martes, 10 de septiembre de 2019

Oct/17 Mat. 8-11



Esto ocurrió antes de la presentación del Sermón del monte, quizá a fines del verano (septiembre) del año 29 d. C durante el primer viaje por los pueblos y aldeas de Galilea.

2. Vino un leproso: El concepto popular de los judíos era que la lepra sobrevenía como un castigo divino a causa del pecado. Por eso creían que el hombre en ninguna manera debía interferir con los decretos de Dios tratando de aliviar o curar la enfermedad, y que no lo lograría aunque lo intentara. “La ley ritual declaraba inmundo al leproso. Estaba obligado a publicar su propia calamidad, a rasgar sus vestiduras, y a hacer resonar la alarma: "¡Inmundo! ¡inmundo!" para advertir a todos que huyesen de su presencia contaminadora. Desde los días del profeta Eliseo, no se había oído nunca que sanara una persona en quien se declarara esa enfermedad. . .Sin embargo, hubo uno en cuyo corazón empezó a nacer la fe. El leproso fue guiado al Salvador. Jesús estaba enseñando a orillas del lago, y la gente se había congregado en derredor de él. De pie a lo lejos, el leproso alcanzó a oír algunas palabras de los labios del Salvador. Le vio poner sus manos sobre los enfermos. Se acercó más y más a la muchedumbre. Presentaba un espectáculo repugnante. La enfermedad había hecho terribles estragos; su cuerpo decadente ofrecía un aspecto horrible. Algunos trataban de evitar que se acercara a Jesús, pero en vano. El ni los veía ni los oía. No percibía tampoco sus expresiones de horror. Veía tan sólo al Hijo de Dios.

2. Se postró ante él: Gr. proskuné Ç o, "rendir homenaje", generalmente postrado o de rodillas. No necesariamente indica reconocimiento de divinidad.

4. No lo digas a nadie. . .: Si los sacerdotes hubiesen conocido los hechos relacionados con la curación del leproso, su odio hacia Cristo podría haberlos inducido a dar un fallo falto de honradez. Jesús deseaba que el hombre se presentase en el templo antes de que les llegase rumor alguno concerniente al milagro. . . se haría correr la voz de que su contacto iba a contaminar a la gente. . . daría ocasión de que se le acusase de violar las restricciones de la ley ritual. Así quedaría estorbada su obra de predicar el Evangelio. A pesar de la recomendación de Jesús, el hombre no hizo ningún esfuerzo para ocultar el hecho de su curación. Le habría sido imposible en verdad ocultarla, pero el leproso publicó la noticia en todas partes. Pero su divulgación del asunto estorbó la obra del Salvador. Hizo que la gente acudiese a él en tan densas muchedumbres, que por un tiempo se vio obligado a suspender sus labores.

4. Muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda: Los fariseos habían aseverado que la enseñanza de Cristo se oponía a la ley que Dios había dado por medio de Moisés; pero esta orden probaba que esa acusación era falsa.

Capernaum: Estaba a orillas del mar de Galilea, y cerca de los confines de la hermosa llanura de Genesaret, si no en realidad sobre ella. Llego a ser conocida como su ciudad, porque allí moraba. Había huertos y viñedos, campos verdes y abundancia de flores, todo regado por arroyos cristalinos que brotaban de las peñas. Se encontraba sobre el camino de Damasco a Jerusalén y Egipto y al mar Mediterráneo, era un punto de mucho tránsito. Gente de muchos países pasaba por la ciudad, o quedaba allí a descansar en sus viajes de un punto a otro.

5. Un centurión: Oficial romano

6. Mi criado: Entre los romanos los siervos eran esclavos que se compraban y vendían en los mercados, y eran tratados con ultrajes y crueldad. Pero el centurión amaba tiernamente a su siervo.

6. Gravemente atormentado: "Sufrimientos" (BJ) o "dolores". El siervo del centurión había sido herido de parálisis, y estaba a punto de morir.

9. No soy digno: Su corazón había sido conmovido por la gracia de Cristo. Veía su propia indignidad; pero no temió pedir ayuda. No confiaba en su propia bondad; su argumento era su gran necesidad.

9. Digo a éste ve, y va. . .: Como represento el poder de Roma y mis soldados reconocen mi autoridad como suprema, así tú representas el poder del Dios infinito y todas las cosas creadas obedecen tu palabra. Puedes ordenar a la enfermedad que se aleje, y te obedecerá. Puedes llamar a tus mensajeros celestiales, y ellos impartirán virtud sanadora.

11. Vendrán muchos de oriente y del occidente: O sea gentiles.

12. Se sentarán. . .: Gr. anaklín Ç, "reclinarse". Aunque en los tiempos del AT la costumbre judía era sentarse para comer, en el tiempo de Jesús, por lo menos en las casas de la gente más acomodada, los comensales, para comer, solían acostarse sobre una plataforma baja, o lecho, que llegaba hasta la mesa. Descansaban sobre cojines y se apoyaban sobre su brazo izquierdo. Con frecuencia los escritores bíblicos emplean la figura del banquete para representar los goces del reino mesiánico.

12. Los hijos del reino: era una frase común hebrea empleada generalmente para describir a los que en verdad tenían derecho a heredar el reino.

12. Las tinieblas de afuera: representa la aniquilación final de los impenitentes empedernidos.

16. Con la palabra. . .: También podría traducirse, "con una palabra".

17. Él mismo tomó nuestras enfermedades: El pasaje de Isaías se refiere en primera instancia a las "enfermedades" del pecado. Mateo lo interpreta en sentido más literal. En su humanidad Cristo fue plenamente capaz de sentir y expresar simpatía humana, y verdaderamente sintió lo que nosotros sentimos y se compadeció de nosotros.

17. Llevó nuestras dolencias: Gr. bastáz Ç, "cargar", "levantar".

Lo que sigue ocurrió la noche después del sermón de Jesús, junto al mar, en el cual presentó las parábolas registradas en Mat. 13. Probablemente a comienzos del otoño (septiembre-octubre) del año 29 d. C., durante el transcurso del segundo viaje misionero por Galilea. Este comenzó en Capernaúm, centro de las actividades de Jesús durante su ministerio en Galilea, a lo sumo sólo unos pocos días después de la designación de los doce discípulos y la presentación del Sermón del Monte.

18. Viéndose Jesús rodeado de mucha gente. . .: Durante todo el día había estado enseñando y sanando; y al llegar la noche, las muchedumbres se agolpaban todavía en derredor de él. Día tras día, las había atendido, sin detenerse casi para comer y descansar. Las críticas maliciosas y las falsas representaciones con que los fariseos le perseguían constantemente, hacían sus labores más pesadas y agobiadoras. Y ahora el fin del día le hallaba tan sumamente cansado que resolvió retirarse a algún lugar solitario al otro lado del lago.

18. Al otro lado: la región de Decápolis, frente a Galilea, al sureste del mar de Galilea. Esta zona, escasamente poblada, era mayormente pagana; no hay registro alguno de que los escribas y fariseos alguna vez hubieran seguido a Jesús a esos lugares. Jesús estaba junto a la planicie de Genesaret, el ancho del lago en este punto era de unos 11 km.

19. Escriba: Los maestros oficiales de la ley y de la tradición. La mayoría de ellos eran fariseos. Solían explicar las Escrituras en forma tal como para que proyectaran dudas sobre su significado en vez de aclararlo, y se ocupaban de las tradiciones de los padres, que consideraban iguales o superiores a las Escrituras, con lo que invalidaban la ley de Dios.

19. Te seguiré adondequiera que vayas: Este escriba era un voluntario quien, con estas palabras, pedía ser aceptado como discípulo y dedicar así todo su tiempo a la obra. Es posible que hasta ese momento el escriba hubiera seguido a Cristo ocasionalmente, y hubiera visto y oído lo suficiente como para hacer surgir en su corazón el deseo de estar con el Maestro constantemente y de aprender de él. Por otra parte, parecería que fuera una persona más bien temperamental, acostumbrada a actuar más por impulso que por principio.

20. Las zorras tienen guaridas. . .: Posiblemente Jesús tenía la costumbre de advertir a cada discípulo voluntario, como también a los que él mismo llamaba personalmente, de las privaciones y los sacrificios que acompañaban al discipulado.

20. El hijo del hombre: Esta era la forma favorita en que Cristo se llamaba a sí mismo, y aparece unas 80 veces en los Evangelios. Sin embargo, nadie lo llamó en esa forma. Entre algunos judíos, ese título era entendido como un nombre para el gobernante mesiánico del nuevo reino que se iba a establecer. Este título lo designa como al Cristo encarnado (Juan 1: 14; Fil. 2: 6-8). Destaca el milagro por el cual el Creador y la criatura se unieron en una persona divino-humana. Testifica de la verdad de que ciertamente los hijos de los hombres pueden llegar a convertirse en hijos de Dios. La Deidad se identificó con la humanidad a fin de que la humanidad pudiera otra vez transformarse a la imagen de la Divinidad.

20. No tiene donde recostar su cabeza: Cristo pasó la mayor parte de su ministerio yendo de un lugar a otro, sin lugar de domicilio fijo. El que estuviera acostumbrado a las comodidades de su hogar, como quizá lo estaba este escriba, sin duda encontraría difícil y desagradable esa vida itinerante.

21. Otro de sus discípulos: Quizá este hombre había sido ocasionalmente discípulo, y ahora proponía que lo aceptaran como discípulo permanente.

21. Permite que vaya primero y entierre a mi padre: Con toda probabilidad el padre gozaba aún de buena salud, y el tiempo de su muerte estaba en un futuro indeterminado. Es probable que el pedido de este era una excusa para no seguirle o un intento de postergar el momento cuando sería necesario dejar todo a fin de seguirle. Si el padre ya hubiera estado muerto, es muy poco probable que Cristo hubiera mandado descuidar lo que aún hoy en las tierras bíblicas es considerado como uno de los más sagrados deberes de un hijo. Además, en lugares de clima cálido, los muertos son enterrados con premura, y si el padre de este hombre ya hubiera muerto, difícilmente el hijo habría estado escuchando a Jesús.

22. Sígueme: El lenguaje que comúnmente Cristo usaba para extender su invitación al discipulado, con exclusión de toda otra actividad.

22. Deja que los muertos entierren a sus muertos: Lo que Cristo podría haber estado diciendo era que los muertos espirituales debían enterrar a los muertos literales. En el caso de este hombre, existía el peligro de que la postergación lo despojara de sus buenas intenciones y le resultaría de mayor provecho romper con sus anteriores relaciones mientras predominaran los impulsos correctos. La respuesta de Jesús a su pedido tenía el propósito de estimularlo a la acción.

23. Entrando él en la barca: Aquí continúa la narración, comenzada en el vers. 18, quizá la barca pertenecía a Pedro (Luc. 5: 3) y parece que estaba a mano para cuando Jesús la necesitara Mar. 3:9. Había otros barcos de pesca cerca de la orilla, que pronto se llenaron de gente que se proponía seguir a Jesús, ávida de continuar viéndole y oyéndole Mar. 4:36.

24. Se levantó en el mar una tempestad: El anochecer había sido sereno y plácido, y la calma reinaba sobre el lago. Pero de repente las tinieblas cubrieron el cielo, bajó un viento furioso por los desfiladeros de las montañas, que se abrían a lo largo de la orilla oriental, y una violenta tempestad estalló sobre el lago. Las olas, agitadas por los furiosos vientos, se arrojaban bravías contra el barco de los discípulos y amenazaban hundirlo.

24. Pero él dormía: El Salvador estaba por fin aliviado de la presión de la multitud, y, vencido por el cansancio y el hambre, se acostó en la popa del barco y no tardó en quedarse dormido.

25. Y vinieron sus discípulos: Varios de los discípulos eran expertos pescadores que habían pasado buena parte de su vida en el mar de Galilea y sabían dirigir una barca en una tormenta. Pero en esta ocasión, toda su habilidad y su experiencia no les bastaron. Absortos en sus esfuerzos para salvarse, se habían olvidado de que Jesús estaba a bordo. Ahora, reconociendo que eran vanas sus labores y viendo tan sólo la muerte delante de sí, se acordaron de Aquel a cuya orden habían emprendido la travesía del mar.

25. Le despertaron: En su desamparo y desesperación clamaron: "¡Maestro, Maestro!" Pero las densas tinieblas le ocultaban de su vista. Sus voces eran ahogadas por el rugido de la tempestad y no recibían respuesta.  . .Volvieron a llamar, pero no recibieron otra respuesta que el silbido del rugiente huracán. . .De repente, el fulgor de un rayo rasgó las tinieblas y vieron a Jesús acostado y dormido sin que le perturbase el tumulto. Con asombro y desesperación, exclamaron: "¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?". . . Sus clamores despertaron a Jesús.

25. Sálvanos que perecemos: Pero al iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su mirada un amor abnegado y tierno, y sus corazones se volvieron a él con esta exclamación. Nunca dio un alma expresión a este clamor sin que fuese oído.

Mientras los discípulos asían sus remos para hacer un postrer esfuerzo, Jesús se levantó. De pie en medio de los discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas se rompían sobre ellos y el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano, tan a menudo empleada en hechos de misericordia, y dijo al mar airado: "Calla, enmudece."

26. ¿Por qué teméis. . .?: Esta pregunta fue hecha con tristeza. Ni siquiera Pedro intentó expresar la reverencia que llenaba su corazón.

27. Los hombres se maravillaron: Estos eran los ocupantes de las otras barcas que habían seguida a Jesús. La furia de la tempestad había arrojado los barcos muy cerca unos de otros, y todos los que estaban a bordo de ellos habían presenciado el milagro.

28. Tierra de los gadarenos: la variante "gerasenos" (BJ), por lo general se piensa que el encuentro de Cristo con los endemoniados gadarenos (o gerasenos o gergesenos) ocurrió a poca distancia de lo que es ahora la aldea de Kursí, que se identifica con la antigua Gergesa. Gadara era una ciudad a unos 20 km al sur de este lugar, aproximadamente a 10 km del extremo sur del mar de Galilea. En un tiempo fue la capital de Decápolis. En este tiempo quizá era la ciudad principal del distrito, y tal vez daba su nombre al mismo. La ciudad de Gerasa, a unos 56 km al sureste del mar de Galilea, difícilmente podría ser el lugar al que se hace referencia en el relato de este milagro. No es imposible que hubiera una aldea del mismo nombre cerca de Gergesa, o que tanto Gerasa como Gergesa se refieran a la misma aldea, que ahora se llama Kursi.

28. Vinieron a su encuentro: echaron a correr hacia ellos como si quisieran despedazarlos.

28. Dos endemoniados: Sus carnes estaban desgarradas y sangrientas donde se habían cortado con piedras agudas. A través de su largo y enmarañado cabello, fulguraban sus ojos; y la misma apariencia de la humanidad parecía haber sido borrada por los demonios que los poseían, de modo que se asemejaban más a fieras que a hombres.

28. Salían de los sepulcros: Las colinas de piedra caliza en torno de Kursí tienen abundantes cavernas y cámaras cavadas en la roca relativamente blanda. Cámaras como éstas se usaban comúnmente como sepulcros en la antigua Palestina.

28. Nadie podía pasar por aquel camino: implica que la guarida de estos hombres endemoniados no estaba lejos de un camino, quizá el que pasaba por la orilla oriental del lago. Para nadie era seguro pasar por donde ellos se hallaban, porque se abalanzaban sobre cada viajero con furia demoníaca.

Los discípulos y sus compañeros huyeron aterrorizados; pero al rato notaron que Jesús no estaba con ellos y se volvieron para buscarle. Allí estaba donde le habían dejado.

Con autoridad ordenó a los espíritus inmundos que saliesen. Sus palabras penetraron las obscurecidas mentes de los desafortunados. Vagamente, se dieron cuenta de que estaban cerca de alguien que podía salvarlos de los atormentadores demonios. Cayeron a los pies del Salvador para adorarle; pero cuando sus labios se abrieron para pedirle misericordia, los demonios hablaron por su medio

29. ¿Qué tienes con nosotros. . .?: El desafío a la autoridad de Jesús significaba en realidad: ¿Qué derecho tienes a entremeterte conmigo?"

29. ¿Has venido acá para atormentarnos. . .?: En el NT se usa basanízo en el sentido de infligir dolor o tortura.

32. Todo el hato de cerdos se precipitó en el mar. . .: el pánico se apoderó de la piara. Echó a correr desenfrenadamente por el acantilado, y sin poder detenerse en la orilla, se arrojó al lago, donde pereció.

Los rostros de los locos se volvieron repentinamente benignos. Se aquietaron las manos manchadas de sangre, y con alegres voces los hombres alabaron a Dios por su liberación. Ahora estos hombres estaban vestidos y en su sano juicio, sentados a los pies de Jesús, escuchando sus palabras y glorificando el nombre de Aquel que los había sanado

34. Le rogaron que se fuera de sus contornos: la gente no se regocijó. La pérdida de los cerdos le parecía de mayor importancia que la liberación de estos cautivos de Satanás. Esta pérdida había sido permitida por misericordia hacia los dueños de los cerdos. Estaban absortos en las cosas terrenales y no se preocupaban por los grandes intereses de la vida espiritual. Jesús deseaba quebrantar el hechizo de la indiferencia egoísta, a fin de que pudiesen aceptar su gracia. Pero el pesar y la indignación por su pérdida temporal cegaron sus ojos con respecto a la misericordia del Salvador. Pensaron que podían seguir mayores calamidades. Ellos temían la ruina financiera, y resolvieron librarse de su presencia. Los que habían cruzado el lago con Jesús hablaron de todo lo que había sucedido la noche anterior; Pero sus palabras quedaron sin efecto.

9.1 Vino a su ciudad: Es decir, Capenaúm. Era la sede central desde la cual efectuaba su ministerio en Galilea. Jesús parece haberla considerado como su propia ciudad.

2. Le trajeron un paralítico: había perdido toda esperanza de restablecerse. Su enfermedad era resultado de una vida de pecado, y sus sufrimientos eran amargados por el remordimiento. Mucho antes, había apelado a los fariseos y doctores con la esperanza de recibir alivio de sus sufrimientos mentales y físicos. Pero ellos lo habían declarado fríamente incurable y abandonado a la ira de Dios. El paralítico se hallaba completamente desamparado y, no viendo perspectiva de ayuda en ninguna parte, se había sumido en la desesperación.

Los amigos le habían referido los milagros de Jesús, cómo otros tan pecaminosos como él eran sanados, aún los leprosos. No había tiempo que perder, sus carnes macilentas mostraban ya rastros de descomposición. Si podía ver a Jesús, y recibir la seguridad del perdón y de la paz con el Cielo, estaría contento de vivir o de morir, según fuese la voluntad de Dios.

2. Hijo: Gr. teknon, literalmente, "niño", "hijito". Cuando se usa para dirigirse a alguien, como aquí, significa "hijito mío", "mi hijo".

2. Tus pecados te son perdonados: El Salvador miró el rostro entristecido, y vio los ojos suplicantes que se clavaban en él. Comprendía el caso; había atraído a sí este espíritu perplejo y combatido por la duda. Mientras el paralítico estaba todavía en su casa, el Salvador había convencido su conciencia. Cuando se arrepintió de sus pecados, y creyó en el poder de Jesús para sanarle, la misericordia vivificadora del Salvador había bendecido primero su corazón anhelante. Jesús había visto el primer destello de la fe convertirse en la creencia de que él era el único auxiliador del pecador, y la había visto fortalecerse con cada esfuerzo hecho para llegar a su presencia.

3. Algunos de los escribas: Venían como espías, buscando un motivo para acusar a Jesús. Habían esperado ansiosamente para ver en qué forma iba a disponer Cristo de ese caso. Recordaban cómo el hombre se había dirigido a ellos en busca de ayuda, y le habían negado toda esperanza o simpatía. . .Notaron el interés con que todos miraban la escena y los abrumó el temor de perder su influencia sobre el pueblo. . .Mirándose los rostros unos a otros leyeron el mismo pensamiento en cada uno, de que algo había que hacer para detener la marea de los sentimientos.

3. Este. . .: En un sentido despectivo.

3. Blasfema: "dicho injurioso", "calumnia",  usurpar las prerrogativas de la Deidad. Cuando se negaron a reconocer la prueba de la presencia y de la acción de la Divinidad, los escribas estaban cometiendo precisamente el pecado del cual, en sus corazones, acusaban a Cristo (Mat. 12:22-32). El castigo levítico para la blasfemia era pena de muerte o apedreamiento (Lev. 24:16), aunque los judíos del tiempo de Cristo, no estaban en libertad de llevar a cabo esa ejecución, por estar bajo el dominio romano.

4. Conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo. . .: Fijando en ellos una mirada bajo la cual se atemorizaron y retrocedieron.

5. ¿Qué es más fácil. . .?: Es evidente que los escribas estaban pensando: "Es fácil decir que los pecados de un hombre están perdonados, pero nadie puede decir si lo están en realidad" Inmediatamente Jesús aceptó su desafío tácito.

6. . . .Que el Hijo del hombre tiene potestad. . .: Gr. exousía, "autoridad". Para realizar un milagro se necesita poder; pero el perdón de los pecados era cuestión de autoridad.

6. Levántate. . .: Entonces el que había sido traído en una camilla a Jesús, se puso de pie con la elasticidad y fuerza de la juventud. La sangre vivificadora corrió raudamente por sus venas. Todo órgano de su cuerpo se puso en repentina actividad. La curación del cuerpo era una evidencia del poder que había renovado el corazón.

7. Se fue a su casa: Le rodearon con lágrimas de alegría, casi sin atreverse a creer lo que veían sus ojos. De aquel hogar subieron alegres palabras de agradecimiento, y Dios quedó glorificado por medio de su Hijo, que había devuelto la esperanza al desesperado, y fuerza al abatido. Este hombre y su familia estaban listos para poner sus vidas por Jesús. Ninguna duda enturbiaba su fe, ninguna incredulidad manchaba su lealtad hacia Jesús.

Los fariseos estaban mudos de asombro y abrumados por su derrota. Veían que no había oportunidad de inflamar a la multitud con sus celos. Vieron que Cristo poseía un poder que ellos habían atribuido a Dios solo. Estaban desconcertados y avergonzados; y reconocían, aunque no lo confesaban, la presencia de un Ser superior. Cuanto más convincente era la prueba de que Jesús tenía en la tierra poder de perdonar los pecados, tanto más firmemente se atrincheraban en la incredulidad. El espíritu con el cual los hombres se acercan a Jesús determina si encuentran en él un escalón para el cielo o una piedra de tropiezo para la destrucción.

9. Vio a un hombre: Gr. theáomai, "contemplar", "mirar con atención". Cristo observó intensamente a Mateo como si estuviera estudiando su carácter.

9. Sentado al banco de los tributos: Es decir, la oficina de impuestos. Sin duda, estaba a la orilla del "mar". Probablemente cobraban impuestos a las caravanas y a los viajeros que pasaban por el camino principal de Damasco y el Oriente a Tolemaida (Aco) sobre el Mediterráneo, o al mar de Galilea.

Entre los funcionarios romanos que había en Palestina, los más odiados eran los publicanos, porque les hacía recordar a los judíos su libertad perdida. Estos cometiendo extorsiones por su propia cuenta, se enriquecían a expensas del pueblo. Un judío que aceptaba este cargo de mano de los romanos era considerado como traidor a la honra de su nación. Se le despreciaba como apóstata, se le clasificaba con los más viles de la sociedad.

Mateo: También llamado Leví, había escuchado la enseñanza del Salvador. En la medida en que el convincente Espíritu de Dios le revelaba su pecaminosidad, anhelaba pedir ayuda a Cristo; pero estaba acostumbrado al carácter exclusivo de los rabinos, y no había creído que este gran maestro se fijaría en él.

9. Sígueme: El llamamiento de Mateo al discipulado excitó gran indignación.

9. Le siguió: No vaciló ni dudó, ni recordó el negocio lucrativo que iba a cambiar por la pobreza y las penurias. Le bastaba estar con Jesús, poder escuchar sus palabras y unirse con él en su obra.

10. Estando él sentado: Gr. katákeima “acostarse", "estar reclinado". Aunque en los tiempos del AT la costumbre judía era sentarse para comer, en el tiempo de Jesús, por lo menos en las casas de la gente más acomodada, los comensales, para comer, solían acostarse sobre una plataforma baja, o lecho, que llegaba hasta la mesa. Descansaban sobre cojines y se apoyaban sobre su brazo izquierdo. Por lo general, la mesa tenía tres lados hasta los que llegaban esas plataformas inclinadas. El cuarto lado quedaba abierto para que los servidores llevaran los alimentos. El hecho de que en la casa de Mateo hubiera una mesa tal, sugiere que era un hombre de recursos y de cultura.

Sin duda, la fiesta en la casa de Mateo se realizó algunas semanas, quizá meses, después de que él fuera llamado.

10. Muchos publicanos y pecadores. . .: Mateo convocó a sus parientes y amigos. No sólo fueron incluidos los publicanos, sino también muchos otros de reputación dudosa.

10. Se sentaron. . .con Jesús: En reuniones tales como ésta, no pocos fueron impresionados por la enseñanza del Salvador, aunque no le reconocieron hasta después de su ascensión. Cuando el Espíritu Santo fue derramado, y tres mil fueron convertidos en un día, había entre ellos muchos que habían oído por primera vez la verdad en la mesa de los publicanos, y algunos de ellos llegaron a ser mensajeros del Evangelio. Para Mateo mismo, el ejemplo de Jesús en el banquete fue una constante lección; llegó a ser uno de los evangelistas más consagrados, y en su propio ministerio siguió muy de cerca las pisadas del Maestro.

11. ¿Por qué come. . .con los publicanos y pecadores?: Despertando sus prejuicios, esperaban enajenarlos de su Maestro. Su recurso consistió en acusar a Cristo ante los discípulos, y a los discípulos ante Cristo, dirigiendo sus flechas adonde había más probabilidad de producir heridas.

Jesús no esperó que sus discípulos contestasen la acusación, sino que él mismo respondió.

13. Id, pues, y aprended: Los fariseos aseveraban exponer la Palabra de Dios, ignoraban completamente su espíritu.

13. Misericordia quiero y no sacrificio: "misericordia" bien podría representar el carácter, o sea los rasgos de carácter que Dios quisiera que su pueblo reflejara, la justificación por la fe. "Sacrificio" representa las formas de la religión que tienen la desventurada tendencia de eclipsar la religión práctica. En sí mismos, los antiguos sacrificios carecían de valor.

Los fariseos fueron acallados por el momento, pero quedaron tanto más resueltos en su enemistad. Buscaron luego a los discípulos de Juan el Bautista y trataron de levantarlos contra el Salvador. Esos fariseos no habían aceptado la misión del Bautista.

14. ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos. . .?: Los discípulos de Juan no comprendían bien la obra de Cristo; pensaban que tal vez las acusaciones de los fariseos tenían algún fundamento. Observaban muchas de las reglas prescritas por los rabinos; y hasta esperaban ser justificados por las obras de la ley. Estaban ayunando en el momento en que formularon su pregunta a Jesús. El ayuno era practicado por los judíos como un acto de mérito. En el Talmud babilónico se relata la antigua tradición de ayunar el segundo y quinto día de la semana, es decir lunes y jueves. Por lo general, los antiguos judíos ayunaban a fin de resarcir una falta o para asegurarse una respuesta favorable a una oración o el cumplimiento de un deseo. Hay veces cuando el cristiano necesita agudeza de pensamiento y correcta discriminación en su juicio; quizá necesite hacer decisiones importantes, o quizá necesite discernir más claramente la voluntad de Dios. En tales circunstancias, el ayuno puede ser una gran bendición. Un ayuno tal quizá no necesariamente signifique una completa abstinencia de alimento, sino una limitación a lo que es esencial para mantener la salud y el vigor.

15. ¿Acaso pueden los que están de bodas. . .?: O "los invitados a la boda" (BJ). Se habría considerado como un insulto para la novia y el novio el que los invitados a la boda hubiesen estado tristes y apesadumbrados. Jesús les contestó afectuosamente. La comparación que aquí usó Jesús tiene sus raíces en las profecías del AT, donde se describe la relación de Jehová con su pueblo como la del novio con la novia. Juan ya había usado la misma figura para explicar su relación con el Mesías (Mar. 3: 25-30). Quiso decir que las prácticas rituales debían ser subordinadas a cosas de mayor importancia.

15. Vendrán días cuando el esposo les será quitado: Forma pasiva del verbo griego apáiro, "quitar", "arrebatar". En este contexto, la palabra puede implicar una separación a la fuerza y penosa, como sucedió con la muerte violenta de Jesús. Cuando viesen a su Señor traicionado y crucificado, los discípulos llorarían y ayunarían. Al resucitar volvería su gozo. Después de su ascensión les dejaría el Consolador pero iban a venir días de tentación y prueba, cuando serían puestos en conflicto con los gobernantes de este mundo y los dirigentes del reino de las tinieblas.

21. Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo: El mensaje de Juan el Bautista no había de entretejerse con la tradición y la superstición. Una tentativa de fusionar la hipocresía de los fariseos con la devoción de Juan no lograría sino hacer más evidente el abismo que había entre ellos. Ni tampoco podían unirse los principios de la enseñanza de Cristo con las formas del farisaísmo. Cristo no había de cerrar la brecha hecha por las enseñanzas de Juan. Él iba a hacer aún más definida la separación entre lo antiguo y lo nuevo.

16. Tal remiendo tira el vestido, y se hace peor la rotura: Es decir, cuando por primera vez se humedece la vestimenta, después de la aplicación del parche. Lo que tiene el propósito de mejorar el viejo vestido sólo sirve para hacer resaltar más sus defectos.

17. Ni echan vino nuevo: vino en el cual los elementos de la fermentación no han comenzado su obra, o en el cual la obra ha comenzado pero no se ha completado. Representa la verdad vital de Dios obrando en los corazones de los hombres.

17. Odres viejos: En la antigüedad, estos odres se hacían con pieles de ovejas o cabras, la piel de cuyas patas se cerraba con una costura y el cuello servía como la boca de una botella. Los odres viejos" perdían su elasticidad original y se resecaban y endurecían. Tal era la condición del judaísmo en el tiempo de Cristo. Sacerdotes, escribas y gobernantes estaban sumidos en una rutina de ceremonias y tradiciones. Sus corazones se habían contraído como los odres resecados.

17. Los odres se rompen: El esfuerzo de aunar las enseñanzas de Jesús con la religión establecida sería vano.

17. Echad el vino nuevo: La enseñanza de Cristo, aunque representada por el nuevo vino, no era una doctrina nueva, sino la revelación de lo que había sido enseñado desde el principio. Pero para los fariseos la verdad de Dios había perdido su significado y hermosura originales.

17. En odres nuevos: En los pescadores sin instrucción, en los publicanos de la plaza, en la mujer de Samaria, en el vulgo que le oía gustosamente, halló sus nuevos odres para el nuevo vino.

Jairo: deriva del Heb. Ya'ir, el jair del AT, anciano de los judíos.

18. Se postró ante él: Como si hubiera estado ante un príncipe o alguien de gran autoridad.

18. Ven y pon tu mano: La casa del príncipe no quedaba muy lejos, pero Jesús y sus compañeros avanzaban lentamente porque la muchedumbre le apretujaba de todos lados. La dilación impacientaba al ansioso padre, pero Jesús, compadeciéndose de la gente, se detenía de vez en cuando para aliviar a algún doliente o consolar a algún corazón acongojado.

20. Una mujer enferma: Estaba segura de que si podía tan sólo ir a él, sería sanada. Con debilidad y sufrimiento, vino a la orilla del mar donde estaba enseñando Jesús y trató de atravesar la multitud, pero en vano. Luego le siguió desde la casa de Leví Mateo, pero tampoco pudo acercársele. Había empezado a desesperarse, cuando, mientras él se abría paso por entre la multitud, llegó cerca de donde ella se encontraba.

20. De flujo de sangre: Debe haber estado físicamente muy débil. También resultaba embarazoso la naturaleza de la enfermedad misma, junto con la impureza ritual que implicaba.

20. Se le acercó por detrás: Pero entre la confusión no podía hablarle, ni lograr más que vislumbrar de paso su figura.

20. Tocó el borde de su manto: “Con temor de perder su única oportunidad de alivio. . .ella extendió la mano y alcanzó a tocar apenas el borde de su manto. En aquel toque se concentró la fe de su vida, e instantáneamente su dolor y debilidad fueron reemplazados por el vigor de la perfecta salud”. El toque que proporcionó curación a la mujer habría sido considerado por los rabinos como una causa de impureza ritual para Cristo.

Con corazón agradecido, trató entonces de retirarse de la muchedumbre.

21. Seré salva: Es decir, "curada" (BJ) de su enfermedad.

24. Apartaos: La presencia de la muchedumbre y el tumulto contrariaban el espíritu de Jesús.

24. Se burlaban de Él: Ellos se indignaron al oír las palabras del forastero.

24. Y ella se levantó: Instantáneamente, un temblor pasó por el cuerpo inconsciente. El pulso de la vida volvió a latir.

27. Le siguieron dos ciegos: Este milagro quizá ocurrió en Capernaúm hacia fines del año 29 d. C. Desde tiempos antiguos la ceguera, muchas veces causada por tracoma, ha sido común en las tierras bíblicas.

27. Hijo de David: reconocían a Jesús como el Mesías.

28. Llegado a la casa: podría haberse tratado de la casa de Pedro.

30. Les encargó rigurosamente: "les ordenó severamente" (BJ). Aquí sin duda se refiere a la expresión severa del rostro de Jesús y al tono de su voz.

30. Mirad que nadie lo sepa: Quizás porque el Maestro procuraba evitar que se creara la reputación de que era tan sólo un taumaturgo, también porque estorbaría la obra de Cristo.

33. Echado fuera el demonio: Este es el último milagro que se registra hasta después de varios meses. No se dice si Jesús pasó el invierno en algún lugar retirado después del segundo viaje por Galilea.

35. Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas: es probable que este versículo presente un resumen del segundo viaje por Galilea.

35. Sinagoga: En ella se celebraban servicios cada sábado, en los cuales se leían y explicaban la ley y los profetas, lo cual constituía el centro de atención.  Con frecuencia también servía durante la semana como un tribunal local (Mar. 13: 9), y generalmente como una escuela.

35. El evangelio del reino: Gr. euaggélion, "buena noticia". Originalmente se refería a la "buena noticia" de que ciertamente el Mesías había venido a la tierra, como fue predicho por los profetas. Después el término fue aplicado al relato de la vida de Jesús, y posteriormente a los diversos documentos, o Evangelios, en los que está preservado ese registro.

36. Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas: Así comienza el relato del Tercer viaje por Galilea que se realizó en los últimos meses del año 29 y los primeros del año 30. Casi todo el relato tiene que ver con las instrucciones que Cristo dio a los doce antes de mandarlos a predicar. Significó una importante extensión del ministerio de Cristo.

36. Estaban desamparadas: Mejor, " "fatigados" (NC), "vejados" (BJ), "acosadas" (VM).

36. Dispersas: verbo griego ríptÇ aquí en voz pasiva. Significa "ser echado", "estar abandonado", "estar postrado o en tierra". Al parecer toda la gente estaba tan decaída y se sentía tan abandonada que ya no realizaba ningún esfuerzo por mejorar su condición religiosa. Les parecía que ya no había esperanza.

37. Mas los obreros pocos: Cuando son pocos los obreros para segar una abundante cosecha, es inevitable que se pierda buen grano en gran cantidad.

38. Rogad al Señor de la mies: Los doce debían orar por esto a fin de que así DIOS pudiera tener la oportunidad de convencerlos a ellos mismos de su responsabilidad personal de hacer frente a esa necesidad. La oración tiene como propósito condicionar nuestro corazón y nuestra mente para que podamos cooperar con él.

10. La instrucción que se da aquí, en esencia, tiene dos partes: consejos que se aplicaban específicamente al viaje misionero que se realizaría en seguida (cap. 10: 5-15), y consejos de una naturaleza más general, aplicables a todos los que hayan de ser enviados al servicio de Cristo y de su reino.

1. Les dio autoridad: Al parecer, antes de este momento los discípulos sólo habían ayudado a Jesús y no habían realizado milagros ni habían enseñado públicamente.

1. Enfermedad: Gr. nósos, palabra que se emplea con frecuencia para designar una enfermedad grave.

1. Dolencia: Gr. malakía, término genérico para referirse a la debilidad que resulta de alguna enfermedad. Aquí describe enfermedades físicas y mentales, quizá menos graves que lo que indica la palabra nósos.

Pedro: ocupa el primer lugar en las cuatro listas de los doce que hay en el NT. Con frecuencia, asumía el papel de portavoz de todo el grupo. Era natural de Betsaida Julias (Juan 1: 44), en la orilla noreste del mar de Galilea, frente a Capernaúm, ciudad a la cual evidentemente se trasladó después. Pedro y sus compañeros de pesca, Andrés, Jacobo y Juan, parecen haber sido todos discípulos de Juan el Bautista.

Andres: Gr. Andréas, que significa "varonil", nombre griego que proviene de an'r, "varón". Según la tradición, fue martirizado en Grecia, en una cruz que tenía la forma de la letra X. Por eso la cruz que tiene esa forma comúnmente es llamada Cruz de San Andrés.

Jacobo: Gr. Iákóbos, del Heb. Ya´aqob, el nombre del patriarca Jacob. Fue el primero de los doce que murió como mártir, aproximadamente en el año 44d. C. (Hech. 12: 1-2). El hecho de que Jacobo fuera considerado suficientemente importante como para ser elegido por Herodes Agripa para morir como mártir, implica que era uno de los destacados dirigentes de la iglesia de Jerusalén.

Juan: hombre de profundo discernimiento espiritual, que se desarrolló al contemplar en Jesús. Se rindió más completamente que cualquiera de los otros ante el poder transformador de la perfecta vida de Jesús, y llegó a reflejar la semejanza del Salvador más plenamente que cualquiera de los otros discípulos. Fue el último de los doce en morir, aproximadamente en el año 96 d. C. De acuerdo con una antigua tradición cristiana, Juan sirvió como pastor de la iglesia de Efeso y fue supervisor de todas las iglesias de la provincia romana de Asia durante los últimos años de su vida.

Felipe: Gr. Fílippos, "aficionado a los caballos". Como Andrés, es un auténtico nombre griego. Felipe era natural de Betsaida Julias (Juan 1:44). Cuando hubo encontrado al Mesías, inmediatamente comenzó a llevar a otros a él (Juan 1:45).

Bartolomé: "hijo de Talmai". Quizá su nombre personal era Natanael. Fue Felipe quien presentó a su amigo Natanael a Jesús (Juan 1: 45).

Tomás: También llamado Dídimo (Juan 11: 16). Ambos nombres significan "gemelo". Según la tradición, su nombre real era Judas Se dice que trabajó en Partia y Persia.

Mateo: De acuerdo con la tradición, dedicó sus energías a trabajar principalmente entre sus compatriotas, y puede haber trabajado en Etiopía o en la región en torno del mar Negro.

Jacobo: Parece que hay buenas razones para creer que es el Jacobo mencionado en Mar. 15: 40. La expresión "Jacobo el menor", o literalmente "Jacobo el pequeño" (Mar. 15: 40) quizá se refiere a que era de menos edad, o tal vez la expresión se usaba porque era de pequeña estatura. 

4. Simón el cananista: Aquí "cananista" se refiere al grupo político de los celotes.

Judas Iscariote: Quizás del Heb. 'ish Qeriyyoth, que significa, "hombre de Queriot", aldea del sur de Judea, cerca de Idumea Dos. 15: 25; ver com. Mar. 3: 8). Si esta identificación del nombre "Iscariote" es correcta, quizá Judas era el único de los doce que nació fuera de Galilea. No fue llamado por Jesús pero Judas se les unió, y pidió un lugar.

5. A estos doce envió Jesús: Habían sido oficialmente designados como discípulos durante el verano (junio-agosto) del año 29 d. C. (cap. 5: 1), quizá no más de seis. Pedro, Andrés, Jacobo y Juan probablemente habían sido llamados a ser discípulos permanentes a fines de la primavera del año 29 (Luc. 5: 1). Tres de éstos -todos menos Jacobo- así como Felipe y Bartolomé, habían sido discípulos ocasionales de Jesús desde fines del año 27 d. C. (Juan 1: 35- 45). Todos habían estado con Jesús en su segundo viaje por Galilea, probablemente durante fines del verano o principios del otoño del año 29 d. C. (Mat. 9: 35), y así habían podido observar los métodos de Cristo, escuchado sus enseñanzas y aprovechado las instrucciones que de vez en cuando había dado en privado a sus discípulos.

“Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los pueblos y aldeas. Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el amigo. Así podían ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos, supliendo cada uno la debilidad del otro”.

5. Camino de gentiles: era aquel que conducía a una comunidad en la que predominaban los gentiles. “Si entonces hubiesen predicado el Evangelio a los gentiles o a los samaritanos, habrían perdido su influencia sobre los judíos. Excitando el prejuicio de los fariseos, se habrían metido en una controversia que los habría desanimado en el mismo comienzo de sus labores. Aun los apóstoles fueron lentos en comprender que el Evangelio debía darse a todas las naciones. Mientras ellos mismos no comprendieron esta verdad, no estuvieron preparados para trabajar por los gentiles”. Cuando casi un año después, Jesús envió a los setenta, no les impuso la misma prohibición.

7. El reino de los cielos se ha acercado: El "reino de los cielos" se estableció en la primera venida de Cristo. Jesús mismo era el Rey, y los que creían en él eran sus súbditos. El territorio de ese reino era el corazón y la vida de los súbditos. Evidentemente el mensaje de Jesús se refería al reino de la gracia divina.

8. De gracia recibisteis dad de gracia: Los discípulos no debían lucrar con la predicación del Evangelio, pero al mismo tiempo debían recordar que el "obrero es digno de su alimento".

9. No os proveáis de oro. . .: Debían salir con fe, confiados de que sus necesidades serían satisfechos. De este modo, sus preparativos serían sencillos, y no habría nada que los distrajera de la tarea que les había sido asignada. No debían esperar ni aceptar regalos que excedieran sus necesidades inmediatas.

9. En vuestros cintos: o "faja", con que se cerraba o se ataba el manto (himátion) exterior en torno al cuerpo. Era común entre los antiguos llevar el dinero en ese cinto o faja.

10. Ni de alforja: o "mochila" o "saco de cuero", empleado muchas veces por los viajeros para llevar sus provisiones o su ropa.

10. Ni de dos túnicas: vestimenta llevada por hombres y mujeres como ropa interior (ver com. cap. 5: 40). Los discípulos sólo habían de llevar la ropa que tenían puesta. Debían vestirse como los labradores comunes entre los cuales habían de trabajar y habían de ser uno con ellos. De este modo sus esfuerzos serían más eficaces.

10. Calzado: Literalmente "sandalias" (BJ). El calzado que solía usarse entonces era una suela de cuero atada al pie con correas. Según Mar. 6: 9 se ordena a los discípulos que llevaran sandalias para el viaje. Lo que parecería indicarse aquí es que no debían llevar dos pares (Luc. 10: 4).

10. Ni de bordón: En el pasaje paralelo de Mar. 6: 8, se instruye a los discípulos a que no lleven más que "bordón". Quizá Mateo quería decir con esto que el discípulo que no tuviera ya bordón o bastón, no debía considerar que era necesario procurarse uno.

10. Obrero: o "labrador".

10. Alimento: "sustento" (BJ).

11. Informaos quien en ella sea digno: Es decir, las personas que fueran estimadas y respetadas por sus conciudadanos. Morar con ellos tendría varias ventajas; ante todo, inspiraría confianza en los otros lugareños.

11. Y posad allí: No debían aceptar la hospitalidad de varias casas mientras estuvieran en determinada aldea o pueblo, pues eso estorbaría su trabajo. El mudarse "de casa en casa" podría hacer pensar a la gente que los primeros dueños de casa no habían recibido con simpatía a los mensajeros ni al mensaje que predicaban, y ya no querían tener más relaciones con ellos. Por el contrario, el posar en un solo lugar sería muestra de estabilidad y seriedad.

12. Saludadla: Algunas versiones griegas añaden el contenido del saludo: "Paz a esta casa".

13. Vuestra paz será sobre ella: La bendición pronunciada al cruzar el umbral debía ser confirmada por la presencia de los discípulos en el hogar y la bienvenida que allí recibieran; de otra forma, la casa de ningún modo se beneficiaría con las palabras ya pronunciadas.

14. Sacudid el polvo de vuestros pies: no debían perder tiempo sino que debían apresurarse a ir en busca de los que quisieran recibirlos con alegría. Esto no era una acción ruda o descortés, sino una solemne protesta; tan sólo decían que la gente de ese lugar debía aceptar la responsabilidad por la decisión que había tomado.

15. Será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma. . .: Sodoma y Gomorra no habían tenido la oportunidad de gustar del ministerio personal de Cristo, como había ocurrido con las ciudades de Galilea y de Judea.

16. Os envío como ovejas: Quienes trabajan por Cristo deben manifestar ciertos rasgos característicos de las ovejas, sobre todo la suavidad en su trato con otros.

16. Prudentes como serpientes: Quienes predican el Evangelio deben estar alerta y actuar con rapidez cuando se presenta la oportunidad, reconociendo los peligros y las dificultades que puedan presentarse debido a su plan de acción. Deben ser prudentes en su conducta y en su enfoque de las situaciones difíciles. Deben discernir a través de la astucia de los impíos, sin practicar ellos mismos esos ardides.

16. Sencillos como paloma: Gr. akéraios, literalmente "sin mezcla"; por lo tanto, "puro", "inocente" o "sencillo".

17. Guardaos de los hombres: Gr. proséjÇ, "prestar atención". Cristo presenta aquí un ejemplo concreto de la cautela que debería caracterizar el trabajo del misionero cristiano.

17. Concilios: Es decir, los juzgados locales o pequeños sanedrines, que posiblemente tenían 23 miembros. Estos pequeños juzgados se encontraban en varias ciudades judías pero no en Jerusalén donde se reunía el gran sanedrín.

17. Os azotarán: La pena máxima era de cuarenta azotes. Se acostumbraba dar sólo 39 azotes pues no dar el último azote insinuaba misericordia.

18. Ante gobernadores y reyes seréis llevados: gobernadores tales como Pilato, Félix, Festo y Galión juzgaron a misioneros cristianos acusados de ser anarquistas o perturbadores. Herodes Antipas, Herodes Agripa I, Nerón y Domiciano fueron algunos de los reyes y emperadores ante quienes los cristianos debieron comparecer.

18. Para testimonio a ellos: no habrían tenido la oportunidad de escuchar la verdad y de observar el efecto de sus principios en la vida de los acusados si no se hubieran visto obligados a hacerlo debido a su posición oficial.

19. No os preocupéis por cómo o qué hablaréis: Cristo no disculpa aquí el descuido y la despreocupación de parte de los creyentes cristianos en lo que concierne al estudio de las Escrituras, porque el cristiano debe estar siempre preparado "para presentar defensa. . .ante todo el que. . . demande razón" de la fe que profesa (1 Ped. 3: 15).

20. No sois vosotros los que habláis: Los misioneros cristianos nunca deberían olvidar que hablan como representantes o embajadores de Cristo (2 Cor. 5: 19-20), y nunca han de presentar sus propias teorías como si fueran verdad. Si así lo hicieran, bien podría clasificárselos como falsos profetas (Mat. 7: 15).

20. En vosotros: Es decir, por medio de vosotros.

21. El hermano. . .: En el griego no aparece el artículo definido, por lo cual debería traducirse como "un hermano", entendiéndose "cualquier hermano".

22. Seréis aborrecidos de todos: Con frecuencia, aquellos cuyas vidas testifican del poder de Cristo y de la verdad del Evangelio son objeto de odio, pero deben cuidarse de no pagar con la misma moneda. Los impíos se resienten ante la tácita condenación de sus malas prácticas debido a la vida piadosa de los representantes de Cristo.

23. Huid a la otra: En ciertas circunstancias, huir demuestra cobardía; otras veces indica prudencia. Lo que determina si es cobardía o prudencia es el resultado final para el reino de los cielos, no la conveniencia personal ni lo que la gente pueda pensar. Jesús dio ejemplo de esto cuando era rechazado en una ciudad se iba a otra.

Beelzebú: Este era el nombre dado al príncipe de los demonios. Es posible que el nombre Beelzebú derive del Heb. ba'al zebul, que podría significar "señor de la gran casa" o "señor de la casa celestial". Podría también derivar del Heb. ba'al zebub, "señor de las moscas", dios de Ecrón (2 Rey. 1: 2). Se ha sugerido que los judíos pudieron haber cambiado el nombre Beelzebub a Beelzebul (un juego de palabras basado en los vocablos ba'al zibbul, "señor del estiércol") para mostrar su desprecio por el dios pagano. En Ras Samra se encontraron tablillas que datan de 1400 a. C. y que hablan de "Zebul, príncipe de la tierra". De este modo, podría entenderse que Beelzebú significa "Baal es príncipe".

26. Lo que os digo en tinieblas: Es probable que se refiera aquí al grupito de los discípulos, círculo relativamente pequeño dentro del cual Jesús habló.

26. Proclamadlo desde las azoteas: Figura de la amplia divulgación que debían dar al Evangelio, similar a decir "en la luz". Los discípulos no habían de comprar la paz por medio del silencio ni de transigencias.

28. El alma no pueden matar: Gr. psuj ', "aliento", "vida". Identidad personal.

28. Infierno: Géenna es la transliteración de las palabras hebreas ge' hinnom, "valle de Hinom", o ge' ben hinnom, "valle del hijo de Hinom" (Jos.15: 8). Este valle está al sur y al oeste de Jerusalén y se encuentra con el valle de Cedrón, inmediatamente al sur de la ciudad de David y el estanque de Siloé. El impío rey Acaz parece haber iniciado en los días de Isaías la bárbara costumbre pagana de quemar los niños, ofrendándolos a Moloc en un alto llamado Tofet, en el valle de Hinom (2 Cr. 28: 3). Manasés, nieto de Acaz, restableció esa práctica (2 Cr. 33: 1, 6). Años después, el buen rey Josías profanó ceremonialmente los altos del valle de Hinom (2 R. 23: 10), con lo cual se acabaron esos sacrificios. Como castigo por ése y otros males, Dios advirtió a su pueblo que el valle de Hinom un día sería el "Valle de la Matanza" por causa de los "cuerpos muertos de este pueblo" (Jer. 7: 32-33; 19: 6). Por eso los fuegos de Hinom se convirtieron en un símbolo del fuego consumidor del último gran día de juicio y del castigo de los impíos (Isa. 66: 24). Según las ideas escatológicas judías, derivadas en parte de la filosofía griega, géenna era el lugar donde se reservaban las almas de los impíos bajo castigo hasta el día del juicio final y de las retribuciones. La tradición afirma que el valle de la Gehenna (forma latina) era el lugar donde se quemaban los desperdicios, y que por lo tanto era una figura del fuego del día final.

29. Pajarillos: Se traduce generalmente "gorrión", y por extensión, cualquier pájaro pequeño, eran de ínfimo valor.

29. Un cuarto: Gr. assárion moneda romana de cobre. Valía 1/16 de un denario o sea 1/16 del salario diario de un obrero en los días de Cristo.

29. Sin vuestro Padre: Es decir, sin que Dios se dé cuenta de ello.

34. No he venido a traer paz: Cristo es el Príncipe de paz. Él es quien ha traído la paz del cielo a la tierra y la ha impartido a los hombres (Juan 14: 27). Sin embargo, cuando una persona hace la paz con Dios (Rom. 5: 1), con frecuencia el mundo la considera enemiga (1 Juan 3: 12-13). Cristo vino a poner a los pecadores en paz con Dios, pero al hacerlo inevitablemente causó la discordia entre ellos y los que se negaron a recibir la oferta de paz.

35. Nuera: Gr. númf', "novia", "joven casada", "nuera". Todavía hoy es relativamente común, en algunos países del Cercano Oriente, que el matrimonio joven viva en casa de los padres del novio, y que la novia esté sujeta a la madre del esposo.

36. Los enemigos del hombre serán los de su casa: Cuando una persona acepta a Cristo, muchas veces sus amigos más íntimos se convierten en sus enemigos más acérrimos e implacables.

37. El que ama a padre o madre más que a mí. . .: el amor a los padres nunca debe impedir la obediencia a Dios en todo, si hay un conflicto entre ambos. El amor a Dios y su servicio deben ser la regla suprema de la vida.

37. No es digno de mí: Es decir, no es digno de ser llamado cristiano.

38. El que no toma su cruz: Entre los romanos, la muerte por crucifixión estaba reservada para los esclavos y para los culpables de los más horrendos crímenes. Por lo tanto, podría decirse que los que eran sentenciados a morir así eran detestados, odiados y execrados por la sociedad. El que era condenado a morir crucificado generalmente llevaba su cruz hasta el lugar de la ejecución. El tomar la cruz de Cristo y seguirle significa sufrir sin queja ni pesar la desaprobación de amigos y parientes, y soportar con paciencia y humildad el reproche de los hombres. Significa sobrellevar la "espada" de la persecución (vers. 34-37) empuñada por aquellos de quienes se podría haber esperado paz.

39. El que halla su vida. . .: Es decir, el que se propone gozar de aquellas cosas que, desde el punto de vista humano, son esenciales para la felicidad y el contentamiento a fin de disfrutar de ellas.

39. El que pierde su vida: Es decir, el que está dispuesto a prescindir del placer y de las recompensas que este mundo ofrece.

42. Uno de estos pequeñitos: quizá también personas de poca o ninguna importancia.

42. Un vaso de agua fría: Quizá se emplea este acto como ilustración del servicio mínimo que podría brindársela a una persona. Insignificante, pero muchas veces un servicio importantísimo y muy necesario en las tierras bíblicas, donde casi siempre escaseaba el agua.

11. Se fue de allí: Jesús, acompañado por otros discípulos, partió hacia otra región de Galilea donde los doce no irían.

2. Al oír Juan, en la cárcel. . .: Sus discípulos (de Juan) no le abandonaron. Se les permitía tener acceso a la cárcel, y le traían noticias de las obras de Jesús y de cómo la gente acudía a él. Pero preguntaban por qué, si ese nuevo maestro era el Mesías, no hacía algo para conseguir la liberación de Juan. . . Sugirieron a Juan dudas que de otra manera nunca se le habrían presentado.

Como los discípulos del Salvador, Juan el Bautista no comprendía la naturaleza del reino de Cristo. Esperaba que Jesús ocupase el trono de David; y como pasaba el tiempo y el Salvador no asumía la autoridad real, Juan quedaba perplejo y perturbado. . . Había horas en que los susurros de los demonios atormentaban su espíritu y la sombra de un miedo terrible se apoderaba de él. . . Había esperado que el mensaje de Dios tuviese el mismo efecto que cuando la ley fue leída en los días de Josías y Esdras; que seguiría una profunda obra de arrepentimiento y regreso al Señor. . . Perturbaba a Juan el ver que por amor a él sus propios discípulos albergaban incredulidad para con Jesús. . . Pero el Bautista no renunció a su fe en Cristo. . .

2. Juan. . .le envió dos de sus discípulos: Juan no quería discutir sus dudas y ansiedades con sus compañeros. Los envió esperando que una entrevista con el Salvador confirmaría su fe, e impartiría seguridad a sus hermanos.

3. ¿Eres tú aquel que había de venir. . .?: Gr. ho erjómenos, "el que viene", expresión utilizada comúnmente para referirse al Mesías.

El Salvador no respondió inmediatamente a la pregunta de los discípulos. Mientras ellos estaban allí de pie, extrañados por su silencio, los enfermos y afligidos acudían a él para ser sanados. . .Mientras sanaba sus enfermedades, enseñaba a la gente. . . La evidencia de su divinidad se veía en su adaptación a las necesidades de la humanidad doliente. Su gloria se revelaba en su condescendencia con nuestro bajo estado. . . y bastó.

5. A los pobres es anunciado el evangelio: Los campesinos y jornaleros, los pobres e incultos, recibían poca atención de los orgullosos fariseos y los doctos rabinos. La gente común, de corazón receptivo y fe sencilla, era la que se sentía atraída a Cristo. Los pobres entre los judíos en los días de Cristo no sólo sufrían escasez, sino que además eran oprimidos por los que ocupaban posiciones de poder y de influencia.

6. Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí: Estas palabras eran una suave reprensión para Juan. Y no dejó de percibirla. Comprendiendo más claramente ahora la naturaleza de la misión de Cristo, se entregó a Dios para la vida o la muerte, según sirviese mejor a los intereses de la causa que amaba.

7. Mientras ellos se iban. . .: estas palabras de encomio que Jesús estaba por decir no eran para los oídos de Juan, ni para sus discípulos, porque  habría disminuido la fuerza del mensaje personal enviado.

7. ¿Qué salisteis a ver al desierto?: Gr. theáomai, "contemplar", "mirar con atención". Muchas de las personas que escuchaban a Jesús, quizás todas, habían oído predicar a Juan. Cristo les pide aquí que analicen su propia reacción ante esa "antorcha que ardía y alumbraba" (Juan 5: 35), para que pudieran apreciar mejor el mensaje de Juan en relación con el mensaje que Jesús estaba predicando.

7. ¿Una caña sacudida al viento?: Los altos juncos que crecían al lado del Jordán, inclinándose al empuje de la brisa, eran adecuados símbolos de los rabinos que se habían erigido en críticos y jueces de la misión del Bautista. Eran agitados a uno y otro lado por los vientos de la opinión popular. No querían humillarse para recibir el mensaje escrutador del Bautista, y sin embargo, por temor a la gente, no se atrevían a oponerse abiertamente a su obra. . .Juan No era una caña temblorosa, agitada por los vientos de la alabanza o el prejuicio humanos. Era en la cárcel el mismo en su lealtad a Dios y celo por la justicia, que cuando predicaba el mensaje de Dios en el desierto.

8. ¿A un hombre con vestiduras delicadas?: Es decir, vestido de ropas espléndidas. Juan había sido llamado a reprender los pecados y excesos de su tiempo, Jesús deseaba dirigir la atención al contraste que había entre la vestimenta de Juan y la que llevaban los sacerdotes y gobernantes.

8. Profeta: era en esencia un portavoz de Dios, un intérprete de los propósitos divinos para el hombre.

9. Más que profeta: Porque mientras que los profetas habían visto desde lejos el advenimiento de Cristo, le fue dado a Juan contemplarle, oír el testimonio del cielo en cuanto a su carácter de Mesías, y presentarle a Israel como el Enviado de Dios.

Pero su vida había sido llena de pesar. Su voz se había oído rara vez fuera del desierto. Tuvo el destino de un solitario. No se le permitió ver los resultados de sus propios trabajos. No tuvo el privilegio de estar con Cristo. . .

11. Pero el más pequeño en el reino de los cielos mayor es que él: el "reino" al cual se hace referencia aquí es el reino de la gracia divina en el corazón de los hombres. “El menor de los discípulos que contempló las poderosas obras de Cristo y oyó sus palabras, era en este sentido más privilegiado que Juan el Bautista”.

El elogio de Juan ha sido considerado como el discurso fúnebre de Juan, pues éste fue decapitado unos seis meses más tarde, poco antes de la pascua del año 30 d.C.

12. Desde los días de Juan: quizá desde la primavera (marzo-mayo) del año 27 d. C. hasta la primavera del año 29 d. C.

12. Hasta ahora: desde que Juan había sido encarcelado en la primavera del año 29 d. C. hasta el otoño del mismo año.

12. El reino de los cielos sufre violencia: Quizá en el sentido de que muchos de los que se agolpaban en torno de Juan y de Jesús lo hacían sin entender cabalmente la verdadera naturaleza de ese reino. Otros, como los escribas y los fariseos, se acercaban a Jesús con abierta hostilidad. Como resultado de las acciones de ambos grupos -unos que lo hacían con buenas intenciones, como cuando intentaron coronar rey a Jesús (Juan 6: 15; DTG 340-341), otros que tenían propósitos impíos- el verdadero reino no era comprendido y sus propósitos eran estorbados.

12. Los violentos lo arrebatan: Esta frase parecería hacer resaltar una hostilidad abierta e intencional. El resultado de las acciones de esa gente hostil era que le arrebataban el reino de los cielos a la gente e impedían que entraran en él quienes deseaban hacerlo.

12. Todos los profetas y la ley: El orden habitual es "la ley y los profetas", frase empleada comúnmente por los judíos para referirse al AT.

14. Es aquel Elías que había de venir: vino, más bien, con una tarea similar a la de Elías: la de llamar a los seres humanos al arrepentimiento.

15. El que tiene oídos para oír, oiga: la atención espiritual por medio de la cual los sinceros puedan percibir el verdadero significado de Cristo y puedan ser iluminados por él.

16. ¿A qué compararé esta generación?: Sin duda, Cristo se refería al pueblo de Israel que vivía en su tiempo, y más específicamente a los que escucharon a Juan y más tarde a Jesús mismo cuando anunciaron el reino mesiánico, y fueron testigos de los milagros que acompañaron a su proclamación.

16. Los muchachos que se sientan. . .: Literalmente, "niños pequeños". La escena que aquí se describe es característica de las aldeas del Cercano Oriente donde la calle sirve tanto de campo de juego como de lugar para caminar o de mercado.

16. En las plazas: Gr. agorá, "lugar de reunión del pueblo", "plaza". En estos lugares la gente se reunía para conversar y para hacer sus negocios.

17. Os tocamos flauta: Un grupo evidentemente deseaba imitar una alegre fiesta, como la de una boda.

17. No bailasteis: Caprichosos, los otros niños se negaron a jugar y no respondieron a la propuesta de los primeros.

17. Os endechamos: Gr. thr'néÇ, "endechar", "llorar", "hacer duelo". En tiempos bíblicos, se acostumbraba en el Cercano Oriente llorar a los muertos en forma efusiva y dramática.

17. No os lamentasteis: Literalmente, "no os golpeasteis el pecho" en señal de duelo.

18. Vino Juan, que ni comía ni bebía: Como nazareo, Juan se abstenía de banqueteos y de bebidas de que otros participaban sin escrúpulos. Lucas dice: "Ni comía pan ni bebía vino" (cap. 7: 33). Al parecer, muchos lo consideraban meramente como un fanático y hacían de esto un pretexto para no arrepentirse ni ser bautizados por él. Lo que en realidad desagradó a mucha gente era que el Bautista reprendía sus excesos licenciosos. Esta reprensión estaba implícita en su vida ejemplar y probablemente explícita en su enseñanza.

19. Hijo del hombre: era la forma favorita en que Cristo se llamaba a sí mismo. A lo menos, entre algunos judíos, ese título era entendido como un nombre para el gobernante mesiánico del nuevo reino que se iba a establecer. Este título lo designa como al Cristo encarnado. Destaca el milagro por el cual el Creador y la criatura se unieron en una persona divino-humana. Testifica de la verdad de que ciertamente los hijos de los hombres pueden llegar a convertirse en hijos de Dios.

19. Y dicen: He aquí un hombre comilón y bebedor: Sin duda, la acusación había sido exagerada y distorsionada como para insinuar algo muy diferente de lo que los hechos permitirían decir.

19. Amigo de publicanos y pecadores: Aquí estaba el punto central de la controversia. Jesús se hizo amigo de personas a quienes ellos despreciaban y habían separado de su sociedad. Si bien Cristo buscaba la compañía de publicanos y de pecadores a fin de persuadirlos para que fueran semejantes a él, sus acusadores decían que lo hacía para parecerse más a ellos.

19. La sabiduría es justificada por sus hijos: La evidencia textual favorece aquí "obras". El criticar a Juan por una cosa y a Jesús por la opuesta, mostraba una completa falta de sabiduría. Tanto Juan como Jesús eran guiados por la sabiduría divina, y esto se hizo evidente en el resultado de su trabajo.

21. ¡Ay!: Esta interjección refleja tristeza, calamidad o angustia.

Corazín: identifica comúnmente con Khirbet Kerazeh, a unos 3 km al norte de Tell Hum.

Betsaida: De las palabras arameas beth tsayeda', "casa de la pesca". Este pueblo se encontraba en la parte norte del mar de Galilea, quizá un poco al este del lugar donde desemboca el río Jordán en el lago. El tetrarca Felipe reconstruyó la ciudad y le puso el nombre de Betsaida Julias, en honor de Julia, hija del emperador Augusto (Antigüedades xviii. 2.1). El único milagro aquí, registrado, fue la devolución de la vista a un ciego.

Capernaum: Posiblemente se derive kafar, "aldea", y najum, "Nahúm", y signifique "aldea de Nahúm". Algunos han pensado que el profeta Nahúm habría vivido aquí, pero no hay ninguna confirmación de esto. Se cree que la ciudad se encontraba en el lugar que hoy se conoce como Tell Hum, en la orilla noroeste del mar de Galilea. Puesto que el lago se encuentra a unos 210 m bajo el nivel del Mediterráneo, su clima es suave y tibio. Era el principal centro judío de la región. Por estar en una de las principales rutas, con Damasco al este, Tiro y Sidón hacia el norte, Jerusalén hacia el sur, y el Mediterráneo al oeste, este centro era un importante puesto aduanero. Había además comercio marítimo con Decápolis. Durante más o menos un año y medio Jesús vivió en Capernaúm, haciendo de esa ciudad el centro de sus actividades, Pedro ofreció su hogar como morada del maestro. Desde este centro Jesús emprendió cada una de sus giras de evangelización por las aldeas de Galilea.

23. Que eres levantada hasta el cielo: Esta frase puede también tomarse como pregunta: "¿Hasta el cielo te vas a encumbrar?" (BJ). Al parecer, Capernaúm estaba orgullosa de su posición y de su poder como principal ciudad judía de Galilea. Se emplea un lenguaje muy similar al usado para describir a Lucifer  Isa. 14: 13, 15.

Hades: Para los griegos, hád's era tanto el lugar de los muertos como el nombre del dios de ese lugar (también llamado Plutón por los romanos). Desde Homero, hád's equivalía a "sepulcro" o "muerte". La LXX emplea regularmente la palabra hád's para traducir el Heb. she'ol.

25. Te alabo, Padre: Las circunstancias parecían sumamente desanimadoras, porque los dirigentes de Israel y de muchas de las grandes ciudades se negaban a aceptar el mensaje del Evangelio. Pero Jesús hallaba un motivo para regocijarse en el hecho de que mucha gente del pueblo "le oía de buena gana" (Mar. 12: 37).

25. Escondiste estas cosas de los sabios: Posiblemente sea una referencia a los "milagros" de Cristo, que tenían el propósito de proporcionar una evidencia convincente de la validez de su mensaje. Dios nunca fuerza para que acepten la verdad quienes prefieren no aceptarla. Los dirigentes de Israel habían tenido tantas oportunidades de entender a Jesús como las que habían tenido sus compatriotas, y quizá aún más, conocían las Escrituras, deberían haber reconocido su cumplimiento en la persona y la misión de Jesús. Pero prefirieron rechazar la luz que con tanta abundancia el cielo había derramado sobre ellos.

25. Las revelaste a los niños: Gr. n'pios, "infante", "niño pequeño".  La palabra se aplica tanto a niño de corta edad como a la persona adulta a quien le falta conocimiento o habilidad. Los eruditos rabinos consideraban que los pescadores y agricultores ignorantes eran "niños" en su conocimiento de la ley. Los que no pretendían saber mucho mostraban mayor sabiduría que los llamados sabios de la nación. Los "niños" a quienes Jesús se refería, los discípulos estuvieran en primer lugar.

27. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre: Cristo aquí hace referencia a su divina comisión de ser el representante del Padre para la salvación de este mundo.

27. Nadie conoce al Padre: “Conoce bien" (BJ). El verbo griego implica un conocimiento cabal. Es imposible que la mente humana pueda comprender plenamente la sabiduría y el amor infinitos de Dios manifestados cuando entregó a Jesús. Esta afirmación implica que aun los ángeles no aprecian plenamente la bondad del carácter divino. Sólo Jesús puede revelar al Padre, porque lo conoce íntimamente.

28. Venid a mí los que estáis trabajados. . .: Cristo no habla aquí del trabajo físico. Habla más bien del trabajo del alma y de la mente, que verdaderamente es el que más pesa y preocupa. La religión de Israel se había degenerado hasta llegar a ser, en buena medida, un incansable y trabajoso intento por hallar la salvación por las obras. Con estas bondadosas palabras Cristo extendió a la multitud una invitación para que se convirtieran en sus discípulos.

28. Cargados: La carga más pesada de la humanidad es el pecado, también la congoja y el pesar. Además los escribas y fariseos habían colocado muchas exigencias sobre los judíos que eran "pesadas y difíciles de llevar", y que sólo servían para extinguir en el pueblo cualquier chispa de vida y de esperanza que pudiera quedar.

28. Y yo os haré descansar: cesación transitoria del trabajo, y no de inactividad permanente. Quienes se allegan a Cristo no dejan de trabajar, sino que en vez de trabajar "por la comida que perece", y de extenuarse por el esfuerzo, trabajan por "la comida que a vida eterna permanece" (Juan 6: 27).

29. Llevad mi yugo sobre vosotros: El yugo de Cristo no es otra cosa sino la voluntad divina resumida en la ley de Dios y magnificada en el Sermón del Monte. Significa someterse a la disciplina y a la práctica de la manera de vivir de Cristo. Originalmente el yugo era un instrumento útil cuyo propósito era posibilitar el esfuerzo mancomunado, pero desde tiempos antiguos el "yugo" se transformó en símbolo de sumisión, especialmente ante un conquistador. Algunos generales victoriosos colocaban un yugo sobre dos lanzas y obligaban al ejército vencido a marchar por debajo de él en señal de sumisión (Jer. 27: 1-11). Los rabinos también se referían a la Torah como a un "yugo", no porque fuera una carga, sino más bien una disciplina.

29. Aprended de mí que soy manso: El que aprende de Cristo renuncia al yo, al orgullo, al amor por la supremacía, y hay silencio en su alma. Es conservarse paciente y amable al ser maltratado. El Amor a uno mismo es lo que destruye nuestra paz. Una persona "mansa" domina perfectamente su yo.

29. Humilde: reconoce que depende enteramente de Dios y coloca los deseos y las necesidades de su hermano antes que los propios.

30. Porque mi yugo es fácil: Gr. jr'stós, "útil", "bueno", "agradable". El propósito del yugo no era hacer más pesado el trabajo del animal que lo llevaba, sino más liviano; no más difícil, sino más fácil de llevar.

30. Ligera mi carga: El que ama verdaderamente a Cristo, se deleita en hacer su voluntad.