1. Cuidareis de poner por obra todo mandamiento: Literalmente,
"cada mandamiento".
4. Ni el pie se ha hinchado: Tal vez
signifique "ampollar". El sustantivo proveniente de la misma raíz se
traduce "masa" (Exo. 12: 34), sin duda porque se hincha como resultado
de la fermentación de la levadura.
5. JEHOVA te castiga: La
disciplina de Dios es siempre educativa; nunca tiene el único objeto de causar
sufrimiento y malestar.
7. La buena tierra: La
Palestina de hoy no tiene parecido con esta descripción. Es probable que su
fertilidad se haya agotado por el uso descuidado de la tierra durante siglos y
por haber talado sus espesos bosques, que controlaban el agua y la erosión.
8. Trigo y cebada: Las
cosechas básicas de cereales.
8. Higueras y granados: Además del
olivo éstos eran los principales árboles frutales de la antigua Palestina.
9. Cuyas piedras son hierro: El hierro
se encontraba en el territorio montañoso del sur del mar Muerto. Ahora se
exporta hierro desde esta región. Durante el tiempo de los jueces, los
filisteos tenían el monopolio de la fabricación de objetos de hierro (1 Sam.
13: 19-22). Probablemente conseguían el hierro del Asia Menor. Cuando el poder
de los filisteos fue quebrantado en tiempos de David, el hierro pasó a ser de
uso común en Israel.
10. Bendecirás a JEHOVA tu DIOS: La
gratitud debe ser expresada y sentida. La verdadera nobleza de alma comienza
con el aprecio de las bendiciones del cielo y las bondades de nuestro prójimo.
13. Todo lo que tuvieres se aumente: Las
riquezas no son malas en sí mismas. Sin embargo, es tendencia humana
preocuparse con el intento de acumularlas y retenerlas por placer personal,
olvidándose de Dios en ese proceso.
14. Se enorgullezca tu corazón: El orgullo
es el que afirma que la riqueza y la prosperidad se deben a los esfuerzos
realizados por la persona misma.
15. Serpientes ardientes: Llamadas así por los terribles efectos de su mordedura, producían
inflamación violenta y la muerte al poco tiempo.
15. Escorpiones: Plaga común
en la región desértica al sur de Judea, y algo menos común en el resto de
Palestina. Existen unas ocho variedades de escorpión o alacrán, en Palestina.
Su picadura puede ser muy dolorosa.
15. Del pedernal: En la
Biblia, el "pedernal" " puede referirse a cualquier roca dura.
Algunas veces se hacían cuchillos de pedernal.
17. Mi poder y la fuerza de mi mano me ha traído
esta riqueza: El hombre tiende a atribuirse a sí mismo el
mérito de haber llegado a una buena situación y se jacta de no deber eso a
nadie.
20. No habréis atendido la voz de JEHOVA: En hebreo
"obedecer" es sinónimo de escuchar o atender la voz. Obedecer es
poner en práctica lo oído.
9. Anaceos:
Literalmente, "los de cuello largo". Aparentemente eran descendientes
de Arba, fundador de Hebrón (Jos. 14: 15; 15: 13). Estaban esparcidos por el
territorio montañoso de Judá.
4. Por mi justicia me ha traído JEHOVA: Su mala
conducta después de haber salido de Egipto había hecho evidente que no se les
daba la tierra de Canaán porque la mereciesen.
6. Duro de cerviz eres tú: En forma
figurada significa "ser obstinado" o "ser testarudo". Una
cerviz "dura" es un cuello que se ha endurecido.
14. Déjame que los destruya: Cuando
los israelitas se apartaron intencionalmente de la voluntad revelada de Dios,
quedaron sin excusa delante de él y ya no merecieron su indulgencia. El pecado
deliberado y premeditado puede hacer terminar repentinamente el tiempo de
gracia. A fin de evitar la hora del juicio debe haber un nuevo comienzo, una
reforma genuina.
17. Las quebré: Dios
cortó relaciones con Israel, y quedó anulado y sin valor el pacto, que había
sido ratificado un mes antes.
18. Me postré: En
intercesión en favor del pueblo. En los países orientales, aún hoy, es
necesario postrarse para indicar completa sumisión.
20. Contra Aarón también se enojó JEHOVA: El hecho
de que Aarón había sido bendecido y honrado más que el pueblo, hacía tanto más
odioso su pecado. Fue Aarón, "el santo de Jehová" (Sal. 106: 16), el
que había hecho el ídolo y anunciado la fiesta. Fue él, que había sido nombrado
portavoz de Moisés. Fue Aarón, por medio de quien Dios había obrado y enviado
juicios sobre los egipcios y sus dioses, el que sin inmutarse oyó proclamar
ante la imagen fundida: "Estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra
de Egipto." Fue él, que presenció la gloria del Señor cuando estuvo con
Moisés en el monte y que no había visto nada en ella de lo cual pudiese hacerse
una imagen, el que trocó aquella gloria en la semejanza de un becerro. Fue él,
a quien Dios había confiado el gobierno del pueblo en ausencia de Moisés, el
que sancionó la rebelión del pueblo.
27. Acuérdate de tus siervos: Aquí
Moisés apela a las promesas del pacto como razón para no desechar a Israel, a
pesar de su perversidad.
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