Los animales que debían ser usados como sacrificio diario eran comprados
con dinero aportado por todo el pueblo.
2. Si su ofrenda: Heb. qorban, del verbo qarab, "acercarse", "acercarse
a".
2. Holocausto: 'olah "lo que
asciende". Los holocaustos eran enteramente consumidos sobre el altar y,
al ascender el humo, en forma figurada ascendía la ofrenda hacia Dios. Esta palabra
viene del griego y significa "lo que se quema todo". No se comía
ninguna parte del holocausto, indicaba una consagración completa. Los holocaustos fueron los más antiguos de
todos los sacrificios, como también los más característicos y completos;
reunían entre sí los elementos esenciales de todos los sacrificios. Había dos tipos de holocaustos:
Holocaustos obligatorios: Algunos debían
ofrecerse en determinadas ocasiones y eran presentados por los sacerdotes para
beneficio de toda la nación. Entre éstos están el holocausto diario, el
holocausto sabático, y los holocaustos de las fiestas de luna nueva, de pascua,
de Pentecostés, de la fiesta de las trompetas, del día de expiación, y de la
fiesta de los tabernáculos. Otros eran de naturaleza ocasional, y eran presentados
por las personas afectadas, como los de la consagración de un sacerdote, del
nacimiento de un niño, de la purificación de un leproso, de la purificación
ceremonial, y cuando se tomaba el voto del nazareato.
Ø El Holocausto diario: Cada mañana y cada tarde se ofrecía en el altar del holocausto un
cordero en favor de toda la nación, proporcionaba expiación temporaria y provisoria
para la nación, hasta tanto el pecador pudiese comparecer, llevando su propio
sacrificio. El Talmud enseña que el sacrificio matutino expiaba los pecados cometidos durante la noche, y el
sacrificio vespertino, los pecados
del día. Los holocaustos diarios eran quemados en el altar, pero con fuego lento, para que un sacrificio
durara hasta que fuese colocado el próximo.
Los holocaustos voluntarios: podían ser
presentados por una persona en cualquier momento, pero debían ceñirse siempre a
los mismos reglamentos que regían los holocaustos obligatorios. Eran una dádiva
de amor, de dedicación y de consagración. Se ofrecía con un espíritu de alegre
sacrificio a Dios. Era más que un presente; significaba darse uno mismo, en
sacrificio vivo.
En muchos casos, una ofrenda por el pecado acompañaba al holocausto,
pero no siempre. Cuando una misma persona presentaba una ofrenda por el pecado
y holocaustos, la ofrenda por el pecado venía primero y era por un pecado o
pecados específicos. El holocausto se ofrecía por la pecaminosidad general, sin
referencia a ningún pecado en particular. Los sacrificios eran oraciones hechas
carne.
Los holocaustos mencionados en Lev. 1 son todos voluntarios y personales, el ritual a seguirse debía ser preciso y
estricto. De esta manera se enseñaba a los israelitas la obediencia implícita. Se
usaban cuatro clases de animales como holocaustos: becerros, ovejas, cabras y
aves.
3. Macho sin defecto. Dios exige lo mejor que tenemos. No debemos
dar a Dios lo que sea de valor inferior: una moneda defectuosa, una propiedad
imposible de vender, restos de tiempo libre. En cambio debemos servir a Dios
con lo mejor que esté a nuestra disposición.
3. De su voluntad lo
ofrecerá: Mejor, "para que sea grato ante el
Señor" (BJ).
4. Pondrá
su mano sobre la cabeza del holocausto: samak, "poner", significa significa "apoyarse" con el peso del cuerpo. Representa la
transferencia simbólica a la víctima de los pecados del que ofrece el
sacrificio, o la sustitución del pecador por la víctima que así muere en su
lugar.
4. Será aceptado para
expiación suya: en su lugar, el animal
presentado como sacrificio era considerado como sustituto por el pecador.
5. Degollará al becerro: En épocas posteriores, los sacerdotes degollaban las víctimas, aunque el
plan original de Dios había sido que el pecador mismo lo hiciese. Esta
experiencia debe haberle resultado penosa y un tanto angustiosa al pecador,
porque sabía que era su pecado el que hacía necesaria esa muerte. En forma
vívida veía ante sí los resultados del pecado. No sólo significaba la muerte,
sino la muerte de un ser inocente. Debe
haberle inculcado la determinación de no pecar más.
5. La rociarán (la
sangre) alrededor sobre el altar: Un sacerdote
había recibido en una vasija la sangre que manaba del animal degollado. Según
el Talmud, el sacerdote oficiante esparcía la sangre contra el altar en dos
lugares: la esquina noreste y la esquina suroeste, de tal modo que pudiese
tocar los cuatro lados del altar. Por razones higiénicas es probable que esto
se hubiera hecho del lado interior del altar. La porción de la sangre que no se
usaba era vertida en la base del altar. Posteriormente, en el templo de
Jerusalén, la sangre sobrante pasaba por un conducto al valle del Cedrón.
6. Desollará el
holocausto: Originalmente lo hacía la misma persona que
ofrecía el sacrificio, pero más tarde los levitas realizaron esta tarea. En el
desierto eran pocos los que participaban en las ceremonias del tabernáculo en
comparación con épocas posteriores, en la tierra prometida, cuando centenares y
aun miles llegaban a ofrecer sacrificios en un solo día. Los levitas y
sacerdotes, ya acostumbrados al ritual, podían desollar el animal más
prontamente que la gente común.
7. Pondrán fuego sobre
el altar: Siempre ardía fuego en un lugar designado
sobre el altar de los holocaustos. Era el deber de los sacerdotes asegurarse de
que ese fuego nunca se apagara. Puesto que Dios mismo lo había encendido, era
considerado fuego sagrado. Desde este fuego principal, ubicado en el altar de
los holocaustos, los sacerdotes encendían los otros fuegos para consumir los
sacrificios presentados. De este modo, varios
fuegos ardían sobre el altar al mismo tiempo, todos ellos encendidos con el
fuego principal. Cuando entraban en el lugar santo para ofrecer incienso,
los sacerdotes debían tomar las brasas de este altar para sus incensarios.
7. Compondrán la leña
sobre el fuego: Esta leña era
cuidadosamente inspeccionada antes de ponerla sobre el altar. La leña dañada
por insectos o comida por gusanos era rechazada. Era tarea de ciertos
sacerdotes vigilar para que siempre hubiera leña disponible. Una vez al año se
le pedía al pueblo que ayudase a juntar leña para el santuario. No se tiraba la
leña sobre el fuego ni se la colocaba de cualquier manera. Se la ponía en forma
ordenada.
8. Acomodarán las piezas: siguiendo la misma disposición que tenían en el animal vivo.
9. Hará arder todo: El "todo" tenía una excepción. No se quemaba la piel del
animal, sino que se daba al sacerdote.
14. Si la ofrenda. .
.fuere holocausto de aves: Las tórtolas y
los palominos no eran caros, de modo que aun los pobres podían ofrecer este
sacrificio.
15. El sacerdote. . .le
quitará la cabeza: en el caso de
sacrificarse un ave, había tan poca sangre que era necesario que el sacerdote
mismo la matara para que pudiese tocar rápidamente el altar con la sangre de la
víctima. El que presentaba el sacrificio no tenía casi parte en el ritual; sólo
traía el ave.
16. El buche y las
plumas. . .echará en el lugar de las cenizas: si se quemaban, hubiera producido un olor desagradable.
2.1 Ofreciere oblación: "una ofrenda de
cereal (minjah). La palabra minjah no tenía originalmente el sentido de ofrenda
religiosa, sino que designaba un regalo presentado a un superior. También
indicaba el tributo pagado por pueblos vencidos. Estos presentes indicaban
sumisión y dependencia. En el monte Sinaí, minjah pasó a ser la designación
oficial de un presente a Dios. La "oblación" de Lev. 2 era una
ofrenda de cereales, de harinas preparadas en diversas formas. En las leyes
mosaicas, no se usa la palabra minjah para referirse a ofrendas de animales.
Así como había holocaustos públicos e individuales o particulares, había
también oblaciones públicas e
individuales. Las oblaciones particulares
eran voluntarias, y podían ofrecerse a voluntad, en cualquier momento. Las oblaciones públicas eran
obligatorias y existían reglas fijas para su presentación. La principal
oblación pública era el pan de la proposición, o "pan de la
Presencia".
1. Flor de harina: O harina fina, es el producto de la cooperación entre Dios y los
hombres. Dios coloca el principio de vida en la semilla, da sol y lluvia, y la
hace crecer. El hombre siembra la semilla, la cuida, la cosecha, la muele para
hacer harina, y luego presenta esta harina ante el Señor, o la prepara en
tortas cocidas al horno. Es devolverle a Dios lo suyo con interés. Es símbolo
de la obra de la vida del hombre, de talentos perfeccionados. Dios no se
complace cuando los hombres sólo le devuelven la cantidad de simiente que les
fue confiada, espera que cada talento sea mejorado, refinado y ennoblecido.
Antes de ser molido, el grano era capaz de perpetuarse, de transmitir
vida. Después de la molienda, es aparentemente inútil. Nunca podrá ser plantado
nuevamente. No tiene vida. Era la vida de la semilla; ahora ayuda a mantener la
vida de un ser viviente, creado a la imagen de Dios. La muerte lo ha
enriquecido, lo ha glorificado, haciéndolo útil para el hombre. Pocas son las
vidas que tienen valor real y perdurable si no han sido machacadas y golpeadas.
Los hombres se encuentran a sí mismos y encuentran a Dios en las experiencias
profundas y oscuras de la vida. Cuando el alma está anegada es cuando se
edifica el carácter. La tristeza, el chasco y el sufrimiento son los poderosos
siervos de Dios, nos prepara para el cielo. Los días oscuros aportan lluvias de
bendición. Inspira simpatía por otros. Sólo aquel que ha sufrido ha vivido de
verdad. Sólo el que ha amado ha vivido. La lección completa del sufrimiento no
se ha aprendido hasta que podamos regocijarnos en él.
La harina de la oblación debía mezclarse con aceite. El aceite es
símbolo del Espíritu de Dios. Sólo cuando la vida sea santificada por el
Espíritu, cuando esté mezclada con él, y sea ungida por él, podrá ser agradable
ante Dios.
2. Para memorial: se refiere al puñado de harina que sacaba el sacerdote con algo de
aceite, y todo el incienso, y los quemaba sobre el altar. Así como Dios se
reservó una parte de la oblación como "memorial", así también se
reserva una parte de nuestros ingresos y de nuestro tiempo.
11. Ni de ninguna miel: Se usaba tanto miel como levadura para producir fermentación,
especialmente para hacer vinagre. Los intérpretes bíblicos generalmente asocian
la miel con las pasiones de la carne, que a la verdad pueden ser placenteras,
pero contienen elementos de corrupción y son destructoras de la vida espiritual.
13. La sal del pacto de
tu DIOS: Un pacto de sal es un pacto perpetuo (Núm.
18: 19). En lo que se refiere a su capacidad de preservar, la sal es lo opuesto
de la levadura. Nunca deben faltar los principios purificadores y preservadores
de la santidad y la verdad en nuestro pacto con Dios.
14. Espigas verdes: "Grano tierno" (BJ). Se refiere aquí a tales cereales como
trigo, cebada, centeno o avena. Aún hoy, en el Oriente, es comida preferida el
grano tierno, es decir no maduro, tostado. Tales granos podían usarse como
oblación.
Así como los holocaustos representaban la consagración de la vida, las
oblaciones requerían la consagración de los recursos. Esta consagración debe
ser precedida por la consagración de la vida.
3.1 Sacrificio
de paz: De una raíz que significa "hacer
paz" o "estar en paz". La marca distintiva de la ofrenda de paz
era la comida en común, celebrada dentro del recinto del santuario, en la cual
prevalecían el gozo y la alegría, y durante la cual departían el pueblo y los
sacerdotes. No era ésta la ocasión para efectuar la paz, sino que se trataba de
una Fiesta de regocijo porque la paz ya existía. Generalmente era precedida por
una ofrenda por el pecado y por un holocausto. Se había otorgado el perdón, y
se había recibido la seguridad de la justificación. Para celebrar esto, el que
había ofrecido el sacrificio invitaba a sus parientes, a sus siervos y a los
levitas a comer con él. Toda la familia se reunía en el atrio de la
congregación para festejar la paz que había sido efectuada entre Dios y el
hombre, y entre el hombre y su prójimo. Debían participar los hijos y las
hijas, los siervos y las siervas, junto con los levitas invitados.
9. La cola entera: Se refiere al carnero de Bujaria. La cola de este animal pesa gralmente.
de 5 a 10 kg., pudiendo pesar hasta cerca de 25 kg. Debido a su peso, la cola
roza con el suelo, lo que resulta en dolorosas llagas, que disminuyen el valor
del animal. En esos casos, el pastor, tanto hoy como en la antigüedad, coloca
una tabla o una especie de carrito para llevar el peso de la cola. La cola en
si está formada de una mezcla de grasa y médula, y, mezclada con otras cosas,
era usada como un sustituto de la mantequilla por quienes no acataban la orden
divina de no comer la grasa. En algunos países orientales todavía se da a la
cola el mismo uso.
17. Ninguna grosura. . .comeréis: además de que pertenece al Señor, los perjuicios producidos en las
arterias por el exceso de colesterol y de triglicéridos, con todas sus
consecuencias pueden llegar a ser muy graves.
4.1 Ofrenda
por el pecado: El "pecado"
implicaba la necesidad de presentar una ofrenda. Al traer una "ofrenda por
el pecado" al santuario, la persona literalmente presentaba el pecado que
esa ofrenda representaba, y por el cual debía hacer expiación.
El pecado es:
1)
Una desviación de una
norma definida, una violación de la ley de Dios. Tal desviación puede ser
accidental o intencional, pero siempre es pecado.
2)
No alcanzar la meta de
la perfección.
3)
Desobediencia. La
desobediencia no es posible sino cuando hay conocimiento de la ley y
transgresión de la misma. Hay diferentes grados de culpa en la desobediencia, y
Dios tiene recursos para esto, pero toda transgresión es grave. El que persiste
en su impenitencia, finalmente cometerá el pecado imperdonable.
4)
Ofensa contra Dios. El
hombre puede pecar contra otros hombres, pero su primera y principal ofensa es
contra Dios. Por lo tanto, la confesión debe hacerse siempre en primer lugar a
Dios.
2. . . .Pecare por yerro: Sin malas intenciones, inadvertidamente, descuidadamente, sin pensar.
No siempre son igualmente culpables dos personas que cometen el mismo pecado.
La luz siempre trae consigo la responsabilidad. De aquel que ha recibido más
luz, se espera más que de aquel que vive en la ignorancia.
En este capítulo se consideran cuatro clases de transgresores; cada uno
recibe el castigo según su posición. El pecado de una persona prominente afecta
a más personas que el de una persona menos distinguida; por lo tanto, debe
recibir un castigo más severo.
3. Si el sacerdote
ungido. . .: El sumo sacerdote.
3. Según el pecado del
pueblo: Mejor, "haciendo culpable al
pueblo" (BJ). El sumo sacerdote, que en un sentido especial era un símbolo
de Cristo, llevaba las cargas y pecados del pueblo. Llevaba la iniquidad de las
cosas sagradas. Llevaba sobre sí el juicio de Israel. Cuando él pecaba, Israel
pecaba. Cuando el sumo sacerdote entraba en el santuario, lo hacía en nombre
del pueblo. Cuando él comparecía ante Dios, ellos comparecían. Representaba al
pueblo; era el pueblo. Cuando él pecaba, el pueblo pecaba, y se le exigía
presentar por su pecado el mismo sacrificio requerido cuando toda la nación
pecaba.
4. Un becerro sin
defecto: Machos o hembras podían usarse para la
ofrenda del pecado.
4. Pondrá su mano sobre
la cabeza: La imposición de la mano iba acompañada de
la confesión del pecado que había ocasionado la presentación del sacrificio,
así el pecador declaraba su fe en Dios, quien proporcionaría un sustituto para
que llevara la culpa de su pecado. El castigo no era traer un sacrificio. El
castigo era la muerte, y era el animal el que la sufría.
5. La traerá al
tabernáculo: Sin duda esto se debía
a que su pecado era considerado como más grave que el de cualquier otra
persona, o de mayor importancia ante Dios.
6. Rociará. . .hacia el
velo: no rociaba la sangre sobre el velo, sino
delante de él. La aspersión de la sangre tenía relación con la ley que estaba
directamente detrás del velo. Sin embargo, la sangre no llegaba hasta la ley;
el velo se interponía.
7. Pondrá. . .sobre los
cuernos del altar: tocaba cada cuerno y
dejaba la huella de la sangre con su dedo, registrando así el hecho de que se
había cometido un pecado y que se había ofrecido el sacrificio.
En el servicio diario no había llegado el momento cuando el pecador
debía enfrentarse con la ley. Eso quedaba para el día de la expiación, que
figuradamente era el día de juicio de Israel.
12. Todo el becerro
sacará fuera del campamento: Aunque el
cuerpo era considerado santísimo, no se le daba ningún uso ceremonial. Puesto
que no era quemado sobre el altar, no había en ese cuerpo ningún valor redentor
inherente. Por lo tanto, no era el cuerpo el que hacía la expiación, sino la sangre
derramada y aplicada; era la sangre rociada la que efectuaba la expiación, no
la parte sobrante que era vertida en el suelo.
13. . . .En cosas que no
se han de hacer: Aquí se incluyen todos
los pecados, grandes y pequeños, pero se refiere sobre todo a los así llamados
pecados pequeños. No se refiere esto a la violación abierta, sino al pecado
relativamente leve.
14. Luego que llegue a
ser conocido: Eso implica que se ignoraba
que lo hecho era pecado.
14. La congregación ofrecerá un becerro: El becerro lo proporcionaba la congregación, por cuanto todos eran
considerados culpables. Los ancianos, elegidos de entre las diferentes tribus, llevaban el
becerro al lugar del sacrificio, ponían sus manos sobre él y lo degollaban.
22. Cuando pecare un jefe: Se refiere al principal de la tribu, o el principal de una división de
una tribu. Se incluyen tanto dirigentes civiles como religiosos: príncipes y
jefes.
23. Presentará un macho
cabrío: No se esperaba que un jefe conociera tanto
de la ley como el sumo sacerdote ungido; por lo tanto la ofrenda que de él se
exigía era de menos valor que la que se pedía del sumo sacerdote.
No aparece ninguna instrucción en cuanto a lo que debía hacerse con el
cuerpo de la víctima. Según el cap. 6: 26, el sacerdote recibía la carne, y
debía comerla en el lugar santo, en el atrio del tabernáculo de reunión.
28. . . .Traerá una
cabra: Se consideraba de menor valor a la hembra
que al macho, por lo tanto era más fácil conseguirla.
32. Si trajere cordero: Un cordero costaba menos aún que una cabra, y por esta razón se
esperaba que un hombre pobre presentase un cordero. El cordero era la ofrenda
del pobre.
Todos los requisitos para la presentación de ofrendas de diferentes
valores reflejan tanto la justicia como la misericordia de Dios. En primer
lugar, el valor del sacrificio que debía presentarse estaba determinado por el
grado de culpa del pecador y, en segundo lugar, por sus recursos para comprar
una ofrenda.