la vergüenza. . . En el don de Jesús, Dios
dio el cielo entero. Desde el punto de vista humano, tal sacrificio era un
derroche desenfrenado. Para el raciocinio humano, todo el plan de la salvación
es un derroche de mercedes y recursos. Bien pueden las huestes celestiales. .
.exclamar: ¿Por qué se hace este gran derroche?
9. Podía haberse vendido...y
haberse dado a los pobres: Si el importe
hubiera caído en su poder, los pobres no habrían recibido beneficio. . .
10. ¿Por qué molestáis a esta
mujer?: su artera insinuación los indujo a mirar con
desagrado la devoción de María. María oyó las palabras de crítica. Su corazón
temblaba en su interior. Temía que su hermana la reprendiera como derrochadora.
El Maestro también podía considerarla impróvida. Estaba por ausentarse sin ser
elogiada ni excusada. Estaba turbada y apenada.
12. Lo ha hecho a fin de
prepararme para la sepultura: Este acto llenó
su corazón con la seguridad de su fe y amor. Y cuando él penetró en las
tinieblas de su gran prueba, llevó con sigo el recuerdo de aquel acto, anticipo
del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera.
De la manera en que el alabastro fue quebrado y se llenó la casa entera
con su fragancia, así Cristo había de morir, su cuerpo había de ser
quebrantado; pero él había de resucitar de la tumba y la fragancia de su vida
llenaría la tierra.
14. ...Judas…fue a los
sacerdotes: la mirada que Jesús dirigió a Judas le convenció de
que el Salvador discernía su hipocresía y leía su carácter vil y despreciable.
Al elogiar la acción de María, que había sido tan severamente condenada, Cristo
había censurado a Judas. Antes de eso, nunca le había hecho el Salvador un
reproche directo. Ahora la reprensión había provocado resentimiento en su
corazón y resolvió vengarse. Judas se había entregado a la avaricia hasta que
ésta había subyugado todo buen rasgo de su carácter.
15. ¿Qué me queréis dar?: el sacar ventajas personales había llegado a ser el motivo dominante
de toda su vida.
15. 30 piezas de plata: Gr. argúrion, "moneda de plata". Se supone que aquí equivale
a "siclo" y que esta moneda de plata equivalía al stat'r o estatero,
y al tetradrajmá de Tiro. Este pesaba unos 14.3g, y correspondía con el salario
que se le daba a un jornalero por cuatro días de trabajo. El precio tradicional
de un esclavo era de treinta siclos de plata.
Los discípulos...amaban al Salvador. Pero no apreciaban debidamente su
exaltado carácter. . . El acto de María era precisamente la lección que
necesitaban para mostrarle que la expresión de su amor a Cristo le alegraría...El
se apenaba a menudo porque sus discípulos nunca le daban lo que hubiera debido
recibir de ellos...Sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz
el cuerpo magullado de su Señor.
17. El primer día de la fiesta
de los panes sin levadura: Esto ocurrió el
jueves 13 de Nisán. El 15 de Nisán era el primer día de la fiesta pero debido a
la estrecha relación entre la pascua y la fiesta de los panes sin levadura, a
veces se intercambiaban los dos términos y toda la fiesta era llamada por
cualquiera de los dos nombres.
Los panes sin levadura: Íntimamente relacionada con la
pascua, y sin embargo independiente de ella. En la práctica se consideraban las
dos fiestas como una. Recordaba la presteza con que Israel salió de Egipto. 7 días lo comerían. El 1ero. Y el 7mo. eran días de
reposo. La levadura debía ser totalmente excluida. Representa
la malicia y la maldad (1 Cor. 5: 8), y la falsa doctrina, ejemplificada en las
enseñanzas de los fariseos, los saduceos y los herodianos (Mat. 16: 6,12; Mar.
8: 15). La levadura de los fariseos
es avaricia e injusticia...(Mat. 23: 13-36). La levadura de los saduceos es escepticismo (Mat. 22: 23) y falta
del conocimiento de las Escrituras y del poder de Dios (vers. 29). La levadura de los herodianos es
lisonja, mundanalidad e hipocresía (vers. 16-21) y maquinaciones malignas en
contra de los representantes de Dios.
17. ¿Dónde quieres que
preparemos la pascua?: El jefe de familia tenía la
responsabilidad de hacer los arreglos para la celebración de la pascua, así
como tenía a su cargo todas las otras funciones religiosas de la familia. En
cierto sentido, era el sacerdote de la familia.
Pascua: No fue instituida hasta la
liberación de Israel de Egipto. Conmemoraba el poder salvador de Dios
demostrado en favor de Israel en esa ocasión histórica. En el día 10 del primer mes se escogía un cordero para cada casa; si
la familia era pequeña, dos o más familias podían unirse para realizar el
sacrificio. El cordero era guardado hasta el
día 14, cuando se lo degollaba al atardecer, y se asperjaba su sangre en
los postes y dinteles de las puertas.
Esa misma noche se comía la carne asada. Con el cordero sólo podía
comerse pan sin leudar y hierbas amargas. No debía sacarse nada de la casa, y
nada debía dejarse hasta la mañana. Lo que quedara de aquellas partes que no
podían comerse, debía ser quemado. Promovía la camaradería. En varios aspectos
la pascua adecuadamente representaba la crucifixión. La muerte del cordero
proporcionaba el medio de salvación; la aplicación de la sangre hacía eficaz el
medio provisto. Ambas cosas eran necesarias. Así para el cristiano, la
expiación en la cruz, aunque esencial y suficiente para todos, no salva a
ningún individuo mientras no se haga una aplicación individual de la sangre.
Pero aun esto no bastaba; debía comerse la carne, y debía comérsela bajo las
condiciones especificadas y eliminarse toda la levadura. . .Una cosa es salvarse
de la muerte. Otra cosa es tener los medios necesarios para sustentar la vida.
Esto lo proporcionaba en forma positiva el comer la carne, en forma negativa,
el abstenerse de levadura. La equivalencia de la pascua es la Cena del Señor,
el servicio de la comunión.
18. Id a la ciudad: En tiempos de Jesús, la pascua se celebraba dentro de la ciudad de
Jerusalén.
18. A cierto hombre: Gr. déina, "fulano", término empleado por quien habla para
designar a una persona a quien no quiere o no puede nombrar. Las instrucciones
dadas a Pedro y a Juan eran imprecisas, quizás para evitar los propósitos de
Judás antes de la Cena.
18. El maestro dice: Estas palabras sugieren que el dueño de la casa conocía a Jesús y
simpatizaba con él.
18. En tu casa celebraré la
pascua: la tradición afirma que el padre de Juan Marcos era
el dueño de la casa en cuyo "aposento alto" estuvo por un tiempo el
domicilio de los doce y el centro de actividades de la iglesia de Jerusalén.
19. Prepararon la pascua: Según la costumbre revisar cuidadosamente la habitación para
asegurarse que no hubiera ni una partícula de levadura. También sería necesario
preparar la mesa, los reclinatorios o los cojines, y los utensilios para servir
la comida. También habrían preparado el cordero, pan sin levadura, hierbas
amargas y el vino. Sin duda, estos preparativos ocuparon buena parte del día, y
es probable que Juan y Pedro hubieran vuelto ya hacia el atardecer.
20. Se sentó a la mesa con los
12: Según la Mishnah (Pesahim 10), el ritual de la cena
pascual era el siguiente: (1) El jefe de la familia o del grupo que celebraba
la cena mezclaba la primera copa de vino y la servía a los otros, pronunciando
una bendición sobre el día y sobre el vino. (2) Entonces se ponía la mesa. Los
alimentos que se servían en la cena pascual eran el cordero, las hierbas
amargas, pan sin levadura, lechuga y una salsa llamada jaróseth, hecha de
almendras, dátiles, higos, pasas, especias y vinagre. (3) Se servía la segunda
copa de vino y el jefe de familia explicaba el significado de la pascua. (4) Se
cantaba la primera parte del hallel de la pascua, los Sal. 113 y 114. (5) Al
servirse una tercera copa de vino, el jefe de familia pronunciaba la bendición
sobre la comida. (6) Se servía una cuarta copa de vino y se entonaba la segunda
parte del hallel, que incluye los Sal. 115 al 118.
21. Uno de vosotros me va a
entregar: el asombro y la consternación se apoderaron de
ellos. No podían comprender cómo cualquiera de ellos pudiese traicionar a su
divino Maestro. ¿Por qué causa podría traicionarle? ¿Y ante quién? ¿En el
corazón de quién podría nacer tal designio?
22. Entristecidos en gran
manera: vieron que Cristo parecía muy afligido. Una nube se
posó sobre todos ellos, un presentimiento de alguna terrible calamidad cuya
naturaleza no comprendían.
22. Comenzó cada uno a
decirle: ¿Soy yo Señor?: En el griego, la forma de la
pregunta indica que se espera una respuesta negativa. Es como si se dijera:
"Yo no soy, ¿verdad que no?" “Con la más dolorosa emoción preguntaban pues el temor y la desconfianza
propia se apoderaron de ellos. Comenzaron a escudriñar su propio corazón para
ver si albergaba algún pensamiento contra su Maestro. Pero Judas guardaba silencio. Juan, con
profunda angustia, preguntó: "Señor, ¿quién es?"
23. El que mete la mano
conmigo en el plato: La cena pascual se comía con
los dedos. El "plato" aquí mencionado era sin duda la salsa
(jaróseth) que se comía con el pan sin levadura y las hierbas amargas.
23. Ese me va a entregar: En tiempos antiguos, el violar los derechos de la hospitalidad hacía
que una persona fuera considerada como sumamente indigna. En algunos países
orientales todavía hoy el que no quiere ser amigo de alguien o quiere
aprovecharse de alguno, evita comer junto con él.
24. El Hijo del Hombre va: Gr. hupágÇ, "irse". Es aquí un eufemismo equivalente a
"morir".
25. Entonces respondiendo
Judas dijo: ¿Soy yo Maestro?: el traidor
reflexionaba en sus sombríos propósitos y albergaba pensamientos de
resentimiento y venganza...el silencio de Judas atraía todos los ojos hacia él.
En medio de la confusión de preguntas y expresiones de asombro, Judas no había
oído las palabras de Jesús en respuesta a la pregunta de Juan.
25. Tú lo has dicho: Sorprendido y confundido al ver expuesto su propósito, Judas se
levantó apresuradamente para salir del aposento...Hasta que hubo dado este
paso, Judas no había traspasado la posibilidad de arrepentirse. Pero cuando
abandonó la presencia de su Señor y de sus condiscípulos, había hecho la decisión
final. Había cruzado el límite.
26. Tomó Jesús el pan: el pan sin levadura de la pascua.
26. Tomad, comed: Así como el cuerpo se sustenta con el pan literal, así también el alma
debe nutrirse de las verdades que Cristo pronunció.
26. Este es mi cuerpo: Expresa la idea de "representa"
27. Tomando la copa: contenía el jugo puro de la uva y quizá diluido con agua conforme a la
costumbre judía de aquel tiempo. Desde la vendimia hasta la pascua transcurrían
unos 6 meses. Columela y Plinio el Viejo describieron métodos empleados para
conservar sin fermentar el jugo de uva hasta por el espacio de un año. Ellos
afirman que el jugo de uva hervido por un buen tiempo se pone espeso y que esa
"semigelatina" puede conservarse para después licuarla nuevamente. También
puede hacerse jugo de uva con las pasas de uva. “El vino de la Pascua era
exento de toda fermentación. Nada que fuese corrompido por la fermentación,
símbolo de pecado y muerte, podía representar al "Cordero sin mancha y sin
contaminación."
28. Esta es mi sangre del nuevo pacto: La sangre que Jesús derramó en el Calvario ratificó o dio validez al
nuevo pacto. Los que se salvaron en los tiempos del AT, fueron redimidos en
virtud del sacrificio venidero. “Cristo se hallaba en el punto de transición entre
dos sistemas y sus dos grandes fiestas respectivas. El, el Cordero inmaculado
de Dios, estaba por presentarse como ofrenda por el pecado, y así acabaría con
el sistema de figuras y ceremonias que durante cuatro mil años había anunciado
su muerte”.
28. Para remisión
de pecados: Gr. áfesis, "perdón",
"liberación". Ésta palabra se emplea en los papiros para referirse a
la liberación de cautivos y a la remisión de deudas o castigo.
29. Hasta aquel día...: Quizá, Jesús aludió aquí a "la cena de las bodas del
Cordero" (Apoc. 19: 9), celebración del triunfo del plan de salvación.
29. Que lo beba nuevo: En el reino todo será nuevo.
30. Hubieron cantado el himno: Era habitual cantar los Sal. 115 al 118.
Monte de los Olivos: Una formación montañosa baja, al este de Jerusalén, separada de la
ciudad por el valle del Cedrón. Está a unos 800 m sobre el nivel del mar, o sea
unos 80 m más que la altura promedio de Jerusalén y unos 90 m más que la zona
del templo. Se piensa que antes de que Tito destruyera todos los árboles en las
cercanías de Jerusalén, el monte de los Olivos estaba cubierto de olivares,
higueras, mirtos y de otros árboles. Betania, ubicada a unos 3,5 km al este de
la ciudad, se hallaba en la ladera sudeste del monte.
31. Os escandalizareis de mi
esta noche: Gr. shandalízÇ, "ser motivo de tropiezo".
El término skándalon, se refiere al mecanismo que hace funcionar una trampa.
“Los discípulos oyeron esto con tristeza y asombro. Recordaron como, en la
sinagoga de Capernaúm, cuando Cristo habló de sí mismo como del pan de vida,
muchos se habían ofendido y se habían apartado de él. Pero los doce no se
habían mostrado infieles.
34. Antes de que el gallo
cante: El "cantar del gallo" era una forma común
de referirse al amanecer.
34. ...Me negarás 3 veces: Jesús le habla advertido que esa misma noche negaría a su Salvador.
Ahora Cristo le repite la advertencia.
35. Aunque me sea necesario
morir por ti: Cada palabra era sincera; pero no se conocía a sí
mismo. Ocultos en su corazón estaban los malos elementos que las circunstancias
iban a hacer brotar a la vida
35. ...No te negaré. Y todos
decían lo mismo: En la confianza que tenían en sí mismos, negaron la
repetida declaración de Aquel que sabía. No estaban preparados para la prueba;
cuando la tentación les sobreviniese, comprenderían su propia debilidad.
Getsemaní: palabra aramea "prensa de aceite". Al pie del monte de las
Olivas. Lugar apartado que él había visitado con frecuencia para meditar y
orar.
37. Tomando a Pedro, y a los 2
hijos de Zebedeo: Estos tres discípulos eran los compañeros más
íntimos de Cristo. Deseaba que ellos pasasen la noche con él en oración.
37. Comenzó a entristecerse y
a angustiarse...: Al acercarse a Getsemaní se fue sumiendo en un
extraño silencio...Ahora le parecía estar excluido de la luz de la presencia
sostenedora de Dios. Ahora se contaba con los transgresores...Tan terrible le
parece tan grande el peso de la culpabilidad que debe llevar, que está tentado
a temer que quedará privado para siempre de su Padre. Los discípulos notaron el
cambio de ánimo en su Maestro. Nunca antes le habían visto tan triste y
callado...Su cuerpo se tambaleaba como si estuviese por caer. Al llegar al huerto,
los discípulos buscaron ansiosamente el lugar donde solía retraerse, para que
su Maestro pudiese descansar. Cada paso le costaba un penoso esfuerzo. Dejaba
oír gemidos como si le agobiase una terrible carga. Dos veces le sostuvieron
sus compañeros, pues sin ellos habría caído al suelo.
38. Mi alma está muy triste,
hasta la muerte: Equivalente de una expresión común hebrea que
significa "yo". “Exclamó sintiendo cuán terrible es la ira de Dios
contra la transgresión”.
38. Quedaos aquí: no podía sufrir que aun ellos presenciasen la agonía que iba a
soportar.
38. Velad conmigo: "estar despierto", pero aquí significa estar despierto con
un propósito definido.
39. Yendo un poco delante: no tan lejos que no pudiesen verle y oírle.
Sentía que el pecado le estaba separando de su Padre. La sima era tan
ancha, negra y profunda que su espíritu se estremecía ante ella. No debía
ejercer su poder divino para escapar de esa agonía...Hasta entonces había
obrado como intercesor por otros; ahora anhelaba tener un intercesor para sí.
Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no
pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas...Satanás
le decía que si se hacía garante de un mundo pecaminoso, la separación seria
eterna. Quedaría identificado con el reino de Satanás, y nunca más seria uno
con Dios...Todo el ser de Cristo aborrecía este pensamiento. Que aquellos a
quienes se había comprometido a salvar, aquellos a quienes amaba tanto se
uniesen a las maquinaciones de Satanás, esto traspasaba su alma...En su agonía,
se aferra al suelo frío, como para evitar ser alejado más de Dios. El frío
rocío de la noche cae sobre su cuerpo postrado, pero él no le presta atención.
39. Pase de mí esta copa: expresión bíblica comúnmente empleada para representar las
experiencias de la vida, ya sean buenas o malas
40. Vino luego a sus
discípulos: En la suprema agonía de su alma, vino a sus
discípulos con un anhelante deseo de oír algunas palabras de consuelo de
aquellos a quienes había bendecido y consolado con tanta frecuencia, y escudado
en la tristeza y la angustia. . .anhelaba saber que oraban por él y por sí
mismos.
40. Los halló durmiendo: Si los hubiese hallado orando, habría quedado aliviado. Si ellos
hubiesen estado buscando refugio en Dios para que los agentes satánicos no
pudiesen prevalecer sobre ellos, habría quedado consolado por su firme fe...Habían
orado al oír los fuertes clamores del que sufría. No se proponían abandonar a
su Señor, pero parecían paralizados por un estupor que podrían haber sacudido
sí hubiesen continuado suplicando a Dios. No comprendían la necesidad de velar
y orar fervientemente para resistir la tentación.
40. ¿No habéis podido velar
conmigo una
hora?: la expresión griega también puede entenderse en el
sentido de "tiempo breve", "un momento", "un
rato"; por lo tanto, no necesitaría interpretarse en forma literal. “Los
discípulos se despertaron al oír la voz de Jesús, pero casi no le conocieron,
tan cambiado por la angustia había
quedado su rostro”.
41. . . .Para que no entréis
en tentación: Temió que no pudiesen soportar la prueba que iba a
sobrevenirles en la hora de su entrega y muerte.
41. El espíritu está dispuesto: Es decir, las facultades superiores de la mente.
41. Pero la carne es débil: en el NT muchas veces representa la naturaleza inferior del hombre con
sus diversos apetitos y deseos. “Aun en su gran agonía, procuraba disculpar su
debilidad”.
El Hijo de Dios volvió a quedar presa de agonía sobre humana, y
tambaleándose volvió agotado al lugar de su primera lucha. Su sufrimiento era aún
mayor que antes... Su presencia los despertó. Vieron su rostro surcado por el
sangriento sudor de la agonía, y se llenaron de temor. No podían comprender su
angustia mental.
42. Si no puede pasar de mí
esta copa...: La construcción griega indica que esta condición no
se cumplirá, es decir, la copa no podrá pasar de él.
44. Dejándolos se fue de nuevo: Apartándose, Jesús volvió a su lugar de retiro y cayó postrado,
vencido por el horror de una gran obscuridad. La humanidad del Hijo de Dios
temblaba en esa hora penosa.
Oraba...por su propia alma tentada y agonizante. Había llegado el
momento pavoroso, el momento que había de decidir el destino del mundo. La
suerte de la humanidad pendía de un hilo. Cristo podía aun ahora negarse a
beber la copa destinada al hombre culpable. Todavía no era demasiado tarde.
Podía enjugar el sangriento sudor de su frente y dejar que el hombre pereciese
en su iniquidad.
Tres veces rehuyó su humanidad el último y culminante sacrificio. . .Ve
que los transgresores de la ley, abandonados a sí mismos, tendrían que perecer...Contempla
la suerte que le tocaría, y su decisión queda hecha. Salvará al hombre, sea
cual fuere el costo. Acepta su bautismo de sangre, a fin de que por él los
millones que perecen puedan obtener vida eterna. Dejó los atrios celestiales,
donde todo es pureza, felicidad y gloria, para salvar a la oveja perdida, al
mundo que cayó por la transgresión. Y no se apartará de su misión...Habiendo
hecho la decisión, cayó moribundo al suelo del que se había levantado
parcialmente. ¿Dónde estaban ahora sus discípulos, para poner tiernamente sus
manos bajo la cabeza de su Maestro desmayado, y bañar esa frente desfigurada. .
.?
Pero Dios sufrió con su Hijo. Los ángeles contemplaron la agonía del
Salvador. Vieron a su Señor rodeado por las legiones de las fuerzas satánicas,
y su naturaleza abrumada por un pavor misterioso que lo hacía estremecerse.
Hubo silencio en el cielo. Ningún arpa vibraba... los cielos se abrieron, una
luz resplandeció de en medio de la tempestuosa obscuridad de esa hora crítica,
y el poderoso ángel que está en la presencia de Dios ocupando el lugar del cual
cayó Satanás, vino al lado de Cristo. No vino para quitar de su mano la copa,
sino para fortalecerle a fin de que pudiese beberla, asegurado del amor de su
Padre. Vino para dar poder al suplicante divino-humano. Le mostró los cielos
abiertos y le habló de las almas que se salvarían como resultado de sus
sufrimientos. Le aseguró que su Padre es mayor y más poderoso que Satanás, que
su muerte ocasionaría la derrota completa de Satanás, y que el reino de este
mundo sería dado a los santos del Altísimo. Le dijo que vería el trabajo de su
alma y quedaría satisfecho, porque vería una multitud de seres humanos salvados,
eternamente salvos.
La agonía de Cristo no cesó, pero le abandonaron su depresión y
desaliento. La tormenta no se había apaciguado, pero el que era su objeto fue
fortalecido para soportar su furia. Salió de la prueba sereno y henchido de
calma. Una paz celestial se leía en su rostro manchado de sangre. Había
soportado lo que ningún ser humano hubiera podido soportar; porque había
gustado los sufrimientos de la muerte por todos los hombres.
Los discípulos dormidos habían sido despertados repentinamente por la
luz que rodeaba al Salvador. Vieron al ángel que se inclinaba sobre su Maestro
postrado. Le vieron alzar la cabeza del Salvador contra su pecho y señalarle el
cielo. Oyeron su voz, como la música más dulce, que pronunciaba palabras de
consuelo y esperanza. . .y no sintieron ya temor por su Maestro.
46. Vamos: Jesús salió al encuentro de la turba.
47. Mucha gente: Entre esa variada multitud estaba los sacerdotes, acompañado por
diferentes dirigentes judíos, por algunos fariseos, por los alguaciles del
templo, y por un destacamento de soldados romanos. Además, se encontraba allí
una turba, formada en parte por rufianes del populacho de Jerusalen.
48. El que le entregaba les
había dado señal: Los judíos temían que, por ser de noche, y en medio
de una gran multitud, pudieran prender a quien no correspondía, y que se
escapara aquel a quien querían capturar. Posiblemente también temían que se
produjera una lucha.
48. Al que yo besare: modo común de saludar en tiempos antiguos. Sin duda, era la forma más
correcta en la que un discípulo podía saludar a su maestro.
49. Se acercó a Jesús. . .y le
besó: Ahora, fingiendo no tener parte con ellos, se acercó
a Jesús, le tomó de la mano como un amigo familiar, diciendo: "Salve,
Maestro," le besó repetidas veces,
simulando llorar de simpatía por él en su peligro. . .Jesús no rechazó el beso
del traidor.
50. Entonces. . .echaron mano
a Jesús: La turba se envalentonó al ver a Judas tocar la
persona de Aquel que había estado glorificado ante sus ojos tan poco tiempo antes.
Los discípulos hablan pensado que su Maestro no se dejaría prender. Se
quedaron chasqueados e indignados al ver sacar las cuerdas para atar las manos
de Aquel a quien amaban.
51. Pero uno...sacó
su espada...: Mateo, Marcos y Lucas no lo designan por nombre,
quizá porque escribieron mientras Pedro aún vivía, tal vez para evitarle el
bochorno. Lo menciona Juan, que escribió muchos años después de la muerte de
Pedro.
51. Hiriendo a un siervo del
sumo sacerdote: Juan, que conocía personalmente al sumo sacerdote
(Juan 18: 15), identifica como Malco al siervo (vers. 10). Posiblemente Malco
fue uno de los que le "echaron mano" a Jesús. “En su ira, Pedro sacó
impulsivamente su espada y trató de defender a su Maestro, pero no logró sino
cortar una oreja del siervo del sumo sacerdote. Cuando Jesús vio lo que había
hecho, libró sus manos, aunque eran sujetadas firmemente por los soldados
romanos, y diciendo: "Dejad hasta aquí," tocó la oreja herida, Y ésta
quedó inmediatamente sana”.
52. Vuelve tu espada a su lugar: Los dirigentes de los judíos podrían haber interpretado fácilmente que
el acto arrebatado de Pedro demostraba que Jesús y sus discípulos eran una
banda de peligrosos revolucionarios, y esa acusación podría haberse empleado
como una prueba válida de que Jesús merecía ser ajusticiado.
53. Doce legiones: Una división del ejército romano que, cuando estaba completa, contaba
aproximadamente con 6.000 infantes y 700 jinetes, o un total de unos 6.700
hombres. Sin embargo, por lo general - como sucede con los ejércitos modernos-
la legión no se mantenía con todos sus efectivos.
54. ¿Cómo entonces se
cumplirán las Escrituras...?: los discípulos
se preguntaban: ¿Oh, por qué no se salva a sí mismo y a nosotros? Contestando a
su pensamiento inexpresado Jesús dijo esto.
55. ¿Como contra un ladrón
habéis salido...?: los astutos sacerdotes y ancianos se habían unido a
la policía del templo y a la turba para seguir a Judas hasta Getsemaní. ¡Qué
compañía para estos dignatarios: una turba ávida de excitación y armada con
toda clase de instrumentos como para perseguir a una fiera! Jesús fijó sobre
ellos su mirada escrutadora. Mientras viviesen, no se olvidarían de las
palabras que pronunciara. Eran como agudas saetas del Todopoderoso.
56. Todos los discípulos
dejándole huyeron: Se ofendieron porque sufría esta humillación para sí
y para ellos. No podían comprender su conducta, y le inculpaban por someterse a
la turba. En su indignación y temor, Pedro propuso que se salvasen a sí mismos.
57. Le llevaron al sumo
sacerdote: “Llevaron apresuradamente a Jesús al otro lado del
arroyo Cedrón, más allá de los huertos y olivares, y a través de las
silenciosas calles de la ciudad dormida. Era más de medianoche, y los clamores
de la turba aullante que le seguía rasgaban bruscamente el silencio nocturno.
El Salvador iba atado y cuidadosamente custodiado, y se movía penosamente”. Su
juicio consistió en dos fases: la primera, un juicio eclesiástico ante las autoridades religiosas judías; y la
segunda, el juicio civil ante Pilato
y Herodes. Hubo dos audiencias preliminares, una ante Anás solo, y otra ante
Anás y Caifás. Fue llevado ante el sanedrín dos veces: primero, de noche; y
luego, de día. Compareció dos veces ante Pilato y una vez ante Herodes, entre
las dos veces que estuvo ante Pilato.
57. Estaban reunidos los
escribas y los ancianos: El sanedrín estaba compuesto
de miembros pertenecientes a estos dos grupos y también de sacerdotes.
58. Pedro le seguía de lejos.
. .y entrando: Juan habló en favor de Pedro y obtuvo permiso para
que entrase también. Pero no había querido que fuese conocido su verdadero
carácter.
59. Todo el concilio: excepto los que simpatizaban con Jesús. Esta vez no se iba a convocar
a José de Arimatea ni a Nicodemo.
58. Buscaban falso testimonio
contra Jesús: Bajo el gobierno romano, el Sanedrín no podía
ejecutar la sentencia de muerte. Podía tan sólo examinar a un preso y dar su
fallo, que debía ser ratificado por las autoridades romanas. Era, pues,
necesario presentar contra Cristo acusaciones que fuesen consideradas como
criminales por los romanos. . .y una acusación que le condenase ante los
judíos. . .Si se podía probar que Jesús había blasfemado, sería condenado por
los judíos. Si se le convencía de sedición, esto aseguraría su condena por los
romanos.
58. Y no lo hallaron: No pudieron encontrar falsos testigos cuyos informes concordaran.
El arresto a medianoche por una turba, las burlas y los ultrajes que se
le infligieron antes que fuese condenado, o siquiera acusado, eran la manera de
actuar de ellos, y no de él. Su acción era una violación de la ley. Sus propios
reglamentos declaraban que todo hombre debía ser tratado como inocente hasta
que su culpabilidad fuese probada. Por sus propios reglamentos, los sacerdotes
estaban condenados.
Cristo sufrió intensamente bajo los ultrajes y los insultos. En manos de
los seres a quienes había creado y en favor de los cuales estaba haciendo un
sacrificio infinito, recibió toda indignidad. Y sufrió en proporción a la
perfección de su santidad y su odio al pecado. El ser interrogado por hombres
que obraban como demonios, le era un continuo sacrificio. El estar rodeado por
seres humanos bajo el dominio de Satanás le repugnaba. Y sabía que en un
momento, con un fulgor de su poder divino podía postrar en el polvo a sus
crueles atormentadores. Esto le hacía tanto más difícil soportar la prueba.
Los judíos esperaban a un Mesías
que se revelase con manifestación exterior. Esperaban que, por un despliegue de
voluntad dominadora, cambiase la corriente de los pensamientos de los hombres y
los obligase a reconocer su supremacía. . .Así que cuando Cristo fue tratado
con desprecio, sintió una fuerte tentación a manifestar su carácter divino. Por
una palabra, por una mirada, podía obligar a sus perseguidores a confesar que
era Señor de reyes y gobernantes, sacerdotes y templo. . . Su amor por su Padre
y el compromiso que contrajera desde la creación del mundo, de venir a llevar
el pecado, le indujeron a soportar sin quejarse el trato grosero de aquellos a
quienes había venido a salvar.
Las autoridades estaban resueltas a apresurarlo. Conocían el aprecio que
el pueblo tenía por Jesús, y temían que si cundía la noticia de su arresto, se
intentase rescatarle. Además, si no se realizaba en seguida el juicio y la
ejecución, habría una demora de una semana por la celebración de la Pascua. . .
Resolvieron, pues, que antes que se conociese su propósito, Jesús fuese
entregado los romanos.
La excitación era intensa. En toda la muchedumbre, él era el único que
sentía calma y serenidad. La misma atmósfera que le rodeaba parecía impregnada
de influencia santa. . .La gente comparaba el comportamiento excitado y maligno
de Annás y Caifás con el porte sereno y majestuoso de Jesús. Al percibir Caifás
la influencia que reinaba, apresuró el examen.
Caifás había considerado a Jesús como su rival. La avidez con que el
pueblo oía al Salvador y la aparente disposición de muchos a aceptar sus
enseñanzas, habían despertado los acerbos celos del sumo sacerdote. Pero al
mirar Caifás al preso, le embargó la admiración por su porte noble y digno.
Sintió la convicción de que este hombre era de filiación divina. Al instante
siguiente desterró despectivamente este pensamiento.
60. Al fin vinieron 2 testigos: Aun estos no estuvieron realmente de acuerdo (Mar. 14: 59) en los
puntos básicos, y su testimonio fue vago y contradictorio. Sin embargo, el sumo
sacerdote fingió que aceptaba su testimonio, aunque bien sabía que Jesús no
podía ser sentenciado con esas pruebas.
61. Puedo derribar el templo
de DIOS...: estas palabras fueron torcidas y falseadas, Jesús
había dicho esto referente a su resurrección. Si hubiesen sido repetidas
exactamente como él las dijo, no habrían servido para obtener su condena ni
siquiera de parte del Sanedrín. Los romanos se habían dedicado a reconstruir y
embellecer el templo, y se enorgullecían mucho de ello; cualquier desprecio
manifestado hacia él habría de excitar seguramente su indignación. En este
terreno, podían concordar los romanos y los judíos, los fariseos y los saduceos.
Al fin, sus acusadores quedaron enredados, confundidos y enfurecidos. El
proceso no adelantaba; parecía que las maquinaciones iban a fracasar. Caifás se
desesperaba. Quedaba un último recurso; había que obligar a Cristo a condenarse
a sí mismo. El sumo sacerdote se levantó del sitial del juez, con el rostro
descompuesto por la pasión, e indicando claramente por su voz y su porte que,
si estuviese en su poder, heriría al preso que estaba delante de él.
63. Te conjuro por el DIOS
viviente: Una persona no podía ser condenada por su propio
testimonio. “Por fin, Caifás, alzando la diestra hacia el cielo, se dirigió a
Jesús con un juramento solemne. Cristo no podía callar ante esta demanda. Había
tiempo en que debía callar, y tiempo en que debía hablar...la demanda provenía
de la más alta autoridad reconocida en la nación, y en el nombre del Altísimo.
Cristo no podía menos que demostrar el debido respeto a la ley. Más que esto,
su propia relación con el Padre había sido puesta en tela de juicio”.
64. Veréis al Hijo del Hombre
sentado a la diestra del poder de DIOS: Una luz
celestial parecía iluminar su semblante pálido. Por un momento la divinidad de
Cristo fulguró a través de su aspecto humano... Cristo presentó el reverso de
la escena que ocurría entonces. El, el Señor de la vida y la gloria, estaría
sentado a la diestra de Dios. Sería el juez de toda la tierra, y su decisión
sería inapelable.
El sumo sacerdote vaciló bajo la mirada penetrante del Salvador. Esa
mirada parecía leer sus pensamientos ocultos y entrar como fuego hasta su
corazón. Nunca, en el resto de su vida, olvidó aquella mirada escrutadora del
perseguido Hijo de Dios. . .Como en un panorama, surgieron ante su espíritu las
escenas del juicio final. Por un momento, vio el pavoroso espectáculo de los
sepulcros devolviendo sus muertos, con los secretos que esperaba estuviesen
ocultos para siempre...Las palabras de Cristo habían herido en lo vivo al
saduceo. Caifás había negado la doctrina de la resurrección, del juicio y de
una vida futura. Ahora se sintió enloquecido por una furia satánica.
65. Rasgó sus vestiduras: Para que la gente pudiese ver su supuesto horror e influir en los
jueces. La convicción, mezclada con la pasión, había inducido a Caifás a hacer esto. Estaba furioso consigo
mismo por creer las palabras de Cristo, y en vez de rasgar su corazón bajo un
profundo sentimiento de la verdad y confesar que Jesús era el Mesías, rasgo sus
ropas sacerdotales en resuelta resistencia...El sumo sacerdote no debía rasgar
sus vestiduras. La ley levítica lo prohibía bajo sentencia de muerte. Todo lo
que llevaba el sacerdote había de ser entero y sin defecto. Estas hermosas
vestiduras oficiales representaban el carácter del gran prototipo, Jesucristo.
Al rasgar sus vestiduras, se privaba de su carácter representativo y cesaba de
ser acepto para Dios como sacerdote oficiante. Esta conducta de Caifás
demostraba pues la pasión e imperfección humanas. Al rasgar sus vestiduras,
Caifás anulaba la ley de Dios para seguir la tradición de los hombres. Una ley
de origen humano estatuía que en caso de blasfemia un sacerdote podía desgarrar
impunemente sus vestiduras por horror al pecado. El mismo estaba cometiendo
blasfemia. Cuando Caifás rasgó sus vestiduras, su acto prefiguraba el lugar que
la nación judía como nación iba a ocupar desde entonces para con Dios.
65. Habéis oído su blasfemia: "dicho injurioso", "calumnia", es decir, cualquier
afirmación ofensiva. Según el judaísmo rabínico, el pronunciar el nombre divino
era blasfemia. Los judíos también entendían que era blasfemia el que un hombre
se igualara con Dios. El castigo levítico para la blasfemia era pena de muerte
o apedreamiento (Lev. 24:16), aunque los judíos del tiempo de Cristo, por lo
general, no estaban en libertad de llevar a cabo esa ejecución.
66. ¿Qué os parece?: Caifás pidió la votación de los miembros del sanedrín acerca de esta
acusación.
66. Es reo de muerte: era contrario a la ley judaica juzgar a un preso de noche. Un fallo
legal no podía pronunciarse sino a la luz del día y ante una sesión plenaria
del concilio.
El palacio del sumo sacerdote rodeaba un atrio abierto en el cual los
soldados y la multitud se habían congregado. A través de ese patio, y
recibiendo por todos lados burlas acerca de su aserto de ser Hijo de Dios,
Jesús fue llevado a la sala de guardia. Sus propias palabras, "sentado a
la diestra de la potencia" y "que viene en las nubes del cielo,"
eran repetidas con escarnio. Mientras estaba en la sala de guardia aguardando
su juicio legal, no estaba
protegido. El populacho ignorante había visto la crueldad con que había sido
tratado ante el concilio, y por tanto se tomó la libertad de manifestar todos
los elementos satánicos de su naturaleza. La misma nobleza y el porte divino de
Cristo lo enfurecían. Su mansedumbre, su inocencia y su majestuosa paciencia,
lo llenaban de un odio satánico...Nunca fue tratado un criminal en forma tan
inhumana como lo fue el Hijo de Dios.
69. Pedro estaba sentado fuera
en el patio: En el atrio, se había encendido un fuego; porque era
la hora más fría de la noche, precisamente antes del alba. Un grupo se reunió
en derredor del fuego, y Pedro se situó presuntuosamente entre los que lo
formaban. No quería ser reconocido como discípulo de Jesús.
69. Se le acercó una criada: la mujer que cuidaba la puerta, una de las criadas de Caifás le echó
una mirada escrutadora. Ella había notado que había entrado con Juan, observó
el aspecto de abatimiento que había en su cara y pensó que sería un discípulo
de Jesús.
El hizo como que no la comprendía, pero ella insistió y dijo a los que
la rodeaban que ese hombre estaba con Jesús.
70. No sé lo que dices: Pedro se vio obligado a contestar y lo hizo airadamente, inmediatamente el gallo cantó. Si hubiese
sido llamado a pelear por su Maestro, habría sido un soldado valeroso; pero
cuando el dedo del escarnio le señaló, se mostró cobarde. Ninguna mano enemiga
podría haberle asestado a Jesús el
golpe que le infligió su dolor más profundo.
71. Saliendo él a la puerta: Gr. pulÇn, "puerta" o "pórtico". Aquí es posible
que se refiera al corredor que llevaba del patio a la calle.
Pedro procuraba no mostrarse interesado en el juicio de su Maestro, pero
su corazón estaba desgarrado por el pesar al oír las crueles burlas y ver los
ultrajes que sufría. Más aún, se sorprendía y airaba de que Jesús se humillase
a sí mismo y a sus seguidores sometiéndose a un trato tal. A fin de ocultar
sus verdaderos sentimientos, trató de
unirse a los perseguidores de Jesús en sus bromas inoportunas, pero su
apariencia no era natural. Mentía por sus actos, y mientras procuraba hablar
despreocupadamente no podía refrenar sus expresiones de indignación por los
ultrajes infligidos a su Maestro.
73. Un poco después: Transcurrió una hora.
73. Los que por allí estaban: Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente cercano del hombre a
quien Pedro había cortado una oreja.
73. Aun tu manera de hablar te
descubre: Los discípulos de Jesús eran conocidos por la pureza
de su lenguaje.
74. Él comenzó a maldecir y a
jurar: Esto violaba directamente el precepto dado por Jesús
en el Sermón del Monte en cuanto a la manera pura y sencilla de hablar. “A fin
de engañar plenamente a los que le interrogaban y justificar la actitud que
había asumido”. Si se lo identificaba como la persona que había herido a Malco,
había peligro que lo llevaran al juzgado por intento de asesinato.
74. En seguida el gallo cantó: Pedro lo oyó entonces.
Mientras los juramentos envilecedores estaban todavía en los labios de
Pedro y el agudo canto del gallo repercutía en sus oídos, el Salvador se desvió
de sus ceñudos jueces y miró de lleno a su pobre discípulo. Al mismo tiempo,
los ojos de Pedro fueron atraídos hacia su Maestro. En aquel amable semblante,
leyó profunda compasión y pesar, pero no había ira. Al ver ese rostro pálido y
doliente, esos labios temblorosos, esa mirada de compasión y perdón, su corazón
fue atravesado como por una flecha... Reflexionó con horror en su propia
ingratitud, su falsedad, su perjurio.
75. Saliendo fuera lloró
amargamente: Una vez más miró a su Maestro, y vio una mano
sacrílega que le hería en el rostro. No pudiendo soportar ya más la escena,
salió corriendo de la sala con el corazón quebrantado. Siguió corriendo en la
soledad y las tinieblas, sin saber ni querer saber adónde. Por fin se encontró
en Getsemaní. . .En el mismo lugar donde Jesús había derramado su alma
agonizante ante su Padre, cayó Pedro sobre su rostro y deseó morir.
27. Todos los principales sacerdotes y ancianos: el Sanedrín.
Según Josefo, el edificio donde se reunía el sanedrín estaba en el ángulo
suroeste del predio del templo.
2. Le entregaron...: Jesús fue llevado al pretorio romano, residencia oficial de Pilato.
Algunos han identificado el pretorio con la torre Antonia, muy próxima al norte
del predio del templo. Otros han pensado que sería el antiguo palacio de
Herodes, a menos de 1 km del predio del templo, hacia el oeste.
Poncio Pilato: Fue el quinto en la serie de procuradores nombrados por Roma después
de la deposición y del destierro de Arquelao en el año 6 d. C. Pilato sucedió a
Valerio Grato aproximadamente en el año 26 d. C., y fue destituido por Tiberio
en el año 36 d. C. por su conducta indebida mientras ejercía el mando.
2. El gobernador: Gr. h'gemÇn, mejor "procurador" (BJ). El h'gemÇn era un
romano de la orden ecuestre, designado por el César y directamente responsable
ante él. La residencia oficial del procurador romano, se encontraba en Cesarea.
Sin embargo, era la práctica de los procuradores trasladarse a Jerusalén
particularmente en ocasión de las grandes fiestas judías, cuando se reunían
allí miles de peregrinos. Siempre existía la posibilidad de un levantamiento
popular contra Roma, y una ocasión tal como la pascua proporcionaba a los
judíos la oportunidad ideal para una insurrección.
3. Viendo que era condenado: Si Jesús no debía morir, lo único que haría sería obligarle a
librarse. Judas no creía que Cristo se dejaría arrestar. Al entregarle, era su
propósito enseñarle una lección. Se proponía desempeñar un papel que indujera
al Salvador a tener desde entonces cuidado de tratarle con el debido respeto. .
.Puesto que había escapado de tantas trampas, pensaba Judas, no se dejaría
ciertamente prender esta vez tampoco. . .Si Jesús era realmente el Mesías, el
pueblo, por el cual había hecho tanto, se reuniría en derredor suyo, y le
proclamaría rey. . . Judas tendría en su favor el haber puesto al rey en el
trono de David. Y este acto le aseguraría el primer puesto, el siguiente a
Cristo en el nuevo reino. Ansiosamente le siguió desde el huerto hasta el
proceso delante de los gobernantes judíos.
De repente, una voz ronca cruzó la sala,
haciendo estremecer de terror todos los corazones. Su rostro estaba pálido y
desencajado, y había en su frente gruesas gotas de sudor. . .Asiéndose
vivamente del manto de Caifás, le imploró que soltase a Jesús y declaró que no
había hecho nada digno de muerte. Caifás se desprendió airadamente de él, pero
quedó confuso y sin saber qué decir. La perfidia de los sacerdotes quedaba
revelada.
4. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros?: Fue el Sumo sacerdote que habló. Los
sacerdotes habían estado dispuestos a hacer de Judas su instrumento; pero
despreciaban su bajeza.
Judas se echó entonces a los pies de Jesús,
reconociéndole como Hijo de Dios, y suplicándole que se librase. El Salvador no
reprochó a su traidor. Sabía que Judas no se arrepentía; su confesión fue
arrancada a su alma culpable por un terrible sentimiento de condenación en
espera del juicio, pero no sentía un profundo y desgarrador pesar por haber
entregado al inmaculado Hijo de Dios y negado al Santo de Israel.
...Con asombro, presenciaron todos la
longanimidad de Cristo hacia su traidor. Otra vez sintieron la convicción de
que ese hombre era más que mortal. Pero si era el Hijo de Dios, se preguntaban,
¿por qué no se libraba de sus ataduras y triunfaba sobre sus acusadores?
6. No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas: Gr. korbanás, transliteración de una palabra
aramea que significa "dádiva". Es probable que aquí korbanás se
refiera al lugar donde se guardaban las dádivas ofrecidas al templo. Es
probable que esta restricción se basara en Deut. 23: 18.
8. Se llama hasta el día de hoy: Es decir, cuando Mateo escribió el Evangelio.
9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías. . .: Sin embargo, la cita proviene básicamente de Zac. 11: 13, con posibles
alusiones a Jer. 18: 2-12; 19: 1-15; 32: 6-9.
11. Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador: Pilato le miró con ojos nada amistosos. El
gobernador romano había sido sacado con premura de su dormitorio, y estaba
resuelto a despachar el caso tan pronto como fuese posible...nunca antes había
comparecido ante él un hombre que llevase rasgos de tanta bondad y nobleza. En
su cara no vio vestigios de culpabilidad, ni expresión de temor, ni audacia o
desafío. Vio a un hombre de porte sereno y digno...Su naturaleza mejor fue
despertada. Había oído hablar de Jesús y de sus obras. Su esposa le había
contado algo de los prodigios realizados por el profeta galileo, que sanaba a
los enfermos y resucitaba a los muertos.
11. ¿Eres tú el rey de los judíos?: La construcción griega de la pregunta insinúa que Pilato difícilmente
podía creer que una persona como Jesús pudiera ser un revolucionario.
11. Jesús le dijo: Tú lo dices: Mientras hablaba, su semblante se iluminó como si un rayo de sol
resplandeciese sobre él.
Cuando oyeron su respuesta, Caifás y los que
con él estaban invitaron a Pilato a reconocer que Jesús había admitido el
crimen que le atribuían. Con ruidosos clamores, sacerdotes, escribas y
gobernantes exigieron que fuese sentenciado a muerte. A esos clamores se unió
la muchedumbre, y el ruido era ensordecedor.
13. ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?: Se esperaría que una persona común afirmara
a voz en cuello su inocencia, ya fuera inocente o culpable.
14. Jesús no le respondió ni una palabra: Pero su silencio era elocuencia.
15. En el día de la fiesta acostumbraba...soltar al pueblo un preso: Era una costumbre de invención pagana; no
había sombra de justicia en ella, pero los judíos la apreciaban mucho. Era una
demostración de la política conciliatoria de Roma para con los pueblos de las
provincias subyugadas y tenía el propósito de ganar su favor.
Barrabás: Este hombre había aseverado ser el Mesías. Pretendía tener autoridad
para establecer un orden de cosas diferente para arreglar el mundo. Dominado
por el engaño satánico, sostenía que le pertenecía todo lo que pudiese obtener
por el robo. Había hecho cosas maravillosas por medio de los agentes satánicos,
había conquistado secuaces entre el pueblo y había provocado una sedición
contra el gobierno romano. Bajo el manto del entusiasmo religioso, se ocultaba
un bribón empedernido y desesperado, que sólo procuraba cometer actos de
rebelión y crueldad.
17. ¿A quién queréis que os suelte?: Pilato pensó despertar en el pueblo un sentido de justicia.
Esperaba suscitar su simpatía por Jesús en oposición a los sacerdotes y
príncipes.
19. Su mujer: la tradición ha dado el nombre de Claudia Procla.
19. Hoy he padecido mucho en sueños por causa de él: En respuesta a la oración de Cristo, la
esposa de Pilato había sido visitada por un ángel del cielo, y en un sueño
había visto al Salvador y conversado con él...mientras miraba a Jesús en su
sueño no tuvo duda...Sabía que era el Príncipe de Dios. Le vio juzgado en el
tribunal. Vio las manos estrechamente ligadas como las manos de un criminal.
Vio a Herodes y sus soldados realizando su impía obra. Oyó a los sacerdotes y
príncipes, llenos de envidia y malicia, acusándole furiosamente. Oyó las
palabras: "Nosotros tenemos ley, y según nuestra ley debe morir." Vio
a Pilato entregar a Jesús para ser azotado, después de haber declarado:
"Yo no hallo en él ningún crimen." Oyó la condenación pronunciada por
Pilato, y le vio entregar a Cristo a sus homicidas. Vio la cruz levantada en el
Calvario. Vio la tierra envuelta en tinieblas y oyó el misterioso clamor:
"Consumado es." Pero otra escena aún se ofreció a su mirada. Vio a
Cristo sentado sobre la gran nube blanca, mientras toda la tierra oscilaba en
el espacio y sus homicidas huían de la presencia de su gloria.
21. ¡A Barrabás!: Como el rugido de las fieras, vino la respuesta de la turba
22. ¡Sea crucificado!: Nuevamente la agitada turba rugió como demonios. Había verdaderos
demonios en forma humana en la muchedumbre.
24. Se lavó las manos: en señal de inocencia. Pero aunque Pilato pudiera procurar evadir la
responsabilidad por la muerte de Jesús, su culpa permanecía.
25. Su sangre sea... sobre nuestros hijos: Dios no castiga a los hijos por los pecados
de sus padres. Sin embargo, los resultados de las decisiones equivocadas y de
acciones erróneas tienen su efecto natural sobre generaciones posteriores. En
el terrible asedio de Jerusalén en el año 70 d. C., una generación después de
la crucifixión, los judíos sufrieron el resultado inevitable de la fatal
decisión y durante dieciocho siglos en la condición de la nación judía.
26. Habiendo azotado a Jesús: La pena máxima era de cuarenta azotes. Se acostumbraba dar sólo 39
azotes pues no dar el último azote insinuaba misericordia. Cuando Pilato
entregó a Jesús para que fuese azotado y burlado, pensó excitar la compasión de
la muchedumbre. Esperaba que ella decidiera que este castigo bastaba.
26. Le entrego para ser crucificado: Pilato anhelaba librar a Jesús. Pero vio que
no podría hacerlo y conservar su puesto y sus honores.
28. Le echaron encima un manto escarlata: Gr. kókkinos, "rojo",
"escarlata". La anilina que se usaba para teñir de este color se
obtenía del cuerpo disecado de ciertos insectos. Pudo haber sido capa de
soldado, o quizá alguna vestimenta que Pilato hubiera usado antes. Lo colocaron
sobre los hombros de Cristo como imitación burlona del manto real de color
púrpura.
29. Una caña en su mano: En imitación de un cetro real.
29. Le escarnecían: Satanás indujo a la turba cruel a ultrajar al Salvador. Era su
propósito provocarle a que usase de represalias, si era posible, o impulsarle a
realizar un milagro para librarse y así destruir el plan de la salvación...se
sometió con perfecta calma a los más groseros insultos y ultrajes...La ira de
Satanás fue grande.
31. Le llevaron para crucificarle: Eran quizá las 8 o las 9 de la mañana. La cruz que había sido
preparada para Barrabás fue puesta sobre sus hombros magullados y
ensangrentados.
Una vasta multitud siguió a Jesús desde el
pretorio hasta el Calvario. Las nuevas de su condena se habían difundido por
toda Jerusalén, y acudieron al lugar de su ejecución personas de todas clases y
jerarquías...los discípulos y creyentes de la ciudad y región circundante pudieron
unirse a la muchedumbre que seguía al Salvador.
La carga del Salvador era demasiado pesada
para él en su condición débil y doliente. Desde la cena de Pascua que tomara
con sus discípulos, no había ingerido alimento ni bebida… Había sido llevado a
Annás, luego a Caifás y después a Pilato. De Pilato había sido enviado a
Herodes, luego de nuevo a Pilato... flagelado dos veces. La naturaleza humana
no pudo soportar más y Jesús cayó desmayado bajo la carga...Volvieron a poner
sobre él la carga, y otra vez cayó desfalleciente al suelo. Sus perseguidores
vieron que le era imposible llevarla más lejos. No sabían dónde encontrar quien
quisiese llevar la humillante carga. Los judíos mismos no podían hacerlo,
porque la contaminación les habría impedido observar la Pascua. Entre la turba
que le seguía no había una sola persona que quisiese rebajarse a llevar la
cruz.
Cirene: Ciudad de
Libia, en el norte de África.
Simón: había oído
hablar de Jesús. Sus hijos creían en el Salvador, pero él no era discípulo.
32. A éste obligaron a que
llevase la cruz: Oyó las burlas y palabras soeces de la turba; oyó las palabras repetidas
con desprecio: Abrid paso para el Rey de los judíos. Se detuvo asombrado ante
la escena; y como expresara su compasión, se apoderaron de él y colocaron la
cruz sobre sus hombros. Resultó una bendición para él llevar la cruz al
Calvario y desde entonces estuvo siempre agradecido por esta providencia.
Golgota: Quizás lugar
que hoy ocupa la iglesia del Santo Sepulcro. Es probable que esta designación
tenga que ver con la forma de la colina.
Se trajeron el martillo y los clavos, y
mientras éstos se hundían a través de la tierna carne...Tan pronto como Jesús
estuvo clavado en la cruz, ésta fue levantada por hombres fuertes y plantada
con gran violencia en el hoyo preparado para ella. Esto causó los más atroces
dolores al Hijo de Dios.
34. Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel: óinos, "vino". Según el rabino
Hisda (c. 309 d. C.), "Cuando uno es llevado a la ejecución, se le da una
copa de vino que tiene un poco de incienso a fin de nublar sus sentidos".
Esta costumbre tenía el objeto de mitigar el sufrimiento del que había sido
condenado a muerte. “Era permitido dar a los que sufrían la muerte de cruz una
poción estupefaciente que amortiguase la sensación del dolor”.
34. No quiso beberlo: No quería recibir algo que turbase su inteligencia. Su fe debía
aferrarse a Dios. Era su única fuerza. Enturbiar sus sentidos sería dar una
ventaja a Satanás.
37. Este es Jesús, el Rey de los judíos: Un poder superior a Pilato y a los judíos
había dirigido la colocación de esa inscripción sobre la cabeza de Jesús. Era
la providencia de Dios, tenía que incitar a reflexionar e investigar las
Escrituras.
38. Uno a la derecha y otro a la izquierda: La cruz de Jesús fue levantada en el centro,
la ubicación reservada para el jefe de una banda de criminales. “Así se había
dispuesto por indicación de los sacerdotes y príncipes...así su cruz fue puesta
en medio de un mundo que yacía en el pecado”.
39. Meneando la cabeza: En gesto de burla y desprecio.
Los enemigos de Jesús desahogaron su ira sobre
él mientras pendía de la cruz. Sacerdotes, príncipes y escribas se unieron a la
muchedumbre para burlarse del Salvador moribundo.
40. Si eres el Hijo de DIOS...: Satanás, con ángeles suyos en forma humana, estaba presente al lado de
la cruz. El gran enemigo y sus huestes cooperaban con los sacerdotes y
príncipes...estaban confederados en un frenesí satánico.
43. Confió en DIOS, líbrele ahora si le quiere...: repetían las mismas palabras que la
Inspiración había predicho que pronunciarían en esta ocasión. Sin embargo, en
su ceguera, no vieron que estaban cumpliendo la profecía. Pero aunque fueron
dichas en son de burla, estas palabras indujeron a los hombres a escudriñar las
Escrituras como nunca lo habían hecho antes... Nunca antes hubo un conocimiento
tan general de Jesús como una vez que fue colgado de la cruz. En el corazón de
muchos de aquellos que presenciaron la crucifixión y oyeron las palabras de
Cristo resplandeció la luz de la verdad.
44. Lo mismo le injuriaban también los ladrones...: Se habían burlado de él al principio; y por
efecto del padecimiento uno de ellos se volvió más desesperado y desafiante.
Pero no sucedió así con su compañero.
Con corazón anhelante, había escuchado para
oír alguna expresión de fe de parte de sus discípulos. Había oído solamente las
tristes palabras: "Esperábamos que él era el que había de redimir a Israel”.
Su sufrimiento provenía del sentimiento de la
malignidad del pecado, del conocimiento de que por la familiaridad con el mal,
el hombre se había vuelto ciego a su enormidad. Cristo vio cuán terrible es el
dominio del pecado sobre el corazón humano, y cuán pocos estarían dispuestos a
desligarse de su poder...La culpabilidad de cada descendiente de Adán abrumó su
corazón. La ira de Dios contra el pecado, la terrible manifestación de su
desagrado por causa de la iniquidad, llenó de consternación el alma de su Hijo...sintiendo
el terrible peso de la culpabilidad que lleva, no puede ver el rostro
reconciliador del Padre...atravesó su corazón un pesar que nunca podrá
comprender plenamente el hombre. Tan grande fue esa agonía que apenas le dejaba
sentir el dolor físico.
Con fieras tentaciones, Satanás torturaba el
corazón de Jesús. El Salvador no podía ver a través de los portales de la
tumba. La esperanza no le presentaba su salida del sepulcro como vencedor ni le
hablaba de la aceptación de su sacrificio por el Padre. Temía que el pecado
fuese tan ofensivo para Dios que su separación resultase eterna. Sintió la
angustia que el pecador sentirá cuando la misericordia no interceda más por la
raza culpable. El sentido del pecado,
que atraía la ira del Padre sobre él como substituto del hombre, fue lo que
hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo de Dios y quebró su corazón.
45. Desde la hora sexta: Según el cómputo judío, la hora del mediodía.
45. Hubo tinieblas sobre toda la tierra: El sol se negó a mirar la terrible escena. Estas
tinieblas, que eran tan profundas como la medianoche sin luna ni estrellas. En
esa densa obscuridad, se ocultaba la presencia de Dios... Dios y sus santos
ángeles estaban al lado de la cruz. El Padre estaba con su Hijo. Sin embargo,
su presencia no se reveló. Si su gloria hubiese fulgurado de la nube, habría quedado
destruido todo espectador humano...Cristo no fue consolado por la presencia del
Padre. Con esa densa obscuridad, Dios veló la última agonía humana de su hijo...
Un silencio sepulcral parecía haber caído sobre el Calvario...Rayos vívidos
fulguraban ocasionalmente de la nube y dejaban ver la cruz y el Redentor
crucificado. Sacerdotes, príncipes, escribas, verdugos y la turba, todos
pensaron que había llegado su tiempo de retribución. Después de un rato,
alguien murmuró que Jesús bajaría ahora de la cruz. Algunos intentaron regresar
a tientas a la ciudad, golpeándose el pecho y llorando de miedo.
45. Hasta la hora novena: Aproximadamente las 3 de la tarde. Las tinieblas se elevaron de la
gente, pero siguieron rodeando al Salvador. Eran un símbolo de la agonía y
horror que pesaban sobre su corazón. Ningún ojo podía atravesar la lobreguez
que rodeaba la cruz, y nadie podía penetrar la lobreguez más intensa que
rodeaba el alma doliente de Cristo.
46. ¿Por qué me has desamparado?: Cuando la lobreguez exterior se asentó en derredor del Salvador,
muchas voces exclamaron: La venganza del cielo está sobre él. Son lanzados
contra él los rayos de la ira de Dios, porque se declaró hijo de Dios. Muchos
que creían en él oyeron su clamor desesperado. La esperanza los abandonó. Si
Dios había abandonado a Jesús, ¿en quién podían confiar sus seguidores?
47. A Elías llama éste: Según la tradición judía, Elías era, por así decirlo, el santo patrono
de los piadosos en su hora postrera.
48. Le dio a beber: Cuando las tinieblas se alzaron del espíritu oprimido de Cristo,
recrudeció su sentido de los sufrimientos físicos y dijo: "Sed
tengo." Uno de los soldados romanos, movido a compasión al mirar sus
labios resecos...
Los sacerdotes y príncipes miraban hacia
Jerusalén; y he aquí, la nube densa se había asentado sobre la ciudad y las
llanuras de Judea. El sol de justicia, la luz del mundo, retiraba sus rayos de
Jerusalén, la que una vez fuera la ciudad favorecida. Los fieros rayos de la
ira de Dios iban dirigidos contra la ciudad condenada.
50. Habiendo clamado otra vez: De repente, la lobreguez se apartó de la cruz, y en tonos claros, como
de trompeta, que parecían repercutir por toda la creación, Jesús exclamó:
"Consumado es." "Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu." Una luz circuyó la cruz y el rostro del Salvador brilló con una
gloria como la del sol. Inclinó entonces la cabeza sobre el pecho y murió...Y
mientras, sumiso, se confiaba a Dios, desapareció la sensación de haber perdido
el favor de su Padre. Por la fe, Cristo venció...los sacerdotes estaban
oficiando en el templo. Era la hora del sacrificio vespertino.
50. Entregó el espíritu: murió por quebrantamiento del corazón. Su corazón fue quebrantado por
la angustia mental.
51. El velo del templo se rasgó: Con ruido desgarrador, el velo interior del templo fue rasgado de
arriba abajo por una mano invisible, que dejó expuesto a la mirada de la
multitud un lugar que fuera una vez llenado por la presencia de Dios. El
sacerdote estaba por matar la víctima; pero el cuchillo cayó de su mano
enervada y el cordero escapó. El símbolo había encontrado en la muerte del Hijo
de Dios la realidad que prefiguraba...Estaba abierto el camino que llevaba al
santísimo.
51. La tierra tembló y las rocas se partieron: Otra vez descendieron tinieblas sobre la
tierra y se oyó un ronco rumor, como de un fuerte trueno. Se produjo un
violento terremoto que hizo caer a la gente en racimos. Siguió la más frenética
confusión y consternación. En las montañas circundantes se partieron rocas que
bajaron con fragor a las llanuras. . .La creación parecía estremecerse hasta
los átomos. Príncipes, soldados, verdugos y pueblo yacían postrados en el
suelo.
53. Saliendo de los sepulcros: si bien las
tumbas se abrieron en el momento de la muerte de Cristo, los santos resucitados
no salieron hasta después de que Cristo resucitó.
Centurión: Gr. hekatontárj's, "comandante de cien"; es decir, el
capitán de una compañía que en el ejército romano se denominaba centuria. El
número de soldados en la centuria era aproximadamente de 100.
54. Verdaderamente éste era
hijo de DIOS: Estas palabras no fueron pronunciadas en un murmullo. Todos los ojos se
volvieron para ver de dónde venían. La divina paciencia del Salvador y su
muerte repentina, con el clamor de victoria en los labios, habían impresionado
a ese pagano. En el cuerpo magullado y quebrantado que pendía de la cruz, el
centurión reconoció la figura del Hijo de Dios. No pudo menos que confesar su
fe.
56. Mujer de Jacobo: Posiblemente, "María mujer de Cleofas" (Juan 19: 25).
56. Madre de los hijos de Zebedeo: Posiblemente, la Salomé de Mar. 15: 40
57. Al acercarse la noche: Al acercarse la noche, una quietud sorprendente se asentó sobre el
Calvario. La muchedumbre se dispersó, y muchos volvieron a Jerusalén muy
cambiados en espíritu de lo que habían sido por la mañana. Muchos habían
acudido a la crucifixión por curiosidad. . .creían las acusaciones de los
sacerdotes y consideraban a Jesús como malhechor. . .se habían unido con la
muchedumbre en sus burlas contra él. Pero cuando la tierra fue envuelta en
negrura y se sintieron acusados por su propia conciencia, se vieron culpables
de un gran mal. Ninguna broma ni risa burlona se oyó en medio de aquella
temible lobreguez; cuando se alzó, regresaron a sus casas en solemne silencio.
Estaban convencidos de que las acusaciones de los sacerdotes eran falsas, que
Jesús no era un impostor; y algunas semanas más tarde, cuando Pedro predicó en
el día de Pentecostés, se encontraban entre los miles que se convirtieron a
Cristo.
Pero los dirigentes judíos no fueron cambiados
por los acontecimientos que habían presenciado. Su odio hacia Jesús no
disminuyó. . .Habían llevado a cabo su propósito de dar muerte a Cristo; pero
no tenían el sentimiento de victoria que habían esperado. . .Habían tenido
celos de la influencia de Cristo sobre el pueblo cuando vivía; tenían celos de
él aun en la muerte. Temían más, mucho más, al Cristo muerto de lo que habían
temido jamás al Cristo vivo.
Arimatea: Esta es la forma griega del nombre Ramá. Había varias aldeas conocidas
por este mismo nombre, pero no se sabe cuál de ellas es la Arimatea del NT.
58. Pidió el cuerpo de Jesús: Aun en la muerte, el cuerpo de Cristo era precioso para sus
discípulos. Anhelaban darle una sepultura honrosa, pero no sabían cómo
lograrlo. Las personas ajusticiadas por traición contra el gobierno romano eran
remitidas a un lugar de sepultura especialmente provisto para tales criminales.
José y Nicodemo acudieron osadamente en
auxilio de los discípulos.
Nicodemo vino trayendo una costosa mezcla de
mirra y áloes, que pesaría alrededor de unos cuarenta kilos, para embalsamarle.
Imposible habría sido tributar mayor respeto en la muerte a los hombres más
honrados de toda Jerusalén.
59. Tomando José el cuerpo...: Con suavidad y reverencia, bajaron con sus propias manos el cuerpo de
Jesús. Una vez en la tumba los tres discípulos (José de Arimatea, Nicodemo y
Juan) enderezaron los miembros heridos y cruzaron las manos magulladas sobre el
pecho sin vida.
60. Después de hacer rodar una gran piedra: Quizá una piedra redonda, pero más bien
plana, de una forma parecida a una piedra de molino, ubicada de tal forma que
rodaba en una especie de riel y servía de puerta a la tumba.
Al llegar el sábado con los últimos rayos del
sol poniente, el Hijo de Dios yacía en quietud en la tumba de José...Ahora
Jesús descansaba de la obra de la redención; y aunque había pesar entre
aquellos que le amaban en la tierra, había gozo en el cielo.
61. Estaban allí...la otra María: Quizá "María madre de José" (Mar. 15:47) y de Jacobo (Mar.
16: 1). Las mujeres fueron las últimas que quedaron al lado de la cruz, y las
últimas que quedaron al lado de la tumba de Cristo.
Para los entristecidos discípulos ése fue un
sábado que nunca olvidarían, y también lo fue para los sacerdotes, los
príncipes, los escribas y el pueblo...Pero nunca antes había sido presenciado
este ceremonial (de la pascua) con
sentimientos tan contradictorios...De la crucifixión hasta la resurrección,
muchos ojos insomnes escudriñaron constantemente las profecías...todos fueron
convencidos que el Crucificado era el Redentor del mundo. Muchos, aun entre los
sacerdotes, se convencieron...y después de su resurrección le reconocieron como
el Hijo de Dios.
Nunca había atraído Cristo la atención de la
multitud como ahora que estaba en la tumba...Muchos habían venido de lejos para
hallar a Aquel que había sanado a los enfermos y resucitado a los muertos. Por
todos lados, se oía el clamor: Queremos a Cristo el Sanador...Las calles
estaban llenas de lamentos. Los enfermos morían por falta del toque sanador de
Jesús...La venganza que los sacerdotes habían pensado sería tan dulce era ya
amargura para ellos. Sabían que el pueblo los censuraba severamente y que los
mismos en quienes habían influido contra Jesús estaban ahora horrorizados por
su vergonzosa obra.
63. Nos acordamos...Después de tres días resucitaré: Le habían oído declarar que él tenía poder
para deponer su vida y volverla a tornar. Recordaron que había dicho:
"Destruid este templo, y en tres días lo levantaré." Judas les había
repetido las palabras dichas por Jesús a los discípulos...Cuando oyeron estas
palabras, se burlaron de ellas y las ridiculizaron. Pero ahora recordaban que
hasta aquí las predicciones de Cristo se habían cumplido...Como su padre, el
diablo, creían y temblaban.
63. Aquel engañador: "Ese impostor" (BJ).
64. Será el postrer error peor que el primero: El primer error era aceptar que Jesús era el
Mesías de la profecía. La "última impostura" (BJ) sería la pretensión
de que había resucitado.
66. Aseguraron el sepulcro, sellando la piedra...: A través de esta piedra pusieron sogas,
sujetando los extremos a la roca sólida y sellándolos con el sello romano. La
piedra no podía ser movida sin romper el sello.
66. Poniendo la guardia: Una guardia de cien soldados fue entonces colocada en derredor del
sepulcro a fin de evitar que se le tocase. Pero por su acción Dios fue glorificado.
28. Había llegado
la hora más sombría, precisamente antes del amanecer...Huestes de malos ángeles
se cernían sobre el lugar...Pero un ejército celestial rodeaba al sepulcro.
Ángeles excelsos en fortaleza guardaban la tumba, y esperaban para dar la
bienvenida al Príncipe de la vida.
1. Al amanecer: En la latitud de Jerusalén, en época de la pascua, el cielo comenzaba
a aclarar como a las 4 de la madrugada, y el sol salía como a las 5: 30.
1. Vinieron...a ver el sepulcro: llevando consigo especias preciosas para ungir el cuerpo del Salvador.
Las mujeres no habían venido todas a la tumba desde la misma dirección. María
Magdalena fue la primera en llegar al lugar; y al ver que la piedra había sido
sacada, se fue presurosa para contarlo a los discípulos.
2. Un ángel de Señor: Este mensajero es el que ocupa la posición de la cual cayó Satanás...Huyen
las huestes de las tinieblas
4. Los guardas temblaron: Los soldados le ven quitar la piedra como si fuese un canto rodado...Vieron
el resplandor de los ángeles iluminar la noche, y oyeron a los habitantes del
cielo cantar con grande gozo y triunfo. Cristo surgió de la tumba glorificado,
y la guardia romana lo contempló.
5. Mas el ángel, respondiendo...: Había tomado el disfraz de la humanidad. Sin embargo, brillaba todavía
en derredor de él la gloria celestial, y las mujeres temieron. Se dieron vuelta
para huir.
7. Va...a Galilea; allí le veréis: Esta promesa se cumplió cuando se reunieron unos 500 creyentes, en
forma secreta, en un determinado monte de Galilea.
8. Fueron corriendo: La distancia desde el sepulcro hasta el lugar donde estaban los discípulos
era sin duda corta, quizá menos de 1 km.
9. Jesús les salió al encuentro: en algún lugar cerca del sepulcro, pues parecía difícil que se hubiera
aparecido a las mujeres en la ciudad.
9. Abrazaron sus pies, y le adoraron: Ya Jesús había ascendido al cielo y DIOS le
había asegurado que aceptaba su sacrificio.
11. Unos de la guardia fueron a la ciudad: Tambaleándose como borrachos, se dirigieron
apresuradamente a la ciudad contando las nuevas maravillosas a cuantos
encontraban. Iban adonde estaba Pilato, pero su informe fue llevado a las
autoridades judías, y los sumos sacerdotes y príncipes ordenaron que fuesen
traídos primero a su presencia.
11. Reunidos...y habido consejo: Estaban enredados en una trampa de la cual no veían otra salida que la
continuación de su guerra contra Cristo. Cuando oyeron la nueva de su
resurrección, temieron la ira del pueblo. Sintieron que su propia vida estaba
en peligro.
13. Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron: si fuera verdad ¿no habrían tratado primero
los sacerdotes de condenarlos?
13. Estando nosotros dormidos: Si estaban dormidos, ¿cómo podían saberlo?. . .¿no habrían sido los
sacerdotes los primeros en acusarlos ante Pilato? Dormir en su puesto era un
delito punible de muerte.
15. Este dicho se ha divulgado entre los judíos...: Difundieron sus informes mentirosos lejos y
cerca. Durante varios siglos esta tergiversación de lo ocurrido en la tumba
vacía apareció en los ataques judíos y paganos contra el cristianismo.
16. Al monte donde Jesús les había ordenado: como quinientos creyentes se habían reunido
en grupitos en la ladera de la montaña (1 Cor. 15: 6). Concurrieron al lugar de
reunión por caminos indirectos, viniendo de todas direcciones para evitar la
sospecha de los judíos envidiosos. De un grupo a otro iban los discípulos,
contando todo lo que habían visto y oído de Jesús, y razonando de las
Escrituras como él lo había hecho con ellos. . .De repente Jesús se presentó en
medio de ellos. Nadie podía decir de dónde ni cómo había venido. . .su semblante
era como el rostro de Dios.
18. Toda potestad me es dada en el cielo: Jesús había limitado voluntariamente su
autoridad. “Su sacrificio en favor del hombre era definitivo y completo. Las
condiciones de la expiación habían sido cumplidas; la obra para la cual había
venido a este mundo se había realizado”.
19. Id y haced discípulos a todas las naciones: Cristo comisionó a sus discípulos para que
proclamasen una fe y un culto que no encerrasen idea de casta ni de país, una
fe que se adaptase a todos los pueblos, todas las naciones, todas las clases de
hombres. . .El mandato que dio el Salvador a los discípulos incluía a todos los
creyentes en Cristo hasta el fin del tiempo.
Declaró que no era su propósito establecer en
este mundo un reino temporal, sino un reino espiritual. No iba a reinar como
rey terrenal en el trono de David. Volvió a explicarles las Escrituras.
19. Bautizándolos: El cristianismo fue la primera religión que asumió un carácter
verdaderamente internacional. En buena medida, las religiones paganas carecían
de celo misionero y de actividad. Eran básicamente de carácter nacional, y no
se proponían convertir a gente de otras nacionalidades.
20. Enseñándoles: La aceptación del Evangelio de Jesucristo implica acción de la mente.
Si no se ejercitan las facultades mentales para comprender la voluntad revelada
de Dios, no puede haber verdadero cristianismo, ni verdadero crecimiento. Por
ello, la instrucción es de vital importancia, tanto antes como después del
bautismo. Cristo quiere que sus ministros sean educadores de la iglesia en la
obra evangélica.
20. Que guarden todas las cosas que os he mandado: Ello incluye lo que él había dicho, no
solamente en persona, sino por todos los profetas y maestros del Antiguo
Testamento. Excluye la enseñanza humana. No hay lugar para la tradición, para
las teorías y conclusiones humanas ni para la legislación eclesiástica.
20. Yo estoy con vosotros: En virtud del don del Espíritu Santo, Jesús estaría más cerca de los
creyentes en todas partes de la tierra de lo que le hubiera sido posible estar
si hubiera permanecido físicamente presente (Juan 16: 7).
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