domingo, 5 de julio de 2020

Oct/22 Mt. 26-28 Jesus es ungido, La cena del Señor, Getsemaní, Arresto, juicio, crucifixion, y resurrección de Jesús

3. Los principales sacerdotes: Quizá el sumo sacerdote oficiante y todos los sacerdotes que ocuparon ese puesto, los cuales habían sido nombrados por Herodes, pero luego depuestos por él mismo. Otros han sugerido que los "principales sacerdotes" eran los jefes de los 24 turnos.

3. Escribas: Muchas veces son designados como "intérpretes de la ley" (Mat. 22: 35) o "doctores de la ley" (Luc. 5: 17), o sea "maestros de la ley". Eran los sabios cuyo deber era estudiar, conservar, copiar, interpretar y explicar la ley y los escritos sagrados.

3. En el patio: El patio de un príncipe o su corte era el lugar donde celebraba audiencias; por lo tanto, es también correcta la traducción de la BJ, "palacio". Quizá fue éste el mismo lugar donde Jesús más tarde compareció ante Anás y Caifás, probablemente junto al templo, o quizá dentro de la zona del templo.

Caifás: Yerno de Anás. Nombrado sumo sacerdote por Valerio Grato alrededor del año 18 ó 19 d. C. Ocupó el puesto aproximadamente hasta el año 36 d. C. Era saduceo, orgulloso y cruel, prepotente e intolerante; pero su carácter era débil y vacilante.

4. Tuvieron consejo: Quizás este concilio fue el sábado por la noche. La primera consulta seria acerca de Jesús se había realizado dos años antes (Jn 5: 16). Otra reunión con ese mismo propósito había ocurrido más recientemente, en seguida después de la resurrección de Lázaro (Juan 11: 47-53). Otra fue el martes por la mañana.

4. Para prender con engaño a Jesús: Las simpatías del pueblo estaban tan plenamente con Cristo que sería peligroso apoderarse de él abiertamente. Determinaron prenderle secretamente y llevarle al tribunal tan calladamente como fuera posible.

5. No durante la fiesta: El sentimiento popular entre las multitudes reunidas en Jerusalén para celebrar la pascua, acontecimiento que señalaba la primera liberación de Israel como nación, se inclinaba decididamente por la proclamación de Jesús como Mesías-Rey. Pero más tarde surgió un cambio de planes ante la propuesta de Judas.

Simón: de Betania. Era uno de los pocos fariseos que se habían unido abiertamente a los seguidores de Cristo. Reconocía a Jesús como maestro y esperaba que fuese el Mesías, pero no le había aceptado como Salvador. Su carácter no había sido transformado; sus principios no habían cambiado.

6. El leproso: había sido sanado de la lepra, y era esto lo que le había atraído a Jesús

Para manifestar gratitud ofreció un festín al Salvador y a sus discípulos. Este festín reunió a muchos de los judíos.

7. Vino a Él una mujer: María Magdalena.

A un lado del Salvador, estaba sentado a la mesa Simón, y al otro lado Lázaro. Marta servía, pero María escuchaba fervientemente cada palabra que salía de los labios de Jesús.

7. Perfume de gran precio: "ungüento". A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de alabastro de "nardo líquido".

7. Lo derramó sobre la cabeza de Él: Jesús había perdonado sus pecados, resucitado a su hno. y el corazón de María estaba lleno de gratitud. Ella había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. . .Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar a su Señor. Quebrando el vaso derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera. Había procurado evitar ser observada y sus movimientos podrían haber quedado inadvertidos, pero el ungüento llenó la pieza con su fragancia y delató su acto a todos los presentes.

7. Estando sentado: "estando reclinado". En el tiempo de Jesús, por lo menos en las casas de la gente más acomodada, los comensales, para comer, solían acostarse sobre un diván, o lecho, que llegaba hasta la mesa. Descansaban sobre cojines y se apoyaban sobre su brazo izquierdo y los pies en el extremo inferior del diván, alejados de la mesa.

8. Los discípulos se enojaron: Judás comenzó a susurrar a sus compañeros más próximos críticas contra Cristo porque toleraba tal desperdicio. Astutamente, hizo sugestiones tendientes a provocar descontento.

8. ¿Para qué este desperdicio?: Judas era el tesorero de los discípulos, y de su pequeño depósito había extraído secretamente para su propio uso. . . Estaba ansioso de poner en su bolsa todo lo que pudiera obtener. El acto de María contrastaba tanto con su egoísmo que él quedaba expuesto a la vergüenza. . . En el don de Jesús, Dios dio el cielo entero. Desde el punto de vista humano, tal sacrificio era un derroche desenfrenado. Para el raciocinio humano, todo el plan de la salvación es un derroche de mercedes y recursos. Bien pueden las huestes celestiales. . .exclamar: ¿Por qué se hace este gran derroche?

9. Podía haberse vendido...y haberse dado a los pobres: Si el importe hubiera caído en su poder, los pobres no habrían recibido beneficio. . .

10. ¿Por qué molestáis a esta mujer?: su artera insinuación los indujo a mirar con desagrado la devoción de María. María oyó las palabras de crítica. Su corazón temblaba en su interior. Temía que su hermana la reprendiera como derrochadora. El Maestro también podía considerarla impróvida. Estaba por ausentarse sin ser elogiada ni excusada. Estaba turbada y apenada.

12. Lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura: Este acto llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor. Y cuando él penetró en las tinieblas de su gran prueba, llevó con sigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera.

De la manera en que el alabastro fue quebrado y se llenó la casa entera con su fragancia, así Cristo había de morir, su cuerpo había de ser quebrantado; pero él había de resucitar de la tumba y la fragancia de su vida llenaría la tierra.

14. ...Judas…fue a los sacerdotes: la mirada que Jesús dirigió a Judas le convenció de que el Salvador discernía su hipocresía y leía su carácter vil y despreciable. Al elogiar la acción de María, que había sido tan severamente condenada, Cristo había censurado a Judas. Antes de eso, nunca le había hecho el Salvador un reproche directo. Ahora la reprensión había provocado resentimiento en su corazón y resolvió vengarse. Judas se había entregado a la avaricia hasta que ésta había subyugado todo buen rasgo de su carácter.

15. ¿Qué me queréis dar?: el sacar ventajas personales había llegado a ser el motivo dominante de toda su vida.

15. 30 piezas de plata: Gr. argúrion, "moneda de plata". Se supone que aquí equivale a "siclo" y que esta moneda de plata equivalía al stat'r o estatero, y al tetradrajmá de Tiro. Este pesaba unos 14.3g, y correspondía con el salario que se le daba a un jornalero por cuatro días de trabajo. El precio tradicional de un esclavo era de treinta siclos de plata.

Los discípulos...amaban al Salvador. Pero no apreciaban debidamente su exaltado carácter. . . El acto de María era precisamente la lección que necesitaban para mostrarle que la expresión de su amor a Cristo le alegraría...El se apenaba a menudo porque sus discípulos nunca le daban lo que hubiera debido recibir de ellos...Sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz el cuerpo magullado de su Señor.

17. El primer día de la fiesta de los panes sin levadura: Esto ocurrió el jueves 13 de Nisán. El 15 de Nisán era el primer día de la fiesta pero debido a la estrecha relación entre la pascua y la fiesta de los panes sin levadura, a veces se intercambiaban los dos términos y toda la fiesta era llamada por cualquiera de los dos nombres.

*      Los panes sin levadura: Íntimamente relacionada con la pascua, y sin embargo independiente de ella. En la práctica se consideraban las dos fiestas como una. Recordaba la presteza con que Israel salió de Egipto. 7 días lo comerían. El 1ero. Y el 7mo. eran días de reposo. La levadura debía ser totalmente excluida. Representa la malicia y la maldad (1 Cor. 5: 8), y la falsa doctrina, ejemplificada en las enseñanzas de los fariseos, los saduceos y los herodianos (Mat. 16: 6,12; Mar. 8: 15). La levadura de los fariseos es avaricia e injusticia...(Mat. 23: 13-36). La levadura de los saduceos es escepticismo (Mat. 22: 23) y falta del conocimiento de las Escrituras y del poder de Dios (vers. 29). La levadura de los herodianos es lisonja, mundanalidad e hipocresía (vers. 16-21) y maquinaciones malignas en contra de los representantes de Dios.

17. ¿Dónde quieres que preparemos la pascua?: El jefe de familia tenía la responsabilidad de hacer los arreglos para la celebración de la pascua, así como tenía a su cargo todas las otras funciones religiosas de la familia. En cierto sentido, era el sacerdote de la familia.

*      Pascua: No fue instituida hasta la liberación de Israel de Egipto. Conmemoraba el poder salvador de Dios demostrado en favor de Israel en esa ocasión histórica. En el día 10 del primer mes se escogía un cordero para cada casa; si la familia era pequeña, dos o más familias podían unirse para realizar el sacrificio. El cordero era guardado hasta el día 14, cuando se lo degollaba al atardecer, y se asperjaba su sangre en los postes y dinteles de las puertas.  Esa misma noche se comía la carne asada. Con el cordero sólo podía comerse pan sin leudar y hierbas amargas. No debía sacarse nada de la casa, y nada debía dejarse hasta la mañana. Lo que quedara de aquellas partes que no podían comerse, debía ser quemado. Promovía la camaradería. En varios aspectos la pascua adecuadamente representaba la crucifixión. La muerte del cordero proporcionaba el medio de salvación; la aplicación de la sangre hacía eficaz el medio provisto. Ambas cosas eran necesarias. Así para el cristiano, la expiación en la cruz, aunque esencial y suficiente para todos, no salva a ningún individuo mientras no se haga una aplicación individual de la sangre. Pero aun esto no bastaba; debía comerse la carne, y debía comérsela bajo las condiciones especificadas y eliminarse toda la levadura. . .Una cosa es salvarse de la muerte. Otra cosa es tener los medios necesarios para sustentar la vida. Esto lo proporcionaba en forma positiva el comer la carne, en forma negativa, el abstenerse de levadura. La equivalencia de la pascua es la Cena del Señor, el servicio de la comunión.

 

18. Id a la ciudad: En tiempos de Jesús, la pascua se celebraba dentro de la ciudad de Jerusalén.

18. A cierto hombre: Gr. déina, "fulano", término empleado por quien habla para designar a una persona a quien no quiere o no puede nombrar. Las instrucciones dadas a Pedro y a Juan eran imprecisas, quizás para evitar los propósitos de Judás antes de la Cena.

18. El maestro dice: Estas palabras sugieren que el dueño de la casa conocía a Jesús y simpatizaba con él.

18. En tu casa celebraré la pascua: la tradición afirma que el padre de Juan Marcos era el dueño de la casa en cuyo "aposento alto" estuvo por un tiempo el domicilio de los doce y el centro de actividades de la iglesia de Jerusalén.

19. Prepararon la pascua: Según la costumbre revisar cuidadosamente la habitación para asegurarse que no hubiera ni una partícula de levadura. También sería necesario preparar la mesa, los reclinatorios o los cojines, y los utensilios para servir la comida. También habrían preparado el cordero, pan sin levadura, hierbas amargas y el vino. Sin duda, estos preparativos ocuparon buena parte del día, y es probable que Juan y Pedro hubieran vuelto ya hacia el atardecer.

20. Se sentó a la mesa con los 12: Según la Mishnah (Pesahim 10), el ritual de la cena pascual era el siguiente: (1) El jefe de la familia o del grupo que celebraba la cena mezclaba la primera copa de vino y la servía a los otros, pronunciando una bendición sobre el día y sobre el vino. (2) Entonces se ponía la mesa. Los alimentos que se servían en la cena pascual eran el cordero, las hierbas amargas, pan sin levadura, lechuga y una salsa llamada jaróseth, hecha de almendras, dátiles, higos, pasas, especias y vinagre. (3) Se servía la segunda copa de vino y el jefe de familia explicaba el significado de la pascua. (4) Se cantaba la primera parte del hallel de la pascua, los Sal. 113 y 114. (5) Al servirse una tercera copa de vino, el jefe de familia pronunciaba la bendición sobre la comida. (6) Se servía una cuarta copa de vino y se entonaba la segunda parte del hallel, que incluye los Sal. 115 al 118.

21. Uno de vosotros me va a entregar: el asombro y la consternación se apoderaron de ellos. No podían comprender cómo cualquiera de ellos pudiese traicionar a su divino Maestro. ¿Por qué causa podría traicionarle? ¿Y ante quién? ¿En el corazón de quién podría nacer tal designio?

22. Entristecidos en gran manera: vieron que Cristo parecía muy afligido. Una nube se posó sobre todos ellos, un presentimiento de alguna terrible calamidad cuya naturaleza no comprendían.

22. Comenzó cada uno a decirle: ¿Soy yo Señor?: En el griego, la forma de la pregunta indica que se espera una respuesta negativa. Es como si se dijera: "Yo no soy, ¿verdad que no?" “Con la más dolorosa emoción preguntaban pues el temor y la desconfianza propia se apoderaron de ellos. Comenzaron a escudriñar su propio corazón para ver si albergaba algún pensamiento contra su Maestro.  Pero Judas guardaba silencio. Juan, con profunda angustia, preguntó: "Señor, ¿quién es?"

23. El que mete la mano conmigo en el plato: La cena pascual se comía con los dedos. El "plato" aquí mencionado era sin duda la salsa (jaróseth) que se comía con el pan sin levadura y las hierbas amargas.

23. Ese me va a entregar: En tiempos antiguos, el violar los derechos de la hospitalidad hacía que una persona fuera considerada como sumamente indigna. En algunos países orientales todavía hoy el que no quiere ser amigo de alguien o quiere aprovecharse de alguno, evita comer junto con él.

24. El Hijo del Hombre va: Gr. hupágÇ, "irse". Es aquí un eufemismo equivalente a "morir".

25. Entonces respondiendo Judas dijo: ¿Soy yo Maestro?: el traidor reflexionaba en sus sombríos propósitos y albergaba pensamientos de resentimiento y venganza...el silencio de Judas atraía todos los ojos hacia él. En medio de la confusión de preguntas y expresiones de asombro, Judas no había oído las palabras de Jesús en respuesta a la pregunta de Juan.

25. Tú lo has dicho: Sorprendido y confundido al ver expuesto su propósito, Judas se levantó apresuradamente para salir del aposento...Hasta que hubo dado este paso, Judas no había traspasado la posibilidad de arrepentirse. Pero cuando abandonó la presencia de su Señor y de sus condiscípulos, había hecho la decisión final. Había cruzado el límite.

26. Tomó Jesús el pan: el pan sin levadura de la pascua.

26. Tomad, comed: Así como el cuerpo se sustenta con el pan literal, así también el alma debe nutrirse de las verdades que Cristo pronunció.

26. Este es mi cuerpo: Expresa la idea de "representa"

27. Tomando la copa: contenía el jugo puro de la uva y quizá diluido con agua conforme a la costumbre judía de aquel tiempo. Desde la vendimia hasta la pascua transcurrían unos 6 meses. Columela y Plinio el Viejo describieron métodos empleados para conservar sin fermentar el jugo de uva hasta por el espacio de un año. Ellos afirman que el jugo de uva hervido por un buen tiempo se pone espeso y que esa "semigelatina" puede conservarse para después licuarla nuevamente. También puede hacerse jugo de uva con las pasas de uva. “El vino de la Pascua era exento de toda fermentación. Nada que fuese corrompido por la fermentación, símbolo de pecado y muerte, podía representar al "Cordero sin mancha y sin contaminación."

28. Esta es mi sangre del nuevo pacto: La sangre que Jesús derramó en el Calvario ratificó o dio validez al nuevo pacto. Los que se salvaron en los tiempos del AT, fueron redimidos en virtud del sacrificio venidero. “Cristo se hallaba en el punto de transición entre dos sistemas y sus dos grandes fiestas respectivas. El, el Cordero inmaculado de Dios, estaba por presentarse como ofrenda por el pecado, y así acabaría con el sistema de figuras y ceremonias que durante cuatro mil años había anunciado su muerte”.

28. Para remisión de pecados: Gr. áfesis, "perdón", "liberación". Ésta palabra se emplea en los papiros para referirse a la liberación de cautivos y a la remisión de deudas o castigo.

29. Hasta aquel día...: Quizá, Jesús aludió aquí a "la cena de las bodas del Cordero" (Apoc. 19: 9), celebración del triunfo del plan de salvación.

29. Que lo beba nuevo: En el reino todo será nuevo.

30. Hubieron cantado el himno: Era habitual cantar los Sal. 115 al 118.

Monte de los Olivos: Una formación montañosa baja, al este de Jerusalén, separada de la ciudad por el valle del Cedrón. Está a unos 800 m sobre el nivel del mar, o sea unos 80 m más que la altura promedio de Jerusalén y unos 90 m más que la zona del templo. Se piensa que antes de que Tito destruyera todos los árboles en las cercanías de Jerusalén, el monte de los Olivos estaba cubierto de olivares, higueras, mirtos y de otros árboles. Betania, ubicada a unos 3,5 km al este de la ciudad, se hallaba en la ladera sudeste del monte.

31. Os escandalizareis de mi esta noche: Gr. shandalízÇ, "ser motivo de tropiezo". El término skándalon, se refiere al mecanismo que hace funcionar una trampa. “Los discípulos oyeron esto con tristeza y asombro. Recordaron como, en la sinagoga de Capernaúm, cuando Cristo habló de sí mismo como del pan de vida, muchos se habían ofendido y se habían apartado de él. Pero los doce no se habían mostrado infieles.

34. Antes de que el gallo cante: El "cantar del gallo" era una forma común de referirse al amanecer.

34. ...Me negarás 3 veces: Jesús le habla advertido que esa misma noche negaría a su Salvador. Ahora Cristo le repite la advertencia.

35. Aunque me sea necesario morir por ti: Cada palabra era sincera; pero no se conocía a sí mismo. Ocultos en su corazón estaban los malos elementos que las circunstancias iban a hacer brotar a la vida

35. ...No te negaré. Y todos decían lo mismo: En la confianza que tenían en sí mismos, negaron la repetida declaración de Aquel que sabía. No estaban preparados para la prueba; cuando la tentación les sobreviniese, comprenderían su propia debilidad.

Getsemaní: palabra aramea "prensa de aceite". Al pie del monte de las Olivas. Lugar apartado que él había visitado con frecuencia para meditar y orar.

37. Tomando a Pedro, y a los 2 hijos de Zebedeo: Estos tres discípulos eran los compañeros más íntimos de Cristo. Deseaba que ellos pasasen la noche con él en oración.

37. Comenzó a entristecerse y a angustiarse...: Al acercarse a Getsemaní se fue sumiendo en un extraño silencio...Ahora le parecía estar excluido de la luz de la presencia sostenedora de Dios. Ahora se contaba con los transgresores...Tan terrible le parece tan grande el peso de la culpabilidad que debe llevar, que está tentado a temer que quedará privado para siempre de su Padre. Los discípulos notaron el cambio de ánimo en su Maestro. Nunca antes le habían visto tan triste y callado...Su cuerpo se tambaleaba como si estuviese por caer. Al llegar al huerto, los discípulos buscaron ansiosamente el lugar donde solía retraerse, para que su Maestro pudiese descansar. Cada paso le costaba un penoso esfuerzo. Dejaba oír gemidos como si le agobiase una terrible carga. Dos veces le sostuvieron sus compañeros, pues sin ellos habría caído al suelo.

38. Mi alma está muy triste, hasta la muerte: Equivalente de una expresión común hebrea que significa "yo". “Exclamó sintiendo cuán terrible es la ira de Dios contra la transgresión”.

38. Quedaos aquí: no podía sufrir que aun ellos presenciasen la agonía que iba a soportar.

38. Velad conmigo: "estar despierto", pero aquí significa estar despierto con un propósito definido.

39. Yendo un poco delante: no tan lejos que no pudiesen verle y oírle.

Sentía que el pecado le estaba separando de su Padre. La sima era tan ancha, negra y profunda que su espíritu se estremecía ante ella. No debía ejercer su poder divino para escapar de esa agonía...Hasta entonces había obrado como intercesor por otros; ahora anhelaba tener un intercesor para sí. Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas...Satanás le decía que si se hacía garante de un mundo pecaminoso, la separación seria eterna. Quedaría identificado con el reino de Satanás, y nunca más seria uno con Dios...Todo el ser de Cristo aborrecía este pensamiento. Que aquellos a quienes se había comprometido a salvar, aquellos a quienes amaba tanto se uniesen a las maquinaciones de Satanás, esto traspasaba su alma...En su agonía, se aferra al suelo frío, como para evitar ser alejado más de Dios. El frío rocío de la noche cae sobre su cuerpo postrado, pero él no le presta atención.

39. Pase de mí esta copa: expresión bíblica comúnmente empleada para representar las experiencias de la vida, ya sean buenas o malas

40. Vino luego a sus discípulos: En la suprema agonía de su alma, vino a sus discípulos con un anhelante deseo de oír algunas palabras de consuelo de aquellos a quienes había bendecido y consolado con tanta frecuencia, y escudado en la tristeza y la angustia. . .anhelaba saber que oraban por él y por sí mismos.

40. Los halló durmiendo: Si los hubiese hallado orando, habría quedado aliviado. Si ellos hubiesen estado buscando refugio en Dios para que los agentes satánicos no pudiesen prevalecer sobre ellos, habría quedado consolado por su firme fe...Habían orado al oír los fuertes clamores del que sufría. No se proponían abandonar a su Señor, pero parecían paralizados por un estupor que podrían haber sacudido sí hubiesen continuado suplicando a Dios. No comprendían la necesidad de velar y orar fervientemente para resistir la tentación.

40. ¿No habéis podido velar conmigo una hora?: la expresión griega también puede entenderse en el sentido de "tiempo breve", "un momento", "un rato"; por lo tanto, no necesitaría interpretarse en forma literal. “Los discípulos se despertaron al oír la voz de Jesús, pero casi no le conocieron, tan cambiado por la  angustia había quedado su rostro”.

41. . . .Para que no entréis en tentación: Temió que no pudiesen soportar la prueba que iba a sobrevenirles en la hora de su entrega y muerte.

41. El espíritu está dispuesto: Es decir, las facultades superiores de la mente.

41. Pero la carne es débil: en el NT muchas veces representa la naturaleza inferior del hombre con sus diversos apetitos y deseos. “Aun en su gran agonía, procuraba disculpar su debilidad”.

El Hijo de Dios volvió a quedar presa de agonía sobre humana, y tambaleándose volvió agotado al lugar de su primera lucha. Su sufrimiento era aún mayor que antes... Su presencia los despertó. Vieron su rostro surcado por el sangriento sudor de la agonía, y se llenaron de temor. No podían comprender su angustia mental.

42. Si no puede pasar de mí esta copa...: La construcción griega indica que esta condición no se cumplirá, es decir, la copa no podrá pasar de él.

44. Dejándolos se fue de nuevo: Apartándose, Jesús volvió a su lugar de retiro y cayó postrado, vencido por el horror de una gran obscuridad. La humanidad del Hijo de Dios temblaba en esa hora penosa.

Oraba...por su propia alma tentada y agonizante. Había llegado el momento pavoroso, el momento que había de decidir el destino del mundo. La suerte de la humanidad pendía de un hilo. Cristo podía aun ahora negarse a beber la copa destinada al hombre culpable. Todavía no era demasiado tarde. Podía enjugar el sangriento sudor de su frente y dejar que el hombre pereciese en su iniquidad.

Tres veces rehuyó su humanidad el último y culminante sacrificio. . .Ve que los transgresores de la ley, abandonados a sí mismos, tendrían que perecer...Contempla la suerte que le tocaría, y su decisión queda hecha. Salvará al hombre, sea cual fuere el costo. Acepta su bautismo de sangre, a fin de que por él los millones que perecen puedan obtener vida eterna. Dejó los atrios celestiales, donde todo es pureza, felicidad y gloria, para salvar a la oveja perdida, al mundo que cayó por la transgresión. Y no se apartará de su misión...Habiendo hecho la decisión, cayó moribundo al suelo del que se había levantado parcialmente. ¿Dónde estaban ahora sus discípulos, para poner tiernamente sus manos bajo la cabeza de su Maestro desmayado, y bañar esa frente desfigurada. . .?

Pero Dios sufrió con su Hijo. Los ángeles contemplaron la agonía del Salvador. Vieron a su Señor rodeado por las legiones de las fuerzas satánicas, y su naturaleza abrumada por un pavor misterioso que lo hacía estremecerse. Hubo silencio en el cielo. Ningún arpa vibraba... los cielos se abrieron, una luz resplandeció de en medio de la tempestuosa obscuridad de esa hora crítica, y el poderoso ángel que está en la presencia de Dios ocupando el lugar del cual cayó Satanás, vino al lado de Cristo. No vino para quitar de su mano la copa, sino para fortalecerle a fin de que pudiese beberla, asegurado del amor de su Padre. Vino para dar poder al suplicante divino-humano. Le mostró los cielos abiertos y le habló de las almas que se salvarían como resultado de sus sufrimientos. Le aseguró que su Padre es mayor y más poderoso que Satanás, que su muerte ocasionaría la derrota completa de Satanás, y que el reino de este mundo sería dado a los santos del Altísimo. Le dijo que vería el trabajo de su alma y quedaría satisfecho, porque vería una multitud de seres humanos salvados, eternamente salvos.

La agonía de Cristo no cesó, pero le abandonaron su depresión y desaliento. La tormenta no se había apaciguado, pero el que era su objeto fue fortalecido para soportar su furia. Salió de la prueba sereno y henchido de calma. Una paz celestial se leía en su rostro manchado de sangre. Había soportado lo que ningún ser humano hubiera podido soportar; porque había gustado los sufrimientos de la muerte por todos los hombres.

Los discípulos dormidos habían sido despertados repentinamente por la luz que rodeaba al Salvador. Vieron al ángel que se inclinaba sobre su Maestro postrado. Le vieron alzar la cabeza del Salvador contra su pecho y señalarle el cielo. Oyeron su voz, como la música más dulce, que pronunciaba palabras de consuelo y esperanza. . .y no sintieron ya temor por su Maestro.

46. Vamos: Jesús salió al encuentro de la turba.

47. Mucha gente: Entre esa variada multitud estaba los sacerdotes, acompañado por diferentes dirigentes judíos, por algunos fariseos, por los alguaciles del templo, y por un destacamento de soldados romanos. Además, se encontraba allí una turba, formada en parte por rufianes del populacho de Jerusalen.

48. El que le entregaba les había dado señal: Los judíos temían que, por ser de noche, y en medio de una gran multitud, pudieran prender a quien no correspondía, y que se escapara aquel a quien querían capturar. Posiblemente también temían que se produjera una lucha.

48. Al que yo besare: modo común de saludar en tiempos antiguos. Sin duda, era la forma más correcta en la que un discípulo podía saludar a su maestro.

49. Se acercó a Jesús. . .y le besó: Ahora, fingiendo no tener parte con ellos, se acercó a Jesús, le tomó de la mano como un amigo familiar, diciendo: "Salve, Maestro," le besó repetidas veces, simulando llorar de simpatía por él en su peligro. . .Jesús no rechazó el beso del traidor.

50. Entonces. . .echaron mano a Jesús: La turba se envalentonó al ver a Judas tocar la persona de Aquel que había estado glorificado ante sus ojos tan poco tiempo antes.

Los discípulos hablan pensado que su Maestro no se dejaría prender. Se quedaron chasqueados e indignados al ver sacar las cuerdas para atar las manos de Aquel a quien amaban.

51. Pero uno...sacó su espada...: Mateo, Marcos y Lucas no lo designan por nombre, quizá porque escribieron mientras Pedro aún vivía, tal vez para evitarle el bochorno. Lo menciona Juan, que escribió muchos años después de la muerte de Pedro.

51. Hiriendo a un siervo del sumo sacerdote: Juan, que conocía personalmente al sumo sacerdote (Juan 18: 15), identifica como Malco al siervo (vers. 10). Posiblemente Malco fue uno de los que le "echaron mano" a Jesús. “En su ira, Pedro sacó impulsivamente su espada y trató de defender a su Maestro, pero no logró sino cortar una oreja del siervo del sumo sacerdote. Cuando Jesús vio lo que había hecho, libró sus manos, aunque eran sujetadas firmemente por los soldados romanos, y diciendo: "Dejad hasta aquí," tocó la oreja herida, Y ésta quedó inmediatamente sana”.

52. Vuelve tu espada a su lugar: Los dirigentes de los judíos podrían haber interpretado fácilmente que el acto arrebatado de Pedro demostraba que Jesús y sus discípulos eran una banda de peligrosos revolucionarios, y esa acusación podría haberse empleado como una prueba válida de que Jesús merecía ser ajusticiado.

53. Doce legiones: Una división del ejército romano que, cuando estaba completa, contaba aproximadamente con 6.000 infantes y 700 jinetes, o un total de unos 6.700 hombres. Sin embargo, por lo general - como sucede con los ejércitos modernos- la legión no se mantenía con todos sus efectivos.

54. ¿Cómo entonces se cumplirán las Escrituras...?: los discípulos se preguntaban: ¿Oh, por qué no se salva a sí mismo y a nosotros? Contestando a su pensamiento inexpresado Jesús dijo esto.

55. ¿Como contra un ladrón habéis salido...?: los astutos sacerdotes y ancianos se habían unido a la policía del templo y a la turba para seguir a Judas hasta Getsemaní. ¡Qué compañía para estos dignatarios: una turba ávida de excitación y armada con toda clase de instrumentos como para perseguir a una fiera! Jesús fijó sobre ellos su mirada escrutadora. Mientras viviesen, no se olvidarían de las palabras que pronunciara. Eran como agudas saetas del Todopoderoso.

56. Todos los discípulos dejándole huyeron: Se ofendieron porque sufría esta humillación para sí y para ellos. No podían comprender su conducta, y le inculpaban por someterse a la turba. En su indignación y temor, Pedro propuso que se salvasen a sí mismos.

57. Le llevaron al sumo sacerdote: “Llevaron apresuradamente a Jesús al otro lado del arroyo Cedrón, más allá de los huertos y olivares, y a través de las silenciosas calles de la ciudad dormida. Era más de medianoche, y los clamores de la turba aullante que le seguía rasgaban bruscamente el silencio nocturno. El Salvador iba atado y cuidadosamente custodiado, y se movía penosamente”. Su juicio consistió en dos fases: la primera, un juicio eclesiástico ante las autoridades religiosas judías; y la segunda, el juicio civil ante Pilato y Herodes. Hubo dos audiencias preliminares, una ante Anás solo, y otra ante Anás y Caifás. Fue llevado ante el sanedrín dos veces: primero, de noche; y luego, de día. Compareció dos veces ante Pilato y una vez ante Herodes, entre las dos veces que estuvo ante Pilato.

57. Estaban reunidos los escribas y los ancianos: El sanedrín estaba compuesto de miembros pertenecientes a estos dos grupos y también de sacerdotes.

58. Pedro le seguía de lejos. . .y entrando: Juan habló en favor de Pedro y obtuvo permiso para que entrase también. Pero no había querido que fuese conocido su verdadero carácter.

59. Todo el concilio: excepto los que simpatizaban con Jesús. Esta vez no se iba a convocar a José de Arimatea ni a Nicodemo.

58. Buscaban falso testimonio contra Jesús: Bajo el gobierno romano, el Sanedrín no podía ejecutar la sentencia de muerte. Podía tan sólo examinar a un preso y dar su fallo, que debía ser ratificado por las autoridades romanas. Era, pues, necesario presentar contra Cristo acusaciones que fuesen consideradas como criminales por los romanos. . .y una acusación que le condenase ante los judíos. . .Si se podía probar que Jesús había blasfemado, sería condenado por los judíos. Si se le convencía de sedición, esto aseguraría su condena por los romanos.

58. Y no lo hallaron: No pudieron encontrar falsos testigos cuyos informes concordaran.

El arresto a medianoche por una turba, las burlas y los ultrajes que se le infligieron antes que fuese condenado, o siquiera acusado, eran la manera de actuar de ellos, y no de él. Su acción era una violación de la ley. Sus propios reglamentos declaraban que todo hombre debía ser tratado como inocente hasta que su culpabilidad fuese probada. Por sus propios reglamentos, los sacerdotes estaban condenados.

Cristo sufrió intensamente bajo los ultrajes y los insultos. En manos de los seres a quienes había creado y en favor de los cuales estaba haciendo un sacrificio infinito, recibió toda indignidad. Y sufrió en proporción a la perfección de su santidad y su odio al pecado. El ser interrogado por hombres que obraban como demonios, le era un continuo sacrificio. El estar rodeado por seres humanos bajo el dominio de Satanás le repugnaba. Y sabía que en un momento, con un fulgor de su poder divino podía postrar en el polvo a sus crueles atormentadores. Esto le hacía tanto más difícil soportar la prueba.

 Los judíos esperaban a un Mesías que se revelase con manifestación exterior. Esperaban que, por un despliegue de voluntad dominadora, cambiase la corriente de los pensamientos de los hombres y los obligase a reconocer su supremacía. . .Así que cuando Cristo fue tratado con desprecio, sintió una fuerte tentación a manifestar su carácter divino. Por una palabra, por una mirada, podía obligar a sus perseguidores a confesar que era Señor de reyes y gobernantes, sacerdotes y templo. . . Su amor por su Padre y el compromiso que contrajera desde la creación del mundo, de venir a llevar el pecado, le indujeron a soportar sin quejarse el trato grosero de aquellos a quienes había venido a salvar.

Las autoridades estaban resueltas a apresurarlo. Conocían el aprecio que el pueblo tenía por Jesús, y temían que si cundía la noticia de su arresto, se intentase rescatarle. Además, si no se realizaba en seguida el juicio y la ejecución, habría una demora de una semana por la celebración de la Pascua. . . Resolvieron, pues, que antes que se conociese su propósito, Jesús fuese entregado los romanos.

La excitación era intensa. En toda la muchedumbre, él era el único que sentía calma y serenidad. La misma atmósfera que le rodeaba parecía impregnada de influencia santa. . .La gente comparaba el comportamiento excitado y maligno de Annás y Caifás con el porte sereno y majestuoso de Jesús. Al percibir Caifás la influencia que reinaba, apresuró el examen.

Caifás había considerado a Jesús como su rival. La avidez con que el pueblo oía al Salvador y la aparente disposición de muchos a aceptar sus enseñanzas, habían despertado los acerbos celos del sumo sacerdote. Pero al mirar Caifás al preso, le embargó la admiración por su porte noble y digno. Sintió la convicción de que este hombre era de filiación divina. Al instante siguiente desterró despectivamente este pensamiento.

60. Al fin vinieron 2 testigos: Aun estos no estuvieron realmente de acuerdo (Mar. 14: 59) en los puntos básicos, y su testimonio fue vago y contradictorio. Sin embargo, el sumo sacerdote fingió que aceptaba su testimonio, aunque bien sabía que Jesús no podía ser sentenciado con esas pruebas.

61. Puedo derribar el templo de DIOS...: estas palabras fueron torcidas y falseadas, Jesús había dicho esto referente a su resurrección. Si hubiesen sido repetidas exactamente como él las dijo, no habrían servido para obtener su condena ni siquiera de parte del Sanedrín. Los romanos se habían dedicado a reconstruir y embellecer el templo, y se enorgullecían mucho de ello; cualquier desprecio manifestado hacia él habría de excitar seguramente su indignación. En este terreno, podían concordar los romanos y los judíos, los fariseos y los saduceos.

Al fin, sus acusadores quedaron enredados, confundidos y enfurecidos. El proceso no adelantaba; parecía que las maquinaciones iban a fracasar. Caifás se desesperaba. Quedaba un último recurso; había que obligar a Cristo a condenarse a sí mismo. El sumo sacerdote se levantó del sitial del juez, con el rostro descompuesto por la pasión, e indicando claramente por su voz y su porte que, si estuviese en su poder, heriría al preso que estaba delante de él.

63. Te conjuro por el DIOS viviente: Una persona no podía ser condenada por su propio testimonio. “Por fin, Caifás, alzando la diestra hacia el cielo, se dirigió a Jesús con un juramento solemne. Cristo no podía callar ante esta demanda. Había tiempo en que debía callar, y tiempo en que debía hablar...la demanda provenía de la más alta autoridad reconocida en la nación, y en el nombre del Altísimo. Cristo no podía menos que demostrar el debido respeto a la ley. Más que esto, su propia relación con el Padre había sido puesta en tela de juicio”.

64. Veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de DIOS: Una luz celestial parecía iluminar su semblante pálido. Por un momento la divinidad de Cristo fulguró a través de su aspecto humano... Cristo presentó el reverso de la escena que ocurría entonces. El, el Señor de la vida y la gloria, estaría sentado a la diestra de Dios. Sería el juez de toda la tierra, y su decisión sería inapelable.

El sumo sacerdote vaciló bajo la mirada penetrante del Salvador. Esa mirada parecía leer sus pensamientos ocultos y entrar como fuego hasta su corazón. Nunca, en el resto de su vida, olvidó aquella mirada escrutadora del perseguido Hijo de Dios. . .Como en un panorama, surgieron ante su espíritu las escenas del juicio final. Por un momento, vio el pavoroso espectáculo de los sepulcros devolviendo sus muertos, con los secretos que esperaba estuviesen ocultos para siempre...Las palabras de Cristo habían herido en lo vivo al saduceo. Caifás había negado la doctrina de la resurrección, del juicio y de una vida futura. Ahora se sintió enloquecido por una furia satánica.

65. Rasgó sus vestiduras: Para que la gente pudiese ver su supuesto horror e influir en los jueces. La convicción, mezclada con la pasión, había inducido a Caifás a hacer esto. Estaba furioso consigo mismo por creer las palabras de Cristo, y en vez de rasgar su corazón bajo un profundo sentimiento de la verdad y confesar que Jesús era el Mesías, rasgo sus ropas sacerdotales en resuelta resistencia...El sumo sacerdote no debía rasgar sus vestiduras. La ley levítica lo prohibía bajo sentencia de muerte. Todo lo que llevaba el sacerdote había de ser entero y sin defecto. Estas hermosas vestiduras oficiales representaban el carácter del gran prototipo, Jesucristo. Al rasgar sus vestiduras, se privaba de su carácter representativo y cesaba de ser acepto para Dios como sacerdote oficiante. Esta conducta de Caifás demostraba pues la pasión e imperfección humanas. Al rasgar sus vestiduras, Caifás anulaba la ley de Dios para seguir la tradición de los hombres. Una ley de origen humano estatuía que en caso de blasfemia un sacerdote podía desgarrar impunemente sus vestiduras por horror al pecado. El mismo estaba cometiendo blasfemia. Cuando Caifás rasgó sus vestiduras, su acto prefiguraba el lugar que la nación judía como nación iba a ocupar desde entonces para con Dios.

65. Habéis oído su blasfemia: "dicho injurioso", "calumnia", es decir, cualquier afirmación ofensiva. Según el judaísmo rabínico, el pronunciar el nombre divino era blasfemia. Los judíos también entendían que era blasfemia el que un hombre se igualara con Dios. El castigo levítico para la blasfemia era pena de muerte o apedreamiento (Lev. 24:16), aunque los judíos del tiempo de Cristo, por lo general, no estaban en libertad de llevar a cabo esa ejecución.

66. ¿Qué os parece?: Caifás pidió la votación de los miembros del sanedrín acerca de esta acusación.

66. Es reo de muerte: era contrario a la ley judaica juzgar a un preso de noche. Un fallo legal no podía pronunciarse sino a la luz del día y ante una sesión plenaria del concilio.

El palacio del sumo sacerdote rodeaba un atrio abierto en el cual los soldados y la multitud se habían congregado. A través de ese patio, y recibiendo por todos lados burlas acerca de su aserto de ser Hijo de Dios, Jesús fue llevado a la sala de guardia. Sus propias palabras, "sentado a la diestra de la potencia" y "que viene en las nubes del cielo," eran repetidas con escarnio. Mientras estaba en la sala de guardia aguardando su juicio legal, no estaba protegido. El populacho ignorante había visto la crueldad con que había sido tratado ante el concilio, y por tanto se tomó la libertad de manifestar todos los elementos satánicos de su naturaleza. La misma nobleza y el porte divino de Cristo lo enfurecían. Su mansedumbre, su inocencia y su majestuosa paciencia, lo llenaban de un odio satánico...Nunca fue tratado un criminal en forma tan inhumana como lo fue el Hijo de Dios.

69. Pedro estaba sentado fuera en el patio: En el atrio, se había encendido un fuego; porque era la hora más fría de la noche, precisamente antes del alba. Un grupo se reunió en derredor del fuego, y Pedro se situó presuntuosamente entre los que lo formaban. No quería ser reconocido como discípulo de Jesús.

69. Se le acercó una criada: la mujer que cuidaba la puerta, una de las criadas de Caifás le echó una mirada escrutadora. Ella había notado que había entrado con Juan, observó el aspecto de abatimiento que había en su cara y pensó que sería un discípulo de Jesús.

El hizo como que no la comprendía, pero ella insistió y dijo a los que la rodeaban que ese hombre estaba con Jesús.

70. No sé lo que dices: Pedro se vio obligado a contestar y lo hizo airadamente,  inmediatamente el gallo cantó. Si hubiese sido llamado a pelear por su Maestro, habría sido un soldado valeroso; pero cuando el dedo del escarnio le señaló, se mostró cobarde. Ninguna mano enemiga podría haberle asestado a Jesús el golpe que le infligió su dolor más profundo.

71. Saliendo él a la puerta: Gr. pulÇn, "puerta" o "pórtico". Aquí es posible que se refiera al corredor que llevaba del patio a la calle.

Pedro procuraba no mostrarse interesado en el juicio de su Maestro, pero su corazón estaba desgarrado por el pesar al oír las crueles burlas y ver los ultrajes que sufría. Más aún, se sorprendía y airaba de que Jesús se humillase a sí mismo y a sus seguidores sometiéndose a un trato tal. A fin de ocultar sus  verdaderos sentimientos, trató de unirse a los perseguidores de Jesús en sus bromas inoportunas, pero su apariencia no era natural. Mentía por sus actos, y mientras procuraba hablar despreocupadamente no podía refrenar sus expresiones de indignación por los ultrajes infligidos a su Maestro.

73. Un poco después: Transcurrió una hora.

73. Los que por allí estaban: Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente cercano del hombre a quien Pedro había cortado una oreja.

73. Aun tu manera de hablar te descubre: Los discípulos de Jesús eran conocidos por la pureza de su lenguaje.

74. Él comenzó a maldecir y a jurar: Esto violaba directamente el precepto dado por Jesús en el Sermón del Monte en cuanto a la manera pura y sencilla de hablar. “A fin de engañar plenamente a los que le interrogaban y justificar la actitud que había asumido”. Si se lo identificaba como la persona que había herido a Malco, había peligro que lo llevaran al juzgado por intento de asesinato.

74. En seguida el gallo cantó: Pedro lo oyó entonces.

Mientras los juramentos envilecedores estaban todavía en los labios de Pedro y el agudo canto del gallo repercutía en sus oídos, el Salvador se desvió de sus ceñudos jueces y miró de lleno a su pobre discípulo. Al mismo tiempo, los ojos de Pedro fueron atraídos hacia su Maestro. En aquel amable semblante, leyó profunda compasión y pesar, pero no había ira. Al ver ese rostro pálido y doliente, esos labios temblorosos, esa mirada de compasión y perdón, su corazón fue atravesado como por una flecha... Reflexionó con horror en su propia ingratitud, su falsedad, su perjurio.

75. Saliendo fuera lloró amargamente: Una vez más miró a su Maestro, y vio una mano sacrílega que le hería en el rostro. No pudiendo soportar ya más la escena, salió corriendo de la sala con el corazón quebrantado. Siguió corriendo en la soledad y las tinieblas, sin saber ni querer saber adónde. Por fin se encontró en Getsemaní. . .En el mismo lugar donde Jesús había derramado su alma agonizante ante su Padre, cayó Pedro sobre su rostro y deseó morir.

27. Todos los principales sacerdotes y ancianos: el Sanedrín. Según Josefo, el edificio donde se reunía el sanedrín estaba en el ángulo suroeste del predio del templo.

2. Le entregaron...: Jesús fue llevado al pretorio romano, residencia oficial de Pilato. Algunos han identificado el pretorio con la torre Antonia, muy próxima al norte del predio del templo. Otros han pensado que sería el antiguo palacio de Herodes, a menos de 1 km del predio del templo, hacia el oeste.

Poncio Pilato: Fue el quinto en la serie de procuradores nombrados por Roma después de la deposición y del destierro de Arquelao en el año 6 d. C. Pilato sucedió a Valerio Grato aproximadamente en el año 26 d. C., y fue destituido por Tiberio en el año 36 d. C. por su conducta indebida mientras ejercía el mando.

2. El gobernador: Gr. h'gemÇn, mejor "procurador" (BJ). El h'gemÇn era un romano de la orden ecuestre, designado por el César y directamente responsable ante él. La residencia oficial del procurador romano, se encontraba en Cesarea. Sin embargo, era la práctica de los procuradores trasladarse a Jerusalén particularmente en ocasión de las grandes fiestas judías, cuando se reunían allí miles de peregrinos. Siempre existía la posibilidad de un levantamiento popular contra Roma, y una ocasión tal como la pascua proporcionaba a los judíos la oportunidad ideal para una insurrección.

3. Viendo que era condenado: Si Jesús no debía morir, lo único que haría sería obligarle a librarse. Judas no creía que Cristo se dejaría arrestar. Al entregarle, era su propósito enseñarle una lección. Se proponía desempeñar un papel que indujera al Salvador a tener desde entonces cuidado de tratarle con el debido respeto. . .Puesto que había escapado de tantas trampas, pensaba Judas, no se dejaría ciertamente prender esta vez tampoco. . .Si Jesús era realmente el Mesías, el pueblo, por el cual había hecho tanto, se reuniría en derredor suyo, y le proclamaría rey. . . Judas tendría en su favor el haber puesto al rey en el trono de David. Y este acto le aseguraría el primer puesto, el siguiente a Cristo en el nuevo reino. Ansiosamente le siguió desde el huerto hasta el proceso delante de los gobernantes judíos.

De repente, una voz ronca cruzó la sala, haciendo estremecer de terror todos los corazones. Su rostro estaba pálido y desencajado, y había en su frente gruesas gotas de sudor. . .Asiéndose vivamente del manto de Caifás, le imploró que soltase a Jesús y declaró que no había hecho nada digno de muerte. Caifás se desprendió airadamente de él, pero quedó confuso y sin saber qué decir. La perfidia de los sacerdotes quedaba revelada.

4. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros?: Fue el Sumo sacerdote que habló. Los sacerdotes habían estado dispuestos a hacer de Judas su instrumento; pero despreciaban su bajeza.

Judas se echó entonces a los pies de Jesús, reconociéndole como Hijo de Dios, y suplicándole que se librase. El Salvador no reprochó a su traidor. Sabía que Judas no se arrepentía; su confesión fue arrancada a su alma culpable por un terrible sentimiento de condenación en espera del juicio, pero no sentía un profundo y desgarrador pesar por haber entregado al inmaculado Hijo de Dios y negado al Santo de Israel.

...Con asombro, presenciaron todos la longanimidad de Cristo hacia su traidor. Otra vez sintieron la convicción de que ese hombre era más que mortal. Pero si era el Hijo de Dios, se preguntaban, ¿por qué no se libraba de sus ataduras y triunfaba sobre sus acusadores?

6. No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas: Gr. korbanás, transliteración de una palabra aramea que significa "dádiva". Es probable que aquí korbanás se refiera al lugar donde se guardaban las dádivas ofrecidas al templo. Es probable que esta restricción se basara en Deut. 23: 18.

8. Se llama hasta el día de hoy: Es decir, cuando Mateo escribió el Evangelio.

9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías.  . .: Sin embargo, la cita proviene básicamente de Zac. 11: 13, con posibles alusiones a Jer. 18: 2-12; 19: 1-15; 32: 6-9.

11. Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador: Pilato le miró con ojos nada amistosos. El gobernador romano había sido sacado con premura de su dormitorio, y estaba resuelto a despachar el caso tan pronto como fuese posible...nunca antes había comparecido ante él un hombre que llevase rasgos de tanta bondad y nobleza. En su cara no vio vestigios de culpabilidad, ni expresión de temor, ni audacia o desafío. Vio a un hombre de porte sereno y digno...Su naturaleza mejor fue despertada. Había oído hablar de Jesús y de sus obras. Su esposa le había contado algo de los prodigios realizados por el profeta galileo, que sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos.

11. ¿Eres tú el rey de los judíos?: La construcción griega de la pregunta insinúa que Pilato difícilmente podía creer que una persona como Jesús pudiera ser un revolucionario.

11. Jesús le dijo: Tú lo dices: Mientras hablaba, su semblante se iluminó como si un rayo de sol resplandeciese sobre él.

Cuando oyeron su respuesta, Caifás y los que con él estaban invitaron a Pilato a reconocer que Jesús había admitido el crimen que le atribuían. Con ruidosos clamores, sacerdotes, escribas y gobernantes exigieron que fuese sentenciado a muerte. A esos clamores se unió la muchedumbre, y el ruido era ensordecedor.

13. ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?: Se esperaría que una persona común afirmara a voz en cuello su inocencia, ya fuera inocente o culpable.

14. Jesús no le respondió ni una palabra: Pero su silencio era elocuencia.

15. En el día de la fiesta acostumbraba...soltar al pueblo un preso: Era una costumbre de invención pagana; no había sombra de justicia en ella, pero los judíos la apreciaban mucho. Era una demostración de la política conciliatoria de Roma para con los pueblos de las provincias subyugadas y tenía el propósito de ganar su favor.

Barrabás: Este hombre había aseverado ser el Mesías. Pretendía tener autoridad para establecer un orden de cosas diferente para arreglar el mundo. Dominado por el engaño satánico, sostenía que le pertenecía todo lo que pudiese obtener por el robo. Había hecho cosas maravillosas por medio de los agentes satánicos, había conquistado secuaces entre el pueblo y había provocado una sedición contra el gobierno romano. Bajo el manto del entusiasmo religioso, se ocultaba un bribón empedernido y desesperado, que sólo procuraba cometer actos de rebelión y crueldad.

17. ¿A quién queréis que os suelte?: Pilato pensó despertar en el pueblo un sentido de justicia. Esperaba suscitar su simpatía por Jesús en oposición a los sacerdotes y príncipes.

19. Su mujer: la tradición ha dado el nombre de Claudia Procla.

19. Hoy he padecido mucho en sueños por causa de él: En respuesta a la oración de Cristo, la esposa de Pilato había sido visitada por un ángel del cielo, y en un sueño había visto al Salvador y conversado con él...mientras miraba a Jesús en su sueño no tuvo duda...Sabía que era el Príncipe de Dios. Le vio juzgado en el tribunal. Vio las manos estrechamente ligadas como las manos de un criminal. Vio a Herodes y sus soldados realizando su impía obra. Oyó a los sacerdotes y príncipes, llenos de envidia y malicia, acusándole furiosamente. Oyó las palabras: "Nosotros tenemos ley, y según nuestra ley debe morir." Vio a Pilato entregar a Jesús para ser azotado, después de haber declarado: "Yo no hallo en él ningún crimen." Oyó la condenación pronunciada por Pilato, y le vio entregar a Cristo a sus homicidas. Vio la cruz levantada en el Calvario. Vio la tierra envuelta en tinieblas y oyó el misterioso clamor: "Consumado es." Pero otra escena aún se ofreció a su mirada. Vio a Cristo sentado sobre la gran nube blanca, mientras toda la tierra oscilaba en el espacio y sus homicidas huían de la presencia de su gloria.

21. ¡A Barrabás!: Como el rugido de las fieras, vino la respuesta de la turba

22. ¡Sea crucificado!: Nuevamente la agitada turba rugió como demonios. Había verdaderos demonios en forma humana en la muchedumbre.

24. Se lavó las manos: en señal de inocencia. Pero aunque Pilato pudiera procurar evadir la responsabilidad por la muerte de Jesús, su culpa permanecía.

25. Su sangre sea... sobre nuestros hijos: Dios no castiga a los hijos por los pecados de sus padres. Sin embargo, los resultados de las decisiones equivocadas y de acciones erróneas tienen su efecto natural sobre generaciones posteriores. En el terrible asedio de Jerusalén en el año 70 d. C., una generación después de la crucifixión, los judíos sufrieron el resultado inevitable de la fatal decisión y durante dieciocho siglos en la condición de la nación judía.

26. Habiendo azotado a Jesús: La pena máxima era de cuarenta azotes. Se acostumbraba dar sólo 39 azotes pues no dar el último azote insinuaba misericordia. Cuando Pilato entregó a Jesús para que fuese azotado y burlado, pensó excitar la compasión de la muchedumbre. Esperaba que ella decidiera que este castigo bastaba.

26. Le entrego para ser crucificado: Pilato anhelaba librar a Jesús. Pero vio que no podría hacerlo y conservar su puesto y sus honores.

28. Le echaron encima un manto escarlata: Gr. kókkinos, "rojo", "escarlata". La anilina que se usaba para teñir de este color se obtenía del cuerpo disecado de ciertos insectos. Pudo haber sido capa de soldado, o quizá alguna vestimenta que Pilato hubiera usado antes. Lo colocaron sobre los hombros de Cristo como imitación burlona del manto real de color púrpura.

29. Una caña en su mano: En imitación de un cetro real.

29. Le escarnecían: Satanás indujo a la turba cruel a ultrajar al Salvador. Era su propósito provocarle a que usase de represalias, si era posible, o impulsarle a realizar un milagro para librarse y así destruir el plan de la salvación...se sometió con perfecta calma a los más groseros insultos y ultrajes...La ira de Satanás fue grande.

31. Le llevaron para crucificarle: Eran quizá las 8 o las 9 de la mañana. La cruz que había sido preparada para Barrabás fue puesta sobre sus hombros magullados y ensangrentados.

Una vasta multitud siguió a Jesús desde el pretorio hasta el Calvario. Las nuevas de su condena se habían difundido por toda Jerusalén, y acudieron al lugar de su ejecución personas de todas clases y jerarquías...los discípulos y creyentes de la ciudad y región circundante pudieron unirse a la muchedumbre que seguía al Salvador.

La carga del Salvador era demasiado pesada para él en su condición débil y doliente. Desde la cena de Pascua que tomara con sus discípulos, no había ingerido alimento ni bebida… Había sido llevado a Annás, luego a Caifás y después a Pilato. De Pilato había sido enviado a Herodes, luego de nuevo a Pilato... flagelado dos veces. La naturaleza humana no pudo soportar más y Jesús cayó desmayado bajo la carga...Volvieron a poner sobre él la carga, y otra vez cayó desfalleciente al suelo. Sus perseguidores vieron que le era imposible llevarla más lejos. No sabían dónde encontrar quien quisiese llevar la humillante carga. Los judíos mismos no podían hacerlo, porque la contaminación les habría impedido observar la Pascua. Entre la turba que le seguía no había una sola persona que quisiese rebajarse a llevar la cruz.

Cirene: Ciudad de Libia, en el norte de África.

Simón: había oído hablar de Jesús. Sus hijos creían en el Salvador, pero él no era discípulo.

32. A éste obligaron a que llevase la cruz: Oyó las burlas y palabras soeces de la turba; oyó las palabras repetidas con desprecio: Abrid paso para el Rey de los judíos. Se detuvo asombrado ante la escena; y como expresara su compasión, se apoderaron de él y colocaron la cruz sobre sus hombros. Resultó una bendición para él llevar la cruz al Calvario y desde entonces estuvo siempre agradecido por esta providencia.

Golgota: Quizás lugar que hoy ocupa la iglesia del Santo Sepulcro. Es probable que esta designación tenga que ver con la forma de la colina.

Se trajeron el martillo y los clavos, y mientras éstos se hundían a través de la tierna carne...Tan pronto como Jesús estuvo clavado en la cruz, ésta fue levantada por hombres fuertes y plantada con gran violencia en el hoyo preparado para ella. Esto causó los más atroces dolores al Hijo de Dios.

34. Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel: óinos, "vino". Según el rabino Hisda (c. 309 d. C.), "Cuando uno es llevado a la ejecución, se le da una copa de vino que tiene un poco de incienso a fin de nublar sus sentidos". Esta costumbre tenía el objeto de mitigar el sufrimiento del que había sido condenado a muerte. “Era permitido dar a los que sufrían la muerte de cruz una poción estupefaciente que amortiguase la sensación del dolor”.

34. No quiso beberlo: No quería recibir algo que turbase su inteligencia. Su fe debía aferrarse a Dios. Era su única fuerza. Enturbiar sus sentidos sería dar una ventaja a Satanás.

37. Este es Jesús, el Rey de los judíos: Un poder superior a Pilato y a los judíos había dirigido la colocación de esa inscripción sobre la cabeza de Jesús. Era la providencia de Dios, tenía que incitar a reflexionar e investigar las Escrituras.

38. Uno a la derecha y otro a la izquierda: La cruz de Jesús fue levantada en el centro, la ubicación reservada para el jefe de una banda de criminales. “Así se había dispuesto por indicación de los sacerdotes y príncipes...así su cruz fue puesta en medio de un mundo que yacía en el pecado”.

39. Meneando la cabeza: En gesto de burla y desprecio.

Los enemigos de Jesús desahogaron su ira sobre él mientras pendía de la cruz. Sacerdotes, príncipes y escribas se unieron a la muchedumbre para burlarse del Salvador moribundo.

40. Si eres el Hijo de DIOS...: Satanás, con ángeles suyos en forma humana, estaba presente al lado de la cruz. El gran enemigo y sus huestes cooperaban con los sacerdotes y príncipes...estaban confederados en un frenesí satánico.

43. Confió en DIOS, líbrele ahora si le quiere...: repetían las mismas palabras que la Inspiración había predicho que pronunciarían en esta ocasión. Sin embargo, en su ceguera, no vieron que estaban cumpliendo la profecía. Pero aunque fueron dichas en son de burla, estas palabras indujeron a los hombres a escudriñar las Escrituras como nunca lo habían hecho antes... Nunca antes hubo un conocimiento tan general de Jesús como una vez que fue colgado de la cruz. En el corazón de muchos de aquellos que presenciaron la crucifixión y oyeron las palabras de Cristo resplandeció la luz de la verdad.

44. Lo mismo le injuriaban también los ladrones...: Se habían burlado de él al principio; y por efecto del padecimiento uno de ellos se volvió más desesperado y desafiante. Pero no sucedió así con su compañero.

Con corazón anhelante, había escuchado para oír alguna expresión de fe de parte de sus discípulos. Había oído solamente las tristes palabras: "Esperábamos que él era el que había de redimir a Israel”.

Su sufrimiento provenía del sentimiento de la malignidad del pecado, del conocimiento de que por la familiaridad con el mal, el hombre se había vuelto ciego a su enormidad. Cristo vio cuán terrible es el dominio del pecado sobre el corazón humano, y cuán pocos estarían dispuestos a desligarse de su poder...La culpabilidad de cada descendiente de Adán abrumó su corazón. La ira de Dios contra el pecado, la terrible manifestación de su desagrado por causa de la iniquidad, llenó de consternación el alma de su Hijo...sintiendo el terrible peso de la culpabilidad que lleva, no puede ver el rostro reconciliador del Padre...atravesó su corazón un pesar que nunca podrá comprender plenamente el hombre. Tan grande fue esa agonía que apenas le dejaba sentir el dolor físico.

Con fieras tentaciones, Satanás torturaba el corazón de Jesús. El Salvador no podía ver a través de los portales de la tumba. La esperanza no le presentaba su salida del sepulcro como vencedor ni le hablaba de la aceptación de su sacrificio por el Padre. Temía que el pecado fuese tan ofensivo para Dios que su separación resultase eterna. Sintió la angustia que el pecador sentirá cuando la misericordia no interceda más por la raza culpable. El sentido del pecado, que atraía la ira del Padre sobre él como substituto del hombre, fue lo que hizo tan amarga la copa que bebía el Hijo de Dios y quebró su corazón.

45. Desde la hora sexta: Según el cómputo judío, la hora del mediodía.

45. Hubo tinieblas sobre toda la tierra: El sol se negó a mirar la terrible escena. Estas tinieblas, que eran tan profundas como la medianoche sin luna ni estrellas. En esa densa obscuridad, se ocultaba la presencia de Dios... Dios y sus santos ángeles estaban al lado de la cruz. El Padre estaba con su Hijo. Sin embargo, su presencia no se reveló. Si su gloria hubiese fulgurado de la nube, habría quedado destruido todo espectador humano...Cristo no fue consolado por la presencia del Padre. Con esa densa obscuridad, Dios veló la última agonía humana de su hijo... Un silencio sepulcral parecía haber caído sobre el Calvario...Rayos vívidos fulguraban ocasionalmente de la nube y dejaban ver la cruz y el Redentor crucificado. Sacerdotes, príncipes, escribas, verdugos y la turba, todos pensaron que había llegado su tiempo de retribución. Después de un rato, alguien murmuró que Jesús bajaría ahora de la cruz. Algunos intentaron regresar a tientas a la ciudad, golpeándose el pecho y llorando de miedo.

45. Hasta la hora novena: Aproximadamente las 3 de la tarde. Las tinieblas se elevaron de la gente, pero siguieron rodeando al Salvador. Eran un símbolo de la agonía y horror que pesaban sobre su corazón. Ningún ojo podía atravesar la lobreguez que rodeaba la cruz, y nadie podía penetrar la lobreguez más intensa que rodeaba el alma doliente de Cristo.

46. ¿Por qué me has desamparado?: Cuando la lobreguez exterior se asentó en derredor del Salvador, muchas voces exclamaron: La venganza del cielo está sobre él. Son lanzados contra él los rayos de la ira de Dios, porque se declaró hijo de Dios. Muchos que creían en él oyeron su clamor desesperado. La esperanza los abandonó. Si Dios había abandonado a Jesús, ¿en quién podían confiar sus seguidores?

47. A Elías llama éste: Según la tradición judía, Elías era, por así decirlo, el santo patrono de los piadosos en su hora postrera.

48. Le dio a beber: Cuando las tinieblas se alzaron del espíritu oprimido de Cristo, recrudeció su sentido de los sufrimientos físicos y dijo: "Sed tengo." Uno de los soldados romanos, movido a compasión al mirar sus labios resecos...

Los sacerdotes y príncipes miraban hacia Jerusalén; y he aquí, la nube densa se había asentado sobre la ciudad y las llanuras de Judea. El sol de justicia, la luz del mundo, retiraba sus rayos de Jerusalén, la que una vez fuera la ciudad favorecida. Los fieros rayos de la ira de Dios iban dirigidos contra la ciudad condenada.

50. Habiendo clamado otra vez: De repente, la lobreguez se apartó de la cruz, y en tonos claros, como de trompeta, que parecían repercutir por toda la creación, Jesús exclamó: "Consumado es." "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu." Una luz circuyó la cruz y el rostro del Salvador brilló con una gloria como la del sol. Inclinó entonces la cabeza sobre el pecho y murió...Y mientras, sumiso, se confiaba a Dios, desapareció la sensación de haber perdido el favor de su Padre. Por la fe, Cristo venció...los sacerdotes estaban oficiando en el templo. Era la hora del sacrificio vespertino.

50. Entregó el espíritu: murió por quebrantamiento del corazón. Su corazón fue quebrantado por la angustia mental.

51. El velo del templo se rasgó: Con ruido desgarrador, el velo interior del templo fue rasgado de arriba abajo por una mano invisible, que dejó expuesto a la mirada de la multitud un lugar que fuera una vez llenado por la presencia de Dios. El sacerdote estaba por matar la víctima; pero el cuchillo cayó de su mano enervada y el cordero escapó. El símbolo había encontrado en la muerte del Hijo de Dios la realidad que prefiguraba...Estaba abierto el camino que llevaba al santísimo.

51. La tierra tembló y las rocas se partieron: Otra vez descendieron tinieblas sobre la tierra y se oyó un ronco rumor, como de un fuerte trueno. Se produjo un violento terremoto que hizo caer a la gente en racimos. Siguió la más frenética confusión y consternación. En las montañas circundantes se partieron rocas que bajaron con fragor a las llanuras. . .La creación parecía estremecerse hasta los átomos. Príncipes, soldados, verdugos y pueblo yacían postrados en el suelo.

53. Saliendo de los sepulcros: si bien las tumbas se abrieron en el momento de la muerte de Cristo, los santos resucitados no salieron hasta después de que Cristo resucitó.

Centurión: Gr. hekatontárj's, "comandante de cien"; es decir, el capitán de una compañía que en el ejército romano se denominaba centuria. El número de soldados en la centuria era aproximadamente de 100.

54. Verdaderamente éste era hijo de DIOS: Estas palabras no fueron pronunciadas en un murmullo. Todos los ojos se volvieron para ver de dónde venían. La divina paciencia del Salvador y su muerte repentina, con el clamor de victoria en los labios, habían impresionado a ese pagano. En el cuerpo magullado y quebrantado que pendía de la cruz, el centurión reconoció la figura del Hijo de Dios. No pudo menos que confesar su fe.

56. Mujer de Jacobo: Posiblemente, "María mujer de Cleofas" (Juan 19: 25).

56. Madre de los hijos de Zebedeo: Posiblemente, la Salomé de Mar. 15: 40

57. Al acercarse la noche: Al acercarse la noche, una quietud sorprendente se asentó sobre el Calvario. La muchedumbre se dispersó, y muchos volvieron a Jerusalén muy cambiados en espíritu de lo que habían sido por la mañana. Muchos habían acudido a la crucifixión por curiosidad. . .creían las acusaciones de los sacerdotes y consideraban a Jesús como malhechor. . .se habían unido con la muchedumbre en sus burlas contra él. Pero cuando la tierra fue envuelta en negrura y se sintieron acusados por su propia conciencia, se vieron culpables de un gran mal. Ninguna broma ni risa burlona se oyó en medio de aquella temible lobreguez; cuando se alzó, regresaron a sus casas en solemne silencio. Estaban convencidos de que las acusaciones de los sacerdotes eran falsas, que Jesús no era un impostor; y algunas semanas más tarde, cuando Pedro predicó en el día de Pentecostés, se encontraban entre los miles que se convirtieron a Cristo.

Pero los dirigentes judíos no fueron cambiados por los acontecimientos que habían presenciado. Su odio hacia Jesús no disminuyó. . .Habían llevado a cabo su propósito de dar muerte a Cristo; pero no tenían el sentimiento de victoria que habían esperado. . .Habían tenido celos de la influencia de Cristo sobre el pueblo cuando vivía; tenían celos de él aun en la muerte. Temían más, mucho más, al Cristo muerto de lo que habían temido jamás al Cristo vivo.

Arimatea: Esta es la forma griega del nombre Ramá. Había varias aldeas conocidas por este mismo nombre, pero no se sabe cuál de ellas es la Arimatea del NT.

58. Pidió el cuerpo de Jesús: Aun en la muerte, el cuerpo de Cristo era precioso para sus discípulos. Anhelaban darle una sepultura honrosa, pero no sabían cómo lograrlo. Las personas ajusticiadas por traición contra el gobierno romano eran remitidas a un lugar de sepultura especialmente provisto para tales criminales. José y Nicodemo acudieron osadamente en  auxilio de los discípulos.

Nicodemo vino trayendo una costosa mezcla de mirra y áloes, que pesaría alrededor de unos cuarenta kilos, para embalsamarle. Imposible habría sido tributar mayor respeto en la muerte a los hombres más honrados de toda Jerusalén.

59. Tomando José el cuerpo...: Con suavidad y reverencia, bajaron con sus propias manos el cuerpo de Jesús. Una vez en la tumba los tres discípulos (José de Arimatea, Nicodemo y Juan) enderezaron los miembros heridos y cruzaron las manos magulladas sobre el pecho sin vida.

60. Después de hacer rodar una gran piedra: Quizá una piedra redonda, pero más bien plana, de una forma parecida a una piedra de molino, ubicada de tal forma que rodaba en una especie de riel y servía de puerta a la tumba.

Al llegar el sábado con los últimos rayos del sol poniente, el Hijo de Dios yacía en quietud en la tumba de José...Ahora Jesús descansaba de la obra de la redención; y aunque había pesar entre aquellos que le amaban en la tierra, había gozo en el cielo.

61. Estaban allí...la otra María: Quizá "María madre de José" (Mar. 15:47) y de Jacobo (Mar. 16: 1). Las mujeres fueron las últimas que quedaron al lado de la cruz, y las últimas que quedaron al lado de la tumba de Cristo.

Para los entristecidos discípulos ése fue un sábado que nunca olvidarían, y también lo fue para los sacerdotes, los príncipes, los escribas y el pueblo...Pero nunca antes había sido presenciado este ceremonial (de la pascua) con sentimientos tan contradictorios...De la crucifixión hasta la resurrección, muchos ojos insomnes escudriñaron constantemente las profecías...todos fueron convencidos que el Crucificado era el Redentor del mundo. Muchos, aun entre los sacerdotes, se convencieron...y después de su resurrección le reconocieron como el Hijo de Dios.

Nunca había atraído Cristo la atención de la multitud como ahora que estaba en la tumba...Muchos habían venido de lejos para hallar a Aquel que había sanado a los enfermos y resucitado a los muertos. Por todos lados, se oía el clamor: Queremos a Cristo el Sanador...Las calles estaban llenas de lamentos. Los enfermos morían por falta del toque sanador de Jesús...La venganza que los sacerdotes habían pensado sería tan dulce era ya amargura para ellos. Sabían que el pueblo los censuraba severamente y que los mismos en quienes habían influido contra Jesús estaban ahora horrorizados por su vergonzosa obra.

63. Nos acordamos...Después de tres días resucitaré: Le habían oído declarar que él tenía poder para deponer su vida y volverla a tornar. Recordaron que había dicho: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré." Judas les había repetido las palabras dichas por Jesús a los discípulos...Cuando oyeron estas palabras, se burlaron de ellas y las ridiculizaron. Pero ahora recordaban que hasta aquí las predicciones de Cristo se habían cumplido...Como su padre, el diablo, creían y temblaban.

63. Aquel engañador: "Ese impostor" (BJ).

64. Será el postrer error peor que el primero: El primer error era aceptar que Jesús era el Mesías de la profecía. La "última impostura" (BJ) sería la pretensión de que había resucitado.

66. Aseguraron el sepulcro, sellando la piedra...: A través de esta piedra pusieron sogas, sujetando los extremos a la roca sólida y sellándolos con el sello romano. La piedra no podía ser movida sin romper el sello.

66. Poniendo la guardia: Una guardia de cien soldados fue entonces colocada en derredor del sepulcro a fin de evitar que se le tocase. Pero por su acción Dios fue glorificado.

28. Había llegado la hora más sombría, precisamente antes del amanecer...Huestes de malos ángeles se cernían sobre el lugar...Pero un ejército celestial rodeaba al sepulcro. Ángeles excelsos en fortaleza guardaban la tumba, y esperaban para dar la bienvenida al Príncipe de la vida.

1. Al amanecer: En la latitud de Jerusalén, en época de la pascua, el cielo comenzaba a aclarar como a las 4 de la madrugada, y el sol salía como a las 5: 30.

1. Vinieron...a ver el sepulcro: llevando consigo especias preciosas para ungir el cuerpo del Salvador. Las mujeres no habían venido todas a la tumba desde la misma dirección. María Magdalena fue la primera en llegar al lugar; y al ver que la piedra había sido sacada, se fue presurosa para contarlo a los discípulos.

2. Un ángel de Señor: Este mensajero es el que ocupa la posición de la cual cayó Satanás...Huyen las huestes de las tinieblas

4. Los guardas temblaron: Los soldados le ven quitar la piedra como si fuese un canto rodado...Vieron el resplandor de los ángeles iluminar la noche, y oyeron a los habitantes del cielo cantar con grande gozo y triunfo. Cristo surgió de la tumba glorificado, y la guardia romana lo contempló.

5. Mas el ángel, respondiendo...: Había tomado el disfraz de la humanidad. Sin embargo, brillaba todavía en derredor de él la gloria celestial, y las mujeres temieron. Se dieron vuelta para huir.

7. Va...a Galilea; allí le veréis: Esta promesa se cumplió cuando se reunieron unos 500 creyentes, en forma secreta, en un determinado monte de Galilea.

8. Fueron corriendo: La distancia desde el sepulcro hasta el lugar donde estaban los discípulos era sin duda corta, quizá menos de 1 km.

9. Jesús les salió al encuentro: en algún lugar cerca del sepulcro, pues parecía difícil que se hubiera aparecido a las mujeres en la ciudad.

9. Abrazaron sus pies, y le adoraron: Ya Jesús había ascendido al cielo y DIOS le había asegurado que aceptaba su sacrificio.

11. Unos de la guardia fueron a la ciudad: Tambaleándose como borrachos, se dirigieron apresuradamente a la ciudad contando las nuevas maravillosas a cuantos encontraban. Iban adonde estaba Pilato, pero su informe fue llevado a las autoridades judías, y los sumos sacerdotes y príncipes ordenaron que fuesen traídos primero a su presencia.

11. Reunidos...y habido consejo: Estaban enredados en una trampa de la cual no veían otra salida que la continuación de su guerra contra Cristo. Cuando oyeron la nueva de su resurrección, temieron la ira del pueblo. Sintieron que su propia vida estaba en peligro.

13. Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron: si fuera verdad ¿no habrían tratado primero los sacerdotes de condenarlos?

13. Estando nosotros dormidos: Si estaban dormidos, ¿cómo podían saberlo?. . .¿no habrían sido los sacerdotes los primeros en acusarlos ante Pilato? Dormir en su puesto era un delito punible de muerte.

15. Este dicho se ha divulgado entre los judíos...: Difundieron sus informes mentirosos lejos y cerca. Durante varios siglos esta tergiversación de lo ocurrido en la tumba vacía apareció en los ataques judíos y paganos contra el cristianismo.

16. Al monte donde Jesús les había ordenado: como quinientos creyentes se habían reunido en grupitos en la ladera de la montaña (1 Cor. 15: 6). Concurrieron al lugar de reunión por caminos indirectos, viniendo de todas direcciones para evitar la sospecha de los judíos envidiosos. De un grupo a otro iban los discípulos, contando todo lo que habían visto y oído de Jesús, y razonando de las Escrituras como él lo había hecho con ellos. . .De repente Jesús se presentó en medio de ellos. Nadie podía decir de dónde ni cómo había venido. . .su semblante era como el rostro de Dios.

18. Toda potestad me es dada en el cielo: Jesús había limitado voluntariamente su autoridad. “Su sacrificio en favor del hombre era definitivo y completo. Las condiciones de la expiación habían sido cumplidas; la obra para la cual había venido a este mundo se había realizado”.

19. Id y haced discípulos a todas las naciones: Cristo comisionó a sus discípulos para que proclamasen una fe y un culto que no encerrasen idea de casta ni de país, una fe que se adaptase a todos los pueblos, todas las naciones, todas las clases de hombres. . .El mandato que dio el Salvador a los discípulos incluía a todos los creyentes en Cristo hasta el fin del tiempo.

Declaró que no era su propósito establecer en este mundo un reino temporal, sino un reino espiritual. No iba a reinar como rey terrenal en el trono de David. Volvió a explicarles las Escrituras.

19. Bautizándolos: El cristianismo fue la primera religión que asumió un carácter verdaderamente internacional. En buena medida, las religiones paganas carecían de celo misionero y de actividad. Eran básicamente de carácter nacional, y no se proponían convertir a gente de otras nacionalidades.

20. Enseñándoles: La aceptación del Evangelio de Jesucristo implica acción de la mente. Si no se ejercitan las facultades mentales para comprender la voluntad revelada de Dios, no puede haber verdadero cristianismo, ni verdadero crecimiento. Por ello, la instrucción es de vital importancia, tanto antes como después del bautismo. Cristo quiere que sus ministros sean educadores de la iglesia en la obra evangélica.

20. Que guarden todas las cosas que os he mandado: Ello incluye lo que él había dicho, no solamente en persona, sino por todos los profetas y maestros del Antiguo Testamento. Excluye la enseñanza humana. No hay lugar para la tradición, para las teorías y conclusiones humanas ni para la legislación eclesiástica.

20. Yo estoy con vosotros: En virtud del don del Espíritu Santo, Jesús estaría más cerca de los creyentes en todas partes de la tierra de lo que le hubiera sido posible estar si hubiera permanecido físicamente presente (Juan 16: 7).


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