31. Cuando resplandece su color en la
copa: El hebreo dice: "da su ojo".
Así se advierte contra la atracción del aspecto rojo del vino, que es agradable
a la vista.
31. Se entra suavemente: Heb. "va derecho", o sea, sin dificultad.
32. Como áspid morderá: Heb. tsif'oni'. Quizá alguna clase no identificada de serpiente
venenosa. Es adecuada la comparación del vino con el veneno de una serpiente.
Ambos afectan mortalmente el cuerpo.
33. Tus ojos mirarán cosas extrañas: En hebreo sólo aparece el adjetivo "extrañas". Como está
en femenino, es posible que se refiera a "mujeres extrañas".
33. Tu corazón hablará perversidades: Al principio el alcohol afecta las funciones superiores del cerebro:
el, juicio y la discreción. Se retarda la capacidad de tomar decisiones y se
anubla la diferencia entre lo bueno y lo malo. El bebedor, dice lo que nunca
diría si estuviera sobrio, y se ríe de las tonterías de otros como si fueran
producto del humor más refinado. Pero el cerebro embriagado no sólo produce
necedades; de él surgen malos pensamientos y planes que, con frecuencia, son
llevados a cabo por personas que nunca los concebirían si estuvieran en pleno
uso de sus facultades.
34. Serás como el que yace en medio del mar: Con frecuencia se considera que ésta es la figura de la persona que
trata de dormir en un mundo que parece moverse como el mar agitado. Otros han
pensado que se refiere al sueño causado por los narcóticos, que finalmente
vence al bebedor y lo sume en un estado de coma, no muy distante de la muerte.
Todas sus facultades están embotadas por el alcohol, y se halla tan inerte y
desvalido como un cadáver que flota sobre las olas del mar.
34. O como el que está en la punta de un
mastelero: representa gráficamente el terrible
mareo del borracho y los muchos peligros a los cuales inconscientemente se
expone. En la LXX: "Y como un piloto en una gran tormenta". Esta
traducción se refiere al juicio disminuido del embriagado.
35. Cuando despertare lo volveré a buscar: Percibe apenas la disminución de sus facultades; con todo, ya anhela
recuperarse lo suficiente como para comenzar de nuevo a beber. Es esclavo del
amo que ha escogido (Rom. 6: 16), pero Dios puede librarlo de esa servidumbre
(Rom. 6: 18; 7: 23-25).
24.1 Ni desees estar con ellos: Hay por lo menos tres peligros al tener un trato íntimo con impíos:
(1) Que las elevadas resoluciones de orden moral sean empequeñecidas por el
ridículo de los perversos y por los atractivos de una vida sin restricciones;
(2) que se arruine la reputación por la compañía de los depravados; y (3) que los
impíos tramen alguna maldad en perjuicio de algunos inocentes.
3. Con sabiduría se edificará la casa: Sólo por medio de la verdadera sabiduría que infunde temor a Dios y
hace observar sus mandamientos, puede una familia recibir bendiciones y ser
protegida.
5. El hombre sabio es fuerte: Salomón
piensa que como el sabio teme a Dios, no sólo tiene de su parte el poder de la
sabiduría sino también la fuerza de estar en lo correcto. La LXX traduce así:
"Un hombre sabio es mejor que un hombre fuerte".
7. Alta está para
el insensato la sabiduría. . .: El necio
cree que la sabiduría está más allá de su alcance. Sus acciones no son dictadas
por la razón sino por el deseo. Cuando los sabios se reúnen en la puerta de la
ciudad para tratar los asuntos públicos, el necio no está capacitado para
cooperar. Las consideraciones que orientan a los entendidos son demasiado
elevadas para su inteligencia, y él no siente ningún deseo de aumentar su
sabiduría para comprenderlas porque no tiene ninguna intención de ser bueno.
9. El pensamiento
del necio es pecado: Heb. zimmah,
"plan", "propósito" (VM) el tramar maldades.
10. Si fueres flojo.
. .tu fuerza será reducida: Cuando se
presentan las dificultades, uno debe recurrir a todas sus tuerzas para hacerles
frente. Si se actúa con debilidad y sin preparación, se reduce la fuerza y se
facilita la derrota.
11. Libra a los que son llevados a la
muerte: el siervo de Dios tiene el deber de hacer
todo lo posible para salvar a los condenados a muerte, si son inocentes. Esto
debiera movernos a hacer todo lo posible por rescatar del vicio a quien esté
por caer en él o a quien ya haya caído.
14. Así será a tu
alma el conocimiento de la sabiduría: Así como
la miel es agradable al paladar y vigoriza el cuerpo, la sabiduría fortalece el
alma o el carácter. La sabiduría es inherentemente dulce para los que la
cultivan, y más dulce aún son sus resultados, tanto en esta vida como en la
venidera.
16. Siete veces cae
el justo. . .: El contexto
indica que "caer" equivale a "sufrir alguna calamidad". El
impío se esfuerza en vano para hacer caer al justo. Cada vez que lo hunde en la
pobreza y la miseria, Dios interviene para salvarlo. Pero el pecador es
literalmente, "derribado por la calamidad" y no puede volver a
levantarse. En sentido espiritual, este versículo es motivo de consuelo para el
cristiano que lucha y se siente desanimado por no poder resistir él pecado.
"Siete veces cae" equivale a decir "cada vez que cae". Si
después de cada fracaso nos levantamos con nueva esperanza, si nos aferramos de
nuevo de la fuerza salvadora tan generosamente ofrecida, entonces el Señor nos
considera justos y completará en nosotros la obra que comenzó.
21. No te
entremetas con los veleidosos. . .: La BJ
dice: “no te extralimites con ninguno de los dos, 22 porque su castigo será fulminante y
nadie conoce el furor de uno y otro”.
23. Estas palabras parecen ser la introducción de una añadidura, una
especie de posdata con la cual concluye esta sección.
24. El que dijere
al malo: Justo eres. . .: Los jueces que alaban
al impío como si fuera bueno, hacen más que liberar a un criminal para que
continúe su guerra contra la sociedad: entenebrecen la distinción entre el bien
y el mal y hacen que los jóvenes crezcan sin respeto por la ley y el orden.
Tales magistrados se ganan el odio de naciones enteras, porque generalmente el
pueblo siente mucho respeto por la justicia. Los ciudadanos se sienten
agraviados por las acciones que debilitan las bases de su paz y prosperidad.
25. Los que lo
reprendieron tendrán felicidad: gozarán
de la satisfacción de haber cumplido con su deber. Es muy satisfactorio hacer
lo bueno. Esa satisfacción es mayor aún si se puede ayudar al pueblo,
protegiéndolo de sus enemigos y afianzándolo en su respeto por la autoridad. Los
gobernantes rectos reciben una bendición especial. No sólo los aman los
gobernados, sino que el Señor mismo los recompensa con su protección y
conducción especiales (Sal. 72). También en el pueblo gobernado por estos
dirigentes hay una bendición: pueden descansar seguros, sabiendo que se les
hará justicia cuando sea necesario.
26. Besados serán
los labios del que responde palabras rectas: Heb. "besa los labios aquel que da respuestas acertadas"
(VM). Cuando una persona de gran autoridad habla palabras justas, éstas son tan
agradables para la gente correcta como lo sería un beso.
27. Prepara tus labores
fuera. . .después edificarás tu casa: Esta
edificación puede entenderse literalmente, o bien referirse a la constitución
de una familia a la que se añaden los hijos. Antes de que un joven pudiera
tener la esperanza de conseguir una esposa, debía estar en condiciones de darle
buenos regalos a ella y a sus padres y de demostrar su capacidad para
sostenerla. A fin de poder hacer esto necesitaba cultivar suficientes tierras
como para satisfacer las necesidades de una familia.
28. No seas sin
causa testigo contra tu prójimo: una
persona no debería decir contra su prójimo lo que carece de fundamento.
30. El campo. . .la
viña: El campo y la viña eran para el
agricultor palestino las mayores fuentes de alimento e ingresos.
31. Ortigas había ya cubierto
su faz y su cerca de piedra estaba ya destruida: Un campo descuidado
rápidamente se cubre de malezas que matan las plantas buenas, y es muy difícil
desarraigarlas una vez que se han extendido. También debe mantenerse en buen
estado el cerco para proteger los cultivos contra los animales. Algunos han
pensado que en la descripción que hace Salomón del perezoso se puede encontrar
la ilustración de una verdad espiritual. Si bien el Espíritu Santo es el único
que nos puede capacitar para vencer el pecado (DTG 625), no puede ayudarnos sin
nuestro consentimiento y nuestra cooperación (DMJ 120). Debemos avanzar con la
fuerza que el Espíritu de Dios nos imparte para extirpar las malezas. También
con la fuerza de Dios, debemos construir un fuerte muro de obediencia a los
Diez Mandamientos.
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